Biblia

Comentario de Tito 3:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Tito 3:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque en otro tiempo nosotros también éramos insensatos, desobedientes, extraviados. Estábamos esclavizados por diversas pasiones y placeres, viviendo en malicia y en envidia. Eramos aborrecibles, odiándonos unos a otros.

3:3 — Como hubo siete virtudes en los versículos 1 y 2, ahora en el 3 hay siete vicios.

— «Porque». Ahora se introduce una razón de por qué debe el cristiano vivir según las instrucciones de los versículos 1,2.

— «nosotros también éramos en otro tiempo». Los cristianos deben reflexionar sobre la pasada manera de vivir, para así tener la conducta descrita en los versículos 1,2. Ellos son ejemplos ante el mundo de la gracia de Dios en los hombres. Además de eso, al recordar los cristianos cómo habían sido ellos antes de su conversión, ahora habrá menos peligro de que vuelvan a ello.

— «insensatos». Es decir, sin comprensión, ignorantes. Literalmente, sin mente. La misma palabra griega aparece en 1Ti 6:9 (necias). Véanse también Rom 1:21; 1Co 2:14; Efe 4:18. El inconverso actúa sin inteligencia. Véase Pro 1:7.

— «rebeldes» Véase 1:16, comentarios. La misma palabra griega aparece en Luc 1:17 (rebeldes); Hch 26:19 (rebelde); Rom 1:30 (desobedientes); 2Ti 3:2 (desobedientes).

— «extraviados». Más bien, «engañados» (ASV.; Mod.). La misma palabra griega aparece en 2Ti 3:13, donde nuestra versión dice, «engañando». El hombre que presume de «libre» ignora el hecho de que en realidad es esclavo del pecado. Véase NOTAS SOBRE 2 Peter, 2:19, comentarios. El engañado desde luego anda descarriado, o extraviado. El pecado le engaña, haciéndole creer que en él hay satisfacción, pero todo es una ilusión. Compárese 2Sa 13:14. El engaño viene a la persona «insensata».

— «esclavos de concupiscencias y deleites diversos». El pecado reina en su vida (pero no en la del cristiano, Rom 6:12). Es su amo; él es su esclavo. Su vida está dominada por la concupiscencia y el deleite. Busca nada más satisfacer o agradar los sentidos físicos (igual que lo hacen los animales). La palabra griega para decir «concupiscencia» aparece también en 2Ti 2:22 (pasiones) y en 3:6 (concupiscencias). Sobre la palabra «deleites», véanse Luc 8:14 (placeres); Stg 4:1 (pasiones); 2Pe 2:13 (delicia).

— «viviendo en malicia y envidia». El verbo griego significa guiar o pasar por, pasar tiempo. Se implica la palabra «vivir». La idea es la de pasar tiempo (en la vida) en estas cosas. La misma palabra griega aparece en 1Ti 2:2 (vivamos). Allí otras versiones dicen: «Sigamos llevando una vida» (N.M.); «llevemos una vida» (JTD.), «llevemos vida» (P.B.).

La palabra griega para «malicia» aparece también en Rom 1:29 (malignidades); Efe 4:31; Stg 1:21.

Sobre la palabra «envidia», nótese que el amor no tiene envidia (1Co 13:4). Pero el mundo inconverso no ama, sino aborrece. Dice Pro 14:30 que «la envidia es carcoma de los huesos». La Biblia está repleta de casos de hombres que tuvieron envidia, pero siempre con consecuencias amargas. (Por ejemplo, la muerte de Abel; la venta de José a la esclavitud; la rebelión de Coré; la crucifixión de Jesús, Mat 27:18).

— «aborrecibles». Son personas detestables, repulsivas; sólo sirven a sus propios intereses.

Los padres que consienten a sus niños producen adultos que serán «aborrecibles», porque serán egoístas. Serán todo menos amorosos. Para mí es triste ver al niño consentido por sus padres. Es caso de una tragedia esperando su realización. Ya una vez grande, ese niño no sabrá amar, y chocará continuamente con otros iguales a él. Entonces se realizará lo que se expresa en la frase, «aborreciéndose unos a otros».

— «y aborreciéndonos unos a otros». Este es el resultado de vivir juntos los aborrecibles. El odio produce odio. Miserable es el estado del pecador no regenerado (Rom 7:24).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

nosotros también éramos. Rom 3:9-20; 1Co 6:9-11; Efe 2:1-3; Col 1:21; Col 3:7; 1Pe 4:1-3.

en otro tiempo necios, o insensatos. Pro 1:22, Pro 1:23; Pro 8:5; Pro 9:6.

rebeldes. Mat 21:29; Hch 9:1-6; Hch 26:19, Hch 26:20; Efe 2:2; 1Pe 1:14.

extraviados. Isa 44:20; Abd 1:3; Luc 21:8; Gál 6:3; Stg 1:26; Apo 12:9; Apo 13:14.

esclavos de concupiscencias. Jua 8:34; Rom 6:17, Rom 6:22.

viviendo en malicia y envidia. Rom 1:29-31; 2Co 12:20; 2Ti 3:2, 2Ti 3:3.

y aborreciéndonos unos a otros. Sal 36:2; Apo 18:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Pablo provee otro motivo para las buenas obras al explicar lo racional de la vida cristiana. Los creyentes deben supuestamente tratar a otros de la manera en que Dios en su gracia los trató cuando estaban involucrados en la actividades perversas que se citan en este versículo (Rom 5:8).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

nosotros también. No significa que todo creyente haya cometido todos los pecados listados aquí, sin más bien que antes de la salvación toda vida es caracterizada por esos pecados. Esta verdad debería hacer humildes a los creyentes en su trato con los no salvos, incluidos aquellos que son inmorales o impíos en gran manera. Si no fuera por la gracia de Dios hacia los suyos, todos ellos serían malvados y estarían perdidos sin remedio. Vea la nota sobre 1Pe 3:15; cp. 2Ti 2:25. Para otras listas de pecados, vea Rom 1:18-32; 1Co 6:9-10; Gál 5:19-21; Efe 4:17-19.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:3 — Como hubo siete virtudes en los versículos 1 y 2, ahora en el 3 hay siete vicios.
–«Porque». Ahora se introduce una razón de por qué debe el cristiano vivir según las instrucciones de los versículos 1,2.
–«nosotros también éramos en otro tiempo». Los cristianos deben reflexionar sobre la pasada manera de vivir, para así tener la conducta descrita en los versículos 1,2. Ellos son ejemplos ante el mundo de la gracia de Dios en los hombres. Además de eso, al recordar los cristianos cómo habían sido ellos antes de su conversión, ahora habrá menos peligro de que vuelvan a ello.
–«insensatos». Es decir, sin comprensión, ignorantes. Literalmente, sin mente. La misma palabra griega aparece en 1Ti 6:9 (necias). Véanse también Rom 1:21; 1Co 2:14; Efe 4:18. El inconverso actúa sin inteligencia. Véase Pro 1:7.
–«rebeldes» Véase 1:16, comentarios. La misma palabra griega aparece en Luc 1:17 (rebeldes); Hch 26:19 (rebelde); Rom 1:30 (desobedientes); 2Ti 3:2 (desobedientes).
–«extraviados». Más bien, «engañados» (ASV.; Mod.). La misma palabra griega aparece en 2Ti 3:13, donde nuestra versión dice, «engañando». El hombre que presume de «libre» ignora el hecho de que en realidad es esclavo del pecado. Véase NOTAS SOBRE 2 Peter, 2:19, comentarios. El engañado desde luego anda descarriado, o extraviado. El pecado le engaña, haciéndole creer que en él hay satisfacción, pero todo es una ilusión. Compárese 2Sa 13:14. El engaño viene a la persona «insensata».
–«esclavos de concupiscencias y deleites diversos». El pecado reina en su vida (pero no en la del cristiano, Rom 6:12). Es su amo; él es su esclavo. Su vida está dominada por la concupiscencia y el deleite. Busca nada más satisfacer o agradar los sentidos físicos (igual que lo hacen los animales). La palabra griega para decir «concupiscencia» aparece también en 2Ti 2:22 (pasiones) y en 3:6 (concupiscencias). Sobre la palabra «deleites», véanse Luc 8:14 (placeres); Stg 4:1 (pasiones); 2Pe 2:13 (delicia).
–«viviendo en malicia y envidia». El verbo griego significa guiar o pasar por, pasar tiempo. Se implica la palabra «vivir». La idea es la de pasar tiempo (en la vida) en estas cosas. La misma palabra griega aparece en 1Ti 2:2 (vivamos). Allí otras versiones dicen: «Sigamos llevando una vida» (N.M.); «llevemos una vida» (JTD.), «llevemos vida» (P.B.).
La palabra griega para «malicia» aparece también en Rom 1:29 (malignidades); Efe 4:31; Stg 1:21.
Sobre la palabra «envidia», nótese que el amor no tiene envidia (1Co 13:4). Pero el mundo inconverso no ama, sino aborrece. Dice Pro 14:30 que «la envidia es carcoma de los huesos». La Biblia está repleta de casos de hombres que tuvieron envidia, pero siempre con consecuencias amargas. (Por ejemplo, la muerte de Abel; la venta de José a la esclavitud; la rebelión de Coré; la crucifixión de Jesús, Mat 27:18).
–«aborrecibles». Son personas detestables, repulsivas; sólo sirven a sus propios intereses.
Los padres que consienten a sus niños producen adultos que serán «aborrecibles», porque serán egoístas. Serán todo menos amorosos. Para mí es triste ver al niño consentido por sus padres. Es caso de una tragedia esperando su realización. Ya una vez grande, ese niño no sabrá amar, y chocará continuamente con otros iguales a él. Entonces se realizará lo que se expresa en la frase, «aborreciéndose unos a otros».
–«y aborreciéndonos unos a otros». Este es el resultado de vivir juntos los aborrecibles. El odio produce odio. Miserable es el estado del pecador no regenerado (Rom 7:24).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA DOBLE DINÁMICA

Tito 3:3-7

Porque nosotros también éramos en un tiempo insensatos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda clase de deseos y placeres, viviendo en malicia y envidia, detestables y detestándolo todo y a todos. Pero cuando apareció la bondad y el amor a la humanidad de Dios nuestro Salvador, nos salvó, no porque hubiéramos obrado nosotros con justicia, sino por Su sola misericordia. Ese acto salvífico se nos aplicó eficazmente por medio del lavatorio por el cual nos vienen el nuevo nacimiento y la renovación que son la obra del Espíritu Santo Que ha sido derramado sobre nosotros mediante Jesucristo nuestro Salvador. Y la finalidad de todo esto era que volviéramos a estar en la debida relación con Dios por medio de Su gracia, y entrar así en posesión de la vida eterna que se nos ha enseñado a esperar.

La dinámica de la vida cristiana es doble.
Procede en primer lugar de la convicción del converso cristiano de no haber sido en el pasado en nada mejor que sus prójimos paganos. La bondad cristiana no le hace a uno orgulloso, sino agradecido. No mira a los demás con desprecio; dice, como Whitefield al ver a un criminal que llevaban a la horca: » Ese, si no fuera por la gracia de Dios, sería yo.»
Procede de la convicción de lo que Dios ha hecho por la humanidad en Jesucristo. Tal vez no haya otro pasaje en el Nuevo Testamento que presente de una manera tan resumida, y sin embargo tan completa como este, la obra de Cristo por los hombres. Hay aquí siete Hechos sobresalientes acerca de esa obra.
(i) Jesús nos puso en una nueva relación con Dios. Hasta que Él vino, se creía que Dios era el Rey al Que todos temían, el Rey ante Quien todo el mundo se encogía de terror, el Potentado al Que solo se podía considerar con miedo. Jesús vino a decirles a los hombres que Dios es el Padre que tiene el corazón abierto y los brazos extendidos de amor. Vino a hablarles, no de la justicia que los perseguiría por siempre jamás, sino del amor que no los abandonaría nunca.
(ii) El amor y la gracia de Dios son dones que nadie podría ganarse nunca; solo se pueden aceptar con perfecta confianza y con un naciente amor. Dios les ofrece Su amor a los hombres solamente por la incalculable bondad de Su corazón, y el cristiano no piensa nunca en lo que ha ganado, sino en lo que Dios le ha dado. La clave de la vida cristiana debe ser siempre una gratitud admirada y humilde, nunca una orgullosa autosatisfacción. Todo el proceso se debe a dos grandes cualidades de Dios.
Es debido a Su bondad. La palabra original es jréstótés, que quiere decir benignidad. Quiere decir ese espíritu que, por pura bondad, está siempre dispuesto a dar todo lo que sea necesario. Jréstótés es la amabilidad que todo lo abarca y abraza, que se manifiesta no solo en un sentimiento cálido sino también en una actitud siempre generosa.

Es debido al amor de Dios a los hombres. La palabra original es filanthrópía, que se define como el amor al ser humano en cuanto tal. Los griegos apreciaban mucho esta hermosa palabra. La usaban refiriéndose a la amabilidad de un hombre bueno hacia sus semejantes, a la generosidad de un rey bueno hacia sus súbditos, a la activa compasión de un hombre caritativo hacia los que estaban en cualquier angustia, y especialmente a la compasión que movía a un hombre a redimir a un semejante que había caído cautivo.

Detrás de todo esto no hay mérito alguno por parte del hombre, sino solo la benigna amabilidad y el amor universal del corazón de Dios.

(iii) El amor y la gracia de Dios se transmiten a la humanidad por medio de la Iglesia. Nos llegan a través del sacramento del Bautismo. Esto no es decir que no puedan venir de otra manera, porque Dios no Se encuentra limitado por Sus sacramentos; pero la puerta al amor y a la gracia siempre está abierta en Su Iglesia. Cuando pensamos en el Bautismo de los primeros días de la Iglesia debemos recordar que los que eran bautizados eran hombres y mujeres Hechos y derechos que llegaban directamente del paganismo. Dejaban deliberadamente una forma de vida para asumir otra. Cuando Pablo escribe a la iglesia corintia dice: «Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados» (1 Corintios 6: Il ). En la carta a los Efesios les dice que Jesucristo tomó por Esposa a la Iglesia «para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la Palabra» (Ef 5:26 ). En el Bautismo venía el poder purificador, recreador, de Dios.

En relación con esto Pablo usa dos palabras.
Habla del nuevo nacimiento (palinguenesía). Aquí tenemos una palabra que tenía muchas asociaciones. Cuando se recibía un prosélito en la comunidad judía, después de ser bautizado se le trataba como si fuera un bebé. Era como si acabara de nacer otra vez, y la vida empezara para él de nuevo. Los pitagóricos usaban esta palabra frecuentemente. Creían en la reencarnación, en que los hombres vuelven a la vida de muchas maneras hasta que son aptos para ser liberados. Cada retorno era un nuevo nacimiento. Los estoicos también usaban esta palabra. Creían que el mundo se destruía en una gran conflagración cada tres mil años para renacer después de nuevo, un

mundo nuevo. Cuando se entraba en las religiones misteriosas se decía que se había » nacido de nuevo para la eternidad.» Lo importante es que cuando uno acepta a Cristo como Salvador y Señor, la verdadera vida empieza para él. Hay una calidad nueva en la vida que solo se puede expresar diciendo que se ha experimentado un nuevo y superior nacimiento.
Habla de una renovación. Es como si la vida estuviera desgastada; y, cuando una persona descubre a Cristo, tiene lugar un acto de renovación, que no se consuma en un momento de tiempo sino que se repite cada día.

CAUSA Y EFECTO

Tito 3:3-7 (conclusión)

(iv) El amor y la gracia de Dios se transmiten a la humanidad por medio de la Iglesia, porque en ella actúa todo el poder del Espíritu Santo. Toda la obra de la Iglesia, todas sus palabras, todos sus sacramentos serían inoperantes si no fuera por el poder del Espíritu Santo. Por muy excelentemente que esté organizada una iglesia, por muy espléndidas que sean sus ceremonias, por muy hermosos que sean sus edificios, todo sería ineficaz sin ese poder. La lección está clara. El avivamiento no viene a la Iglesia de una creciente eficacia en la organización, sino de esperar en Dios. No es que la eficacia no sea necesaria; pero no hay eficacia que pueda insuflar vida en un cuerpo del que se ha apartado el Espíritu.
(v) El efecto de todo esto es triple. Trae el perdón de los pecados pasados. En Su misericordia, Dios no nos los tiene en cuenta. Una vez había un hombre lamentándole lúgubremente sus pecados a Agustín. » ¡Pero, hombre -le dijo Agustín-, deja ya de contemplar tus pecados, y pon tu mirada en Dios!» No es que uno no deba estar arrepentido de sus pecados toda su vida, sino que su mismo recuerdo debería moverle a maravillarse de la misericordia perdonadora de Dios.

(vi) El efecto es también la vida presente. El Cristianismo no limita su oferta a las bendiciones del mundo venidero; ofrece a cada cual aquí y ahora una vida de una calidad que no había conocido antes. Cuando Cristo entra en la vida, empieza a vivir de veras por primera vez.
(vii) Por último, está la esperanza de cosas aún mayores. Los cristianos son personas para las que lo mejor está todavía por venir; saben que, por muy maravillosa que sea la vida presente con Cristo, la vida venidera lo será incalculablemente más. Los cristianos conocen la maravilla de que sus pecados hayan sido perdonados, la emoción de la vida presente con Cristo, y la esperanza de una vida más plena por venir.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

1Co 6:10-11; Efe 2:2-4; Efe 5:8; 1Pe 4:3.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El evangelio contrastado con el paganismo

Pablo contrasta a menudo en las cartas lo que los cristianos eran antes de su conversión con su nuevo potencial en Cristo. El v. 3 pone atención al pasado. La lista de inmoralidades que están enumeradas como típicas de la experiencia precristiana pueden parecer un poco exageradas. Pero hay evidencia de estas debilidades en la experiencia preconversión de todos los cristianos, y vestigios que aún permanecen tiempo después. Insensatos señala a una falta de comprensión espiritual; desobediencia y extravío se ven en las relaciones de los seres humanos con Dios, y la totalidad de la vida es encuadrada y resumida como la de un esclavo de pa siones y placeres. Es importante reconocer la naturaleza del estilo de vida precristiana a fin de ver más vívidamente el cambio que el cristianismo trae. Se llegó al clímax por la multiplicación del odio, que sirve como un trasfondo contra el cual se describe el amor de Dios.

En la declaración teológica de los vv. 4-7 Pablo menciona lo que la bondad y el amor de Dios han hecho para contrarrestar el incremento del odio del mundo natural. El foco primario del amor de Dios está en la venida y misión de Cristo, pero en este contexto el énfasis está en la experiencia cristiana del amor. Al hablar de Dios como nuestro salvador, Pablo puede contrastar a Dios con el emperador a quien en el mundo contemporáneo algunas veces le fue dado el título de salvador. Pero a la luz de 2:11-14 es más probable que tenga en mente la salvación cristiana en toda esta sección. En el v. 5 Pablo arraiga la salvación en la misericordia de Dios, y no en esfuerzo humano (la justicia aquí significa lo que se logra por las obras de la ley), consistente aquí con su enseñanza en otros lugares (especialmente en Rom.).

Hay mucho debate sobre la expresión por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo (v. 5). Esta combinación de términos presenta el doble aspecto de la salvación cristiana. La regeneración es la entrada a una nueva vida, y la renovación es el resultado de la nueva vida misma. Lo primero puede comprenderse como relacionándose con la conversión, y lo segundo con la dádiva del Espíritu Santo. Aquí hay mucho que decir acerca de la comprensión de la regeneración en el sentido en el cual se encuentra en la enseñanza de Jesús (Juan 3:5). Ha habido diferencia de opinión sobre la interpretación del lavamiento, ya que no todos lo ven como una referencia a la conversión. Podría referirse sólo al bautismo, y en tal caso ambos términos podrían referirse a lo que se efectúa en el bautismo por el Espíritu Santo. O podría tomarse como una referencia metafórica al lavamiento espiritual.

El v. 6 es claramente una alusión al derramamiento del Espíritu Santo en el Pentecostés. Al reflexionar Pablo en su propia experiencia y la de sus asociados (nótense las palabras sobre nosotros) está sorprendido por la generosidad del don. El Espíritu nunca está dado en una forma mezquina. Se arroja luz sobre la triple actividad de Dios, la de Jesucristo nuestro Salvador y la del Espíritu Santo.

Pablo concluye esta breve declaración teológica con una referencia a la justificación. Típicamente Pablo enfatiza el hecho de que la justificación es por gracia, ya que éste es uno de sus temas fa voritos. Esta doctrina se refiere esencialmente a nuestra nueva relación con Dios y apunta a nuestro futuro. Otro de los temas de Pablo pone de manifiesto nuestra herencia, y aquí él se concentra en la vida eterna. La llama una esperanza en el sentido de algo que es cierto.

Esta sección finaliza con la fórmula fiel es esta palabra (v. 8) la cual debe relacionarse con la declaración teológica recién considerada. Pero esto es seguido por un pedido a Tito a enfatizar estas cosas, que es mejor tomarlo como refiriéndose a todo lo que Pablo ha escrito en la carta. El está muy interesado por alcanzar un resultado práctico, una cuidadosa devoción a hacer buenas obras. La implicación es que una sana base teológica es indispensable para acciones justas. Hay cierta ambigüedad acerca del significado de estas cosas al fin del v. 8. Si ellas son las mismas cosas como en la parte anterior del versículo, se referirían a las verdades esenciales del evangelio. Pero si significan un contraste con lo estéril de la falsa enseñanza, pueden ser las buenas obras de los creyentes. Desde que el énfasis en el v. 9 está en contiendas necias, parecería que la primera interpretación es lo más probable.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

g 98 Efe 2:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

3 (1) Debemos recordar que en naturaleza éramos iguales a los demás y vivíamos en la condición caída; por lo tanto, debemos ser comprensivos con la vida miserable que llevan, y orar por la salvación de ellos ( 1Ti_2:1 , 1Ti_2:4).

3 (2) O, deseos y placeres.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

esclavizados… Gr. douleúo = servir como o hacer oficio de esclavo → §273.

Fuente: Biblia Textual IV Edición