Comentario de Tito 3:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo,
3:5 — «nos salvó». Dios comenzó a salvar en realidad al hombre perdido (del pasado y del futuro) cuando su bondad envió a su Unigénito Hijo a morir por nosotros. Había prometido esta salvación desde tiempos remotos (Gén 3:15), pero ahora se hizo una realidad. — «no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho». Buena es la traducción que dice, «no en virtud de obras que hubiéramos hecho en justicia» (B.A.). El texto griego dice: «en justicia», no «de justicia». El hombre no se encuentra salvo en virtud de obras que él haya hecho en la esfera de la justicia. Ningún hombre salvo lo es legalmente. Este versículo concuerda con lo que dice Pablo en Efe 2:8-9, «sois salvos… no por obras». La salvación (vida espiritual) según la ley de Moisés dependía de perfección de obras de parte del hombre (Rom 10:5), pero ninguno bajo la ley la guardó perfectamente bien (Gál 3:10; Gál 3:12; Gál 5:3). Sencillamente el hombre pecador no puede salvarse a sí mismo.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
no por obras de justicia. Job 9:20; Job 15:14; Job 25:4; Sal 143:2; Isa 57:12; Luc 10:27-29; Rom 3:20, Rom 3:28; Rom 4:5; Rom 9:11, Rom 9:16, Rom 9:30; Rom 11:6; Gál 2:16; Gál 3:16-21; Efe 2:4, Efe 2:8, Efe 2:9; 2Ti 1:9.
sino por su misericordia. Tit 3:4; Sal 62:12; Sal 86:5, Sal 86:15; Sal 130:7; Miq 7:18; Luc 1:50, Luc 1:54, Luc 1:72, Luc 1:78; Efe 1:6, Efe 1:7; Heb 4:16; 1Pe 1:3; 1Pe 2:10.
por el lavamiento de la regeneración. Jua 3:3-5; 1Co 6:11; Efe 5:26; 1Pe 3:21.
y por la renovación en el Espíritu Santo. Sal 51:10; Rom 12:2; Efe 4:23; Col 3:10; Heb 6:6.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
no por obras de justicia: Debido a que Pablo ha exhortado a Tito a que enfatice las buenas obras en su ministerio con los cretenses, desea aclarar que las obras no sirven para salvar a una persona. En lugar de eso, solamente basándose en la misericordia de Dios es que se nos libera de la culpa de nuestro pecado.
lavamiento de la regeneración: Esta frase se refiere a la obra del Espíritu Santo, quien puede hacer nueva a una persona por la purificación de la regeneración (el nuevo nacimiento). Esta nueva naturaleza es el fundamento para vivir la vida cristiana y ejecutar buenas acciones.
renovación en el Espíritu Santo: El proceso continuo del vivir cristiano lo facilita el Espíritu Santo, lo que da como resultado el crecimiento del carácter y las buenas obras.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
EL LAVAMIENTO DE LA REGENERACIÓN. Esto se refiere al nuevo nacimiento de los creyentes, ilustrado de modo simbólico en el bautismo cristiano (véase el ARTÍCULO LA REGENERACIÓN, P. 1455. [Jua 3:3]). «La renovación en el Espíritu Santo» indica la comunicación constante de la vida divina a los creyentes a medida que le rinden la vida a Dios (cf. Rom 12:2).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
no por obras. La salvación nunca ha sido por obras (vea Efe 2:8-9; cp. Rom 3:19-28). por su misericordia. Cp. Efe 2:4; 1Ti 1:13; 1Pe 1:3; 1Pe 2:10. lavamiento de la regeneración. Vea las notas sobre Eze 36:25-31; Efe 5:26-27; Stg 1:18; 1Pe 1:23. La salvación trae a los creyentes limpieza divina del pecado y el regalo de una vida nueva, generada por el Espíritu, investida de poder por el Espíritu y protegida por el Espíritu, como hijos propios y herederos de Dios (v. Tit 3:7). Este es el nuevo nacimiento (cp. Jua 3:5; 1Jn 2:29; 1Jn 3:9; 1Jn 4:7; 1Jn 5:1). la renovación en el Espíritu Santo. Cp. Rom 8:2. Él es el agente de «la regeneración».
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
3:5 — «nos salvó». Dios comenzó a salvar en realidad al hombre perdido (del pasado y del futuro) cuando su bondad envió a su Unigénito Hijo a morir por nosotros. Había prometido esta salvación desde tiempos remotos (Gén 3:15), pero ahora se hizo una realidad.
–«no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho». Buena es la traducción que dice, «no en virtud de obras que hubiéramos hecho en justicia» (B.A.). El texto griego dice: «en justicia», no «de justicia». El hombre no se encuentra salvo en virtud de obras que él haya hecho en la esfera de la justicia. Ningún hombre salvo lo es legalmente. Este versículo concuerda con lo que dice Pablo en Efe 2:8-9, «sois salvos… no por obras». La salvación (vida espiritual) según la ley de Moisés dependía de perfección de obras de parte del hombre (Rom 10:5), pero ninguno bajo la ley la guardó perfectamente bien (Gál 3:10; Gál 3:12; Gál 5:3). Sencillamente el hombre pecador no puede salvarse a sí mismo.
Pero las «obras» de esta frase que estamos comentando no han de ser confundidas con las condiciones del evangelio que tienen que ser obedecidas. Hay algo que hacer para ser salvo. Nótese la palabra «hacer» en los casos de conversión en Hechos (2:37,38; 9:6; 16:30,31; 22:10,16). Véanse también Heb 5:8-9; Rom 1:5 y 16:26. La fe tiene que obedecer para que salve (Stg 2:24). Cuando el pecador cree en Jesucristo, se arrepiente de sus pecados, confiesa su fe en Cristo, y es bautizado para el perdón de sus pecados, ¡no está haciendo obras en la justicia! ¡Está obedeciendo al evangelio, y no tiene nada de qué gloriarse!
–«sino por su misericordia». Véanse el ver. 4, último comentario, y 2:11, comentario sobre «gracia».
Si la salvación fuera merecida por la perfección de obras de parte del hombre, sería cosa de deuda de parte de Dios (Rom 4:4). Pero todos han pecado (Rom 3:23). La salvación no puede ser por obras perfectas que hayamos hecho. Tiene que ser por la misericordia (gracia, amor, bondad) de Dios. Por eso es un don, o dádiva (Efe 2:8).
–«por el lavamiento de la regeneración». Dios emplea el baño que trae regeneración. Mandó el bautismo en Cristo (Mar 16:16; Jua 3:3; Jua 3:5; Hch 2:38; Hch 22:16; Rom 6:3-4; 1Co 12:13; Gál 3:26-27; Efe 5:26; Col 2:12; Heb 10:22; 1Pe 3:21; Apo 1:5).
La palabra griega, aquí traducida «lavamiento», aparece una vez más, en Efe 5:26. La iglesia de Cristo es el conjunto de personas que han sido purificadas en el lavamiento del agua del bautismo, según la Palabra nos enseña. Aparte del bautismo en Cristo, no hay otra «agua» que tenga que ver con el «lavamiento».
Este lavamiento se llama «de regeneración» porque cuando la persona es bautizada en Cristo, nace de nuevo. Llega a ser «nueva criatura» que ahora anda en novedad de vida (Jua 3:3; Jua 3:5; 2Co 5:10; Rom 6:4). La palabra griega para decir «regeneración» se encuentra solamente aquí, y en Mat 19:28. Ya estamos en el tiempo de la regeneración, porque ahora es cuando los hombres por el evangelio pueden llegar a ser regenerados (hechos vivos de nuevo). Se sigue, pues, que los apóstoles están juzgando ahora en sus doce tronos. (Nos juzgan por sus escrituras, Hch 2:42).
Jesús hizo al bautismo parte de la justicia (Mat 3:14-15).
–«y por la renovación en el Espíritu Santo». Debe leerse, «del Espíritu Santo». Así dicen el texto griego y las versiones ASV.; L.A.; Mod.; H.A.; P.B.; NVI.; N.C.; etc. No hay nada en esta frase que apunte a bautismo, u otra cosa, en el Espíritu Santo. El Espíritu Santo renueva; lo hace por medio del mensaje que inspiró. Es por la instrucción de El que somos bautizados en un mismo cuerpo, la iglesia de Cristo (1Co 12:13). Esta renovación es de él. Es efectuada por él.
La palabra griega para decir «renovación» aparece solamente aquí y en Rom 12:2. La mente es renovada cuando la persona se sujeta a la enseñanza inspirada. Instruido por el Nuevo Testamento, el creyente obedece al evangelio, y así llega a ser nueva criatura (Rom 6:4; 2Co 5:17). El proceso de renovación sigue su marcha durante la vida del cristiano (Col 3:10; 2Co 4:16).
Este pasaje no enseña la doctrina llamada «la regeneración bautismal» del catolicismo y del luteranismo. El bautismo no es ningún «sacramento» con méritos en sí. El bautismo solo no salva (como tampoco la fe sola, o el arrepentimiento solo, etc.). Pero tampoco enseña el Nuevo Testamento la doctrina de muchas iglesias llamadas «evangélicas» de que el bautismo no es esencial para la salvación. (Véanse de nuevo los pasajes dados arriba en el primer comentario sobre «el lavamiento de la regeneración»).
Tampoco es el bautismo un mero «símbolo exterior de una gracia interior», como los bautistas y otros lo llaman. En el bautismo se apropia la sangre de Cristo, porque solamente en el bautismo somos «sepultados juntamente con él para muerte» (Rom 6:4; Col 2:12). El agua literal no lava pecados, pero ¡tampoco la sangre literal! El bautismo salva (1Pe 3:21) cuando el bautizado es sepultado juntamente con Cristo en su muerte. Es la muerte de Cristo en la cruz lo que hace posible que Dios nos salve (perdone) (Efe 1:7).
Es interesante notar lo copioso que son los comentarios sectarios sobre este versículo. O enseñan que el bautismo es meramente un cuadro o símbolo de salvación (pero no esencial para la salvación, pues ella es por la fe sola, dicen), o que el pasaje enseña «la regeneración bautismal». Casi todos niegan que el bautismo es inmersión. Tienen que usar de mucha «explicación» y rodeo para evitar la fuerza obvia de este pasaje, y para no tener expuestas sus propias prácticas y creencias no bíblicas.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Efe 2:8-9; Efe 5:26; 2Ti 1:9; Jua 3:5.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “el baño del renacimiento”. Lit.: “baño de regeneración”. Gr.: lou·tróu pa·lin·gue·ne·sí·as; lat.: la·vá·crum re·ge·ne·ra·ti·ó·nis. Compárese con Mat 19:28, n.
REFERENCIAS CRUZADAS
k 102 Rom 3:10; Gál 3:21
l 103 Deu 9:5; Dan 9:18; Rom 6:23
m 104 Sal 130:4; Rom 5:15; Rom 5:21; Rom 11:22
n 105 1Jn 1:7; 1Jn 2:2; Rev 1:5; Rev 7:14
ñ 106 Rom 5:18
o 107 Jua 3:5; Rom 8:14; Rom 8:23; 2Co 5:17; Heb 6:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
nos salvó…conforme a su misericordia. La salvación no es el resultado de obras o esfuerzos humanos, sino de la gracia y misericordia de Dios (Ef 2:8– 10).
lavamiento de la regeneración. Este pasaje se puede interpretar como el lavamiento espiritual que ocurre en la vida del creyente por medio del Espíritu Santo (cp. 2:14). Regeneración significa nuevo nacimiento.
Fuente: La Biblia de las Américas
5 (1) Es decir, obras de justicia, hechas en el elemento y la esfera de la justicia, lo cual denota obras genuinas de justicia. Aun esas obras de justicia no son suficientes para ser la base y la condición de nuestra salvación. Solamente el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo, los cuales nos traen la misericordia de Dios, son suficientes para hacer que seamos salvos.
5 (2) El v.11 del cap.2 dice que la gracia de Dios trae salvación al hombre, y el v. 7 de este capítulo dice que somos justificados por la gracia del Señor. Pero este versículo dice que Dios nos salvó conforme a Su misericordia. La misericordia de Dios va más lejos que Su gracia. Nuestra miserable condición creó un gran vacío entre nosotros y la gracia de Dios. Fue la misericordia de Dios la que creó un puente sobre este vacío y nos trajo a Su salvación de gracia. Véanse las notas 16 (2) de He 4 y 13 (2) de Mt 9.
5 (3) Lit, lavacro; para lavarse de la inmundicia.
5 (4) La palabra griega traducida regeneración es diferente de la palabra traducida regenerados en 1Pe_1:23. Mat_19:28 es el único versículo además de éste que usa este término, y allí se refiere a la restauración que tendrá lugar en el milenio (véase la nota 1). Aquí se refiere a un cambio de condición. Nacer de nuevo es el comienzo de este cambio. El lavamiento de la regeneración comienza con nuestro nuevo nacimiento y continúa con la renovación del Espíritu Santo, la cual es el proceso de la nueva creación, un proceso que nos hace un nuevo hombre. Es como restaurar, hacer algo nuevo, reconstruir algo con la vida. El bautismo ( Rom_6:3-5) , el despojarse del viejo hombre, el vestirse del nuevo hombre ( Efe_4:22 , Efe_4:24 Col_3:9-11), y la transformación por medio de la renovación de la mente ( Rom_12:2 ; Efe_4:23) están relacionados con este proceso maravilloso. El lavamiento de la regeneración elimina todas las cosas de la vieja naturaleza de nuestro viejo hombre, y la renovación del Espíritu Santo imparte algo nuevo -la esencia divina del nuevo hombre- a nuestro ser. En esto hay un traslado de un estado viejo a un estado totalmente nuevo, del estado de la vieja creación a la nueva. Por consiguiente, tanto el lavamiento de la regeneración como la renovación del Espíritu Santo están operando en nosotros continuamente a lo largo de nuestra vida hasta la culminación de la nueva creación.
5 (5) En 1 Timoteo se da énfasis a la iglesia ( 1Ti_3:15-16), en 2 Timoteo, a las Escrituras ( 2Ti_3:15-16), y en Tito se da énfasis al Espíritu Santo. La iglesia es la casa del Dios viviente, la cual expresa a Dios en la carne, y es columna y fundamento de la verdad, la realidad divina del gran misterio: Dios manifestado en la carne. La Escritura es el aliento de Dios; como tal, contiene y trasmite Su esencia divina para nutrirnos y equiparnos, a fin de hacernos completos y perfectos para que El nos pueda usar. El Espíritu Santo es la persona divina; El nos lava y nos renueva en el elemento divino para hacer de nosotros una nueva creación que tiene la naturaleza divina, a fin de que seamos herederos de Dios en Su vida eterna, los que heredan todas las riquezas del Dios Triuno.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
no por obras de justicia…sino…por el lavamiento de la regeneración. La salvación personal no se alcanza por medio de buenas obras, sino por la purificación del nuevo nacimiento.
la renovación en el [lit., del] Espíritu Santo significa o el acto inicial de la conversión o, más probablemente, la continua renovación por el Espíritu a lo largo de la vida del creyente. En todo caso, la salvación es obra de la gracia de Dios, no un premio por los actos meritorios del hombre.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R681 Αὐτοῦ está en posición atributiva (enfático: su -BD284[3]).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., en