Comentario de Sofonías 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Agrupaos y congregaos, oh nación que no tiene vergüenza,
Congregaos y meditad. 2Cr 20:4; Neh 8:1; Neh 9:1; Est 4:16; Joe 1:14; Joe 2:12-18; Mat 18:20.
oh nación. Isa 1:4-6, Isa 1:10-15; Jer 12:7-9; Zac 11:8.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Una exhortación al arrepentimiento, Sof 2:1-3.
El juicio de los filisteos, Sof 2:4-7,
de Moab y de Amón, Sof 2:8-11,
de Etiopía, Sof 2:12,
y de Asiria, Sof 2:13-15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Habiendo transmitido la advertencia del juicio en contra de Judá (Sof 1:2-18), el profeta ahora vuelve a implorar a la nación que se arrepienta nacional (Sof 2:1, Sof 2:2) e individualmente (v. Sof 2:3). Al pueblo, condenado por el juicio en el día del Señor (Sof 1:14-18) se le ordena: congregaos y meditad en arrepentimiento.
Buscad a Jehová: Este es el lenguaje del verdadero arrepentimiento, renovación y regeneración.
seréis guardados: Sofonías usa un juego de palabras relacionado con el significado de su propio nombre: «Escondido en el Señor». Aun en medio de las escenas más nefastas de un juicio, la misericordia y la gracia del Señor están disponibles para un pueblo arrepentido.
PARA VIVIRLO
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La advertencia de Dios
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En los días de Sofonías, el pueblo de Judá se había vuelto sordo a las periódicas advertencias del Señor concernientes a la inminente caída de su nación. En ocasiones, Él tomo medidas extremas para sacudirlos de su complacencia, sin obtener resultado. Por ejemplo, Él «destruyó» naciones y ciudades enteras (Sof 3:6), incluyendo a Israel, como muestra del juicio que les esperaba. Él pensó que tal vez esto haría que su pueblo «fuera instruido» antes de ser demasiado tarde (Sof 3:7). Y aun así, a pesar de todos los esfuerzos del Señor, Judá permaneció obstinadamente «rebelde y contaminada», rehusando recibir corrección (Sof 3:1, Sof 3:2). Príncipes, profetas, jueces y sacerdotes persistieron en sus malos caminos, abstraídos de las urgentes advertencias del peligro que les esperaba (Sof 3:3, Sof 3:4).
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
CONGREGAOS… OH NACIÓN. Sofonías había proclamado el día venidero de la ira de Dios sobre Judá, un día que no sería suprimido. Se había establecido el tiempo y la certeza del juicio, y la nación tenía que ser castigada por su apostasía y su pecado. No obstante, Dios ofreció esperanza para los que se arrepintieran antes de ese día; los verdaderamente justos serían protegidos por el Señor en el día del furor de su ira (véase la nota siguiente).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
2. Devastación de las naciones paganas.
Exhortación a la penitencia (1-3).
1 Ajustaos a la regla y disciplinaos, pueblo rebelde 1, 2antes que la cólera os pulverice como tamo 2,antes que caiga sobre vosotros el ardor de la ira de Yahvé, antes que llegue sobre vosotros el día de la ira de Yahvé. 3 Buscad a Yahvé los humildes de la tierra, que practicáis su ley; buscad la justicia, buscad la mansedumbre; quizá quedaréis al abrigo de la ira de Yahvé.
Ante la perspectiva de la destrucción que acaba de anunciar, el profeta hace una llamada a la disciplina y a la ley como medio de conjurar tantos males (v.1). Sobre todo, el profeta invita a los fieles a que practiquen la ley, a que hagan obras de justicia para quedar, al menos ellos, al abrigo de la ira de Yahvé. En los profetas siempre encontramos la teología del resto que se salva periódicamente de las catástrofes nacionales para ser en los tiempos futuros el núcleo de restauración mesiánica.
Contra los filisteos (4-7).
4 Pues Gaza será abandonada y Ascalón asolada, Azoto saqueada en pleno día y Acarón extirpada. 5 ¡Ay de los habitantes de la costa del mar, del pueblo de los cereteos! La palabra de Yahvé se alza contra vosotros: Canaán, tierra de filisteos, yo te destruiré hasta no dejar en ti habitante, 6 y serás convertida en pastizales de pastores y en rediles de ovejas 3. 7 Y será el litoral (marítimo) para el resto de la casa de Judá, allí apacentará. Dormirán por la noche en las casas de Ascalón, porque los visitará Yahvé, su Dios, y los restaurará.
En 1:18 se hablaba de la amenaza en el día de Yahvé contra toda la tierra. Ahora el profeta va concretando los oráculos conminatorios, comenzando por los habitantes de Filistea, en la costa de Palestina. Nombra cuatro de las cinco ciudades filisteas. Falta Geth, quizá porque en ese tiempo formaba parte del reino de Judá 4. De Azoto se dice que será saqueada en pleno día, para indicar el carácter organizado militar de los invasores caldeos, que no obrarán como bandidos, en ataques esporádicos de noche, sino que llevarán la guerra planificada en su pleno sentido. La destrucción, pues, será más completa y llevada al detalle, sin haber posibilidad de salvación.
A los filisteos se les llama habitantes de la costa del mar (v.5). En efecto, los filisteos se establecieron en el siglo XI a.C. en la costa palestina después de ser rechazados por Ramsés III. Provenientes de Creta (aunque eran oriundos del Asia Menor), eran llamados también cereteos5. Como se establecieron en Canaán (zona costera), de ahí que se designe su tierra con este nombre. Dedicados al comercio, en relaciones con los fenicios, habían llegado a un alto grado cultural y eran un emporio comercial. Ahora el profeta anuncia que sus ciudades serán destruidas y que su tierra se convertirá en pastizales de pastores y en rediles de ovejas (v.6). Judá extenderá su imperio a esas regiones. Sus habitantes se establecerán en las ciudades filisteas con sus rebaños: dormirán por la noche en las casas de Ascalón.
Contra Moab y Amón (8-11).
8 He oído los ultrajes de Moab y los denuestos de los hijos de Amón, que afrentaron a mi pueblo y se engrandecieron con su territorio. 9 Por eso, por mi vida, dice Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra, ortigales, minas de sal y desolación eterna. El resto de mi pueblo los saqueará, y los sobrevivientes de mi pueblo los heredarán. 10Este será el pago de su soberbia por haber ultrajado a mi pueblo y haberse insolentado contra el pueblo de Yahvé de los ejércitos. 11 Yahvé será terrible contra ellos y destruirá a todos los dioses de la tierra, y todos, cada uno desde su lugar, y todos los de las islas de las gentes le adorarán.
Los reinos de TransJordania, Moab, Amón y Edom fueron enemigos tradicionales de Israel ya desde los tiempos en que éste avanzaba hacia Canaán. El profeta alude aquí a hechos de insolencia por parte de Moab y de Amón contra Judá. Yahvé pedirá cuenta de este orgullo expresado contra su pueblo. Moab será devastado, y el resto de Israel heredará su territorio. El fragmento conminatorio se termina con un anuncio del universalismo mesiánico. Yahvé será reconocido como Dios por todos los habitantes de la tierra (v.11). Las islas de las gentes son los pueblos de la costa mediterránea, incluidas las islas de Grecia.
Contra Etiopía y Asiría (12-15).
12 También vosotros, etíopes, seréis abatidos por la espada, 13Y tenderá su mano hacia el aquilón, y destruirá a Asur, y hará de Nínive un campo de devastación, árido como desierto. 14En medio de él dormirán los rebaños y todos los animales de los pantanos 6; el pelícano y el erizo pernoctarán en sus capiteles. En los huecos canta el buho, en los atrios el cuervo; los artesonados de cedro han sido arrancados. 15 Hela aquí la ciudad exultante, que habitaba confiada, la que se decía en su corazón: “¡Yo y nadie más que yo!” ¡Cómo ha sido devastada, hecha una guarida de fieras! Cuantos pasen cerca de ellas silbarán y moverán sus manos.
El oráculo contra Etiopía es sumamente breve y es extraña su inserción aquí. Quizá haya sido puesto para completar los cuatro puntos cardinales: Filistea al oeste, Moab y Amón al este, Etiopía o Egipto (Sudán-Nubia) al sur, para centrar la atención al final en el norte, Asiría.
El profeta detalla la destrucción de Nínive, porque había sido la opresora de las pequeñas naciones. La capital asiría cayó en poder de los babilonios y medos en 612 a.C. y desapareció para siempre en la historia. Aún hoy día es un montículo informe de ruinas, en las que, en efecto, han hecho su guarida toda clase de animales, como detalla el profeta 7.
1 El verso es oscuro. Hemos seguido la reconstrucción de Hoonacker. La Bib. de Jér.: “nación sin deseo.” – 2 Traducción según la reconstrucción de Hoonacker. Bib. de Jér.: “Antes de que seáis cazados como la semilla que desaparece un día.” – 3 Así según Hoonacker y la Bib. de Jér. – 4 Cf. Amo 1:6-8. – 5 Sobre los filisteos y cereteos véase com. a Amó 9:7, y J. M. lagrange, Le livre des Juges p.262s. – 6 Pantanos, reconstrucción de Hoonacker. El TM dice naciones. – 7 La identificación de los distintos animales no es segura, pero para nuestra versión hemos tenido en cuenta las raíces árabes afines y la versión de los LXX.
Fuente: Biblia Comentada
nación sin pudor. Judá había dejado de ser sensible al llamado de Dios al arrepentimiento a través de sus muchos profetas, por esa razón se volvió desvergonzada y quedó sumida en la ignominia.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Con el anuncio del juicio venidero, Dios en su misericordia invitó a su pueblo a que se arrepintiera. Todos debían congregarse para implorar el favor del Señor y evitar su ira (cp. Joe 2:16).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
¿Qué hacer? Después de describir el día de Jehovah que afectaría toda la tierra, Sofonías de nuevo singulariza a Judá (ver 1:4-13). Aunque todavía se aproxima (2), la ira de Dios puede ser calmada si la gente responde correctamente a los reclamos de Jehovah sobre sus vidas (3). En medio de un juicio terrible y merecido, todavía hay una verdadera posibilidad de gracia.
1, 2 El día de la ira de Jehovah todavía viene, de modo que esta profecía continúa a la anterior. Dios expresa su disgusto no solamente con su ira, sino también por los títulos que se usan para dirigirse a su pueblo. Son llamados una nación (goy), un término generalmente reservado para pueblos paganos. Aquí podría haber una equiparación de los esco gidos de Dios con los paganos en su conducta inaceptable y su actitud hacia Dios. Esta nación ha llegado a no tener vergüenza o a ser “indeseable” para él. Ellos deben agruparse y congregarse como el tamo o rastrojo sin valor (Exo. 5:7, 12), esperando la ira de Dios, que originalmente los había congregado para sí como sus amados en Sinaí.
3 Los mansos entre el pueblo de Dios, los pobres en espíritu (cf. 3:12; Mat. 5:3) que son conocidos por su obediencia, tienen otra oportunidad de cumplir las demandas del pacto. En vez de depender de la religión sincretista y de la riqueza o del poder, deben buscar tres cosas. La primera es al mismo Jehovah, el Dios dador del pacto, al que muchos han abandonado (1:6). También deben buscar justicia, vivir rectamente conforme a la di rección de Dios, y un estilo de vida de mansedumbre abnegada (cf. Núm. 12:3; Prov. 15:33).
Sólo este completo abandono de sí mismos y de sus agendas a la voluntad de Dios podría posiblemente guiarlos a la salvación, protegerlos de su ira destructiva. Sin embargo, esto no podía ser tomado a la ligera por el pueblo de Dios, como lo evidencia la palabra quizás, de profundo significado teológico (cf. Exo. 32:30; Amós 5:15). Sofonías no parece convencido de que el pueblo responderá ma sivamente a su llamado al arrepentimiento (3:7), de modo que el resultado no parece estar en la gente, sino más bien en Dios. Su justicia y su santidad demandan el reconocimiento y castigo del pecado, pero él tiene otras características también, incluyendo misericordia, gracia y amor que permiten el perdón del pecado cuando el arrepentimiento es genuino (cf. Exo. 34:6, 7; Deut. 30:1-10). El quizás aquí guarda la soberanía de Dios, y no nuestra licencia para pecar. No podemos asumir el perdón de Dios como una clase de “gracia barata” que nos permite pecar impunemente (Rom. 6:1). Por otra parte, Dios no puede sino perdonar ante el verdadero arrepentimiento. A la luz de su naturaleza pecaminosa, la humanidad es llamada a hacer su parte: arrepentirse y obedecer. A la luz de la naturaleza misericordiosa de Dios, la respuesta apropiada de su parte puede dejarse con seguridad a él.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
2.1-3 Todavía había tiempo para evitar el juicio. Simplemente el pueblo tenía que volverse de sus pecados, humillarse y obedecer a Dios. Los profetas del Antiguo Testamento anunciaron destrucción, pero también ofrecieron el único medio de escape y protección: volverse del pecado y caminar con Dios (véase también Mic 6:8).2.1-3 El juicio de Dios en contra de Judá llegó con una larga advertencia, y el pueblo no tenía excusa alguna. Dios les dijo que: (1) oraran juntos, (2) rogaran para ser salvos, y (3) humildemente hicieran lo bueno. Como Dios advirtió a Judá, así nos advierte del día del juicio final. Debemos: (1) orar por el perdón del pecado, (2) pedir que Dios nos dé su Reino Celestial, y (3) obedecerlo con humildad. Al final del tiempo, cuando Dios venga a juzgar, no podrá decir «pero nadie me dijo». Vuélvase a Dios hoy para obtener salvación.2.4 Las cuatro ciudades mencionadas aquí se encontraban en Filistea, nación localizada al suroeste de Judá y a lo largo de la costa del Mediterráneo. Siendo enemigos antiguos de Israel, desde los días de Josué, se conocían por su crueldad. Dios los juzgó por su idolatría y sus constantes burlas sobre Israel. Estas ciudades eran cuatro de las cinco capitales. La quinta (Gat) ya había sido destruida.2.4-3.8 El juicio de Dios sobre las naciones es universal, nadie escapará. Castiga a su pueblo por su pecado, pero también castiga a las naciones vecinas por su maldad, idolatría y el trato que le dan a su pueblo.2.7 Todos los profetas, aun cuando profetizaban condenación y destrucción, hablaban de un remanente, un pequeño grupo del pueblo de Dios que permanecía fiel a El y al que Dios restauraría en su tierra. A pesar de que Dios dijo que destruiría a Judá, también prometió salvar a un remanente, así mantendría su pacto original: preservar a los descendientes de Abraham (Gen 17:4-8). Dios es santo, y no puede permitir que continúe el pecado. Pero también es fiel a sus promesas. «No puede permanecer airado» para siempre con Israel, o con usted si usted es su hijo, ya que como un padre bueno ama a sus hijos y busca siempre su bienestar.2.8 Los moabitas y amorreos vivían al este de Judá y a menudo la atacaban. Estas naciones, cuyos antepasados procedían del incesto de Lot con sus hijas (Gen 19:36-38), adoraban a Quemos y a Moloc (1Ki 11:7). El rey de Moab sacrificó una vez a su hijo en el muro de la ciudad para detener una invasión (2Ki 3:26-27). Dios las juzgaría por su maldad y por el trato que daban al pueblo de Dios.2.8-11 Judá fue objeto de burla de las naciones vecinas, Moab y Amón, pero Dios les recordó que «he oído las afrentas» (2.8) y que «esto les vendrá por su soberbia» (2.10). A veces parece como si todo el mundo se burlara de Dios y ridiculizara a los que tienen fe en El. En medio de la burla o del ridículo recuerde que Dios escucha y responderá. En el tiempo de Dios se ejecutará la justicia.2.9 Las naciones de Moab y Amón comenzaron con Lot y sus hijas después de que escaparon de la destrucción de las perversas Sodoma y Gomorra (Génesis 19). Es irónico que Moab y Amón enfrentaran la misma clase de destrucción que Dios envió a aquellas ciudades malvadas. Sodoma y Gomorra simbolizan la destrucción total, tan completa, que se desconoce hasta la fecha su exacta ubicación.2.12 Etiopía, al extremo sur del Mar Rojo, controlaba a Egipto en este tiempo. Sofonías mencionó una gran nación al sur y luego una nación al norte, Asiria. Nadie escaparía al juicio merecido. A los etíopes les dijo: «Seréis muertos con mi espada» y esto se cumplió cuando los asirios invadieron Egipto en el año 670 a.C. (véanse Isaías 18 y Eze 30:9 para otras profecías relacionadas con Etiopía).2.13 Asiria, a pesar de su decadencia, seguía siendo la potencia militar más poderosa de esos días. Dominó al mundo durante tres siglos, destruyendo todo a su paso. Nínive, su gran ciudad capital, se consideraba impenetrable. Los babilonios la borraron en el año 612 a.C., los que se convertirían en la siguiente potencia mundial.2.15 Predecir la destrucción de Nínive diez años antes de que sucediera es equivalente a predecir la destrucción de Tokio, Moscú o Nueva York. Nínive era el centro cultural, tecnológico y de belleza del Cercano Oriente. Tenía bibliotecas, edificios y un vasto sistema de irrigación que creó exuberantes jardines en la ciudad. El muro de la ciudad tenía 96 km de largo, 32 m de altura y alrededor de 9, 6 m de ancho y estaba fortificado con 1,500 torres. Aun así, toda la ciudad fue destruida de una forma tan completa que se custionó su misma existencia hasta que se descubrió, con gran dificultad, por arqueólogos del siglo XIX. El área donde reinó el esplendor se convirtió en pastizal.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) O: “no anhela intensamente”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 50 Joe 1:14; Joe 2:16
b 51 Isa 1:4; Jer 6:15
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Congregaos, congregaos. Esta puede ser una invitación sarcástica a la pecadora Judá para que se congregue para el juicio. La palabra hebrea traducida aquí congregarse, es usada en otros lugares como recoger paja para hacer ladrillos (Ex 5:7), o recoger leña para el fuego (Nm 15:32). Quizá los pecadores son presentados aquí como combustible para el fuego del S eñor (v. 1:18).
Fuente: La Biblia de las Américas
oh nación sin pudor. I.e., Judá.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
indocta… TM registra no deseada. Se sigue LXX → Isa 1:3; Jer 8:7; Rom 10:2-4; Heb 5:11-14; 2Pe 3:15-16.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, añoranza
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, sin pudor, incapaz de tener vergu252?enza.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[7] Ocurrió cuando los macabeos se apoderaron de Palestina y la destinaron para pasto de ganados. 1 Mac 5, 68; 10, 84.[8] Ez 35, 12; Abd 12.[11] Las naciones más distantes retornarán al culto del Señor.[13] Is 10, 5; Nah 1, 2.[14] Is 24, 11.