Comentario de Santiago 5:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¿Está enfermo alguno de vosotros? Que llame a los ancianos de la iglesia y que oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

5:14 — «¿Está alguno enfermo entre vosotros?» La enfermedad aquí referida es física, no espiritual (pues la mención de posibles pecados aparte de la enfermedad, versículo 15, lo confirma). Santiago ya había mencionado la aflicción (versículo 13), que es sufrimiento general; aquí es específico.

La enfermedad misma no es siempre resultado del pecado. Véanse Luc 13:1-5; Jua 9:1-3. Ella viene a todos los hombres. Considérense los casos de Pablo, Timoteo, Epafrodito, y Trófimo (2Co 12:1-10; 1Ti 5:23; Filipenses 2:26,27; 2Ti 4:20).

— «Llame a los ancianos de la iglesia». La iglesia aquí referida es la local (2:2). Los ancianos gobernaban solamente iglesias locales (Hch 14:23; Flp 1:1). No estaban sobre distritos geográficos.

Según la enseñanza del Nuevo Testamento, el anciano es la misma persona que el obispo, o pastor. Lucas dice que Pablo hizo llamar a los ancianos de la iglesia de Cristo en Efeso (Hch 20:17), y luego Pablo los llamó obispos (versículo 28), diciendo que apacentaran (fueran pastores de) la iglesia. En el texto griego la palabra para decir apacentar es la que significa pastorear (ser pastor). Varias versiones dicen «pastorear», en lugar de apacentar.

Vemos la misma verdad delineada en 1Pe 5:1-4. Pedro habla de los ancianos, diciéndoles que apacienten (sean pastores de) la grey de Dios y que cuiden (sean obispos, supervisores) de ella. El texto griego hace claro que los tres términos, anciano, obispo, y pastor, se refieren a la misma persona.

En Tit 1:5; Tit 1:7, vemos que el anciano (versículo 5) es el mismo que el obispo (versículo 7).

No dice Santiago que se llamen los sacerdotes, o los llamados «pastores» (es decir, los ministros modernos), como tampoco a los «sanadores». Los católicos romanos apelan a este versículo para justificar su doctrina de la Extrema Unción (uno de sus siete sacramentos). Pero Santiago no habla de caso de uno a punto de morir; no dice llamar a los sacerdotes; no dice nada de sacramentos. Además, el enfermo del caso de Santiago no muere; ¡siempre sana! (versículo 15). Los protestantes que tienen campañas de llamada sanidad divina ¡no tienen ancianos bíblicos a quienes llamar! Este pasaje no tiene nada que ver con prácticas católicas y protestantes, llamadas extrema unción y sanidad divina.

— «y oren… del Señor». Los ancianos habían de orar en conexión con el milagro que estaban a punto de efectuar. Compárense Mar 9:29; Jua 11:41; Hch 9:40.

La unción con aceite era como señal del milagro que seguiría, y servía, pues, para preparar al enfermo, a los ancianos, y los que estuvieran presentes para dicho milagro. Era símbolo del poder que Dios ejercería por medio de los ancianos. Compárese Mar 6:13. (Imponer manos, Mar 1:41, y el uso de lodo, Jua 9:6, también eran símbolos del milagro que seguiría).

Esta unción (no la oración) había de ser hecha «en el nombre del Señor», o sea, por la autoridad de Jesucristo. Ungir al enfermo «en el nombre del Señor» le indicaría que el milagro para seguir sería obra del Señor Jesucristo.

Sabemos que el don de sanidad existía en la iglesia primitiva (1Co 12:9; 1Co 12:28). Era dado por la imposición de manos apostólicas (Hch 8:14-19). Es muy probable que aquí se refiera a casos de tener los ancianos primitivos este don, y de ejercerlo en caso de enfermedad física.

El aceite era ungido en tiempos del Antiguo Testamento ceremonialmente. Véanse 1Sa 10:1; 1Sa 16:13. Era usado también para fines medicinales (Isa 1:6; Jer 8:22; Luc 10:34). Pero cabe mejor en este contexto el uso simbólico, como en Mar 6:13. Este uso llamaba la atención de todos al poder del milagro.

Si la sanidad de este versículo no era milagrosa, ¿por qué, pues, hacer venir a los ancianos? La oración del enfermo mismo, o de otros hermanos, habría tenido la misma eficacia. Pero si los ancianos tenían el don de sanidad (¿y a quiénes más habrían dado los apóstoles este don en cada iglesia?), con razón se les llamaría a venir al enfermo.

Con la muerte de los apóstoles cesó el impartir de dones milagrosos, y con la muerte de los que tenían tales dones, cesaron los milagros para siempre. Ya habían cumplido su propósito (el de confirmar la palabra predicada, Mar 16:20; Heb 2:3-4). Stg 5:14-15 no se aplica directamente al tiempo actual; de otra manera, ¡el cristiano nunca moriría, pues los ancianos seguirían levantándole de la enfermedad! Pero el hombre tiene que morir (Heb 9:27). Este pasaje sin duda es interpretado correctamente dentro del contexto de los milagros del primer siglo.

Seguramente el Señor oye las oraciones de sus hijos enfermos y bendice los medios empleados para su restauración física, pero no lo hace milagrosamente como en el tiempo de los milagros.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

llame a los ancianos. Hch 14:23; Hch 15:4; Tit 1:5.

y oren por él. 1Re 17:21; 2Re 4:33; 2Re 5:11; Hch 9:40; Hch 28:8.

ungiéndole con aceite. Mar 6:13; Mar 16:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Literalmente, el término griego que se traduce como ancianos se refiere a aquellos avanzados en años (1Ti 5:1). Sin embargo, la palabra también se refiere a aquellos que ostentan posiciones de autoridad en la comunidad o en una congregación local. Como oficiales de la iglesia, los ancianos eran responsables de la supervisión pastoral y del liderazgo espiritual. El término se usa indistintamente con obispo en el NT. (1Ti 3:1; 1Ti 5:17; Tit 1:5-9.) ungiéndole con aceite puede referirse a un tratamiento medicinal (Luc 10:34). Sin embargo, en este pasaje es más común que se refiera al poder de sanidad del Espíritu Santo, porque el (v. Stg 5:15) habla de la oración que salva a la persona. En cualquier caso, no hay indicación que llame a los ancianos a excluir el uso de un médico o de la medicina.

ungiéndole con aceite puede ser un acto medicinal (Luc 10:34), pero en este pasaje es sin duda simbólico del Espíritu Santo porque no es el aceite sino la oración la que sana (v. Stg 5:15).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ungiéndole con aceite. Lit. «frotándole con aceite»: 1) una referencia posible al ungimiento ceremonial (vea las notas sobre Lev 14:18; Mar 6:13), 2) también es posible que Santiago tenga en mente un tratamiento médico que se daba a los creyentes que quedaban bastante heridos como resultado de la persecución. Quizá conviene interpretar el ungimiento en un sentido metafórico que representa el ministerio de ánimo, consuelo y fortalecimiento que los ancianos realizan a favor del creyente que sufre.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

enfermo. Santiago alude aquí a los que están tan debilitados por su sufrimiento que los ancianos de la iglesia deben acudir para fortalecer, apoyar y orar.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:14 — «¿Está alguno enfermo entre vosotros?» La enfermedad aquí referida es física, no espiritual (pues la mención de posibles pecados aparte de la enfermedad, versículo 15, lo confirma). Santiago ya había mencionado la aflicción (versículo 13), que es sufrimiento general; aquí es específico.
La enfermedad misma no es siempre resultado del pecado. Véanse Luc 13:1-5; Jua 9:1-3. Ella viene a todos los hombres. Considérense los casos de Pablo, Timoteo, Epafrodito, y Trófimo (2Co 12:1-10; 1Ti 5:23; Filipenses 2:26,27; 2Ti 4:20).
–«Llame a los ancianos de la iglesia». La iglesia aquí referida es la local (2:2). Los ancianos gobernaban solamente iglesias locales (Hch 14:23; Flp 1:1). No estaban sobre distritos geográficos.
Según la enseñanza del Nuevo Testamento, el anciano es la misma persona que el obispo, o pastor. Lucas dice que Pablo hizo llamar a los ancianos de la iglesia de Cristo en Efeso (Hch 20:17), y luego Pablo los llamó obispos (versículo 28), diciendo que apacentaran (fueran pastores de) la iglesia. En el texto griego la palabra para decir apacentar es la que significa pastorear (ser pastor). Varias versiones dicen «pastorear», en lugar de apacentar.
Vemos la misma verdad delineada en 1Pe 5:1-4. Pedro habla de los ancianos, diciéndoles que apacienten (sean pastores de) la grey de Dios y que cuiden (sean obispos, supervisores) de ella. El texto griego hace claro que los tres términos, anciano, obispo, y pastor, se refieren a la misma persona.
En Tit 1:5; Tit 1:7, vemos que el anciano (versículo 5) es el mismo que el obispo (versículo 7).
No dice Santiago que se llamen los sacerdotes, o los llamados «pastores» (es decir, los ministros modernos), como tampoco a los «sanadores». Los católicos romanos apelan a este versículo para justificar su doctrina de la Extrema Unción (uno de sus siete sacramentos). Pero Santiago no habla de caso de uno a punto de morir; no dice llamar a los sacerdotes; no dice nada de sacramentos. Además, el enfermo del caso de Santiago no muere; ¡siempre sana! (versículo 15). Los protestantes que tienen campañas de llamada sanidad divina ¡no tienen ancianos bíblicos a quienes llamar! Este pasaje no tiene nada que ver con prácticas católicas y protestantes, llamadas extrema unción y sanidad divina.
–«y oren… del Señor». Los ancianos habían de orar en conexión con el milagro que estaban a punto de efectuar. Compárense Mar 9:29; Jua 11:41; Hch 9:40.
La unción con aceite era como señal del milagro que seguiría, y servía, pues, para preparar al enfermo, a los ancianos, y los que estuvieran presentes para dicho milagro. Era símbolo del poder que Dios ejercería por medio de los ancianos. Compárese Mar 6:13. (Imponer manos, Mar 1:41, y el uso de lodo, Jua 9:6, también eran símbolos del milagro que seguiría).
Esta unción (no la oración) había de ser hecha «en el nombre del Señor», o sea, por la autoridad de Jesucristo. Ungir al enfermo «en el nombre del Señor» le indicaría que el milagro para seguir sería obra del Señor Jesucristo.
Sabemos que el don de sanidad existía en la iglesia primitiva (1Co 12:9; 1Co 12:28). Era dado por la imposición de manos apostólicas (Hch 8:14-19). Es muy probable que aquí se refiera a casos de tener los ancianos primitivos este don, y de ejercerlo en caso de enfermedad física.
El aceite era ungido en tiempos del Antiguo Testamento ceremonialmente. Véanse 1Sa 10:1; 1Sa 16:13. Era usado también para fines medicinales (Isa 1:6; Jer 8:22; Luc 10:34). Pero cabe mejor en este contexto el uso simbólico, como en Mar 6:13. Este uso llamaba la atención de todos al poder del milagro.
Si la sanidad de este versículo no era milagrosa, ¿por qué, pues, hacer venir a los ancianos? La oración del enfermo mismo, o de otros hermanos, habría tenido la misma eficacia. Pero si los ancianos tenían el don de sanidad (¿y a quiénes más habrían dado los apóstoles este don en cada iglesia?), con razón se les llamaría a venir al enfermo.
Con la muerte de los apóstoles cesó el impartir de dones milagrosos, y con la muerte de los que tenían tales dones, cesaron los milagros para siempre. Ya habían cumplido su propósito (el de confirmar la palabra predicada, Mar 16:20; Heb 2:3-4). Stg 5:14-15 no se aplica directamente al tiempo actual; de otra manera, ¡el cristiano nunca moriría, pues los ancianos seguirían levantándole de la enfermedad! Pero el hombre tiene que morir (Heb 9:27). Este pasaje sin duda es interpretado correctamente dentro del contexto de los milagros del primer siglo.
Seguramente el Señor oye las oraciones de sus hijos enfermos y bendice los medios empleados para su restauración física, pero no lo hace milagrosamente como en el tiempo de los milagros.

Fuente: Notas Reeves-Partain

NOTAS

(1) O léase: “hombres mayores”. Gr.: pre·sby·té·rous; J17,22(heb.): ziq·néh. Véase Núm 11:25.

(2) Véase Ap. 1D.

REFERENCIAS CRUZADAS

f 218 Mar 6:13

g 219 Hch 20:28; Hch 20:35; 1Pe 5:2

h 220 Sal 141:5; Isa 61:3; Luc 10:34

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

oren…ungiéndolo con aceite. Los judíos usaban el aceite como medicamento (Is 1:6; Lc 10:34) o para reconfortarse (Mt 6:17; Lc 7:46). Aquí el aceite se combina con una súplica a Dios por la sanidad (cp. Mr 6:13). La oración es lo más importante del proceso (vers. 13, 15, 16).

Fuente: La Biblia de las Américas

14 (1) Enfermo por causa de debilidad. La debilidad lleva a la enfermedad ( 1Co_11:30), y la enfermedad causa más debilidad.

14 (2) Llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por la enfermedad de alguien implica: (1) que no hay problema entre el que llama y la iglesia, representada por los ancianos; (2) que se ha restaurado una relación normal entre el que llama y la iglesia, si la enfermedad se debe a que el que llama hubiese ofendido a la iglesia (cfr. 1Co_11:29-32); y (3) que el enfermo y los ancianos han confesado sus pecados totalmente y en mutualidad (v.16). Las barreras que puedan existir en la iglesia deben ser derribadas antes de que los ancianos puedan representar a la iglesia en la oración por los enfermos.

14 (3) Dos palabras griegas son traducidas ungir : aléifo, la palabra usada aquí y en Jua_12:3, es el término común que significa aplicar el aceite; crío significa ungir oficialmente para un oficio, como en el caso de un sacerdote ( Hch_10:38), de un rey ( Heb_1:9), o de un profeta ( Luc_4:18). La palabra crío, relacionada con la palabra Cristos (Cristo), es usada en el caso de la unción del Hijo por parte del Padre ( Hch_10:38). Ungir con aceite significa impartir el Espíritu de vida, el cual ha sido derramado como el aceite de la unción sobre el Cuerpo de Cristo ( Sal_133:2), al miembro enfermo del Cuerpo por medio de los ancianos en representación de la iglesia, para que el enfermo sane (cfr. 1Jn_5:16 y las notas 3 y 4).

14 (4) En el nombre del Señor significa en unidad con el Señor. Los ancianos no efectúan solos la unción, sino que, siendo uno con el Señor, representan tanto al Cuerpo como a la Cabeza para efectuar la unción.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

los ancianos de la iglesia. Los ancianos son mencionados primeramente en Hch 11:30 como lideres reconocidos de las iglesias. Su mención aquí y en Hch 14:23 relaciona con el mismo período, aproximadamente, en la iglesia primitiva, en la que ellos fueron los primeros lideres, antes que existieran los diáconos (como oficiales de la iglesia), y mucho antes que los obispos o supervisores.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Dios puede sanar directamente, mediante medicinas, o en respuesta a la oración, como aquí. El aceite es un símbolo de la presencia de Dios (cp. Sal 23:5); es posible que se considerase como medicinal en tiempos de Santiago (cp. Luc 10:34), aunque difícilmente como remedio eficaz para todas las enfermedades. Las oraciones de fe son respondidas no meramente porque son hechas con fe sino solamente si se hacen conforme a la voluntad de Dios (1Jn 5:14). No siempre piensa Dios que lo mejor es sanar (cp. 2Co 12:8). Aquí la curación depende de la confesión del pecado. Históricamente, el sacramento católico romano de la Extrema Unción se desarrolló a base de esta práctica, pero cambiando enteramente el sentido, porque el rito católico romano tiene a la vista, en ultimo término, la muerte del paciente, no su recuperación.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

con aceite…Mar 6:13.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., habiéndole ungido

Fuente: La Biblia de las Américas

g Mar 6:13.

Fuente: La Biblia Textual III Edición