Comentario de Tito 3:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y a las autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos para toda buena obra;
3:1 — «Recuérdeles». Compárese 2Ti 2:14, como también 2Ti 1:5. Los hermanos cretenses ya habían sido enseñados en este particular, pero siempre conviene hacer un recordatorio. Compárese 2Ts 2:5. Pablo ahora se dirige a las responsabilidades del cristiano como buen ciudadano y buen prójimo en la vida pública. Para cuando Pablo escribió esta carta, regía el imperio romano, con dictadores paganos y crueles. Las gentes hechas súbditas de los romanos tendían a sublevarse, siendo esto prometedor. Pero el cristiano, no importando la clase de gobierno en el cual se encuentre, siempre procura ser un buen ciudadano y prójimo, según las instrucciones dadas aquí, y en otros pasajes paralelos. — «que se sujeten a los gobernantes y autoridades». Literalmente, a gobernantes, a autoridades; o sea, a los que gobiernan con autoridad.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Recuérdales que se sujeten. Isa 43:26; 1Ti 4:6; 2Ti 1:6; 2Pe 1:12; 2Pe 3:1, 2Pe 3:2; Jud 1:5.
a los gobernantes y autoridades. Deu 17:12; Pro 24:21; Ecl 8:2-5; Ecl 10:4; Jer 27:17; Mat 22:21; Mat 23:2, Mat 23:3; Rom 13:1-7; 1Ti 2:2; 1Pe 2:13-17.
que estén dispuestos a toda buena obra. Tit 3:8, Tit 3:14; Tit 2:14; 1Co 15:58; Gál 6:9, Gál 6:10; Efe 2:10; Flp 1:11; Col 1:10; 1Ti 5:10; 2Ti 2:21; Heb 13:21.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Tito es además instruido, respecto a las que debe enseñar y las que no debe enseñar, Tit 3:1-9.
Él debe rehusar a los herejes obstinados, Tit 3:10, Tit 3:11.
Pablo le dice el tiempo y el lugar donde él debe encontrarle, Tit 3:12-15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La gracia de Dios en nosotros debería ser evidente a través del respeto que damos a los gobernantes (v. Tit 3:1) y a través de la manera en que nosotros tratamos a otros (v. Tit 3:2). Nosotros una vez fuimos como los incrédulos (v. Tit 3:3), pero Dios nos cambió totalmente (vv. Tit 3:4-7). Por lo tanto, debemos ocuparnos en las buenas obras (v. Tit 3:8), evitar las cuestiones necias (v. Tit 3:9) y amonestar a la gente que cause división (vv. Tit 3:10, Tit 3:11).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Recuérdales: Pablo ya instruyó a los cretenses en cuanto a la sumisión y obediencia a las autoridades en sus comunidades. Tito debía recordarles su obligación de ser buenos ciudadanos, una virtud que los cretenses notoriamente no tenían (Tit 1:12).
gobernantes y autoridades: Esta frase a menudo se refiere al reino angélico, incluyendo tanto a los ángeles buenos (Efe 3:10) como a los ángeles malos (Efe 6:12). Aquí se refiere a los líderes civiles e instituciones. La desobediencia hacía permeable el estilo de vida de los cretenses, tanto en la iglesia (v. Tit 3:10) como en el gobierno. Tito tuvo que aconsejarlos a ponerse de acuerdo con las autoridades civiles y a vivir pacíficamente con sus vecinos. Este tipo de vida se reflejaría positivamente en la fe cristiana y además glorificaría a Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SE SUJETEN A LOS GOBERNANTES. Como es importante para el testimonio actual y el progreso del evangelio, los creyentes deben obedecer a las autoridades civiles y gubernamentales, obedecer la ley civil, ser buenos ciudadanos y actuar respetuosamente con el prójimo (cf. Mat 17:24-27; Mat 22:15-22; Rom 13:1-7; 1Pe 2:13-17). La única excepción a ese principio es cuando la ley gubernamental entra en conflicto con la enseñanza bíblica (cf. Hch 5:29).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
Deberes generales del cristiano, 3:1-11.
1 Amonéstales que vivan sumisos a los príncipes y a las autoridades; que las obedezcan, que estén prontos para toda obra buena; 2 que a nadie infamen, que no sean pendencieros; que sean afables y muestren para con todos los hombres una perfecta mansedumbre. 3 Pues nosotros fuimos también alguna vez necios, desobedientes, extraviados, esclavos de toda suerte de concupiscencias y placeres, viviendo en la maldad y en la envidia, dignos de odio, y aborreciéndonos unos a otros; 4 mas cuando apareció la bondad y el amor hacia los hombres de Dios, nuestro Salvador, 5 no por las obras justas que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, nos salvó mediante el baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo, 6 que abundantemente derramó sobre nosotros por Jesucristo, nuestro Salvador, 7 a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos, según nuestra esperanza, de la vida eterna. 8 Verdadero es el dicho, y quiero que acerca de ello seas categórico, para que aprendan a ejercitarse en buenas obras los que han creído en Dios. Esto es lo bueno y útil para los hombres. 9 En cambio, evita las cuestiones necias, las genealogías, las contiendas y debates sobre la Ley, porque son inútiles y vanas. 10 Al sectario, después de una y otra amonestación, evítale, 11 considerando que está pervertido; peca, y por sí mismo se condena.
En esta última parte de su carta, San Pablo recuerda a Tito algunas instrucciones de carácter general que debe inculcar a todos los fieles.
Primeramente, la obediencia y sumisión a las legítimas autoridades (v.1), tema de que el Apóstol ya trató más ampliamente en Rom 13:1-7 y se da como supuesto en 1Ti 2:1-2. Luego la tolerancia y mansedumbre en las relaciones con los demás, procurando no lastimar al prójimo con palabras ofensivas (v.2; cf. 1Ti 3:3; 2Ti 2:23-24). Se refiere San Pablo sobre todo a los paganos; por eso, como estímulo que ha de mover a los cristianos cretenses a ser atentos y considerados con ellos, les recuerda su propio pasado, lleno también de vicios (v.3; cf. Efe 2:2-3; Col 3:7), de cuyo estado salieron, no en virtud de obras o méritos propios, sino por la sola bondad de Dios (v.4~7; cf. Rom 3:20-25; Efe 2:4-9).
Al hablar San Pablo (v.5) de “baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo” (δια λυτροΰ παλιγγενεσίας και άνακαι -νώσεωβ πνεύματος αγίου ), se está refiriendo evidentemente al bautismo, medio del que Dios ha querido servirse para justificarnos y salvarnos. Es llamado así, porque el bautismo mediante la acción invisible del Espíritu Santo opera en nosotros una verdadera regeneración y renovación, en virtud de la cual pasamos del estado de muerte y de pecado, en que nacemos, al estado de hijos de Dios, participantes de la gracia divina, herederos de la gloria del cielo, en unión con Jesucristo, al que nos incorpora (cf. Rom 6:3-4; 2Co 1:22; 2Co 5:17; Gal 6:15; Efe 5:26; Jua 3:5-7). Es posible que los v.5-6, que tan maravillosamente expresan la acción de la Santísima Trinidad en la santificación del hombre, recojan expresiones de algún antiguo himno bautismal. En el v.7, nuevamente encontramos la referencia a la “esperanza” escatológica del cristiano, cosa frecuente en Pablo (cf. 1:2-3). Todo esto, que es una gran verdad (cf. 1Ti 1:15), debe inculcar Tito con firmeza a los cretenses (v.8).
También ha de procurar evitar las contiendas y cuestiones necias, a que son tan dados los falsos doctores (v.g; cf. 1Ti 1:4-7). Al que haga propaganda de sus particulares ideas religiosas erróneas, que le amoneste una y dos veces, y, si sigue obstinado en permanecer de espaldas a la verdad (cf. 1:14), que le considere como excluido de la Iglesia (v.10-11; cf. 1Ti 1:20; 1Co 5:11; Mat 18:15-17).
Noticias varias,Mat 3:12-14.
12 Cuando mande a ti a Arte mas o a Tíquico, date prisa a venir a verme a Nicópolis, porque tengo el propósito de pasar allí el invierno. 13 A Zenas, el jurisconsulto, y a Apolo, mira de proveerlos solícitamente para el viaje a fin de que nada les falte. 14 Y que los nuestros aprendan a ejercitarse en buenas obras para atender a las apremiantes necesidades, y que no sean hombres infructuosos.
Antes de terminar la carta, Pablo da a Tito algunas noticias y encargos. Son detalles tan concretos, que difícilmente se explicarían de no suponer a Pablo autor de la carta. De ahí que muchos autores que niegan la autenticidad paulina consideran este final como un fragmento de alguna carta del Apóstol, hoy perdida. Lo mismo vale para 2Ti 4:9-11. Le dice primeramente que, una vez que le haya mandado a Artemas o a Tíquico, vaya a verle a Nicópolis, donde piensa pasar el invierno (v.12). Aunque había entonces varias ciudades con el nombre de Nicópolis (= ciudad de la victoria), todo hace pensar que se trata de Nicópolis en el Epiro, que es la más cercana a los lugares por donde entonces andaba San Pablo. De Artemas no tenemos dato alguno más; en cambio, Tíquico nos es ya conocido (cf. Efe 6:21; 2Ti 4:12).
A continuación (v.15) el Apóstol habla de dos personajes, Zenas y Apolo, quienes, a lo que parece, se encontraban entonces con Pablo y debían de tener que hacer algún viaje pasando por Creta. Tal vez de regreso a Alejandría, de donde Apolo era originario (cf. Hec 18:24). Es posible que sean ellos los portadores de la carta. El Apóstol, conforme era entonces costumbre entre amigos y conocidos (cf. Rom 15:24; 1Co 16:6.11), encarga a Tito de que los “provea” de lo necesario para el viaje. De Zenas, al contrario que de Apolo (cf. 1Co 1:12; 1Co 16:12), no tenemos ningún otro dato.
En el v.15 Pablo hace una recomendación general de caridad práctica, tomando ocasión de la recomendación precedente para con los dos huéspedes.
Saludos y bendición final,1Co 3:15.
15 Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros.
Son los saludos protocolarios, que más o menos se hallan en todas las cartas. Primeramente para Tito, de parte de los que se hallan con Pablo, que no los nombra, aunque es de creer que Tito sabía de quiénes se trataba. Luego para todos los fieles cretenses en general, con el apelativo “los que nos aman en la fe,” quizás para hacer distinción con los amantes de novedades atraídos por la predicación de los falsos doctores.
La bendición final es la acostumbrada en todas las cartas.
358 Cf. Hist. eccl 3:4-Biblia comentada- 6b – 359 Sin duda que la frase de Epiménides era proverbial entre el pueblo, y, por tanto, el que la emplee el Apóstol no demuestra que poseyera amplio conocimiento de los clásicos. Era un poeta muy conocido y al que, a lo que parece, muchos le daban cierto carácter de oráculo divino. Plutarco dice de él que “era amigo de los dioses e informado de las cosas divinas” (Plut., Solón, 12).
Fuente: Biblia Comentada
sujeten. La sumisión a la autoridad de las Escrituras exige sumisión a las autoridades humanas como parte del testimonio de un cristiano (vea las notas sobre Rom 13:1-7; 1Pe 2:12-17).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:1 — «Recuérdeles». Compárese 2Ti 2:14, como también 2Ti 1:5. Los hermanos cretenses ya habían sido enseñados en este particular, pero siempre conviene hacer un recordatorio. Compárese 2Ts 2:5. Pablo ahora se dirige a las responsabilidades del cristiano como buen ciudadano y buen prójimo en la vida pública. Para cuando Pablo escribió esta carta, regía el imperio romano, con dictadores paganos y crueles. Las gentes hechas súbditas de los romanos tendían a sublevarse, siendo esto prometedor. Pero el cristiano, no importando la clase de gobierno en el cual se encuentre, siempre procura ser un buen ciudadano y prójimo, según las instrucciones dadas aquí, y en otros pasajes paralelos.
–«que se sujeten a los gobernantes y autoridades». Literalmente, a gobernantes, a autoridades; o sea, a los que gobiernan con autoridad.
La misma palabra griega, aquí traducida «gobernantes», aparece en Col 1:16 (principados); Jud 1:6 (dignidad). La palabra griega, traducida aquí «autoridades», aparece en Mar 2:10 (potestad); Jua 1:12 (potestad); Col 1:16 (potestades). En Luc 20:20 vemos los dos términos combinados (poder y autoridad).
La insurrección, tan popular en muchos lugares donde hay supresión e injusticia políticas, no es de las prácticas («buenas obras») del cristiano. Lo que se llama popularmente «la desobediencia civil», basada en la filosofía antibíblica de que el fin justifica los medios, no es de Dios sino de los hombres rebeldes a la voluntad de Dios. Pablo, en Rom 3:8, por el Espíritu Santo, repudia tal filosofía. La «buena causa» que la persona piense tener no justifica que él se levante en desobediencia civil. El cristiano se sujeta al gobierno y es ciudadano obediente. Procura por otros medios lograr cambios benéficos para toda persona en esta vida sobre la tierra.
Las denominaciones modernistas, y algunas llamadas «fundamentalistas», aquí en los EE.UU., como en otros países, usan sus edificios y presentan discursos para promover toda forma de mejoramiento social. Sus llamados «reverendos» llevan la delantera en marchas, demostraciones (a veces algo violentas) y otras actividades para forzar cambios en la dirección del gobierno. No hacen caso de la enseñanza apostólica sobre el particular. No son cristianos, a pesar de sus reclamaciones.
Véanse Rom 13:1-7; 1Pe 2:13; 1Ti 2:1-2; Mat 17:24-27; Mat 22:21.
–«que obedezcan». La palabra griega implica obediencia a magistrados. El ciudadano cristiano se sujeta al gobierno; es ciudadano obediente. (Antes de su conversión, era desobediente, o rebelde, v.3). Es persona obediente por razones de conciencia (Rom 13:5). El único límite de su obediencia se expresa en Hch 4:19; Hch 5:29.
–«que estén dispuestos a toda buena obra». Sobre «dispuestos», notemos que la misma palabra griega, en forma de sustantivo, aparece en Efe 6:15 (apresto). Se trata aquí de «toda buena obra» en la vida pública del cristiano. Tiene que ver con «el bien», o «lo bueno» de Rom 13:3. El cristiano coopera en su país con cualquier obra buena en la vida de la nación.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL CIUDADANO CRISTIANO
Tito 3:1-2
Recuérdales que se sometan como es debido a los que están en el poder y la autoridad, que obedezcan cada disposición particular, que estén dispuestos a aceptar cualquier trabajo siempre que sea bueno, que no difamen a nadie, que no sean agresivos, sino amables y corteses con todas las personas.
Aquí se establecen los deberes cívicos del cristiano; una enseñanza que era especialmente relevante para los cretenses, que eran agresivos y peleones y resentidos de toda autoridad que se les impusiera. El historiador griego Polibio dijo de ellos que siempre se estaban involucrando en «insurrecciones, asesinatos y guerras intestinas.» Este pasaje establece seis cualificaciones del buen ciudadano.
El buen ciudadano vive de acuerdo con la ley. Reconoce que a menos que se cumplan las leyes la vida es un caos. Presta el debido respeto a los que están en autoridad, y cumple las disposiciones que le conciernen. El Cristianismo no enseña que uno tiene que dejar de ser un individuo, pero sí insiste en que tenga presente que es también un miembro de la sociedad. «El hombre -decía Aristóteles- es un animal político,» con lo que quería decir que como mejor expresa el hombre su personalidad no es en un individualismo aislado, sino en el marco de la sociedad.
El buen ciudadano está dispuesto a prestar servicios. Está dispuesto a aceptar cualquier trabajo con tal que sea bueno. La enfermedad característica de nuestro tiempo es el aburrimiento, que es el resultado directo del egoísmo. Mientras uno viva de acuerdo con el principio de » ¿Por qué lo tengo que hacer yo? ¡Que lo haga otro!,» está abocado a estar aburrido. Es el servicio lo que hace la vida interesante.
El buen ciudadano pone cuidado en lo que dice. No tiene por qué difamar a nadie. Nadie debiera decir de los demás lo que no le gustaría que dijeran de él. El buen ciudadano debe poner tanto cuidado en lo que dice como en lo que hace.
El buen ciudadano es tolerante. No es agresivo. La palabra griega es ámajos, que quiere decir no peleón. Esto no quiere decir que el buen ciudadano no defienda los principios que cree que son correctos, sino que no es nunca tan porfiado como para creer que no hay más camino que el suyo. Concede a los demás el mismo derecho que reclama para sí mismo de tener sus propias convicciones.
El buen ciudadano es amable. La palabra original es epieikés, que describe a la persona que no se basa en la letra de la ley. Aristóteles decía de esta cualidad que denota cuna consideración indulgente con las flaquezas humanas,» y la habilidad «de considerar no solo la letra de la ley, sino también la mentalidad y la intención del legislador.» El que es epieikés siempre está dispuesto a evitar la injusticia de la extrema justicia, de pasarse de justo» (Ec 7:16 ).
El buen ciudadano es cortés. La palabra griega es prays, que describe a la persona que controla su genio; que sabe cuándo debe enfadarse, y cuándo no; que soporta pacientemente las ofensas que se le hacen, pero que está dispuesta a salir en ayuda de otros cuando son ofendidos.
Cualidades como estas son solo posibles para la persona en cuyo corazón reina supremo Cristo. El bienestar de cualquier comunidad depende de la aceptación por los cristianos que viven en ella del deber de mostrarle al mundo la nobleza de la ciudadanía cristiana.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
CAPÍTULO 3
3. DEBERES RESPECTO A LA AUTORIDAD Y AL PROJIMO (3/01-02) .
El Apóstol, después de la interrupción en que se refiere a la gracia de Dios como fuente de energía (2,11-15), vuelve de nuevo a las instrucciones que había dado en 1,1-10 para cada una de las categorías de cristianos, y expone los deberes para con la autoridad (3,1) y el prójimo (3,2).
a) Sumisión a la autoridad (3,1).
1 Recuérdales que vivan sumisos a los magistrados y a las autoridades; que obedezcan, que estén dispuestos para toda obra buena, …
En sus instrucciones para la ordenación de la vida cristiana se refiere finalmente el Apóstol a los deberes para con la autoridad. Según resulta del texto de la instrucción («recuérdales»), la cuestión de la relación de las comunidades cristianas de la isla de Creta con la autoridad pagana ya antes había sido objeto de exhortación y de consejo. ¿Será suficiente al autor hacer ahora sólo indicaciones concisas? Pablo pide a Tito que recuerde a los cristianos sus deberes con respecto a la autoridad, que interesan a todos. Como cristianos, los cretenses deben también sumisión y obediencia a la autoridad pagana. En la carta a los Romanos ha expuesto ya los principios de la obediencia: «Todos están sometidos a las autoridades superiores. Porque no hay autoridad que no provenga de Dios y cuantas existen han sido establecidas por Dios. De modo que quien desobedece a las autoridades, desobedece a la ordenación de Dios. Por consiguiente, los que tal hacen ellos mismos se acarrean la condenación» (Rom 13:1-2). Por tanto, ve Pablo detrás del poder civil al mismo Dios, creador de la sociedad humana. Por eso la obediencia al Estado y a sus príncipes, en definitiva, es obediencia a Dios. Pablo se afirma en esta toma de posición, aunque Nerón era entonces el emperador. Por eso en la carta primera a Timoteo ordenaba además oraciones «por los reyes y por todos los que están en la cumbre» (1Ti 2:2). La orden de someterse y obedecer dada por el Apóstol tiene también vigencia cuando se trata de una autoridad no cristiana 32. ¿Se apoya acaso esta exhortación en que, por lo que sabemos, precisamente en esta isla las perturbaciones de la paz eran muy frecuentes? (cf. 1.12).
Otro deber de los cristianos es estar dispuestos para toda obra buena, la cooperación voluntaria al bien común. Tal colaboración no es otra cosa que el cumplimiento del precepto del amor al prójimo, que no debe conocer límites ni fronteras y que nunca puede cesar ante el enemigo (cf. Mat 5:38-48).
……………
32. Nada se dice en este lugar sobre la legitimidad o ilegitimidad de la autoridad, como sucede en la mayor pane de los lugares en que Pablo habla de esta materia, sobre todo en Rom 13. Por las circunstancias concretas de los tiempos antiguos y ante todo por el concepto tradicional judío sobre la autoridad civil se entiende fácilmente que nunca haya sido expuesta expresamente esta cuestión, sino que únicamente se hayan puesto los fundamentos en orden a subrayar la soberanía absoluta de Dios y su correspondiente poder universal. Una exposición completa de las opiniones de la Sagrada Escritura sobre la relación con el Estado conducirá a conceptos diferenciados. En todo caso de ninguna manera se puede deducir de este lugar la legitimidad de un gobierno ilegal, tal como se dio por ejemplo en la epoca nazista, en orden a obligar a los cristianos a una obediencia incondicional. (Sobre esta cuestión cf. también B. SCHWANK, Primera carta de san Pedro, comentario a 2,13-14.
……………
b) Actitud ante el prójimo (3,2).
2 …que a nadie difamen, que no sean pendencieros; que sean afables y muestren para con todos los hombres una perfecta mansedumbre.
Los cristianos viven en las comunidades cristianas de Creta en medio de la población pagana. Es posible que en este ambiente los cristianos en particular sean perseguidos con calumnias, burlas y ofensas personales, sin embargo el verdadero cristiano debe mostrarse siempre como discípulo de Jesús aun en medio de estas difíciles circunstancias. Debe mostrar siempre una paciencia indulgente y un amor sacrificado, no debe vengar el mal con el mal, sino vencer el mal con el bien (cf. Rom 12:20 s). Lo que Pablo escribe de sí mismo y sus colaboradores a la comunidad de Corinto tiene vigor para los cristianos de la isla de Creta: «Nos maldicen y bendecimos; padecemos persecución y la soportamos; nos calumnian y respondemos con persuasiones» (1Co 4:12-13).
4. REFERENCIA A LA REGENERACION EXPERIMENTADA (3/03-08).
a) Vida anterior a la conversión (1Co 3:3).
3 Porque también nosotros fuimos en algún tiempo insensatos, desobedientes, extraviados, esclavos de diversas pasiones y deleites, y pasábamos nuestra vida entre malignidad y envidia, odiados y odiándonos los unos a los otros.
El Apóstol ha exigido en el versículo precedente (1Co 3:2) a los cristianos una pacienda indulgente, y un amor dispuesto al sacrificio en sus relaciones con sus conciudadanos gentiles. La razón de tal indulgencia y buenos sentimientos con respecto a sus conciudadanos paganos de los cuales sufren a menudo injusticias, debe apoyarse en el humilde conocimiento de sí mismo. Los cristianos no deben olvidar que todavía no hace mucho tiempo no eran distintos de sus conciudadanos. Pablo describe con rasgos concisos su situación de irredentos antes de la conversión al cristianismo. A semejanza de como lo hace en muchos lugares de otras cartas 33 describe Pablo la vida de los que eran paganos en otro tiempo, partiendo de su experiencia y de su conocimiento de Cristo en una confrontación vigorosamente típica. A pesar de su pertenencia a Israel, el pueblo de la alianza, se incluye Pablo entre los cretenses y todos los hombres. Antes de sus conversión, los cristianos eran «insensatos», se hallaban en un completo desconocimiento de Dios y las cosas divinas. «Y como no procuraron conocer a Dios, Dios los entregó a su réprobo sentir» (Rom 1:28). Estaban a oscuras en su conocimiento, alejados de la vida de Dios, a consecuencia de «la ignorancia que hay en ellos, a causa del endurecimiento de su corazón» (Efe 4:18). Eran «desobedientes», llenos de resistencias con respecto a la voluntad de Dios y sus mandamientos, de tal forma que se alejaban cada vez más de la verdad de Dios y caminaban por el error. Se habían convertido en esclavos de sus pasiones; pues «Dios los había entregado a sus pasiones vergonzosas» ( Rom 1:26). Ellos seguían «los deseos de la carne» y cumplían «la voluntad de ella» y eran «por naturaleza hijos de ira como los demás» (Efe 2:3). En su vida dominaba el egoísmo más craso, que se manifestaba en la malignidad y en la envidia. La desunión, las luchas y el odio mutuos caracterizaban su vida cotidiana. Iluminado por la luz de la gracia de Cristo, el Apóstol contempla las terribles tinieblas que envolvían la vida antes de la redención de Jesucristo. Los cristianos no deben olvidar este pasado.
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33. Cf. Rom 1:18-32; Rom 2:1-29; Rom 5:12-14; Rom 6:17-23; 1Co 6:9-11; Efe 2:1-3.11s; Flp 2:15; Col 1:13-21 s; Col 2:13; Col 3:57; 1Te 1:9; 1Te 4:5.
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b) La salvacion mediante la regeneración (1Te 3:4-6).
4 Pero cuando apareció la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor por los hombres, 5 no nos salvó por las obras justas que hubiésemos realizado nosotros, sino según su misericordia, por el baño regenerador y renovador del Espíritu Santo, 6 que él derramó copiosamente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro salvador, …
En la hora que Dios había determinado en su plan salvífico, cambió para la humanidad el curso dc la historia de los hombres 34. La gran obra de Dios irrumpió con el nacimiento de Jesucristo y se completó en su muerto de cruz. En Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, aparecía la bondad y el amor de Dios por los hombres. Con palabras solemnes que han sido tomadas de las fórmulas de expresión del estilo áulico de otro tiempo son personificados dos atributos de Dios que se manifiestan en la encarnación de Jesucristo y que resplandecen como una luz en medio de las tinieblas. Se trata de la incomprensible «bondad» de Dios, que sale al encuentro del hombre pecador, no como juez y vengador, sino como Dios bondadoso y compasivo. Se trata del «amor» de Dios «por los hombres», quien a pesar de su absoluta distancia con relación a los hombres desciende amablemente hasta su criatura. ¡Qué sublime imagen de Dios describe el Apóstol con estas palabras! Con el nacimiento y la muerte en cruz de Jesucristo se da ese cambio en la historia de la humanidad, que implica también la gran transformación de cada uno de los hombres. Si el cristiano, con una fe verdadera y auténtica, se adhiere a esta bondad de Dios hecha carne y a este amor por los hombres, es decir a Jesucristo, si se entrega con toda su persona al Dios encarnado, entonces Dios lo libera de la corrupción eterna mediante un baño de regeneración, el bautismo de agua. La palabra «regeneración», tomada del judaísmo helenista de entonces, es traspasada al bautismo cristiano, porque éste hace del hombre una «nueva creación». «Lo viejo ya pasó y ha empezado lo nuevo» (2Co 5:17). Mediante el bautismo se introduce en el alma del hombre el germen de una vida nueva sobrenatural y comienza para los hombres una vida más noble.
El bautismo es aquel nacer de Dios (Jua 1:12 s), aquel «nacimiento de arriba» (Jua 3:3), el «nacimiento de agua y de Espíritu» (Jua 3:5). Con «el baño regenerador» está unida la renovación del Espíritu Santo «que él derramó copiosamente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro salvador». Con la concesión de este don del Espiritu se cumple la profecía del profeta Joel: «Después de esto derramaré mi espíritu sobre toda carne» ( Joe 3:1-5). Así pues, el hombre, en su naturaleza dominada por el pecado y las pasiones, es creado de nuevo al recibir el bautismo mediante el don del Espíritu de Dios, y es equipado con nuevas fuerzas para realizar una vida del espíritu y de la gracia, de forma que realmente es una «nueva creación».
Regeneración y renovación significan aptitud nueva, adquirida con la transformación de la vida precedente. Constituyen un acontecimiento en el cual el hombre, mediante la acción creadora de Dios, es elevado y equipado para una vida nueva. Aunque ya con estos dos conceptos se excluye toda obra humana en este nuevo comienzo de la vida, sin embargo esto mismo se subraya con toda decisión y este pensamiento fundamental de la predicación paulina se hace resaltar fuertemente, cuando se dice que ello sucedió «no por las obras justas que hubiésemos realizado nosotros, sino según su misericordia». Toda obra humana o mérito son excluidos radicalmente, únicamente la «misericordia» de Dios ha salvado a los cristianos. Es Dios uno y trino, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, quien ha realizado esta regeneración en los hombres mediante el bautismo; él ha sido quien les ha perdonado y les ha elevado a una vida nueva, más sublime. El Apóstol hace recordar a cada uno de los cristianos de las nuevas comunidades aquella rotura y aquel cambio en su vida que se introdujo mediante la recepción del bautismo cristiano. Hacía poco tiempo que habían experimentado, por primera vez, aquel cambio.
¿Acaso no se ha abandonado y desvanecido casi totalmente el significado del bautismo cristiano en la vida cristiana de nuestro tiempo? En nuestra vida de cada día, ¿somos plenamente conscientes de la realidad y de la trascendencia de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo?
……………
34. ¿Han sido tomados acaso estos versículos (Joe 3:4-7) de un himno primitivo cristiano sobre la gracia del bautismo según lo deja sospechar el comienzo de 3,8? ¿O es que 3,5a es una añadidura posterior a este himno para hacer resaltar especialmente un pensamiento fundamental de la predicación paulina?
……………
c) Los cristianos, herederos de la vida eterna (3,7).
7 …a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos, según nuestra esperanza, de una vida eterna.
Nuevamente alude el Apóstol a un pensamiento fundamental de su predicación para que se excluya toda gloria humana: nosotros hemos sido justificados y hemos recibido la nueva vida sobrenatural «por su gracia», por pura benevolencia suya. Por tanto el cristiano lo debe todo al amor incomprensible de Dios. Por eso le conviene la exhortación de Pablo: «¿Qué tienes tú que no hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿por qué te glorías, como si no lo hubieras recibido?» (1Co 4:7). Juntamente con el nuevo nacimiento a una nueva vida reciben los cristianos además un don salvífico todavía más grande: son herederos de la vida eterna, que esperan. Mediante «el baño regenerador y renovador del Espíritu Santo» los cristianos reciben la filiación. Pero como los cristianos son ya ahora hijos, «Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Abba!, ¡Padre!… y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios» (cf. Gal 4:5-7). Es cierto que los cristianos no poseen todavía la vida eterna en su plenitud. Pero mientras llega el fin de los tiempos su vida está sustentada sobre la inquebrantable esperanza de esta plenitud de vida, que es la meta de la vida cristiana. Porque con el Espíritu Santo han recibido en el bautismo la garantía de esta vida divina 35, de forma que pueden esperar con absoluta confianza el fallo absolutorio de Dios en el juicio y la participación en la vida eterna.
d) Compromiso para una vida cristiana (3,8).
8 He aquí una afirmación digna de crédito y quiero que la afirmes con tesón: que quienes han creído en Dios se comprometan a ejercitarse en obras buenas. Esto es bueno y provechoso para los hombres.
Con una fórmula que aparece con frecuencia en las cartas pastorales 36, se hace resaltar de nuevo la verdad de la doctrina que ha sido presentada en el precedente fragmento (3,4-7). Con toda decisión es invitado Tito a penetrar y a predicar el mensaje de la obra salvadora de Dios, muy principalmente a la vista de los herejes que actúan en la comunidad como «charlatanes y embaucadores», ponen en peligro la fe, y «trastornan familias enteras, enseñando lo que no se debe» (1,10). Mediante esta predicación de la regeneración y renovación del Espíritu Santo, los fieles cristianos deben ser informados de que este don salvador que han recibido, significa para los cristianos, a un mismo tiempo, una obligación moral y un compromiso. Ellos deben conservar, desarrollar y llevar a la práctica, en un modo de vivir cristiano auténtico, la nueva vida divina que Dios les ha regalado en medio del mundo pagano en que viven. Una fe verdadera debe fecundar las fuerzas morales y mostrarse en la conducta de la vida, una fe cristiana debe actualizarse con amor en la vida diaria (cf. Gal 5:6). El agradecimiento por el don salvador recibido en el bautismo es lo que capacita al cristiano para la posición exacta con respecto al prójimo y le habilita para una verdadera vida activa. En las comunidades cristianas donde domina tal sentimiento, donde reina una capacitación tal para una auténtica vida cristiana, allí está lo bueno y lo provechoso para la salud de los cristianos. Pero todo aquello que anuncian los herejes es inútil para la salvación de los hombres y sin resultado para la vida eterna. Un nuevo aviso ante estos herejes cierra el texto de la carta propiamente dicha.
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35. Cf. 2Co 1:22; 2Co 5:5; Efe 1:14.
36. Cf. 1Ti 1:15; 1Ti 3:1; 1Ti 4:9; 2Ti 2:11; Tit 3:8; esta fórmula deja sospechar que en 3,4-7 es citado un himno bautismal cristiano; cf. nota 34.
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5. NUEVA ADVERTENCIA SOBRE LOS HEREJES (3/09-11).
a) Evítense las disputas y las discusiones sobre la ley (3,9).
9 Evita las cuestiones necias, las genealogías, las disputas y los debates sobre la ley, porque son cosas inútiles y vanas.
A semejanza de la primera parte (1,1-10) de la carta a Tito, así también la segunda concluye con una observación sobre los herejes. De nuevo se alude brevemente, como en otros lugares de las cartas pastorales 37, a la predicadón de estos falsos maestros. Se trata de «cuestiones necias», de narraciones fantásticas y especulaciones sobre genealogías, sobre disputas y debates en torno a la ley del Antiguo Testamento, referentes sobre todo a las prescripciones sobre la pureza legal y el uso de ciertos alimentos. El apostol no se detiene a describir estos errores, únicamente da una clara y breve indicación: evítalos. Y da el motivo para obrar así: «lo bueno y provechoso para los hombres» (3,8) es una auténtica vida cristiana que se manifiesta en las obras buenas, pero aquellas doctrinas son inútiles, más aún nocivas en orden a este fin. Así coma una auténtica vida cristiana es algo «bueno para los hombres» (3,8), porque conduce a la vida eterna, aquella clase de doctrina es inútil. Es característico en las cartas pastorales que Pablo, cuando pone en guardia a Timoteo o a Tito ante los herejes, les ordena únicamente con pocas palabras que rechacen sin más las falsas doctrinas. Jamás les permite un acercamiento a esas falsas doctrinas 38. Nunca tiene lugar una confrontación desde el punto de vita teológico con estos conceptos e ideas. Por el contrario, si observamos otras cartas paulinas, como las dirigidas a los Romanos o a los Gálatas, o también numerosos capítulos de la segunda carta a los Corintios, o la primera y segunda a los Tesalonicenses, y aun la carta a los Efesios o a los Colosenses, encontramos allí una actitud completamente distinta del Apóstol, que con frecuencia se detiene en una amplia y sagaz exposición de los errores de sus enemigos. ¿Es que Timoteo y Tito no estaban preparados para estas controversias, puesto que Pablo sencillamente se las prohíbe? ¿O sabe por experiencia que tales discusiones son completamente inútiles y traen nuevos peligros para la doctrina de la fe, propuesta ya como norma firme, fe que estaba seriamente amenazada en las comunidades de Creta recientemente fundadas?
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37.Cf. 1Ti 1:3-7; 1Ti 4:1-11; 1Ti 6:3-19; 2Ti 2:14.16-18.
38.Cf. 1Ti 4:7; 1Ti 6:11.14.20; 2Ti 2:16.23; 2Ti 3:14, cf.4,4; Tit 3:9 s.
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b) Comportamiento con los herejes (Tit 3:10-11).
10 Al hereje, amonéstalo una y otra vez, y después recházalo, 11 considerando que un hombre así está pervertido y peca, y él mismo se condena.
Como conclusión da el Apóstol a su representante una importante instrucción sobre el modo práctico de comportarse con los herejes. Estos son un peligro para la fe y se han convertido en una amenaza para la existencia de las comunidades cristianas. De aquí la severa e implacable orden del Apóstol. A estos falsos maestros debe corregírselos una y otra vez. En la segunda carta a Timoteo Pablo le ordena que corrija con mansedumbre a los adversarios, «por si acaso Dios les concede el arrepentimiento y reconocen la verdad» (2Ti 2:25). De lo que podemos concluir que también Tito debe poner en esta corrección mansedumbre, pero al mismo tiempo y en su día debe poner decisión. ¿Debemos quizás proponer la amonestación del hermano equivocado de tal forma que, como se describe en Mat 18:15-16, la primera exhortación deba hacerse ante cuatro testigos, en la segunda sin embargo haya que pensarse en uno o dos solamente? Mas, si las amonestaciones son inútiles e infructuosas y el falso maestro persevera en la desobediencia, se muestra rebelde contra toda exhortación, y se cierra a toda posible inteligencia, entonces Tito debe romper las relaciones con el hereje. La orden enérgica suena de esta manera: ¡Recházalo! ¿Debemos considerar esta ruptura de relaciones con el hereje, de forma que éste sea excluido de la comunidad en las asambleas comunitarias (cf. 1Ti 5:20; Mat 18:17)? Tito debe poner en práctica una disciplina rígida, cuando se trata de la conservación y seguridad de la fe en la comunidad. Esta fe es el bien precioso que el Apóstol le ha confiado para conservarlo puro y auténtico, para protegerlo y para transmitir este valioso legado. Cuando este bien de la fe es puesto en peligro por un falso maestro, entonces únicamente sirve una separación decisiva. Esta orden no es otra cosa sino el eco de la radical exhortación de Jesús: «Si tu mano o tu pie es para ti ocasión de pecado, córtatelo y arrójalo lejos de ti… Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo lejos de ti» (Mat 18:8 s).
No es Tito quien ha dado el fallo de condenación sobre el hereje. él abandona únicamente a este hombre a la condenación que el propio hereje pronunciia contra sí mismo en su interior. Cuando ha sido amonestado y a pesar de todo sigue pecando y se aferra a su falsa doctrina, cuando, en su rebeldía, persevera pertinazmente contra un mayor conocimiento y la conciencia, entonces da señales de que «está pervertido». Se condena en su propia conciencia y con ello se aparta de la comunidad de sus hermanos y hermanas.
CONCLUSION DE LA CARTA 3/12-15
Pablo ha expuesto en su carta las dos preocupaciones que tenía en su corazón: la ordenación de la vida cristiana en la isla de Creta (Mat 1:5-9; Mat 2:1-3, 7) y la impugnación de los herejes (Mat 1:1S16; Mat 3:8-11). Como en otras cartas 39, añade aquí también algunas instrucciones (3,12-14), ofrece sus saludos (3,15a) y concluye con una bendición (3,15b).
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39.Cf. Rom 16:1-27; 1Co 16:1-24; 2Co 13:11-13; Efe 6:21-24; Flp 4:21-26; Col 4:7-18; 1Te 5:26-28; 2Te 3:17.
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1. INSTRUCCIONES PERSONALES (2Te 3:12-14).
12 Una vez que yo hubiere enviado junto a ti a Artemas o a Tíquica, haz la posible por venir pronto a verme en Nicópolis, porque tengo el propósito de pasar allí el invierno.
La primera indicación se refiere al propio Tito. Pablo va a enviar a Creta dentro de un tiempo razonable a uno de sus colaboradores, a Artemas o a Tíquico, para que releve a Tito en su puesto y le entregue la dirección de la Iglesia en la isla de Creta. Mientras de Artemas sólo sabemos lo que en esta carta se dice, Tíquico es mencionado como compañero del Apóstol cuando éste, en su tercer viaje misional, regresó de Macedonia al Asia Menor (Hec 20:4). Procede del Asia Menor, es portador de la carta a los Colosenses (Col 4:7) y a los Efesios ( Efe 6:21), y debe informar desde su punto de vista personal a los destinatarios de ambas cartas sobre la situación en que se encuentra el prisionero Pablo (Efe 6:21 s; Col 4:7-9). Este le estima sobremanera, y lo llama «hermano querido, servidor fiel y consiervo en el Señor» (Col 4:7). En la segunda carta a Timoteo informa el Apóstol de que le ha enviado a éfeso (2Ti 4:12). Algunos suponen que este «servidor fiel» no solamente fue cornpañero del Apóstol, sino que también le sirvió como secretario. Después de la llegada de su sucesor el propio Tito debe dirigirse «pronto» a Nicópolis, donde el Apósto1 piensa permanecer durante el invierno. Se trata sin duda de la ciudad situada en el Epiro, que en memoria de la victoriosa batalla de Augusto junto a Accio (31 a.C.) recibió este nombre y que se había desarrollado hasta convertirse en centro de la vida cultural helenística. La elección de este lugar, situado junto al mar Adriático, ¿permite sospechar quizá que Pablo pensaba dirigirse nuevamente hacia Oriente? Así pues, Tito deberá abandonar dentro de un espacio de tiempo razonable las comunidades cristianas de la isla de Creta. Pero aunque tenga presente este cambio, debe llevar adelante su tarea apostólica con toda energía hasta el último momento de su actividad. Aun ahora que sabe que va a ser relevado en su oficio debe predicar «lo que es conforme con la sana doctrina» (2,1), debe mostrarse como «modelo en obras buenas» (2,7b), de «exhortar y reprender con toda decisión» (2,15) y dar testimonio del Evangelio de Jesucristo. Así pues, debe cumplir fielmente sus obligaciones hasta última hora, puesto que de los «servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios» se exige «que sean fieles» (1Co 4:1 s).
13 A Zenas, el jurisconsulto, y a Apolo mira de proveerlos solícitamente de forma que no les falte nada, 14 y que los nuestros aprendan a ejercitarse en obras buenas para atender a las apremiantes necesidades y que no sean hombres infructuosos.
Un segundo encargo: Pablo encomienda a los cuidados de Tito a dos hombres, a Apolo y a Zenas, que probablemente son portadores de la carta, y que se puede suponer que pasando por Creta se dirigen a Alejandría, la patria de Apolo (Hec 18:24). De Zenas, a quien llama «jurisconsulto», quizá porque antes fue escriba judío o porque, como jurisconsulto romano, ejercía todavía esta actividad, no tenemos la menor noticia en los restantes escritos del Nuevo Testamento. Por el contrario, Apolo es conocido como un judío docto en filosofía y orador muy inteligente por su actividad en éfeso ( Hec 18:24-26) y en Corinto 40. Con el fin de asegurar los medios necesarios para su ulterior viaje y el equipo de ambos maestros cristianos Tito debe tratar con todo esmero de que «no les falte nada». Para ello debe apelar a la beneficencia de la comunidad cristiana. Los cristianos de Creta, con su sentido de sacrificio, no deben dejarse superar por los judíos y paganos que apoyan con entusiasmo a sus predicadores ambulantes. Así pues, deben mostrarles su amor eficiente, y si es necesario ofrecerles su ayuda.
Este amor operante debe ser el fruto de su verdadera vida cristiana. Sorprende que en la parte central de las cartas pastorales se insista tanto en las buenas obras 41: se exhorta a Tito a educar a las nuevas comunidades en la práctica eficiente de la caridad. Es cierto que la exigencia de las «obras buenas», que no es lícito equiparar con la justicia por las obras, no falta en las cartas más antiguas de Pablo 42. Pero el hecho de que en las cartas pastorales se fije de una manera especial la atención en esto, se explica por el fin práctico de estas cartas. Mediante estas «obras buenas» debe manifestarse la fuerza de la nueva vida que actúa en los cristianos (cf. 2Ti 3:17), y hacerse visible la gracia de Dios salvadora y adyuvante en la vida diaria de los cristianos. La verdadera fe cristiana debe actuarse en la caridad (Gal 5:6).
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40.1Co 1:12; 1Co 3:4-6.22; 1Co 4:6; 1Co 16:12.
41.Cf. 1Ti 2:10; 1Ti 5:10; 1Ti 6:18; 2Ti 2:21; 2Ti 3:17; Tit 2:14; Tit 3:8.
42.Cf. 2Te 2:17; 2Co 9:8; Rom 2:7; Rom 13:3; Col 1:10; Efe 2:10.
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2. SALUDOS; Y BENDICION (Efe 3:15).
15 Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a nuestros amigos en la fe. La gracia sea con todos vosotros.
Concisos y breves son los saludos que Pablo coloca al final de su carta. Sin nombrar a nadie, como lo ha hecho en otras muchas ocasiones43, los compañeros de Pablo saludan a Tito y a las comunidades de Creta. Tito debe transmitir los saludos a todos los cristianos, que están unidos con el Apóstol mediante los lazos de la fe y del amor. En realidad todos los cristianos son hermanos y hermanas en un único Señor, Jesucristo. A todos debe abrazar el vínculo de la hermandad en la fe y en el amor, «uno solo es vuestro maestro, mientras que todos vosotros sois hermanos» (Mat 23:8).
La bendición escrita por mano del autor va dirigida a Tito y a todos los cristianos de Creta. Las comunidades cristianas recientemente fundadas están presentes de continuo ante la consideración del Apóstol en la exposición de su carta. Para ellos vale su más seria preocupación de que se mantengan inquebrantablemente en el don de la fe, que se les ha confiado 44, y de que se libren de ser víctimas de la agitación clandestina de los herejes mediante una verdadera vida cristiana. Así la bendición que va dirigida a Tito vale también para ellos. Les desea lo mejor que puede desear un cristiano, la «gracia», la gracia de Dios, por la que hemos sido salvados y que se manifestará públicamente en los «siglos venideros» (cf. Efe 2:5-7) en el reino de los cielos.
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43.Cf. Rom 16:1-16; 1Co 16:9; Col 4:10-15; 2Ti 4:19-21; Flm 2:3 s. 44.1Ti 6:20; 2Ti 1:14.
Fuente: El Nuevo Testamento y su Mensaje
— las autoridades que gobiernan: Según variante de bastantes mss. también podría traducirse: al gobierno y a las autoridades.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Rom 13:1-7; 1Pe 2:13.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Los cristianos en la comunidad
Presumiblemente Tito ya había instruido a las personas acerca de sus responsabilidades hacia las autoridades del Estado, porque se le dice: Recuérdales. Pero quizá los cretenses habían tendido a olvidar que se esperaba de los cristianos la sujeción a las autoridades. Pablo reconoce que la desobediencia política, excepto en asuntos de conciencia, traería mala fama al evangelio. El énfasis del v. 2 es que la conducta debería recomendar el evangelio. Los de afuera deberían recibir una impresión de un buen ciudadano sujeto a la ley. Nótense en especial las cualidades de consideración y humildad que no son muy evidentes en las relaciones sociales.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
3.1, 2 Como cristianos, nuestra primera fidelidad es a Jesús como Señor, pero también debemos obedecer a nuestros gobernantes y líderes. Los cristianos no están sobre la ley, obedecer la ley civil es sólo el comienzo de nuestra responsabilidad cristiana; debemos hacer lo que podamos para ser buenos ciudadanos. En una democracia esto significa participación y voluntad de servicio. (Véanse Act 5:29 y Rom 13:1ss para más sobre la actitud cristiana hacia el gobierno.)3.3 Seguir una vida de placer y ceder ante cada deseo sensual nos lleva a la esclavitud. Muchos piensan que la libertad consiste en hacer todo lo que deseen. Pero este camino lleva a la adicción servil de gratificación sensual. La persona deja de ser libre si se deja dominar de lo que su cuerpo le pide (2Pe 2:19). Cristo nos libera de los deseos y del control del pecado. ¿Ha sido usted liberado?3.3-8 Pablo resume lo que Cristo hace cuando nos salva. Nos trasladamos de una vida llena de pecado a una que es guiada por el Espíritu Santo. Fuimos lavados de todos nuestros pecados, no sólo de algunos. Lavamiento se refiere a las aguas del bautismo, lo cual es señal de salvación. Al hacerse cristiano, el creyente reconoce a Cristo como el Señor y su obra de salvación. Ganamos la vida eterna con todos sus tesoros. Tenemos la renovación del Espíritu Santo y El continuamente renueva nuestros corazones. Nada de esto tiene lugar por haberlo ganado o merecido, todo es un regalo de Dios.3.4-6 Las tres personas de la Trinidad se mencionan en este versículo porque participan en la obra de salvación. Basándose en la obra de redención de su Hijo, el Padre perdona y envía al Espíritu Santo para limpiar y renovarnos continuamente.3.9 Pablo advierte a Tito, tal como lo hizo con Timoteo, que no se involucre en argumentos necios y sin provecho con preguntas (2Ti 2:14). Esto no significa que debamos rehusar estudiar, discutir y examinar diferentes interpretaciones de pasajes bíblicos que tienen cierta dificultad. Pablo advierte en contra de cuestionamientos sin importancia y no en contra de discusiones honestas que no conducen a la sabiduría. Cuando se desarrollan argumentos necios, lo mejor es reencaminar la discusión en una dirección provechosa o amablemente excusarse para no participar en la polémica.3.9 Los falsos maestros basaban sus herejías en genealogías y especulaciones acerca de la ley (véase 1Ti 1:3-4). Similar a los métodos usados por los falsos maestros en Efeso y Colosas, ellos construían su caso en genealogías de ángeles. Debemos evitar a los falsos maestros, ni siquiera molestarnos a responder a sus posiciones pretenciosas. Reaccionar en exceso puede algunas veces darle más atención a sus puntos de vista.3.9-11 Una persona debe ser amonestada cuando está causando división que amenaza la unidad de la iglesia. Esta amonestación no debiera ser una acción dura sino que debe tender a corregir la naturaleza divisiva del individuo y buscar su restauración a la comunión. Una persona que rechaza la corrección debería ser apartada de la comunión. Como dice Pablo: ese hombre es «condenado por su propio juicio», está pecando y lo sabe. (Véanse también Mat 18:15-18 y 2Th 3:14-15 para tener una ayuda al enfrentar este tipo de problemas en la iglesia).3.12 Nicópolis se hallaba en la costa oeste de Grecia. Artemas o Tíquico reemplazarían a Tito en su trabajo en la isla de Creta, para que él pudiera encontrarse con Pablo en Nicópolis. Tíquico era uno de los compañeros de confianza de Pablo (Act 20:4; Eph 6:21; Col 4:7). Tito tendría que salir lo antes posible porque el viaje por mar era peligroso en los meses de invierno.3.13 Apolos era un predicador cristiano famoso. Un nativo de Alejandría en el Norte de Africa, llegó a ser cristiano en Efeso y fue entrenado por Aquila y Priscila (Act 18:24-28; 1Co 1:12).3.15 Las cartas de Pablo a Tito y a Timoteo marcan el final de los escritos de Pablo y el final de su vida y ministerio. Estas cartas son verdaderos tesoros para nosotros hoy porque nos dan información vital para el liderazgo en la iglesia. Proveen un modelo sólido para los ancianos, pastores y para otros líderes cristianos a medida que ellos preparan líderes jóvenes para continuar su labor, siguiendo el ejemplo que Pablo dejó al preparar a Timoteo y Tito para que cumplan su ministerio. Estudie cuidadosamente los principios encontrados en estas cartas para tener una guía práctica del liderazgo de la iglesia y de cómo solucionar problemas.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 92 Rom 13:1; Heb 13:17
b 93 Dan 6:5; Mar 12:17; 1Pe 2:13
c 94 Col 1:10
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
sujetos a los gobernantes. La obediencia a las autoridades es un deber cristiano. Sin embargo, en casos cuando la ley civil contradice los mandamientos de Dios , el creyente no está obligado a obedecer esa ley (v. Hch 4:18– 20; 5:29).
Fuente: La Biblia de las Américas
1 (1) Esto es reconocer la autoridad de Dios y respetar Su gobierno sobre los hombres ( Rom_13:1-2).
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
se sujeten. i.e., se sometan. La misma palabra griega se usa en Rom 13:1 y en 1Pe 2:13.
gobernantes y autoridades ordinariamente se refiere a los ángeles (ángeles buenos, como en Efe 3:10, o ángeles malos, como en Efe 6:12), pero aquí la referencia es a los gobernantes humanos. Aunque los cristianos son un pueblo «especial», escogidos por Dios, redimidos del mundo y que ya no dependen de él, no están exentos de la necesidad de someterse a las autoridades civiles que los gobiernan.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
22 (b) Deberes cristianos en la sociedad (3,1-8).
(i) Deberes (3,1-2). 1. vivan sumisos a los magistrados y a las autoridades: Esto se desarrolla más en 1 Tim 2,2 (cf. Rom 13,1-7; 1 Pe. 2,13-17). prontos para toda obra buena: Véase 1,16. 2. Las pastorales insisten en que los cristianos traten a los demás, incluidos los no creyentes, de manera sencilla y amable.
(ii) Razón: la actuación salvadora de Dios (3,3-8). El uso en este pasaje del esquema corriente «entonces-ahora» (su vocabulario refleja Ef. 2,1-10; cf. también Rom. 6,17-18; 1 Cor. 6,9-11; Col. 3,7-8) sirve para recordar a los cristianos que ellos fueron en otro tiempo como esos no creyentes, pero fueron gratuitamente rescatados por el poder de Dios. 3. insensatos: Varias maldades aquí enumeradas se atribuyen también a los falsos maestros (véanse 1,16; 1 Tim. 6,4; 2 Tim. 3,3.6). 4. Como en 2,11, las manifestaciones de Dios se personifican y vinculan con la venida de Cristo mediante el lenguaje «de aparición». Este pasaje, sin embargo, presenta a Cristo como instrumento de Dios (v. 6). bondad… y… amor a los hombres: Estas características divinas están directamente relacionadas con las exigencias éticas de 3,1-2. 5. justicia: El lenguaje de justificación encontrado en este punto probablemente no procede directamente de Pablo mismo, sino de Ef. 2,8-9 (o de un resumen popular anterior utilizado por ambos textos), por medio del baño de regeneración: Es decir, el bautismo. El autor utiliza un lugar común tomado del lenguaje religioso helenístico, palingenesia, «regeneración», para expresar la noción paulina de «nueva creación». 7. Compendio formulario de la enseñanza de Pablo sobre la justificación (→Teología paulina, 82:68-70). 8. es cierta esta afirmación: Fórmula utilizada en las pastorales (véanse 1 Tim. 1,15; 3,1; 4,9; 2 Tim. 2,11) para declarar que Pablo mismo garantiza la tradición en cuestión (3,3-7). bellas obras: De nuevo se hace hincapié en ellas como tarea de los creyentes; pero son respuesta a la obra salvadora de Dios, que las precede (véase Flp. 2,13).
23 (IV) Se han de evitar contiendas y divisiones (3,9-11). En cuanto modelo de dirigente eclesial, Tito recibe instrucciones sobre cuál ha de ser su conducta respecto a los falsos maestros y su mensaje. 9. genealogías: La referencia es incierta. En 1 Tim. 1,4 esta palabra va acompañada por «fábulas» en un contexto negativo; el gnosticismo del s. II desarrolló extensos relatos de familias de eones divinos dentro de la «plenitud» (de la divinidad), disputas legales: Los cristianos judíos conservadores seguían presionando a favor de la plena aplicabilidad de la ley.
24 (V) Cuestiones prácticas y bendición conclusiva (3,12-15). Sobre la geografía y los movimientos temporales atribuidos a Pablo, → 5 supra. 12. Artemas: No se le menciona en ningún otro lugar. Tíquico: Aparece en varios textos como compañero de Pablo (Hch 20,4; Col 4,7; Ef 6,21; 2 Tim 4,12). 13. Zenón: No se le menciona en ningún otro lugar. Apolo: Posiblemente es la misma persona que el compañero más bien independiente de Pablo (1 Cor 1,12; 3,4-6). 14. a sus necesidades urgentes: Probablemente irónico. Las necesidades verdaderamente «urgentes» no son las preocupaciones corporales, sino las exigencias de una vida ética cristiana. 15. te saludan: La fórmula final prevé que el auditorio de la carta no se limite a Tito, sino que sea más amplio. Col, 1 Tim y 2 Tim utilizan la misma bendición final, pero omiten la palabra «todos».
Fuente: Nuevo Comentario Biblico San Jeronimo
BD60(1) Si es correcto el texto que omite a καί entre ἀρχαῖς y ἐξουσίας, entonces debe sobreentenderse, en vista del siguiente asíndeton: gobernantes y autoridades.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
[6] No hablar de manera malvada.
[7] Los mandamientos de la Torah son eternos.
[8] No la variedad hecha por hombres, sino los mandamientos prescritos por la Torah.
[9] Peshitta.
[10] Pablo dice que debemos estar practicando la Torah, y no reñir sobre ella con otros.
[11] Principio de Torah de poner a alguien fuera del campamento, para permitir que tuviera una temporada o época de arrepentimiento y restauración.
Fuente: Escrituras del Nombre Verdadero