Comentario de Santiago 5:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento. Más bien, sea vuestro sí, sí; y vuestro no, no; para que no caigáis bajo condenación.
5:12 — «Pero sobre todo» equivale a «especialmente», o «lo más importante». Algunas versiones dicen, «ante todo». Así dice esta versión (Versión Valera Revisión de 1960) en 1Pe 4:8, donde aparece la misma expresión en griego (pro panton). Pero la idea de Santiago aquí, como de Pedro allí, es la de importancia, y no de primera cosa que hacer. — «no juréis». Literalmente, «dejad de jurar», o «desistid en jurar». La Versión Nuevo Mundo dice: «dejen de jurar». Véase Mat 5:33-37. Aquí Santiago «repite» las palabras de Jesús, nada más que en forma más breve. La clase de juramento prohibido, según este contexto, es especificado en la frase siguiente.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
sobre todo. 1Pe 4:8; 3Jn 1:2.
no juréis. Mat 5:33-37; Mat 23:16-22.
sino vuestro sí sea sí. Mat 5:37; 2Co 1:17-20.
para que no caigáis en condenación. Stg 3:1, Stg 3:2; 1Co 11:34.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Santiago no prohíbe al creyente hacer un juramento en la corte o invocar a Dios como testigo de alguna declaración importante (1Ts 2:5). En lugar de eso, está prohibiendo la antigua práctica de apelar a una variedad de diferentes objetos para confirmar la veracidad de la declaración de alguien. Esta práctica era extremadamente cercana a la idolatría, porque implicaba que tales objetos contenían espíritus. La advertencia en este versículo puede servir como un recordatorio para nosotros a observar lo que decimos. No deberíamos usar el nombre de Dios de una manera temeraria y deberíamos ser cuidadosos para hablar la verdad.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
sobre todo. O «de manera especial». Como lo ha hecho en repetidas ocasiones en su epístola, Santiago hizo hincapié en que la forma de hablar de una persona suministra la evidencia más reveladora de su condición espiritual (cp. Stg 1:26; Stg 2:12; Stg 3:2-11; Stg 4:11). no juréis … ningún otro juramento. Como Jesús antes que él (Mat 5:33-36; Mat 23:16-22), Santiago condenó la práctica judía de hacer juramentos falsos, evasivos y engañosos por cualquier cosa que no fuera el nombre del Señor, porque en ese caso se consideraría de cumplimiento obligatorio. sí sea sí. Santiago hace otra vez eco de la enseñanza de Jesús (Mat 5:37), al promover el habla directa, honesta y sin rodeos. Hablar de otro modo equivalía a invitar el juicio divino.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
5:12 — «Pero sobre todo» equivale a «especialmente», o «lo más importante». Algunas versiones dicen, «ante todo». Así dice esta versión (Versión Valera Revisión de 1960) en 1Pe 4:8, donde aparece la misma expresión en griego (pro panton). Pero la idea de Santiago aquí, como de Pedro allí, es la de importancia, y no de primera cosa que hacer.
–«no juréis». Literalmente, «dejad de jurar», o «desistid en jurar». La Versión Nuevo Mundo dice: «dejen de jurar». Véase Mat 5:33-37. Aquí Santiago «repite» las palabras de Jesús, nada más que en forma más breve. La clase de juramento prohibido, según este contexto, es especificado en la frase siguiente.
–«ni por el cielo, ni por la tierra». Los judíos sabían que el Tercer Mandamiento prohibía tomar el nombre de Dios en vano (Éxo 20:7), y por eso evitaban juramento que incluyera el nombre de Dios. Al mismo tiempo afirmaban que jurar por el cielo o por la tierra, etcétera, no les obligaba a cumplir con sus juramentos. Jesús en Mat 5:33-37 les dijo por qué jurar con tales nombres comunes era igual que jurar por el nombre de Dios, y en Mat 23:16-22 les condenó como culpables de profanación (pues decían que en ciertos juramentos uno no era deudor).
El Primer Mandamiento prohibía tener otro dios; el Segundo, hacer uso de fabricación humana para acercarse a él; y el Tercero, la irreverencia respecto a su nombre. Los judíos profanaban su nombre con su uso de juramentos, afirmando que técnicamente no pronunciaban el mismo nombre de Dios en sus juramentos.
Ahora Santiago dice a los hermanos, muy dados a la práctica de jurar, que dejen (de una vez por todas, pues así significa la gramática griega en este versículo) de jurar (con los juramentos de este contexto).
–«Ni por ningún otro». La palabra «otro» puede venir de una de dos palabras griegas. Aquí viene de la que significa otro de la misma clase. Santiago no prohíbe del todo el juramento, sino todo juramento de este clase.
Aun al decir Jesús en Mat 5:34, «No juréis en ninguna manera», no prohibía terminantemente toda clase de juramento. La frase, tomada juntamente con los versículos siguientes, significa, «En ninguna manera juréis por el cielo, por la tierra, por Jerusalén, o por la cabeza». (Un paralelo aparece en Luc 9:3, «No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas». a palabra «nada» aquí es limitada a las cosas mencionadas. Podían tomar una túnica para el camino y al mismo tiempo obedecer el mandamiento de «no tomar nada».) Jesús mismo juró en una ocasión (Mat 26:63-64; contestó bajo juramento; Mar 9:1, «de cierto os digo,» prácticamente la misma construcción gramatical griega que aparece en Heb 6:13-14, «juró por sí mismo diciendo, de cierto te…»).
No es condenable usar el nombre de Dios en juramento. Hay ejemplos bíblicos aprobados de esto (2Ti 1:16; Rom 1:9; 2Co 1:23; Gál 1:20; Flp 1:8; Apo 10:5-6). Pero lo que Jesús y Santiago condenan es el profanar cosas santas con juramentos. ¡Es igual que usar el nombre de Dios de manera ligera o impertinente!
–«sino que vuestro sí… no». La ley permitía juramentos que no incluían el mismo nombre de Dios (como también los que sí lo incluían), pero demandaba que uno cumpliera con ellos (Lev 19:12; Núm 30:2). Era condenable distinguir entre éstos, para cumplir con los que llevaban el nombre de Dios y no cumplir con los otros (Mat 23:16-22). Jesús dio las razones.
Ahora los dos, Jesús y Santiago, enseñan al cristiano que deje por completo estos juramentos (que no incluían el nombre de Dios), que el Antiguo Testamento permitía, pero que conducían a la profanación, y que diga sencillamente «sí» o «no».
–«para que no caigáis en condenación». Véase Mat 5:37. Uno se condena como culpable de profanación si hace tales juramentos, considerándolos como si no fueran juramento (pues no los cumple). El diablo es quien promueve la profanación.
Las palabras de uno constituirán parte de la base del juicio final (Mat 12:36-37).
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA INUTILIDAD Y LA LOCURA DE
LOS JURAMENTOS
Santiago 5:12
Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis ni por el Cielo ni por la Tierra ni por ninguna otra cosa. Que vuestro «sí» sea simplemente » sí», y vuestro «no» sea un simple c»no», para que no caigáis bajo juicio.
Santiago repite aquí la enseñanza de Jesús en el Sermón del Monte (Mt 5:33-37 ), que era sumamente necesaria en los días de la Iglesia Primitiva -y probablemente no menos en los países hispánicos de todos los tiempos. Santiago no está pensando en lo que nosotros llamamos «tacos» o «palabrotas» -que es un sentido corriente de to swear en inglés-,sino en la manera de confirmar una afirmación o una promesa o un compromiso interponiendo un juramento, que es «poner a Dios por testigo.» En el mundo antiguo había dos prácticas perniciosas en relación con el tema de los juramentos.
(i) Se hacía una distinción -especialmente en el mundo judío- entre juramentos que obligaban. y juramentos que no obligaban. Cualquier juramento en el que se mencionara el nombre de Dios se consideraba obligante por necesidad; pero si no se mencionaba expresamente a Dios, se decía que no obligaba. La idea era que, una vez que se mencionara expresamente el nombre de Dios, Él era el garante de la transacción; pero no si no se Le nombraba expresamente. El resultado fue que la cosa se convirtió en una práctica habilidosa y aguda para parecer que uno se comprometía a algo cuando en realidad no tenía intención de cumplirlo. Lo cual convirtió el asunto de los juramentos en un juego burlesco de palabras.
(ii) Los juramentos se habían proliferado en aquel entonces. Esto ya es en sí suficientemente malo. Por una parte, la importancia de un juramento depende en gran medida del hecho de que es raramente necesario acudir a él. Cuando- los juramentos se pusieron de moda, dejaron de tener ninguna importancia. Por otra parte, la costumbre de tomar juramentos por cualquier cosa no era más que una prueba de lo frecuente que era mentir y defraudar. En una sociedad honrada no hacen falta juramentos. Es sólo cuando no se puede uno fiar de la palabra de nadie cuando se recurre a los juramentos.
En esto estaban de acuerdo con Jesús los antiguos escritores de ética. Filón dice: » Los frecuentes juramentos no pueden por menos de generar perjurio e impiedad.» Los rabinos judíos decían: «No te acostumbres a los votos, porque más tarde o más temprano harás falsos juramentos.» Los esenios prohibían toda clase de juramentos. Decían que si una persona necesitaba jurar para decir la verdad, es que no era digno de confianza. Los grandes griegos mantenían que la mayor garantía de la verdad de una afirmación no era el juramento, sino el carácter de la persona que la hiciera; y que el ideal era ser tales que nadie pensara en exigirnos un juramento porque no se pondría en duda que decíamos la verdad.
El punto de vista del Nuevo Testamento es que todas las palabras se dicen en la presencia de Dios y deben, por tanto, ser ciertas; y estaría de acuerdo en que al cristiano se le debe cónocer como persona de honor, y sería totalmente innecesario tomarle juramento. El Nuevo Testamento no condena taxativamente todos los juramentos; pero deplora la tendencia humana a la falsedad que los hace a veces necesarios.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Mat 5:34-37; (ver Sir 23:9-11).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Los juramentos
Ha terminado el resumen. En una carta griega, se podría esperar un juramento certificando que cuanto se ha dicho en la carta es verdad. Al contrario, Stg. cita a Jesús (Mat. 5:33-37) y argumenta que los cristianos no deben hacer juramentos. No se trata de que el juramento sea algo malo en sí mismo, sino que divide el discurso en dos planos. Algunas afirmaciones son juradas y, por lo tanto, de ben ser verdaderas, mientras que otras son sólo el discurso normal y pueden no serlo. Jesús dijo que todos serán juzgados por toda palabra (Mat. 12:36). Toda palabra debe ser verdadera. Todo debe se abierto y honesto. Como Dios oye todas las palabras, para los cristianos debe ser como si todas sus afirmaciones fuesen un juramento hecho delante de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
b 214 Lev 19:12; Mat 5:34
c 215 Mat 5:37; 2Co 1:17; 1Ti 1:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
no juréis. Véase coment. en Mt 5:33– 37.
Fuente: La Biblia de las Américas
12 (1) No debemos jurar, porque no somos nada y nada está bajo nuestro control ni depende de nosotros ( Mat_5:34-36). Jurar exhibe el ejercicio de nuestra voluntad y nuestro olvido de Dios. En cambio, hacer que nuestro sí sea sí y nuestro no sea no, es actuar conforme a nuestra naturaleza divina, tomando en cuenta la presencia de Dios, negando nuestra voluntad y nuestra naturaleza pecaminosa.
12 (2) Véase la nota 37 (1) de Mt 5.
12 (3) La fidelidad y sinceridad genuinas de nuestras palabras, conforme a la naturaleza divina de la que participamos, nos guardarán del juicio de Dios (cfr. Mat_12:36).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
no juréis. No todos los juramentos están prohibidos en este versículo, sino sólo los frívolos, impertinentes, profanos o blasfemos. Los juramentos en sentido de afirmaciones solemnes estaban ordenados en la ley (Éxo 22:11) y fueron practicados por Cristo (Mat 26:63-64) y por Pablo (Rom 1:9).
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
no juréis… → Mat 5:34-37; acusación… Lit. juicio → §055.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
R622 Πρό aparece con el sentido de superioridad: sobre todo (preferencia).
TGr31 Santiago pone esta prohibición en el tiempo presente (μὴ ὀμνύετε), para rogar a sus lectores que se refrenen de una vez de tal práctica.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., el sí
Lit., el no
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. juicio g Mat 5:34-37. g §055.