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Comentario de Zacarías 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Zacarías 6:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Volví a alzar mis ojos y miré. Y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes. Aquellos montes eran de bronce.

De nuevo alcé. Zac 5:1.

cuatro carros. Zac 1:18, Zac 1:19; Dan 2:38-40; Dan 7:3-7; Dan 8:22.

y aquellos montes. 1Sa 2:8; Job 34:29; Sal 33:11; Sal 36:6; Pro 21:30; Isa 14:26, Isa 14:27; Isa 43:13; Isa 46:10, Isa 46:11; Dan 4:15, Dan 4:35; Hch 4:28; Efe 1:11; Efe 3:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La visión de los cuatro carros, Zac 6:1-8.

Por medio de las coronas de Josué son mostrados el templo y el reino del Mesías, Zac 6:9-15.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

La octava visión nocturna describe cuatro carros que salían de entre dos montes de bronce. La visión indica que el juicio divino caerá sobre las naciones gentiles.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

carros: En tiempos antiguos, carretones de dos y cuatro ruedas tirados por caballos servían como vehículos para transporte y para operaciones militares. Los carros para la guerra usualmente tenían una tripulación de dos o tres hombres, incluyendo al conductor, un arquero y un defensor que usaba un escudo para proteger a los demás.

 EN FOCO

«Renuevo»

(Heb. tsémakj) (Zac 3:8; Zac 6:12; Isa 4:2; Jer 23:5) # en Strong H6780: RENUEVO en hebreo significa aquí «vástago» o «ramita». Este es un título para el Mesías venidero, el «Renuevo» que «brotaría» del tronco real de David, una dinastía que había sido interrumpida con el cautiverio de Babilonia (Isa 11:1). Muchos de los profetas prometieron que un rey de la línea de David reinaría en rectitud (Jer 23:5, Jer 23:6) y, como sacerdote, restablecería la verdadera adoración a Jehová (Zac 6:12, Zac 6:13). En su ministerio, Jesucristo cumplió estas predicciones asumiendo tanto el rol de rey (Jua 12:13-15; 1Ti 6:13-16), como el de sacerdote (Heb 4:14).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

ESTOS SON LOS CUATRO VIENTOS DE LOS CIELOS. En su octava visión, Zacarías vio cuatro carros de guerra entre dos montes de cobre o de bronce.

(1) Los caballos que tiraban de los carros eran alazanes (que significa guerra), negros (que significa hambre y muerte), blancos (que significa victoria) y overos rucios rodados (pintos o manchados, que significa pestilencia; cf. Apo 6:2-8).

(2) Los cuatro vientos (o espíritus, otro significado de la palabra hebrea ruaj) son en realidad seres angelicales (cf. Sal 104:4; Apo 7:1-3).

(3) Tanto los carros de guerra como los montes de bronce se refieren al juicio contra los enemigos de Dios. Los jinetes y los carros van hacia el norte y el sur, es decir, hacia Babilonia y Egipto. Estas naciones también representan las potencias del norte y del sur al final de los tiempos, las cuales destruirá Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

6. El Castigo de los enemigos de Israel.

Visión de los cuatro carros (1-8).
1 De nuevo alcé los ojos, y mirando una visión, vi cuatro carros que salían de entre dos montes; los dos montes eran de bronce. 2 El primer carro tenía caballos rojos; el segundo, caballos negros; 3 el tercer carro, caballos blancos, y el cuarto, caballos bayos, todos muy veloces. 4 Entonces, hablando al ángel que conmigo hablaba, dije: Y éstos, ¿qué son, mi señor? 5 El ángel respondió, diciendo: Esos son los cuatro vientos del cielo, que vienen a presentarse al señor de toda la tierra. 6 El de los caballos negros va al norte; el de los blancos, al occidente *, y el de los bayos, al mediodía. 7 Piafaron, pues, los corceles, queriendo partir para recorrer la tierra, y él dijo: Id, recorred la tierra. 8 Me llamó y me habló, diciendo: Los que van hacia el norte han calmado mi alma en la tierra del aquilón.

La visión es similar a la del c.1. El profeta ve cuatro carros con sus caballos respectivos que salían entre dos montes (v.1), que bien pueden ser el de Sión y el de los Olivos, entre los que se asentaba el santuario de Yahvé. Esos dos montes son de bronce, con lo que se indica su estabilidad inconmovible. Los cuatro carros con sus caballos simbolizan los cuatro vientos, que están al servicio del Señor de toda la tierra (v.6) como dóciles ministros. Son una personificación de los medios que tiene Dios para gobernar y controlar todos los confines del mundo. Como en el c.1 los caballos recorrían toda la tierra para informarse del estado de ella, aquí estos cuatro carros son mensajeros de Dios a los cuatro vientos para cumplir sus órdenes.
En el v.6 se especifica la misión de cada uno según las cuatro direcciones, aunque falta el grupo primero de los caballos rojos. Probablemente se perdió en el texto original, pues la construcción de la frase del texto actual en el v.6 es extraña desde el punto de vista sintáctico2. Por otra parte, los colores de los caballos no tienen valor alegórico, sino que son para distinguir los distintos grupos, aunque el color negro, que se dirige al norte para llevar la mortandad y la ruina, haya podido ser escogido intencionalmente por la relación del color negro y la muerte. La tierra del aquilón es Mesopotamia, Babilonia, pues las invasiones asirías y babilónicas llegaron a Palestina por el norte.
Los emisarios, pues, de Yahvé se fueron a esta región, calmando así su alma o ansia de castigo. Babilonia aquí es el símbolo de las potencias enemigas del pueblo de Dios, que se oponen a su rehabilitación y, sobre todo, a su esplendor de los tiempos mesiánicos. El fragmento es apocalíptico y en él se halla en el fondo el juicio sobre las naciones que ha de preceder a la manifestación mesiánica.

La coronación del sumo sacerdote Josué (9-15).
9 Llegóme la palabra de Yahvé, diciendo: 10Toma de los cautivos repatriados, de Jarim, de Tobías y de Jedaya, y vete luego a casa de Josías, hijo de Sefanías. 11 Toma de ellos plata y oro y haz una corona 3y ponía en la caheza de Josué, hijo de Jeosadac, sumo sacerdote, 12y dile: Así habla Yahvé de los ejércitos, diciendo: He aquí que el varón cuyo nombre es “Germen,” y del cual se producirá germinación, 13edificará el templo de Yahvé, se revestirá de majestad, se sentará y dominará en su trono, y el sacerdote se sentará en su solio4, y habrá entre ambos consejo de paz. 14 La corona servirá a Jarim, Tobías y Jedaya de memoria en el templo de Yahvé. 15 Hombres de muy lejos vendrán a trabajar en la construcción del templo de Yahvé, y sabréis que Yahvé de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Sucederá esto si escucháis la voz de Yahvé, vuestro Dios.

El primer problema que se plantea al comentar esta perícopa es saber si lo que se refiere es una nueva visión o un hecho simbólico real al estilo de los de Jeremías y Ezequiel. Los autores difieren sobre el particular5. Por nuestra parte, creemos que se trata, como en casos anteriores, de dramatizaciones ideales creadas por el profeta para expresar plásticamente sus ideas. Supuesto esto, el conjunto de la escena no es difícil de explicar: Zacarías, por orden de Dios, pide a tres de los repatriados – representación de la comunidad fiel venida del exilio – oro y plata para hacer una corona que ha de ser colocada sobre la cabeza del sumo sacerdote Josué (v.11).
Después Zacarías, en nombre de Yahvé, presenta a un personaje descollante, al que llama enfáticamente Germen, porque de él ha de surgir una germinación. Es Zorobabel, que tendrá por misión edificar el templo, participando de una dignidad real (se sentara y dominara en su trono, v.13). Junto a él se sentará el sumo sacerdote, manteniéndose entre ambas autoridades (civil y religiosa) un consejo de paz (v.13); será la plena armonización de las dos potestades. El sumo sacerdote, por su parte, depositará la corona que le ofrecieron en el templo como exvoto y recuerdo de sus tres donantes (v.14).
Tenemos, pues, en esta descripción detallada la exaltación del sumo sacerdote Josué, autoridad religiosa, y de Zorobabel, autoridad civil. El hecho de que se haya puesto la corona sobre la cabeza de aquél no quiere decir que se le atribuyera el carácter regio, ya que tiene que depositarla inmediatamente en el templo de Yahvé, como exvoto de los repatriados. Por otra parte, las prerrogativas que a continuación se atribuyen a Zorobabel indican que la autoridad civil quedaba en manos de éste. Con la coronación, pues, sólo se quiere insistir sobre la dignidad del sumo sacerdote dirigente de la vida religiosa de los repatriados y reorganizador del culto en el templo. Y, por otra parte, el profeta destaca a Zorobabel como el Germen del que saldrá un día el Mesías, esperanza de todos. En medio de las penurias de aquellos tiempos, estas visiones simbólicas de Zacarías tenían la virtud de resucitar esperanzas, conforme a los antiguos vaticinios profetices en lo tocante al resurgir definitivo de la nación.

1 Reconstrucción de D. Buzy. El TM dice: “después (o detrás) de ellos,” lo que no hace sentido paralelo en el contexto. – 2 Cf. D. Buzy, o.c., p.391. – 3 El TM dice coronas, pero en el v.14 se habla sólo de una corona, – 4 El texto de los LXX dice “a su derecha.” – 5 Sostienen la interpretación realista, entre otros, D. buzy, o.c., p-394- Y.la visionaria, van hoonacker, o.c., p.ózgs.

Fuente: Biblia Comentada

dos montes … de bronce. Estos representan la realidad del juicio de Dios sobre las naciones que atacan a Israel, y lo más probable es que se trate del Monte Sión y el Monte de los Olivos, donde el Señor regresará para juzgar (cp. Joe 3:2; Joe 3:12; Joe 3:14; Zac 14:4). Este valle, llamado valle de Josafat («Jehová juzga»), podría corresponder al valle de Cedrón que corre entre estos dos montes. Judíos, cristianos y hasta musulmanes han enseñado que allí tendrá lugar el juicio final. El bronce era un símbolo del juicio divino, como en el caso de la serpiente de bronce (Núm 21:9) y el altar de bronce (Éxo 27:2), medios utilizados por Dios para tratar con el pecado.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La octava y última visión completa el ciclo y se conecta con la primera visión. En ella se describen cuatro carros junto a los caballos presentados en la primera visión (Zac 1:8), como símbolos de los agentes angélicos de Dios (cp. v. Zac 6:5). Ellos ejecutan con rapidez su juicio sobre las naciones, justo antes del establecimiento del reino mesiánico.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Dios comunicó estas visiones a Zacarías para dar consuelo al remanente de Israel que quedó después del exilio y fue comisionado a salir de Persia para volver a la tierra que fue prometida a Abraham (cp. Gén 12:1-20). Ellos tendrían que reconstruir el templo (cp.1 y 2 Cr.) y preparar la llegada del día en el que volvería el Mesías, para que todas las promesas de Dios a Israel se cumplieran de manera completa y definitiva. Algunas partes de las visiones ya se han cumplido, pero su gran mayoría aguarda la segunda venida de Jesucristo. El siguiente resumen permite distinguir la contribución de cada visión individual y aclarar su mensaje singular. Visión 1: El hombre entre los mirtos (Zac 1:7-17). Dios promete prosperidad a Israel. Visión 2: Cuatro cuernos y cuatro carpinteros (Zac 1:18-21). Dios juzga a las naciones que atacaron a Israel. Visión 3: Hombre con un cordel para medir (Zac 2:1-13). Dios reconstruye Jerusalén. Visión 4: Purificación del sumo sacerdote (Zac 3:1-10). Dios purifica tanto al sumo sacerdote como al pueblo. Visión 5: Candelabro de oro y dos olivos (Zac 4:1-14). Dios reconstruye el templo. Visión 6: Un rollo que volaba (Zac 5:1-4). Dios quita el pecado y la idolatría impartidos. Visión 7: Mujer en un canasto (Zac 5:5-11). Dios quita el sistema de religión falsa. Visión 8: Cuatro carros (Zac 6:1-8). Dios trae paz y reposo a Israel. Apéndice: Coronación del sumo sacerdote (Zac 6:9-15). El Mesías asume al cargo doble de Rey y Sacerdote.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Ver Apo 6:2-8.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

La octava y última visión

La última visión es similar a la primera visión de varias maneras. Las dos juntas tienen el efecto de unificar toda la serie: forman como una “envoltura” para las demás visiones. Además, notamos que esta visión forma un clímax para toda la serie: en el cap. 1 las naciones estaban cómodas y el Señor estaba airado con ellas y celoso por Jerusalén y Judá. En el cap. 6 el Espíritu de Dios está en reposo (y las naciones han sido juzgadas).

También hay algunas diferencias sorprendentes entre las dos visiones, p. ej. los carros reciben mención en el cap. 6 tanto como caballos. Los colores de los caballos son diferentes. En el cap. 1 hay dos caballos rojos, uno bayo y uno blanco. En el cap. 6 los cuatro caballos son: rojo, negro, blanco, moteado y bayo. La razón para la variación se desconoce, pero un tipo similar de variación ocurre en 6:10 y 14.

Los caballos salen hacia las cuatro esquinas de la tierra (los cuatro puntos del compás), aunque tenemos que inferir que el rojo sale hacia el este, aunque no se declara explícitamente. Esto expresa el hecho de que la influencia de Dios cubre toda la tierra (cf. Señor de toda la tierra, 6:5; 4:14). Hay un juego de palabras que no tiene traducción: la palabra “espíritu” es la misma que “viento” (cf. Juan 3:8).

Cuando se da el informe (8) sólo menciona el norte. Lo más probable es que sea porque el norte tenía varias asociaciones de ideas: era el lugar donde dioses rivales tenían su sede, según se pensaba (cf. Sal. 48:2); era la ubicación de Sinar o Babilonia (2:7; 5:11; cf. Jer. 23:8); y era la dirección de donde provenían todos los ataques mayores contra Israel y Judá (Isa. 41:25; Jer. 1:13-15; 16:15), incluyendo a los enemigos de los últimos tiempos (Eze. 38:6, 15). Se nos permite asumir que a la postre Dios está satisfecho con la condición de todo el mundo.

Dos montes (1) parecen representar el camino al cielo (cf. 5); de bronce puede indicar o la salida de sol (el amanecer de un nuevo día; recordemos que la primera visión fue de noche [1:8], y esto puede ser significativo), o los dos pilares a la entrada del templo. El bronce se usa para señalar fuerza (p. ej. Jer. 1:18) en contra de algún ataque: el templo celestial del Señor es impenetrable.

Es dudoso que los colores de los caballos (2, 3, 6, 7) tengan algún significado particular (ver sobre 1:8). Caballos moteados resultan de dos palabras oscuras. La expresión podría significar “caballos overos, poderosos caballos”; la segunda palabra se usa en el v. 7 para referirse a todos los caballos.

Cuatro vientos (5), o “espíritus”, es intencionalmente ambiguo. El viento es invisible y está en todas partes, como la presencia de Dios. Vientos es probablemente el significado principal tomando en cuenta el v. 8. Pero no hay necesidad alguna de buscar consecuencia en figuras poéticas (cf. “siete espíritus” en Apoc. 1:4; 3:1; 4:5; 5:6).

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

6.1-8 Los cuatro carros eran similares a los cuatro jinetes de la primera visión. Estos carros representan los cuatro ángeles del juicio de Dios sobre la tierra.6.8 El carro con los caballos negros que salió hacia el norte ejecutó el castigo de Dios en la región norteña del país. Dios estaba airado por el pecado y los impíos (Psa 7:11) y su ira se manifiesta en juicio. Aunque mucho nos guste concentrarnos en el amor y la misericordia de Dios, la ira y el juicio también son parte de su carácter justo. Si tiene pecados inconfesados o comunes en su vida, confiéselos y abandónelos. La confesión motiva la misericordia de Dios, pero la falta de arrepentimiento provoca su castigo.6.9-15 Esta visión es acerca del Mesías, el Rey y Sacerdote. En los días de los reyes y durante el cautiverio, el gobierno de Judá lo llevaban a cabo dos personas distintas: el rey, que gobernaba la vida política de la nación, y el sumo sacerdote, que gobernaba su vida religiosa. A menudo, tanto reyes como sacerdotes eran corruptos. Dios le decía a Zacarías que vendría alguien que gobernaría como Rey y Sacerdote; una combinación imposible en esos días. Este Rey y Sacerdote, el Mesías, gobernaría sobre su pueblo y en los corazones de quienes creyeran en El.6.15 Algunas de las promesas de Dios son condicionales: debemos obedecerlo para recibirlas. La reconstrucción del templo requería una obediencia fiel. Dios protegería al pueblo mientras que lo obedeciera. La obediencia casual u ocasional es el resultado de un corazón poco sincero o de un compromiso dividido y no los llevaría hacia la bendición. Muchas de las bendiciones de Dios nos llegan como resultado de una obediencia diligente. La obediencia inconstante no produce una bendición constante.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

cuatro carros. Compárese con los cuatro cuernos en 1:18 y los cuatro vientos en 2:6.

dos montes. La ruta que iba de Babilonia al norte pasaba entre las dos cadenas de montañas del Líbano.

Fuente: La Biblia de las Américas

La última visión con los cuatro carros es paralela a la visión introductoria de los caballos (1:7– 17). Aunque ambas contienen elementos similares, existen también diferencias marcadas. Una diferencia notable es que esta última visión omite totalmente un mensaje de aliento y esperanza de una restauración futura.

Fuente: La Biblia de las Américas

Una visión del juicio de Dios sobre las naciones de la tierra, especialmente sobre Babilonia (la tierra del norte, v. Zac 6:8) la cual se levantó en armas 3 años después y fue devastada y despoblada por los persas (cp. Zac 2:6-7). La visión podría describir también el dominio final del mundo, especialmente de «Babilonia», durante los días de la Tribulación (cp. Apo 11:15; Apo 18:21).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

[12] En el texto caldeo, en vez de Oriente se lee retoño o brote. Luc 1, 78.

Fuente: Notas Torres Amat