Comentario de Zacarías 3:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Después me mostró a Josué, el sumo sacerdote, el cual estaba delante del ángel de Jehovah; y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
Me mostró. Zac 1:9, Zac 1:13, Zac 1:19; Zac 2:3.
a Josué. Zac 8:1-23; Zac 6:11; Esd 5:2; Hag 1:1, Hag 1:12; Hag 2:4.
estaba delante de. Deu 10:8; Deu 18:15; 1Sa 6:20; 2Cr 29:11; Sal 106:23; Jer 15:19; Eze 44:11, Eze 44:15; Luc 21:36.
el ángel de Jehová. Gén 48:16; Éxo 3:2-6; Éxo 23:20, Éxo 23:21; Ose 12:4, Ose 12:5; Mal 3:1; Hch 7:30-38.
Satanás estaba. Job 1:6-12; Job 2:1-8; Sal 109:6; Luc 22:31; 1Pe 5:8; Apo 12:9, Apo 12:10.
para acusarle. Gén 3:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Bajo el tipo de Josué, el sumo sacerdote, recibe ropas de gala, Zac 3:1-5,
y un pacto de promesa, Zac 3:6-7,
y la promesa del Mesías como el Renuevo y la piedra angular, Zac 3:8-10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La cuarta visión nocturna, la limpieza de Josué el sumo sacerdote, describe cómo la nación de Israel se limpiará espiritualmente por el trabajo del Mesías.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Zacarías vio un tribunal celestial en el que Josué, representando el pueblo de Judá, estaba delante del ángel de Jehová y Satanás lo acusaba. Este no es el Josué que sucedió a Moisés, sino el sumo sacerdote que volvió a Jerusalén con los exiliados (llamado Jesúa en Esd 3:2).
Satanás: En hebreo es literalmente «el Satanás», que significa «el Acusador». El cuadro no es diferente de aquel de Job 1:1-22, donde Satanás está delante de Jehová haciendo acusaciones contra el pueblo que sigue a Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
JOSUÉ… Y SATANÁS ESTABA A SU MANO DERECHA PARA ACUSARLE. Josué estaba representando la nación de Israel delante de Dios. Satanás, «el adversario» (véase Mat 4:10, nota), estaba allí para oponérsele, lo que significa que los obstáculos y la oposición a la reedificación del templo en realidad venían de Satanás. Él sigue siendo el adversario de los creyentes, «el acusador de nuestros hermanos» (Apo 12:10), que procura engañarlos.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
3. Cuarta visión.
Rehabilitación del sumo sacerdote (1-5).
1 Y me hizo ver a Josué, el sumo sacerdote, que estaba en pie delante del ángel de Yahvé y tenia a su diestra a Satán para acusarle. 2 Y (el ángel de) Yahvé dijo a Satán: ¡Que Yahvé te reprima, oh Satán, que Yahvé te reprima, pues El ha elegido a Jerusalén! ¿No es por ventura ése un tizón que acaba de ser arrebatado a la hoguera? 3 Porque estaba Josué vestido de vestiduras inmundas, y así en pie delante del ángel. 4 Este mandó, hablando a los que estaban delante de él: Quitadle las vestiduras inmundas y vestidle las vestiduras de ceremonia, 5 y poned sobre su cabeza una tiara pura. Ellos pusieron la tiara sobre su cabeza y le vistieron de las vestiduras de ceremonia, y el ángel de Yahvé, puesto en pie, le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te he vestido de las vestiduras de ceremonia.
Después de anunciar el castigo de los pueblos opresores de Judá y la rehabilitación gloriosa de ésta, el profeta concreta en esta visión cómo debe organizarse la sociedad. Tres personajes intervienen en esta escena 1: el ángel de Yahvé, que preside la escena; el Sumo sacerdote Josué, que es presentado como un tizón que acaba de ser arrebatado de la hoguera (v.2), rescatado del exilio. Al lado de él aparece Satán o el Adversario, pues éste es significado específico de la palabra hebrea, y su oficio es probar a los hombres, acusándolos ante Yahvé2. En la escena que estudiamos parece que quiere oponerse a que se invista a Josué de nuevas vestiduras.
El sumo sacerdote simboliza aquí a la comunidad judía, que debe quitarse sus vestiduras inmundas, o vicios inveterados, y revestirse de otras nuevas, conforme a las exigencias de la nueva teocracia. Y particularmente, Josué simbolizaba la clase sacerdotal, cuya apostasía y olvido de sus deberes había sido causa principal del desvarío del pueblo y, en consecuencia, de la catástrofe nacional. En el nuevo estado de cosas, el sacerdocio debe aparecer purificado ante Yahvé, que se encargará de orillar las dificultades que puedan oponerse a la instauración del nuevo orden de cosas: Que Yahvé te reprima, ¡oh Satán! (símbolo de la oposición al pueblo elegido). (v.2). Es inútil que Satán se obstine en oponerse a la implantación de la nueva teocracia, pues Yahvé ha elegido a Jerusalén.
Pero esto exige un nivel de vida religiosamente incontaminado: por eso le quita las vestiduras inmundas, cambiándoselas por testiduras de ceremonia (v.4). Es la investidura solemne de Josué como sumo sacerdote, con lo que se indicaba la restauración oficial y plena de la clase sacerdotal con sus derechos y privilegios. Contra esta resurrección plena del sacerdocio, como base de la nueva teocracia, lucha Satán, que simboliza aquí a los enemigos del pueblo elegido. No debemos perder de vista que nos hallamos ante dramatizaciones ideales creadas por el profeta en función de ideas a expresar.
Promesa a Josué, sumo sacerdote (6-10).
6 El ángel de Yahvé conjuró a Josué, diciendo: Así habla “ Yahvé de los ejércitos: 7 Si andas por mis caminos y eres fiel a mi ministerio, administrarás también mi casa y guardarás mis atrios, y yo te daré puesto entre estos que están aquí. 8 Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti, pues son varones de presagio. He aquí que yo hago venir a mi siervo “Germen.” 9 Pues he ahí la piedra que yo he puesto ante Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos, y labraré yo mismo su escultura, dice Yahvé de los ejércitos, y aquel mismo día quitaré de la tierra la iniquidad. 10 Aquel día, dice Yahvé de los ejércitos, convidaréis cada uno a su vecino bajo la parra y bajo la higuera.
Una, vez revestido de atuendos de ceremonia sacerdotales, el ángel de Yahvé invita a Josué a ser fiel a su vocación de sacerdote, administrando la casa o templo de Yahvé; y como premio se le da un puesto entre los que están con el ángel de Yahvé (v.7). ¿Quiénes son estos misteriosos asistentes? La frase es oscura y, dado el ambiente angeológico apocalíptico del fragmento, parece se insinúa que Josué, como sumo sacerdote, tendrá una misión análoga a la de los ángeles, que rodean a Dios en el sagrado ministerio. A continuación el ángel de Yahvé se dirige enfáticamente a Josué y a sus compañeros que se sientan delante (v.8), e.d., sus colegas de inferior grado en el sacerdocio, y les dice que serán varones de presagio, en cuanto que simbolizan ahora la restauración plena del culto sacerdotal.
Después la atención de la escena se fija en otro personaje misterioso: He aquí que yo hago venir a mi siervo “Germen” (v.8b). ¿Quién es este Germen que aparece en plan paralelo con la clase sacerdotal, simbolizada en Josué? El contexto parece sugerir que ese Germen es Zorobabel, representante de la autoridad civil y principal promotor de la reconstrucción del templo. Por el v.9 se ve que la preocupación del profeta es el remate de la obra del templo, pues se habla de una piedra puesta por Dios ante Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos. Es la piedra cimera del templo, objeto de la especialísima solicitud de Yahvé (y labraré yo mismo su escultura). Esta piedra está bajo la protección de Dios. Los siete ojos simbolizan la atención extrema con que Yahvé la considera como objeto de su predilección 3.
Los anhelos del profeta eran la terminación del templo, lo que sería el preludio de los tiempos mesiánicos: aquel día quitaré de la tierra la iniquidad. Después sigue el consabido cuadro idílico de los tiempos mesiánicos: Aquel día convidaréis cada uno a su vecino bajo la parra y la higuera (v.10).
Se ha discutido el carácter mesiánico del fragmento. Unos autores entienden la palabra Germen en sentido estricto mesiánico directo, como si este vocablo designara expresamente al Mesías personal futuro 4. Estos autores alegan que la palabra Germen en otros textos proféticos designa al Mesías propiamente tal5. Por otra parte, Zacarías parece que habla del futuro, mientras que Zorobabel ya existía cuando hablaba; y, además, supone que al aparecer el Mesías vendrá la inauguración mesiánica: desaparecerá la iniquidad de la tierra (v.9).
No obstante, los que sostienen que aquí Germen se aplica a Zorobabel6 observan legítimamente que en Zac 6:12 la palabra Germen se aplica ciertamente a Zorobabel, que tiene por misión reedificar el templo. Por otra parte, el que el profeta hable en futuro es un artificio literario apocalíptico, y el hecho de que se presente la inauguración mesiánica después de terminarse el templo se ha de explicar por la falta de perspectiva histórica que es característica de la revelación profética.
No obstante, los autores católicos que sostienen que Germen aquí designa primariamente a Zorobabel le consideran como tipo del Mesías y aun su antepasado real. En Zac 6:12 se dice: “He aquí que el varón cuyo nombre es Germen (Zorobabel) y del cual se producirá germinación..” Sin duda que el profeta consideraba a Zorobabel como el anillo de una cadena que había de desembocar en el Mesías1. Zorobabel era uno de los grandes representantes de la dinastía davídica, y por su misión de reorganizador de la comunidad de repatriados del exilio era tipo del gran organizador de la nueva teocracia mesiánica definitiva.
1 El texto es oscuro; hemos preferido el de los LXX, como menos retocado. En el v.2, en vez de Yahvé, leemos con la mayoría ángel de Yahvé, exigido por el contexto, pues de lo contrario no podría explicarse que Yahvé dijera en tercera persona: “Que Yahvé te reprima.” – 2 Cf. Job 1:6; 1Cr 21:1. – 3 Hoonacker, siguiendo a Wellhausen, traduce, en vez de ojos del TM, caras; pero parece una acepción muy rebuscada. Según su versión, las siete caras simbolizarían la perfección de la escultura de la piedra preciosa. Nuestra versión coincide con la de la Bible de Jérusalen. – 4 Así M. J. Lagrange, Les propheties messianiques des derniers prophétes: RB 15 (1906) p.70-72. De la misma opinión son San Jerónimo, Trochen, Crampón, Knabenbauer. – 5 Cf. Jer 23:5; Jer 33:15. – 6 Hoonacker, J. Touzard, D. Buzy (o.c., p.362-368.402-405), E. Tobac, F. Ceuppens. – 7 Sobre esta profecía véanse M. J. Lagrange, Les propheties messianiques des derniers prophétes:RB 15 (1906) p.7o-72; A. Van Hoonacker, o.c., p.6i2s; D. Buzy, Les symboles de l’A.T. P.362s; E. Tobac, Les prophétes d’Israel (1921) p.494s; J. Touzard: RB 12 (1913) p.28ys; L. Dennefeld, Messianisme: DTG 10 (1920) 1486; F. Ceuppens, De. prophetiis messianicis ¡n Aniiqno Testamento (Roma 1935) p.435s; J, Chaine, /ntroduction á la lecture des prophétes p.226.
Fuente: Biblia Comentada
La escena está investida de un carácter judicial, ya que Josué el sumo sacerdote de la restauración que regresó con el primer grupo junto a Zorobabel (cp. Esd 3:2; Esd 5:2; Hag 1:1), fue acusado por Satanás, quien se colocó a la derecha en el sitio del acusador conforme a la ley (cp. Sal 109:6). Es evidente que Josué fue representante de la nación entera debido a: 1) la mención reiterada de la nación en estas visiones; 2) el hecho de que la reprensión del v. Zac 3:2 está basada en la elección de Jerusalén y no de Josué por parte de Dios; 3) la identificación en el v. Zac 3:8 de Josué y sus hermanos sacerdotes como símbolos del Israel futuro; y 4) su aplicación a la Tierra Prometida en el v. Zac 3:9. Satanás. También puede traducirse «adversario» y por esa razón la identidad de esta persona se desconoce. Sin embargo, debido a que la acusación de los siervos de Dios es característica de Satanás (cp. Job 1:1-22; Job 2:1-13; Apo 12:10), se prefiere identificarlo de esta manera. El adversario malicioso se presenta ante el Señor para proclamar los pecados de Israel y su indignidad para recibir el favor de Dios. La situación es crucial: si Josué es reivindicado, Israel será aceptado, pero el rechazo de Josué implica el rechazo de Israel. Todo el plan de Dios para la nación quedó revelado en el resultado final, y de esto dependía que las esperanzas de Israel fueran destruidas o confirmadas.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Dios comunicó estas visiones a Zacarías para dar consuelo al remanente de Israel que quedó después del exilio y fue comisionado a salir de Persia para volver a la tierra que fue prometida a Abraham (cp. Gén 12:1-20). Ellos tendrían que reconstruir el templo (cp.1 y 2 Cr.) y preparar la llegada del día en el que volvería el Mesías, para que todas las promesas de Dios a Israel se cumplieran de manera completa y definitiva. Algunas partes de las visiones ya se han cumplido, pero su gran mayoría aguarda la segunda venida de Jesucristo. El siguiente resumen permite distinguir la contribución de cada visión individual y aclarar su mensaje singular. Visión 1: El hombre entre los mirtos (Zac 1:7-17). Dios promete prosperidad a Israel. Visión 2: Cuatro cuernos y cuatro carpinteros (Zac 1:18-21). Dios juzga a las naciones que atacaron a Israel. Visión 3: Hombre con un cordel para medir (Zac 2:1-13). Dios reconstruye Jerusalén. Visión 4: Purificación del sumo sacerdote (Zac 3:1-10). Dios purifica tanto al sumo sacerdote como al pueblo. Visión 5: Candelabro de oro y dos olivos (Zac 4:1-14). Dios reconstruye el templo. Visión 6: Un rollo que volaba (Zac 5:1-4). Dios quita el pecado y la idolatría impartidos. Visión 7: Mujer en un canasto (Zac 5:5-11). Dios quita el sistema de religión falsa. Visión 8: Cuatro carros (Zac 6:1-8). Dios trae paz y reposo a Israel. Apéndice: Coronación del sumo sacerdote (Zac 6:9-15). El Mesías asume al cargo doble de Rey y Sacerdote.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Job 1:6.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
— Satán: Aquí, como en Job 1:1-22; Job 2:1-13, el término hebreo lleva artículo -el Satán-. Significa “el acusador”, “el adversario”, es decir, una especie de personaje maléfico, antagonista del ángel del Señor. En 1Cr 21:1 aparece ya sin artículo como nombre propio del enemigo de Dios por antonomasia.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Las acusaciones de Satanás contestadas. Esta sección describe cómo Josué, el sumo sacerdote, es acusado por “el Satanás”. La palabra “satanás” en heb. significa “adversario” y aparece como nombre propio solamente en 1 Crón. 21:1. El único otro lugar en el AT donde significa un adversario sobrehumano es en Job 1-2. De otra manera, indica adversarios humanos, tanto personales como nacionales. La función del adversario aquí y en el libro de Job es la de acusar a uno de los siervos de Dios.
Josué, como sumo sacerdote, debiera haber estado de pie ante el Señor solamente en el ropaje señalado en Exo. 28. Este representaba la pureza requerida para estar de pie ante un Dios santo. Cuando se nos dice que Josué estuvo de pie ante el Señor con vestiduras sucias señalaba su propia inmundicia (4b) y, dado que él era el representante de ellos ante Dios, señalaba igualmente la del pueblo también.
La acusación del “adversario” es verdad. El resultado, sin embargo, no fue condenación, sino limpiamiento. Este aspecto de la restauración por Dios de su pueblo se enfatiza en las visiones 6 y 7: el ladrón y el que jura falsamente serán desterrados (5:3), y la maldad misma será removida muy lejos de la tierra (5:7, 10, 11).
El sumo sacerdote también debía vestir un turbante (Exo. 28:4, 37-39). No se nos dice si Josué llevaba alguna clase de turbante al principio, pero se le da uno limpio. La palabra es diferente de la que se usa en Exo. 28, pero proviene de la misma raíz (tsaniph/mitsnepheth).
Parece extraño que Jehovah mismo diga Jehovah te reprenda (2), pero significa: “Yo, que soy Jehovah, te reprendo”, con lo que se asegura al lector que las acusaciones de Satanás están completamente descartadas (cf. Sal. 9:5; Isa. 17:13). ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego? (2) nos recuerda Amós 4:11, y nos da a entender que Josué (y, por lo tanto, el pueblo de Judá) han evitado un justo castigo. El ángel de Jehovah estaba de pie (5) probablemente significa el hecho de que tal acción era aprobada por Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
3.1 Josué fue el sumo sacerdote cuando el remanente volvió a Jerusalén y comenzó a reconstruir el muro (Hageo 1.1, 12; 2.4).3.1-3 Satanás acusó a Josué, quien representaba la nación de Israel. Las acusaciones fueron precisas: Josué llevaba vestiduras viles (pecados). Aun así, Dios reveló su misericordia declarando que El decidió salvar a su pueblo a pesar del pecado. Satanás siempre acusa ante Dios a las personas por sus pecados (Job 1:6), pero él no comprende la magnitud de la gracia y el perdón de Dios para los que creen en El. Satanás, el acusador, será destruido (Rev 12:10), mientras que los creyentes serán salvos (Joh 3:16). Para estar preparados debemos pedirle a Dios que nos quite nuestras vestiduras de pecado y nos vista con el bien.3.2-4 La visión de Zacarías ilustra la forma en que obtenemos la misericordia de Dios. No tenemos que hacer nada. Dios toma la iniciativa para quitarnos las vestiduras viles (pecados) y nos ofrece ropas nuevas y limpias (la justicia y la santidad de Dios: 2Co 5:21; Eph 4:24; Rev 19:9). Debemos arrepentirnos y pedir perdón a Dios. Cuando Satanás trate de que usted se sienta sucio y vil, recuerde que las ropas limpias de la justicia de Cristo lo hacen digno de acercarse a Dios.3.5-7 El nombre griego de Josué es Jesús: «Jehová salva». Este Josué no debe confundirse con el guerrero del libro de Josué. Sin embargo, tanto el Josué guerrero como el sumo sacerdote, se han visto como símbolos de Jesús, el Mesías.3.7-10 No hubo sacerdocio durante el cautiverio y, por lo tanto, tuvo que restaurarse cuando regresaron a la tierra natal. En esta visión, se ordena a Josué como sumo sacerdote. Uno de los deberes de un sumo sacerdote era el de ofrecer sacrificio en el Día de Expiación para limpiar todos los pecados del pueblo. El sacerdote era el mediador entre Dios y la nación. Por lo tanto, representaba al Mesías que habría de venir (Isa 11:1), quien cambiaría por completo el orden del trato de Dios con el pecado de su pueblo (Heb 10:8-14 lo explica en detalle). Jesús, el Mesías, era el Sumo Sacerdote que ofreció, de una vez y por todas, su vida como sacrificio para borrar los pecados. En este nuevo orden, cada cristiano es un sacerdote que ofrece una vida limpia y pura a Dios (1Pe 2:9; Rev 5:10).3.8, 9 El «Renuevo» se refiere al Mesías. El significado de la piedra con siete ojos no está claro. Podría significar: (1) el Renuevo mismo como la piedra angular en los cimientos del templo, (2) la roca que Moisés golpeó y que produjo agua para los israelitas (Num 20:7-11), (3) el sacerdocio renovado espiritualmente en la Iglesia (1Pe 2:5). Estos versículos Jesucristo los cumplió cientos de años después, a quien también se le llamó el fundamento (1Co 3:11). Dios dijo: «Quitaré los pecados de la tierra en un solo día» y esto se cumplió en Cristo cuando «padeció una vez por los pecados[…] para llevarnos a Dios» (1Pe 3:18). Usted no puede borrar sus pecados por sus propios esfuerzos. Debe permitir que Dios los limpie a través de Cristo.3.10 Dios promete que cada persona tendrá su propio lugar seguro durante el reinado de Cristo (véase además Mic 4:4). Este es un símbolo de paz y prosperidad.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Josué.” Heb.: Yehoh·schú·a‛; LXXVg: “Jesús”. Véase Heb 4:8, n: “Josué”.
(2) O: “del mensajero”.
(3) O: “y al Resistidor”. Lit.: “y el Satanás”. Heb.: wehas·Sa·tán; lat.: Sá·tan; gr.: Di·á·bo·los, “el Diablo”. Véase Job 1:6, n: “Satanás”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 75 Esd 5:2; Hag 1:14; Zac 6:11
b 76 Job 1:6
c 77 Sal 109:6; 1Pe 5:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Satanás. En esta ocasión éste cumple el significado de su nombre, que es adversario (v. nota del traductor), al acusar a Josué de no ser digno de servir a Dios como sacerdote.
estaba delante…estaba a su derecha. La posición de los personajes sugiere una escena ante un tribunal con el S eñor como juez.
Fuente: La Biblia de las Américas
La visión sobre el sumo sacerdote Josué muestra al remanente el deseo de Dios de limpiar su iniquidad otra vez.
Fuente: La Biblia de las Américas
Satanás…para acusarle. Cp. Apo 12:10, ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Israel había sido librada del fuego del cautiverio babilónico.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
I.e., el adversario
Fuente: La Biblia de las Américas
[5] Ez 28, 4-36.[7] Mat 19, 28.[9] Is 28, 16; Sal 118 (117), 22.