Comentario de Sofonías 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
La palabra de Jehovah que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gemalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá.
Palabra de Jehová. Eze 1:3; Ose 1:1; 2Ti 3:16; 2Pe 1:19.
en días de Josías. 2Re 22:1-20; 2Re 23:1-37; 2Cr 34:1-33; 2Cr 35:1-27; Jer 1:2; Jer 25:3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El tiempo de la profecía de Sofonías, Sof 1:1.
El juicio del día de la ira de Dios, Sof 1:2-18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
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HAY UNA PALABRA PARA LA GENTE QUE PREDICE TIEMPOS futuros terribles: fatalista o ave de mal agüero. Es un término poco halagador con el que nos referimos a los portadores de malas noticias. En realidad no queremos creer sus predicciones de ruina y por eso los caricaturizamos; puede que se sientan avergonzados y se marchen. Algunas veces, ayuda un poco cuando el que predice la ruina ofrece una solución. Una pregunta que no se verbaliza pero que siempre está en la mente de todos es: «¿Hay alguna esperanza?»
El mensaje de Sofonías tiene ambas mitades de la ecuación malas noticias/buenas noticias. Sus primeras palabras eran de verdad malas noticias: el día del Señor está cerca y eso significa un juicio terrible. Los israelitas actuaron como sus vecinos paganos: despreciaron la ley de Dios, adoraron dioses falsos y pecaron sin remordimiento por mucho tiempo. Ahora era tiempo de arrepentirse: tenían que volverse a su Dios o enfrentar las consecuencias. El mensaje de Sofonías que ofrecía un rayo de esperanza era la parte de «volverse a Dios». Para quienes escucharon y respondieron a su llamado, las buenas noticias eliminaron a todas las malas. Dios restaurará a quienes le buscan.
La historia nos confirma que este enfoque resultaba. El libro de Sofonías habla de los sucesos acontecidos en Jerusalén en el remoto siglo VII a.C. cuando reinaba Josías. El reino del norte de Israel había sido destruido por los asirios casi un siglo atrás. El reino del sur de Judá había sufrido bajo los reinados de Manasés (697-642 a.C. y Amón (642-640 a.C. ambos extraordinariamente malvados. La iniquidad de sus reinados hacía parecer que la ruina era segura. Pero el piadoso rey Josías condujo un importante resurgimiento que afectó a todo Judá. La Escritura registra que este resurgimiento, aunque de corta duración, retardó el juicio de Dios: la invasión por parte de Babilonia (2Cr 34:27, 2Cr 34:28). El mensaje de Sofonías anunció el día del Señor, un día cercano de ruina en los términos más oscuros, pero también prometió la bendición de la gloria futura en un cuadro tan brillante como oscura la ruina.
Muchos libros proféticos de la Biblia hablan acerca del «día del Señor», en particular el libro de Joel. Este día es un tiempo de juicio que involucra tanto al pueblo de Dios, Israel y Judá, como a las naciones vecinas. El profeta Sofonías reprendió a los líderes de Judá por sus innumerables actos de maldad (Sof 3:1-7). Sus profecías contra las naciones incluye a Filistea (Sof 2:4-7), Moab y Amón (Sof 2:8-11), Etiopía (Sof 2:12) y Asiria (Sof 2:13-15). Estas naciones fueron juzgadas a causa de su soberbia y arrogancia contra el pueblo de Dios y por su continua idolatría.
Sin embargo, la última parte de la profecía de Sofonías contiene palabras de esperanza (Sof 3:8-20), promesas de protección para el remanente y promesas para el futuro de aquellos que conocen a Dios en verdad. En un día por venir, la gente de todas las naciones vendrá a adorar al Señor (Sof 2:11; Sof 3:9). Su propio pueblo será renovado en justicia (Sof 3:11-13) y el mismo Rey de reyes gobernará en medio de ellas (Sof 3:15; Apo 21:1-6). El día del regreso del Señor será un día de cantos y alegría. Aun Dios se regocijará con alegres cantos (Sof 3:16, Sof 3:17). La furiosa ira del Señor (Sof 1:1, Sof 1:2) será reemplazada por su feliz canción, pues la salvación habrá llegado finalmente a su pueblo.
El profeta Sofonías trazó su linaje cuatro generaciones atrás hasta Ezequías, probablemente el más famoso rey de Judá. Después del largo y malvado reinado de Manasés (697-642 a.C. y de su hijo Amón (642-640 a.C. Josías comenzó su reinado sobre Judá. Sofonías comenzó su ministerio como profeta en Jerusalén en el mismo año que el gran profeta Jeremías (627 a.C. Ellos y la profetisa Hulda (2Cr 34:14-28) fueron testigos de la reforma religiosa que inició Josías, una reforma que desafortunadamente no perduró. Después de la muerte de Josías, el pueblo volvió a sus erráticos caminos. Menos de cincuenta años más tarde, alrededor del 586 a.C. Dios utilizó a Babilonia para disciplinarlos.
Bosquejo
I. Una advertencia del juicio inminente Sof 1:1-18
A. El juicio anunciado Sof 1:2-6
B. El juicio definido Sof 1:7-13
C. El juicio descrito Sof 1:14-18
II. Un llamado al arrepentimiento Sof 2:1-15; Sof 3:1-8
A. Una invitación al arrepentimiento Sof 2:1-3
B. Un anuncio detallado del juicio Sof 2:4-15; Sof 3:1-8
III. Una promesa de bendición futura Sof 3:9-20
A. La promesa de la conversión Sof 3:9-13
B. La promesa de la restauración Sof 3:14-20
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Palabra de Jehová que vino: El mensaje de los profetas del AT. no surgía de su voluntad sino de Dios mismo (2Pe 1:20,2Pe 1:21).
Sofonías significa: «Escondido en el Señor», un nombre relacionado con el mensaje principal presentado por el profeta (Sof 2:3). Los nombres de los profetas estaban a menudo asociados significativamente al mensaje que Dios les daba para el pueblo.
Ezequías lo más probable es que se refiera al notable rey de Judá (2Re 18:1-37; 2Re 19:1-37; 2Re 20:1-21). De este modo, Sofonías el profeta estaba vinculado con el rey Josías.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SOFONÍAS. Sofonías profetizó durante el reinado de Josías, rey de Judá (640-609 a.C.). La nación estaba enredada en violencia e idolatría, y mostraba desdén e indiferencia hacia el Señor Dios. Es probable que se diera su mensaje a la nación antes del movimiento reformador dirigido por Josías y que hubiera sido una fuerza inspiradora que alentara al rey a hacer un llamado por la renovada obediencia a Dios y a su ley (véase introducción a este libro).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Introducción a Sofonías
Bosquejo
Introducción (Sof 1:1)
I. El juicio y el día de Jehová (Sof 1:2-18; Sof 2:1-15; Sof 3:1-8)
A. El juicio sobre toda la tierra (Sof 1:2-3)
B. El juicio contra el pueblo de Judá (Sof 1:4-18)
1. Descripción de los pecados de Judá (Sof 1:4-9)
2. Advertencia a Jerusalén (Sof 1:10-13)
3. El día grande de Jehová (Sof 1:14-18)
C. Llamado al arrepentimiento (Sof 2:1-3)
D. El juicio contra las naciones (Sof 2:4-15)
1. Los filisteos (Sof 2:4-7)
2. Los amonitas y moabitas (Sof 2:8-11)
3. Los etíopes (Sof 2:12)
4. Los asirios (Sof 2:13-15)
E. El juicio contra Jerusalén (Sof 3:1-7)
1. Los pecados de Jerusalén (Sof 3:1-4)
2. La justicia de Dios contra Jerusalén (Sof 3:5-7)
F. El juicio sobre toda la tierra (Sof 3:8)
II. La salvación y el día del Señor (Sof 3:9-20)
A. El remanente restaurado y Jerusalén purificada (Sof 3:9-13)
B. El pueblo jubiloso con Dios en medio de ellos (Sof 3:14-17)
C. Las promesas finales respecto a la restauración (Sof 3:18-20)
Autor : Sofonías
Tema : El día del Señor
Fecha : ca. 630 a.C.
Trasfondo
Sofonías, cuyo nombre significa «Jehová oculta», fue un tataranieto del rey Ezequías, y profetizó durante el reinado de Josías (639-609 a.C.), el último gobernante piadoso de Judá (Sof 1:1). Su referencia a Jerusalén como «este lugar» (Sof 1:4), así como la descripción precisa de su topografía y pecados, indica que residía en la capital. Como era descendiente de reyes y pariente del rey Josías, tenía acceso inmediato al palacio real. No es nada sorprendente que sus profecías enfoquen la palabra del Señor para Judá y las naciones.
Los pecados de los cuales Sofonías acusa a Jerusalén y Judá (Sof 1:4-13; Sof 3:1-7) indican que profetizó antes del avivamiento y la reforma de Josías, en un tiempo en que los terribles pecados de los malvados predecesores de Josías (Manases y Amón) todavía estaban difundidos en la sociedad. No fue sino hasta el año doce del reinado de Josías (i.e., 627 a.C.) que el rey se dedicó a purgar a la nación de la idolatría y a restaurar el culto verdadero del Señor. Ocho años después, ordenó la reparación y la purificación del templo de Salomón, y durante ese tiempo se 440 descubrió una copia de la ley del Señor (cf. 2Re 22:1-10). La descripción que hizo Sofonías de la lastimosa condición espiritual y moral de Judá se debe de haber escrito cerca de 630 a.C.. Es probable que la predicación profética de Sofonías tuviera influencia directa en el rey y ayudara a inspirar sus reformas. La fecha de 630 a.C. es más indicada por la total falta de referencias de Sofonías a Babilonia como potencia reconocida en la escena internacional; Babilonia comenzó su ascenso con el reinado de Nabopolasar en 625 a.C. Sin embargo, Sofonías sí profetizó la destrucción de la poderosa Asiria, suceso que ocurrió en 612 a.C. con la caída de Nínive. Jeremías fue un contemporáneo más joven de Sofonías.
Propósito
Sofonías profetizó y escribió para advertir a Judá y Jerusalén del inminente y ominoso juicio de Dios llamado «el día grande de Jehová» (Sof 1:14). La inminente aplicación de esta palabra profetica fue que la Judá apóstata recibiría la retribución justa por su maldad, así como las naciones paganas a su alrededor, a las cuales mencionó por nombre. El picanee más distante de la profecía se aplica a la iglesia y al mundo al final de la historia. Sofonías también escribió para animar a los piadosos porque Dios un día restauraría a su pueblo; entonces Judá cantaría las alabanzas de su justo Dios, que moraba en medio de ellos.
Visión panorámica
Por lo general, el libro es una advertencia sobria acerca del día venidero del juicio de Dios por el pecado. Sofonías vio un juicio mundial venidero por los pecados de toda la humanidad (Sof 1:2; Sof 3:8), pero especialmente enfocó el juicio que se cernía sobre Judá por sus pecados (Sof 1:4-18; Sof 3:1-7). Sofonías hizo un llamado profético para que la nación se arrepintiera y buscara al Señor en humildad antes de que el decreto entrara en vigor (Sof 2:1-3); ese arrepentimiento nacional sucedió en parte durante el avivamiento de Josías (627-609 a.C.).
Sofonías también profetizó el juicio venidero sobre cinco naciones extranjeras: Filistea, Amón, Moab, Etiopía y Asiria (Sof 2:4-15). Después de tratar otra vez de los pecados de Jerusalén (Sof 3:1-7), el profeta predijo un tiempo cuando Dios reuniría, redimiría y restauraría a su pueblo; ellos gritarían de gozo como verdaderos adoradores del Señor Dios; Él estaría en medio de ellos como guerrero victorioso (Sof 3:9-20).
Características especiales
Cinco aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Sofonías:
(1) Sofonías es el único profeta que da una lista extensa de sus antepasados, remontándose cuatro generaciones hasta el rey Ezequías.
(2) Tiene la revelación más extensa del AT acerca del futuro «día de Jehová».
(3) Demuestra que hay que confrontar al pueblo de Dios con las advertencias de Dios, y también consolarlo con sus promesas.
(4) Contiene una enseñanza bastante desarrollada acerca del remanente fiel que sería restaurado el día de la visitación del Señor (Sof 3:9-20).
(5) La revelación de Sofonías acerca del venidero día de la ira de Dios para el malvado, y del día grande de salvación para su pueblo, contribuyó a la revelación del NT acerca del tiempo del fin.
Cumplimiento en el Nuevo Testamento
Jesús tal vez aludiera a Sofonías dos veces (Sof 1:2-3, cf. Mat 13:40-42; Mat 1:15, cf. Mat 24:29); ambas referencias se asocian a su segunda venida. Los escritores del NT entendían el mensaje de Sofonías acerca del «día de Jehová» como una descripción de los sucesos escatológicos que comienzan con la Gran Tribulación y concluyen con el regreso de Jesús a juzgar a los vivos y los muertos (cf. Sof 1:14 con Apo 6:17; Apo 3:8 con Apo 16:1). El NT se refiere con frecuencia a la segunda venida de Cristo y al día del juicio como «el día» (e.g., 1Co 3:13; cf. 2Ti 1:12; 2Ti 1:18; 2Ti 4:8).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
1. El Día de Yahvé.
Oráculo contra los idólatras (1-6).
1 Palabra de Yahvé dirigida a Sofonías, hijo de Cusí, hijo de Guedalías, hijo de Amarías, hijo de Exequias, en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá: 2 Yo haré perecer totalmente cvianto hay sobre la haz de la tierra, oráculo de Yahvé. 3 Haré perecer hombres y animales, aniquilaré las aves del cielo y los peces del mar. Yo haré tropezar a los impíos y exterminaré a los hombres de sobre la haz de la tierra, oráculo de Yahvé. 4 Yo tenderé mi mano sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén y exterminaré de este lugar los restos de Baal y el nombre mismo de los arúspices entre los sacerdotes, 5 y a los que en los terrados se postran ante la milicia de los cielos,y a los que, postrándose ante Yahvé, juran por Milcom, 6 y a los que se apartan de Yahvé y no le buscan ni se acuerdan de EL.
La larga genealogía parece que obedece a la preocupación de llegar a un. personaje importante llamado Exequias, que bien puede ser el famoso rey de Judá (727-698 a.C.). El ministerio de Sofonías se desarrolló durante el reinado del piadoso Josías (640-609), muerto en la batalla de Megiddo contra Necao II de Egipto (609 a.C.). En su tiempo se emprendió una reforma religiosa inspirada en la predicación de Jeremías, como la anterior de Ezequías había sido promovida por Isaías.
El oráculo de Sofonías se abre ex abrupto anunciando un castigo general sobre todos los pecadores de Judá en sus distintas clases. La oratoria es altisonante y enfática, pues se dice con hipérbole que desaparecerán en el castigo todos los seres vivientes: hombres, animales, aves y peces del mar (v.3). Es la preocupación de los profetas por asociar la naturaleza a las manifestaciones punitivas y misericordiosas de Yahvé, Señor de todo lo creado.
Después de la hiperbólica introducción amenazadora, el profeta dirige sus palabras contra los que se entregan a prácticas idolátricas en Judá. Los profetas fueron siempre los campeones del yahvismo puro, sin infiltraciones idolátricas; y por eso lucharon contra las contaminaciones cultuales de los baales cananeos. Ahora el profeta anuncia que serán exterminados los últimos restos de Baal (v.4) 1, y con ellos hasta el nombre de los arúspices o kemarim, los sacerdotes de los ídolos, que podían haberse infiltrado entre los sacerdotes de Yahvé.
Yahvé va a hacer una limpia de los propagadores de la idolatría o del culto sincretista, en el que se da parte de culto a Yahvé y parte a los ídolos. Después de anunciar el castigo de los promotores de la idolatría, el profeta anuncia también el exterminio de los que sobre los terrados se postran ante la milicia del cielo (v.6), clara alusión a los cultos astrales, que se habían puesto de moda en tiempos de los reyes Acaz y Manases como consecuencia de la influencia asiría 2. También serán castigados los que adoran juntamente a Yahvé y juran por Milcom, dios de los amonitas 3, cuyo nombre era paralelo al del Moloc de los moabitas, relacionados con la palabra semita melek (rey).
Contra los dignatarios de Judá (7-11).
7 ¡Silencio en la presencia del Señor, Yahvé! Porque se acerca el día de Yahvé. Porque ha preparado Yahvé un sacrificio y ha santificado a sus invitados, 8 Sucederá en el día del banquete de Yahvé que yo visitaré a los príncipes y a los hijos del rey y a todos los que visten con vestiduras extranjeras. 9 Visitaré en aquel día a los que corretean por el umbral e hinchen las casas de sus señores de rapiñas y de fraudes. 10 Y en aquel día, dice Yahvé, se alzaré, gran gritería desde la puerta de los Peces,y gran clamor desde la Ciudad Nueva, y gran estruendo desde las colinas. 11Lamentaos, moradores de la Muela, porque todo el pueblo de mercaderes ha sido destruido, han sido exterminados todos los que traían cargas de plata.
Este oráculo de exterminio va dirigido contra los altos dignatarios “de la corte, responsables de la situación social, y contra los mercaderes desaprensivos, causantes con sus exacciones del malestar general. Enfáticamente, el profeta invita a todos al silencio para asistir como testigos mudos a la gran hecatombe que va a realizar Yahvé: ¡Silencio en la presencia del Señor, Yahvé! (v.7). Se acerca el día de Yahvé, día de castigo para los prevaricadores. Yahvé ha preparado un sacrificio o inmolación de pecadores4. Sus invitados han sido santificados por el mismo Yahvé, e.d., tratados como víctimas purificadas de sus máculas para ser aptas para el sacrificio. La imagen es la de un banquete sacrificial para el que han sido escogidas y santificadas con purificaciones rituales las víctimas.
Y entre las víctimas estarán en primer lugar los principes e hijos del rey y los que se visten con vestiduras extranjeras, e.d., los que se habían extranjerizado en sus modas y costumbres, con el consecuente desprecio de las costumbres religiosas patrias. La expresión los que corretean por el umbral (v.8) parece aplicarse a los cortesanos que servilmente entran y salen por el umbral de los palacios de los señores con ánimo de colaborar en sus rapiñas y fraudes. A todos ellos les espera un gran castigo. El profeta oye ya el griterío en toda la ciudad desde la puerta de los Peces, que estaba al norte de la ciudad 5, hasta la ciudad nueva o segunda, que parece ser el ensanche septentrional de la antigua, asentada sobre la colina de Sión 6.
El profeta parece aludir a la invasión del enemigo por la parte vulnerable del norte, por donde entraron siempre los invasores en Jerusalén. Las colinas sobre las que está asentada la ciudad se hacen también eco del gran estruendo provocado por la incursión enemiga. El profeta invita al duelo a los moradores de la Muela, que puede ser el nombre de un barrio o bien un nombre simbólico, inventado por el profeta para indicar el trato que habían de sufrir sus moradores, que iban a ser triturados como en un mortero o Muela. En todo caso, en esta parte del oráculo el profeta hace hincapié en la suerte que han de sufrir los comerciantes que traficaban con cargas de plata (v.1 1).
Contra los escépticos (12-13).
12 Y sucederá en aquel tiempo que escudriñaré a Jerusalén con linternas y visitaré a los que se sientan sobre sus heces, diciéndose en su corazón: “No hace Yahvé ni bien ni mal.” 13 Su opulencia será dada al pillaje, y sus casas asoladas. Levantarán casas, y no las habitarán; plantarán viñas, y no beberán su vino.
El profeta ahora se encara con los epicúreos y materialistas, que no se preocupan sino de satisfacer sus bajas apetencias (se sientan sobre sus heces, v.12), sin pensar que Dios ha de pedir cuenta de su conducta adormilada. Tantas veces han oído a los profetas anunciar infortunios, que no creen ahora en sus oráculos. Para ellos Dios no se preocupa de lo que pasa en este mundo, y las cosas seguirán su curso normal; por eso dicen escépticamente: No hace Yahvé ni bien ni mal. Es el canto a la indolencia y al materialismo. Pero Yahvé les pedirá estrecha cuenta, escudriñando cuidadosamente con linternas todos los escondrijos de Jerusalén para desenmascararlos y hacer caer sobre ellos el peso de su ira vengadora. Su actitud despreocupada les costará cara, pues perderán su opulencia y sus casas, que serán asoladas. La frase levantarán casas y no las habitaran. la leemos en Amo 5:11, y bien puede depender de la predicación de este profeta, que había anunciado la destrucción de las casas ricas de Samaría un siglo antes 7.
El día de Yahvé (14-18).
14 Se acerca el gran día de Yahvé, viene presuroso;el estruendo del día de Yahvé es horrible, hasta los fuertes dan gritos amargos. 15 Día de ira es aquél, día de angustia y de congoja, día de ruina y de asolamiento, día de tinieblas y oscuridad, día de sombras y densos nublados, 16 día de trompeta y alarma en las ciudades fuertes y en las altas torres. 17 Aterraré a los hombres, que andarán como ciegos; por haber pecado contra Yahvé, su sangre será derramada como se derrama el polvo, y tirados sus cadáveres como estiércol. 18 Ni su oro ni su plata podrán librarlos i en el día de la ira de Yahvé, pues toda la tierra será consumida en el fuego de su furor, pues consumará la ruina, la pérdida repentina de todos los moradores de la tierra.
La perspectiva del profeta se amplía, y ante sus ojos aparece el día de la manifestación de la ira divina como un día de castigo para todos los pecadores. La descripción es sonora e impresionante. La liturgia ha tomado de aquí el maravilloso exordio del Dies irae, dies illa, transportando el sentido al día del juicio final. La perspectiva de Sofonías se limita al juicio de Dios sobre los pecadores antes de la manifestación mesianica. Los judíos habían soñado en el día de Yahvé como en un día de triunfo sobre las naciones; pero ya Amos les había anunciado que sería un día de luto nacional, el día de la manifestación de la justicia vengadora de Yahvé para purificar a su pueblo en orden a la preparación de una nueva teocracia, que tendría su plena manifestación en los tiempos mesiánicos. Sofonías se sitúa en la misma línea y anuncia también sobre su pueblo un juicio purificador de discriminación.
1 Cf. Isa 14:22; Amo 4:2. – 2 Cf. 2Re 23:12; Jer 19:3. – 3 Cf. 2Re 23:13; véase Lagrange, Reí. sem. – 4 Cf. Is 34>5s; Jer 46:10; Ez 39,i?s. – 5 Cf. Neh 3:3; Neh 12:39; 2Cr 33:14. – 6 Sobre este barrio nuevo cf. 2Re 22:14; Neh 11:9. Según 2Cr 33:14, Manases cerró un nuevo barrio en la parte septentrional, incluyendo en él a la puerta de los Peces. – 7 Cf. Miq 6:15; Deu 28:383; Eze 28:26; Isa 65:218.
Fuente: Biblia Comentada
El libro de Sofonías
TítuloComo con cada uno de los doce profetas menores, la profecía lleva el nombre de su autor, el cual generalmente se piensa que quiere decir «Jehová esconde» (cp. Sof 2:3).
Autor y fecha
Poco se conoce del autor, Sofonías. Tres otros individuos del AT comparten su nombre. Él rastrea su genealogía cuatro generaciones atrás al rey Ezequías (ca. 715-686 a.C.), permaneciendo solo entre los profetas que descendieron de sangre real (Sof 1:1). La genealogía real le habría dado a él la información del rey de Judá, Josías, cuyo reino fue el período de tiempo durante el cual predicó Sofonías.
El profeta mismo fecha su mensaje durante el reinado de Josías (640-609 a.C.). Las condiciones morales y espirituales detalladas en el libro (cp. Sof 1:4-6; Sof 3:1-7) parecen colocar la profecía previa a las reformas de Josías, cuando Judá estaba aún debilitándose en idolatría e impiedad. Fue en el 628 a.C. que Josías derribó todos los altares a Baal, quemó los huesos de los falsos profetas y rompió los ídolos esculpidos (2Cr 34:3-7); y en el 622 a.C. el Libro de la ley se encontró (2Cr 34:8-33; 2Cr 35:1-19). Como consecuencia, es muy probable que Sofonías profetizó del 635-625 a.C. y fue un contemporáneo de Jeremías.
Contexto histórico
Políticamente, la transferencia inminente del poder mundial asirio a los babilonios debilitó el dominio de Nínive sobre Judá, trayendo un elemento de independencia a Judá por primera vez en cincuenta años. El deseo del rey Josías por retener esta nueva libertad de los impuestos y del control extranjero sin duda alguna lo llevó a interferir más tarde con el intento de Egipto por ayudar al rey de Nínive que huía en el 609 a.C. (cp. 2Cr 35:20-27). Espiritualmente, los reinados del hijo de Ezequías, Manasés (ca. 695-642 a.C.), extendiéndose por más de cuatro décadas; y su nieto Amón (ca. 642-640 a.C.), durante solo dos años, fueron marcados por impiedad y apostasía (2Re 21:1-26; 2Cr 33:1-25). Los primeros años del reinado de Josías también fueron caracterizados por la maldad de sus padres (2Re 23:4). No obstante, en el 622 a.C., mientras estaban reparando la casa del Señor, Hilcías el sumo sacerdote encontró el Libro de la ley (2Re 22:8). Al leerlo, Josías inició reformas extensas (2Re 23:1-37). Fue durante los primeros años del reinado de Josías, previo al gran avivamiento, que este profeta de la undécima hora, Sofonías, profetizó y sin duda alguna tuvo una influencia sobre las enormes reformas que Josías trajo a la nación. Pero los reyes malos antes de Josías (cincuenta y cinco años) habían tenido tal efecto en Judá que nunca se recuperó. Las reformas de Josías fueron llevadas a cabo demasiado tarde y no pasaron más allá de su vida.
Temas históricos y teológicos
El mensaje de Sofonías del día del Señor le advirtió a Judá que los días finales estaban cerca, a través del juicio divino por manos de Nabucodonosor, ca. 605-586 a.C. (Sof 1:4-13). Sin embargo, también ve más allá de esto al cumplimiento lejano en los juicios de la septuagésima semana de Daniel (Sof 1:18; Sof 3:8). La expresión «Día del Señor» es descrita como un día que está cerca (Sof 1:7) y como un día de ira, problema, turbación, destrucción, desolación, tiniebla, lobreguez, nubes, oscuridad intensa, trompeta y alarma (Sof 1:15-16; Sof 1:18). Sin embargo, aun dentro de estos oráculos de ira divina, el profeta exhortó al pueblo a buscar al Señor, ofreciendo un refugio en medio de juicio (Sof 2:3) y proclamando la promesa de salvación final para su remanente fiel (Sof 2:7; Sof 3:9-20).
Retos de interpretación
El libro presenta una denuncia clara del pecado y una advertencia de juicio inminente sobre Judá. Algunos se han referido a la frase «devolveré yo a los pueblos pureza de labios» (Sof 3:9) a la restauración de un idioma universal, semejante a los días previos a la confusión de idiomas en la Torre de Babel (Gén 11:1-9). Señalan que la palabra «labios» también es usada en Gén 11:7. No obstante, es mejor entender el pasaje como apuntando a una purificación de corazón y vida. Esto es confirmado por el contexto (cp. Sof 3:13) y corroborado por el hecho de que la palabra «labios» es traducida con mayor frecuencia «labio». Cuando se combina con «pureza», la referencia a conversación habla de una limpieza interna de pecado (Isa 6:5) manifestada en conversación (cp. Mat 12:34), que incluye quitar los nombres de dioses falsos de sus labios (Ose 2:17). No implica un idioma mundial.
Bosquejo
I) Reflexión inicial (Sof 1:1)
II) El juicio del Señor (Sof 1:2 – Sof 3:8)
A) Sobre la tierra entera (Sof 1:2-3)
B) Sobre Judá (Sof 1:4 – Sof 2:3)
C) Sobre las naciones vecinas (Sof 2:4-15)
1. Filistea (Sof 2:4-7)
2. Moab / Amón (Sof 2:8-11)
3. Etiopía (Sof 2:12)
4. Asiria (Sof 2:13-15)
D) Sobre Jerusalén (Sof 3:1-7)
E) Sobre todas las naciones (Sof 3:8)
III) La bendición del Señor (Sof 3:9-20)
A) Para las naciones (Sof 3:9-10)
B) Para Judá (Sof 3:11-20)
ANEXOS
Cumplimientos del «Día de Jehová»
Cerca | Lejos |
Abd 1:1-14 | Abd 1:15-21 |
Joe 1:15; Joe 2:1; Joe 2:11 | Joe 2:31 (Joe 3:1); Joe 3:14 |
Amó 5:18-20 | |
Isa 2:12 | |
Isa 13:6 | Isa 13:9 |
Sof 1:7 | Sof 1:14 |
Eze 13:5; Eze 20:3 | |
Zac 14:1 | |
Mal 4:5 |
Las acciones de Dios para la restauración Sof 3:18-20
Acción | Referencia |
1. Reuniré | Sof 3:18 |
2. Apremiaré | Sof 3:19 |
3. Salvaré | Sof 3:19 |
4. Os pondré | Sof 3:19 |
5. Os traeré | Sof 3:20 |
6. Os pondré | Sof 3:20 |
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Ezequías … Josías. Sofonías podía trazar su pertenencia al linaje de la realeza hasta su tatarabuelo Ezequías (ca. 715-686 a.C.) y su ministerio fue contemporáneo al reinado de Josías (ca. 640-609 a.C.).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
(625-610 a.C.)
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)
INTRODUCCIÓN
1. El nombre Sofonías significa «Jehová oculta o protege».
2. Era el tataranieto del rey Ezequías y, por tanto, de sangre real.
3. Ministró durante el reinado del rey Josías, el último de los reyes fieles a Dios. El profeta era de la familia de Josías.
4. Su ministerio bien pudo haber ayudado a la preparación del gran avivamiento del 621 a.C., bajo el reinado de Josías, cuando se descubrió la ley de Moisés durante la reparación del templo. (Véase 2Cr 34:1-33; 2Cr 35:1-27.)
I. Un día malo: el profeta anuncia juicio (Sof 1:1 – Sof 3:8).
A. Sobre la tierra de Dios:
1. El hecho del juicio: Dios destruiría todo lo que hubiera en la tierra, incluyendo a los animales, el hombre, las aves y aun los peces (Sof 1:2-4).
2. La razón del juicio: Judá había adorado a Baal (el gran dios del panteón cananeo) y a Milcom (la principal deidad amonita) y había ignorado al verdadero Dios (Sof 1:5-6).
3. El nombre de este juicio: el profeta lo llama «el día de Jehová». Este término es usado no menos de siete veces. (Véanse Sof 1:7-8; Sof 1:14; Sof 1:18; Sof 2:2-3.)
4. Los resultados de este juicio (Sof 1:14-18).
Nota: Sofonías evidentemente no sólo tenía en mente el hecho histórico de la invasión de Babilonia del 605–586 a.C., sino también la futura gran tribulación. (Véase Apo 6:12-17.)
B. Sobre los enemigos de Dios:
1. Las ciudades filisteas de Gaza, Ascalón, Asdod y Ecrón serían arrancadas de raíz y dejadas arrasadas (Sof 2:4-6).
2. Moab y Amón serían destruidas como Sodoma y Gomorra por insultar a Judá e invadir su tierra (Sof 2:8-11). (Véase Gén 19:1-38.)
3. Etiopía caería herida por la espada del Señor (Sof 2:12).
4. Asiria y su capital Nínive serían arrasadas y dejadas en completa desolación (Sof 2:13-15).
C. Sobre la ciudad de Dios:
1. Un grito de socorro empezaría en la puerta del Pescado y se escucharía de puerta en puerta hasta alcanzar la parte más alta de la ciudad (Sof 1:10).
2. Dios planeaba registrar con lámparas los rincones más oscuros de Jerusalén para encontrar y castigar a todos los pecadores (Sof 1:12-13).
3. Los líderes de la ciudad son como leones rugientes y lobos nocturnos que devoran a todas sus víctimas (Sof 3:1-7).
II. Un día bueno: el profeta anuncia justicia (Sof 3:8-20).
A. Sobre los que un día fueron enemigos de Dios (Sof 3:9-10):
«En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento. De la región más allá de los ríos de Etiopía me suplicarán; la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda.»
La expresión «pureza de labios» del Sof 3:9 puede referirse a dos cosas:
1. Puede indicar una revocación de la maldición sobre el idioma que se produjo en Babel (Gén 11:9), permitiéndole así al hombre redimido volver a gozar de una lengua universal, quizá compuesta de lo mejor de todas las lenguas hoy existentes.
2. Ello conlleva sin duda a la pureza moral. En otras palabras, este nuevo idioma no contendrá palabras sucias.
B. Sobre la tierra de Dios (Sof 3:13):
«El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa, porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice.»
C. Sobre la ciudad de Dios (Sof 3:14-20):
1. Jerusalén una vez más volverá a llenarse de música y canto, porque el tema de sus himnos, el Rey de Israel, estará allí (Sof 3:14-15).
2. Dios mismo dirigirá este canto feliz (Sof 3:17).
Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz
(625-610 a.C.)
Nota del editor; Esta sección pertenece LA ETAPA DEL REINO DIVIDIDO (1 de Reyes 12—22; 2 de Reyes 1—17; 2 de Reyes 18—25; 2 de Crónicas 10—36; Abdías; Joel; Jonás; Amos; Oseas; Miqueas; Isaías; Nahum; Sofonías; Habacuc; Jeremías; Lamentaciones)
INTRODUCCIÓN
1. El nombre Sofonías significa «Jehová oculta o protege».
2. Era el tataranieto del rey Ezequías y, por tanto, de sangre real.
3. Ministró durante el reinado del rey Josías, el último de los reyes fieles a Dios. El profeta era de la familia de Josías.
4. Su ministerio bien pudo haber ayudado a la preparación del gran avivamiento del 621 a.C., bajo el reinado de Josías, cuando se descubrió la ley de Moisés durante la reparación del templo. (Véase 2Cr 34:1-33; 2Cr 35:1-27.)
I. Un día malo: el profeta anuncia juicio (Sof 1:1 – Sof 3:8).
A. Sobre la tierra de Dios:
1. El hecho del juicio: Dios destruiría todo lo que hubiera en la tierra, incluyendo a los animales, el hombre, las aves y aun los peces (Sof 1:2-4).
2. La razón del juicio: Judá había adorado a Baal (el gran dios del panteón cananeo) y a Milcom (la principal deidad amonita) y había ignorado al verdadero Dios (Sof 1:5-6).
3. El nombre de este juicio: el profeta lo llama «el día de Jehová». Este término es usado no menos de siete veces. (Véanse Sof 1:7-8; Sof 1:14; Sof 1:18; Sof 2:2-3.)
4. Los resultados de este juicio (Sof 1:14-18).
Nota: Sofonías evidentemente no sólo tenía en mente el hecho histórico de la invasión de Babilonia del 605–586 a.C., sino también la futura gran tribulación. (Véase Apo 6:12-17.)
B. Sobre los enemigos de Dios:
1. Las ciudades filisteas de Gaza, Ascalón, Asdod y Ecrón serían arrancadas de raíz y dejadas arrasadas (Sof 2:4-6).
2. Moab y Amón serían destruidas como Sodoma y Gomorra por insultar a Judá e invadir su tierra (Sof 2:8-11). (Véase Gén 19:1-38.)
3. Etiopía caería herida por la espada del Señor (Sof 2:12).
4. Asiria y su capital Nínive serían arrasadas y dejadas en completa desolación (Sof 2:13-15).
C. Sobre la ciudad de Dios:
1. Un grito de socorro empezaría en la puerta del Pescado y se escucharía de puerta en puerta hasta alcanzar la parte más alta de la ciudad (Sof 1:10).
2. Dios planeaba registrar con lámparas los rincones más oscuros de Jerusalén para encontrar y castigar a todos los pecadores (Sof 1:12-13).
3. Los líderes de la ciudad son como leones rugientes y lobos nocturnos que devoran a todas sus víctimas (Sof 3:1-7).
II. Un día bueno: el profeta anuncia justicia (Sof 3:8-20).
A. Sobre los que un día fueron enemigos de Dios (Sof 3:9-10):
«En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento. De la región más allá de los ríos de Etiopía me suplicarán; la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda.»
La expresión «pureza de labios» del Sof 3:9 puede referirse a dos cosas:
1. Puede indicar una revocación de la maldición sobre el idioma que se produjo en Babel (Gén 11:9), permitiéndole así al hombre redimido volver a gozar de una lengua universal, quizá compuesta de lo mejor de todas las lenguas hoy existentes.
2. Ello conlleva sin duda a la pureza moral. En otras palabras, este nuevo idioma no contendrá palabras sucias.
B. Sobre la tierra de Dios (Sof 3:13):
«El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa, porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice.»
C. Sobre la ciudad de Dios (Sof 3:14-20):
1. Jerusalén una vez más volverá a llenarse de música y canto, porque el tema de sus himnos, el Rey de Israel, estará allí (Sof 3:14-15).
2. Dios mismo dirigirá este canto feliz (Sof 3:17).
Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz
INTRODUCCIÓN
1. Trasfondo histórico-cultural
Según el título del libro, Sofonías llevó a cabo su ministerio profético en Jerusalén durante el reinado de Josías (639-609 a. C.), lo cual armoniza con el contenido del libro. En efecto, en esa época Judá llevaba un siglo bajo el dominio asirio a raíz de la petición de ayuda que Ajaz hizo a Tiglatpileser III para hacer frente a Damasco y Samaría (734 a. C.). Las costumbres paganas habían ido penetrando paulatinamente las prácticas judías, situación que se agravó durante el reinado de Manasés (698-643 a. C.); este rey pasó por el fuego a su hijo en honor del dios Moloc, propició la práctica de las artes adivinatorias, construyó altares a Baal y favoreció otros cultos celestes, en medio de una creciente injusticia social (2Re 21:16). Es bastante probable que Sofonías fuera el impulsor inicial de la regeneración política, social y religiosa que se acomete durante el reinado de Josías.
2. Aspectos literarios
El hecho de que el tatarabuelo del profeta se llamara Ezequías no autoriza a identificar a este ascendiente de Sofonías con el rey del mismo nombre y, por tanto, a atribuir al profeta un linaje real. Algunos ven en la amplia genealogía un intento de subrayar la raigambre judía de Sofonías ante las dudas que podía suscitar el nombre paterno (Kus).
La datación del libro se suele situar en el intervalo de los años 639-630 a. C. dado que la destrucción de Nínive se anuncia aún como futura (Sof 3:13-15). Por otra parte, cuando en el año 622 a. C. se descubre el Libro de la Ley, en plena reforma de Josías, la consulta del rey se dirige a la profetisa Julda (2Re 22:1-20), lo que hace suponer que Sofonías había muerto ya.
3. Contenido y dimensión religiosa
Dos temas constituyen el mensaje central de Sofonías: a) la irrupción del día del Señor como momento de inexorable castigo tanto para el Israel culpable como para las naciones del entorno; b) la salvación de un remanente de Israel, un resto integrado por todos los pobres y humildes que han puesto su confianza en el Señor.
El esquema teológico es similar al de Amós: juicio y castigo para los paganos, e igual suerte para Jerusalén si no se arrepiente y cambia de conducta. Al denunciar las desobediencias contra Dios y las injusticias contra el prójimo, Sofonías se alinea con los grandes profetas del siglo VIII a. C. (Amós, Isaías, Miqueas). En el NT encontramos únicamente algunas reminiscencias de este libro en Apo 14:5; Apo 16:1.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— siendo Josías rey de Judá: Los acontecimientos del reinado de Josías (s. VII a. C.) se recogen en 2Re 22:1-20; 2Re 23:1-30; 2Cr 34:1-33; 2Cr 35:1-27.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Encabezamiento
Jehovah, Yahweh, el Dios del pacto de Israel (Exo. 6:2-6), es la fuente última de esta profecía que se describe muy generalmente como su palabra. La persona que proclama el mensaje de Dios es Sofo-nías. De cualquiera de las genealogías proféticas (cf. Jer. 36:14), la de él es la más larga; se traza hasta Ezequías, el decimocuarto rey de Judá (716-687 a. de J.C.; véase la Introducción). Esta genealogía inusualmente larga fue incluida posiblemente para evitar la inquietud de que el padre de Sofonías hubiera sido de Etiopía (un cusi en heb.), puesto que Etiopía era objeto de uno de los oráculos (2:12). A los egipcios y etíopes no se les permitió acceso a la comunidad israelita hasta la tercera generación (Deut. 23:7, 8).
Una explicación más probable, sin embargo, era el deseo de relacionar al profeta con su antepasado justo y real. Esto era especialmente importante después de los errados predecesores de Josías, el presente rey, quien era, como Ezequías, un adorador comprometido de Jehovah (véase la Introducción).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
SOFONIAS sirvió como profeta para Judá desde 640-621 a.CAmbiente de la época: Josías fue el último rey bueno de Judá. Sus valientes intentos para reformar la nación y hacerla volver a Dios probablemente se debió a la influencia de Sofonías.Mensaje principal: Llegará un día cuando Dios, como juez, castigue severamente a todas las naciones. Sin embargo, después del juicio, El mostrará misericordia a todos los que han sido fieles.Importancia del mensaje: Todos seremos juzgados por nuestra desobediencia a Dios; pero si permanecemos fieles, El nos mostrará su misericordia.Profeta contemporáneo: Jeremías (627-586)1.1 Sofonías profetizó en los días de Josías, rey de Judá (640-609 a.C.). Josías buscó a Dios y durante su reinado se halló en el templo los libros de la Ley. Después de leerlos, Josías comenzó un gran avivamiento religioso en Judá (2 Reyes 22.1-23.25). Sofonías ayudó a este avivamiento al advertir al pueblo que vendría juicio si no abandonaba su pecado. A pesar de que este gran avivamiento llevó a la nación a Dios, no eliminó del todo la idolatría y solo duró un corto tiempo. Doce años más tarde, Babilonia conquistó a Judá y la envió al cautiverio.1.2ss Dios, la más grande autoridad de todas, le advirtió con claridad al pueblo de Judá. Este se negó a escuchar porque dudó del profeta de Dios y no creyó que el mensaje proviniera de El, o porque dudó de Dios mismo, por lo tanto, no creyó que haría lo que anunció. Si nos negamos a escuchar la Palabra de Dios, la Biblia, somos tan miopes como el pueblo de Judá.1.4 Cuando los israelitas llegaron a la tierra prometida, no la limpiaron por completo de sus habitantes cananeos paganos, quienes adoraban ídolos. Poco a poco los israelitas comenzaron a adorar los dioses de los cananeos. A pesar de que había muchos dioses, Baal era el principal; simbolizaba fortaleza y fertilidad. Dios se enojó grandemente porque su pueblo se alejó de El para adorar a Baal.1.4-6 La historia está llena de ídolos e idólatras, y la idolatría prevalece incluso hasta en nuestros días. Un ídolo es cualquier cosa que reverenciamos más que a Dios. Sin embargo, a la larga todos los ídolos demuestran su carencia de valor y el verdadero Dios prevalecerá. «Mas buscad primeramente el Reino de Dios» (Mat 6:33) y «no tendrás dioses ajenos delante de mí» (Exo 20:3).1.5 El pueblo se convirtió en politeísta, adoraba a Dios y a todos los demás dioses de la tierra. Añadió lo «mejor» de la adoración pagana a la verdadera fe en Dios y esto lo corrompió. Uno de estos dioses era Moloc, el dios nacional de los amorreos. La adoración a Moloc incluía el sacrificio de niños, un pecado abominable. Desde los tiempos de Moisés, a los israelitas se les advirtió acerca de la adoración de este falso dios (Lev 18:21; Lev 20:5), pero se negaron a escuchar.1.7 Muchos piensan que estas profecías tienen un doble cumplimiento, uno para el futuro cercano (muy poco después de esta profecía) y otro para el futuro distante (quizás durante el fin de los tiempos). Ocurrió un día de juicio y de gran matanza durante la vida de este pueblo cuando los babilonios invadieron la tierra. Algunos eruditos entienden que estas profecías de juicio se refieren totalmente al futuro. El profeta vio estas profecías como sucesos futuros, pero no pudo ver cuándo ni en qué orden se llevarían a cabo.1.8, 9 Usar vestidura pagana implicaba que deseaban los dioses y estilos de vida extranjeros. Los líderes que debieron ser un buen ejemplo para el pueblo, adoptaban las prácticas extranjeras y por lo tanto, mostraban su desprecio hacia el Señor y pasaban por alto sus mandamientos en contra de adoptar la cultura pagana.1.12 Dios escudriñaría la ciudad minuciosamente y castigaría a quienes lo merecieran. Y porque ellos no escudriñaron sus corazones porque se complacían con el caos moral que los rodeaba y eran indiferentes a Dios, este usaría a los babilonios para castigarlos. Dentro de unos veinte años los babilonios entrarían en Jerusalén, arrastrarían al pueblo fuera de sus refugios, los tomarían prisioneros o los matarían. Ninguno escaparía al juicio de Dios, no habría lugar donde ocultarse.1.12-14 Algunas personas piensan que Dios es como un indulgente abuelo celestial, agradable cuando se tiene al lado, pero que puede moldear la vida moderna. No creen en su poder ni en su castigo venidero. Sin embargo, Dios es santo y por lo tanto, juzgará con diligencia y castigará con justicia a todo aquel que se contenta en su vida de pecado, que es indiferente a El o que no le preocupa la justicia. Cuando a la gente Dios le es indiferente, tiende a pensar que El es indiferente a su pecado. Se llevarán la sorpresa de ver que «cercano está el día grande de Jehova».1.14-18 El gran día de Jehová estaba cerca; pronto los babilonios vendrían y destruirían Jerusalén. El día de de Jehová también está cerca para nosotros. Dios promete un juicio final, un día de destrucción mundial. La conquista babilónica ocurrió tan cierta y horriblemente como lo predijo Sofonías. Y el día final del juicio de Dios también es seguro, como también lo es su capacidad para salvar. Para salvarse del juicio, reconozca que ha pecado, que su pecado traerá juicio, que no se puede salvar a sí mismo y que únicamente Dios puede hacerlo.1.18 El dinero y la riqueza son buenos en su lugar, pero inútiles ante Dios. En esta vida, el dinero puede torcer nuestra perspectiva, dándonos sentimientos de seguridad y de poder. En el juicio, solo importa la obra redentora de Cristo a nuestro favor. Unicamente El nos rescatará si creemos en El. No confíe en el dinero, confíe en Cristo.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) Título Que significa: “Jah Ha Ocultado [o: Atesorado]”. Heb.: Tsefan·yáh; gr.: So·fo·ní·as; lat.: So·fó·ni·as.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 0 2Re 22:1; Jer 1:2
b 1 2Re 21:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Sofonías. Véase Vista Panorámica.
Fuente: La Biblia de las Américas
INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE SOFONÍAS
AUTOR: SofoníasFecha: ca. 625 a.C.
El profeta y su época Sofonías, hombre de cuna noble (Sof 1:1), al parecer ayudó a preparar a Judá para el avivamiento que tuvo lugar bajo el buen rey Josías en el año 621 a.C. (2Cr 34:3). Durante más de medio siglo, las cosas habían empeorado en tiempos de los reyes Manasés y Amón; Sofonías llamó al pueblo al arrepentimiento. La reforma se produjo, pero, después de Josías, los líderes y muchos de los del pueblo regresaron a su antiguo camino.
Tema El juicio es el tema central del mensaje de Sofonías. El cumplimiento inmediato ocurrió cuando Babilonia, bajo Nabucodonosor, capturó a Judá. El cumplimiento final ocurrirá en el aún futuro día de Jehová, durante los años de la tribulación escatológica. Sofonías también predijo la ruina de las naciones paganas, tanto de manera inmediata (como Nínive, que cayó en el año 612; véase Sof 2:13) como, futura (Sof 3:8). El libro concluye con una gloriosa descripción del futuro reino milenial (que también es un aspecto del día de Jehová).
BOSQUEJO DE SOFONÍAS
I) El autor y la época de la profecía, Sof 1:1
II) Las profecías de juicio, Sof 1:2 – Sof 3:8
A) El juicio de Judá, Sof 1:2-18
B) Una exhortación al arrepentimiento, Sof 2:1-3
C) Los juicios de las naciones gentiles, Sof 2:4-15
1. Filistia (al occidente), Sof 2:4-7
2. Moab y Amón (al oriente), Sof 2:8-11
3. Etiopía (al sur), Sof 2:12
4. Asiría (al norte), Sof 2:13-15
D) El juicio de Jerusalén, Sof 3:1-7
E) El juicio de las naciones, Sof 3:8
III) Las profecías de las bendiciones, Sof 3:9-20
A) Bendiciones futuras para los gentiles, Sof 3:9-10
B) Bendiciones futuras para los judíos, Sof 3:11-20
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Sofonías significa «Jehová esconde». La larga lista genealógica sugiere su origen noble, su tatarabuelo fue el buen rey Ezequías.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
en días de… Esto es, 640-605 a.C.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Esto es, 640-605 a. C.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[5] Muchos hebreos querían unir el culto de Dios con el de los ídolos. Lev 18, 21.[7] Que ejercerán su venganza. Is 34, 6; Jer 46, 10.[10] Jer 31, 39.[11] Judá es llamado con el odioso nombre de Canaán. Dan 13, 56; Os 12, 7.[13] Am 5, 11.[16] Jer 30, 4; Joel 2, 11; Am 5, 18.[18] Ez 7, 19.