Comentario de Zacarías 2:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Ea, ea! Huid de la tierra del norte, dice Jehovah, pues que os esparcí por los cuatro vientos de los cielos, dice Jehovah.
Eh, eh. Rut 4:1; Isa 55:1.
huid de la tierra. Zac 2:7; Gén 19:17; Isa 48:20; Isa 52:11, Isa 52:12; Jer 1:14; Jer 3:18; Jer 31:8; Jer 50:8; Jer 51:6; Jer 51:45, Jer 51:50; 2Co 6:16, 2Co 6:17; Apo 18:4.
os esparcí. Deu 28:64; Jer 15:4; Jer 31:10; Eze 5:12; Eze 11:16; Eze 12:14, Eze 12:15; Eze 17:21; Amó 9:9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
A pesar de que Babilonia estaba al este de Israel, los viajeros usualmente seguían el río Éufrates y se aproximaban a Israel desde el norte.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
HUID DE LA TIERRA DEL NORTE. Puede interpretarse esa orden de Zacarías de varias maneras diferentes.
(1) La reedificación del templo fue una señal para que más de los judíos exiliados salieran de Babilonia (v. Zac 2:7).
(2) Los profetas del AT también vieron un futuro retorno de los judíos al final de los tiempos, que culminará en el reino milenario (vv. Zac 2:7-9).
(3) Se puede aplicar eso a la presente época como un llamado a huir de la idolatría, la inmoralidad, la iniquidad, el ocultismo y las costumbres pecaminosas del sistema del mundo actual.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
os esparcí. Según el relato de 2Re 17:6, ellos fueron esparcidos desde el río Gozán, 320 km al O de Nínive, hasta Media, unos 480 km al E. Algunos de ellos se refugiaron en Moab, Amón, Edom y Egipto (cp. Jer 40:11-12; Jer 43:7).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
El profeta pasó del futuro distante (vv. Zac 2:4-5) al presente, con un llamado a los israelitas que seguían en Babilonia (identificada como la tierra del norte, cp. el v. Zac 2:7, debido a la dirección desde la cual invadió a Israel), para que huyeran antes de que Dios derramara su juicio sobre ella. Esto también implicaba un llamado en el futuro para salir de la Babilonia del futuro (cp. Apo 17:3-5; Apo 18:1-8).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Isa 49:19-20; Jer 31:27.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— el país del norte: Se trata, sin duda, de Babilonia que, aunque situada al este de Palestina, la invadía siempre por el norte (ver Jer 1:13-14; Jer 4:6; Jer 6:1; etc.).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 48:20; Jer 1:13-14.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
El oráculo. Este oráculo profético sigue suavemente después de las primeras tres visiones. Todas se han preocupado de trastrocar las fortunas tanto de Judá como de las naciones. Aquí se nos da un cuadro del primer paso hacia la restauración del pueblo: su liberación del exilio en Babilonia. En el año 520, por supuesto, muchos ya habían regresado. Pero muchos se quedaron atrás, y este oráculo les urge también a salir de Babilonia y volver al lugar donde Dios está restableciendo su morada.
En la primera parte (6-9), el profeta urge a los exiliados a salir de Babilonia inmediatamente ya que esa nación está por ser castigada (los despojadores pasarán a ser los despojados). Cuando esto ocurra ellos sabrán que Jehovah de los Ejércitos lo ha enviado. En la segunda parte (10, 11), se le dice al pueblo que el Señor está llegando y vivirá entre ellos en Jerusalén, donde muchas naciones se juntarán a ellos. También esto servirá como señal de que el mensaje que el profeta recibió provino de Dios (entonces conoceréis que Jehovah de los Ejércitos me ha enviado a ti). Sigue una última promesa en el v. 12 que Jehovah poseerá a Judá … y de nuevo escogerá a Jerusalén.
La promesa del v. 11a está enmarcada por lo repetido: habitaré en medio de ti, lo que forma una estructura quiástica. El estribillo de los vv. 9b y 11b (entonces conoceréis) enfatiza el interés de que Dios sea glorificado como resultado de sus acciones. Esto se encuentra también en 4:9 y 6:15. La expresión de nuevo escogerá a Jerusalén muestra la conexión entre este oráculo y la primera visión (véase 1:17) y sirve de eslabón con la cuarta visión (véase 3:2).
¡Ea, ea! (6, 7) es, sencillamente, una palabra para captar la atención de oyentes potenciales. Después que la Gloria me enviara a las naciones … (8) es un esfuerzo para entender una frase muy difícil: “después que la Gloria me envió [o él me envió] a las naciones … ” Otras sugerencias son que “Gloria” es un nombre para Dios mismo (cf. v. 5b) o, si no, una manera de aludir a la visión. El “me” se ha pensado que fuera Zacarías (quien no fue propiamente enviado a las naciones, sino sólo en una manera muy indirecta) o uno de los ángeles. Cualquiera que sea lo correcto, el interés principal es el establecer que lo que Dios ha dicho ante esta situación (por vía del ángel o vía de Zacarías) sea verdaderamente de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
NOTAS
(1) “Vientos.” Heb.: ru·jóhth, pl.; gr.: a·né·mon; lat.: vén·tos. Véase Gén 1:2, n: “Activa”.
REFERENCIAS CRUZADAS
g 53 Isa 11:12; Isa 11:16; Jer 1:14
h 54 Deu 28:64; Eze 5:12
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Huid de la tierra del norte. Es decir, Asiria y Babilonia, los opresores de Israel y Judá. Aunque Babilonia se encontraba al este de Palestina, por causa del desierto era necesario ir hacia el norte bordeando Mesopotamia para llegar a Jerusalén.
Fuente: La Biblia de las Américas
tierra del Norte… Esto es, Babilonia.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Esto es, Babilonia.
2.6 Lit, como a cuatro.