Biblia

Comentario de Zacarías 9:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Zacarías 9:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Profecía: La palabra de Jehovah contra la tierra de Hadrac y Damasco, el lugar de su reposo. Porque a Jehovah pertenecen el ojo del hombre y todas las tribus de Israel;

Año 510 a.C.

La profecía de la palabra de Jehová. Isa 13:1; Jer 23:33-38; Mal 1:1.

y sobre Damasco. Gén 14:15; Isa 17:1-3; Jer 49:23-27; Amó 1:3-5; Amó 3:12.

porque a Jehová deben mirar. Zac 8:21-23; 2Cr 20:12; Sal 25:15; Isa 17:7, Isa 17:8; Isa 45:20-22; Isa 52:10; Sal 145:15; Jer 16:19.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Dios defiende a su pueblo, Zac 9:1-8.

Sión es exhortada a regocijarse por la venida del Mesías, y su reino de paz, Zac 9:9-11.

Dios salvará a su pueblo, Zac 9:12-17.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Zac 10:1-12; Zac 11:1-17; Zac 12:1-14; Zac 13:1-9; Zac 14:1-21

En esta sección, Zacarías expone algunas profecías del fin del tiempo concernientes a Israel y a las naciones. Algunos eruditos creen que estos capítulos no son originales del libro y que son profecías anónimas que datan de un período posterior. Estos argumentos se basan en un supuesto vocabulario y estilo diferentes; sin embargo, la fuerza propulsora del fin del tiempo bien puede explicar estas diferencias. Nunca se ha descubierto algún manuscrito hebreo del libro al que le falte esta sección de Zacarías.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

El debate crítico en este pasaje es con respecto al cumplimiento histórico de la profecía. Muchos comentaristas identifican esta sección con la campaña de Alejandro Magno en Palestina (332-331 a.C Otros han argumentado en favor de una campaña militar durante el tiempo de Josías, Tiglat-Pileser III, Sargón o los macabeos. Ningún marco histórico realmente responde exactamente a la situación descrita en estos versículos. Más recientemente, se ha sugerido que esta sección está puesta en la forma literaria de un «himno del guerrero divino», poema que describe una batalla de un dios guerrero y el establecimiento de la paz. Según este punto de vista, no existe una situación histórica específica como respaldo de este poema. Antes bien, Zacarías está anunciando poéticamente la intervención de Dios entre las naciones con una perspectiva del establecimiento de la bendición que Él prometió a Israel. El uso de los nombres de lugares no registra una marcha real de batalla, sino que sugiere la trayectoria que podría tomar una marcha de batalla.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

profecía: Aquí indica que se debe declarar un juicio muy grave.

Hadrac estaba al norte de Hamat sobre el río Orontes, al sudoeste de Alepo.

Damasco, 60 millas al noreste del Mar de Galilea, era la capital de Aram (antigua Siria).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

A JEHOVÁ DEBEN MIRAR LOS OJOS DE LOS HOMBRES. Debido a las promesas de Dios, Israel se volvería al Señor en busca de liberación, como harían muchas otras naciones. El resultado sería juicio sobre las diversas naciones alrededor de Israel que le habían causado tanto sufrimiento en el pasado. Alejandro Magno dio parcial cumplimiento a esta profecía en 332 a.C.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

9. La salvación de los tiempos mesiánicos.

Destrucción de los enemigos de Judá (1-8).
1 Oráculo. Palabra de Yahvé. En la tierra de Jadrac y de Damasco será su morada, porque de Yahvé son las ciudades de Aram i y todas las tribus de Israel. 2 Jamat será también comprendida en el territorio de ése, así como Tiro y Sidón, que son tan sabias. 3 Tiro se ha construido un baluarte, y amontonó la plata como el polvo, y el oro como el lodo de las calles,4 Pero he aquí que el Señor se apoderará de ella y aplastará en el mar su fortaleza, y quedará consumida por el fuego. 5 Al ver esto se aterrará Ascalón; Gaza estará en extremo dolor, lo mismo que Ecrón, porque sus esperanzas fallaron. No habrá ya rey en Gaza, y Ascalón no será habitada. 6 En Azoto habitará el espúreo, y aniquilaré la soberbia de los filisteos 7 y les quitaré de la boca su sangre y de entre los dientes sus abominaciones, y serán también un resto perteneciente a nuestro Dios y como una familia de Judá; y Ecrón tendrá la suerte del jebuseo. 8 Yo pondré en mi casa guarnición de los que entran y salen, y ya no pasará opresor alguno contra ellos, porque ahora velaré yo con mis ojos.

Este oráculo se centra en torno a la realización mesiánica. Las fronteras del pueblo israelita se ampliarán hasta comprender territorios de Siria y Filistea. El profeta, en su formulación, se inspira en antiguos oráculos proféticos en los que se habla de la sumisión de loa territorios de los tradicionales enemigos de Israel al Rey mesiánico. Zacarías, pues, se sitúa en la misma perspectiva mesiánica, y anuncia que Yahvé tendrá su morada en Damasco2, pues todas las ciudades de Aram le pertenecen (v.1), juntamente con las tribus de Israel. Al mencionar las ciudades, el profeta desciende desde Damasco por Fenicia (Tiro y Sidón) hasta Filistea, según el itinerario normal de las invasiones asirías y caldeas.
El oráculo contra Tiro y Sidón está inspirado en Ez 27. Las dos grandes metrópolis fenicias, a pesar de parecer inexpugnables por su posición geográfica y su poder comercial, caerán en manos de Yahvé omnipotente. Ante su ruina sentirán pavor las ciudades filisteas, Gaza, Ascalón, Ecrón y Asdod. La frase Ecrón tendrá la suerte del jebuseo (v.7) parece desplazada y encaja mejor en el v.5. Los jebuseos, habitantes de Jerusalén, fueron suplantados por David al ocupar la colina de Sión, donde estableció la capital de su reino 3. Aquí se anuncia que los filisteos serán vencidos, y el espúreo, o advenedizo 4, habitará en su territorio (v.6). Pero hasta los mismos filisteos, después de haber sido humillados, serán incorporados al pueblo de Dios, si bien antes deben ser purificados de su sangre (vertida de inocentes) y abominaciones (v.7), o prácticas idolátricas. De este modo constituirán también un resto perteneciente al Dios de Israel, pudiendo vivir como una familia de Juda. Es el anuncio de la nueva teocracia. Yahvé se encargará de que la nueva sociedad viva en perpetua tranquilidad: Yo pondré en mi casa guarnición de los que entran y salen (v.8). El templo de Jerusalén será custodiado por gentes del país que entran y salen, sin necesidad de guardia especial, ya que todos los ciudadanos del país se considerarán guardianes del recinto sagrado. Este estado de cosas durará indefinidamente, ya que no pasará opresor contra ellos (v.8), como en los tiempos antiguos, pues Jerusalén estará bajo la inmediata protección de Yahvé: Velaré yo con mis ojos.

El Rey manso y pacífico (9-10).
9 Alégrate sobremanera, hija de Sión, Grita exultante, hija de Jerusalén. He aquí que viene a ti tu Rey, justo y victorioso, humilde, montado en un asno, en un pollino hijo de asna. 10 Extirpará los carros de Efraim y los caballos en Jerusalén, y será roto el arco de guerra, y promulgará a las gentes la paz, y será de mar a mar su señorío y desde el río hasta los confines de la tierra.

En un momento de desbordado optimismo, el profeta contempla la gloria del futuro reino bajo la égida de un misterioso Caudillo: Alégrate sobremanera, hija de Sión., hija de Jerusalén (v.8). Como en otros casos, la expresión hija de Jerusalén., de Sión, designa, por metonimia, a los habitantes de la Ciudad Santa, morada de Yahvé. Aquí el profeta se dirige directamente a ella, invitándola a alegrarse sin medida, porque se han colmado todas sus esperanzas. A la vista está su Rey, justo y salvador; pero no viene jactancioso, como los grandes conquistadores guerreros, sino que avanza humilde, montado en un asno (v.8), en un supremo gesto de paz y mansedumbre 5.
Su entrada triunfal en la Ciudad Santa señala el término de las guerras: extirpará los carros de Efraim (tribu famosa por su carácter belicoso) y los caballos en Jerusalén (v.10). Los profetas habían aconsejado la confianza en Yahvé como medio de librarse de las guerras, y no aprobaban la política de acumular medios de guerra como las demás naciones. Ahora Zacarías anuncia la era mesiánica, en la que desaparecerá todo instrumento bélico: será roto el arco de guerra. Es el eco de la profecía de Isa 9:5 : “Han sido echados al fuego y devorados por las llamas los zapatos jactanciosos del guerrero y el manto manchado en sangre.” El Mesías establecerá su reinado en la paz total que promulgará a las gentes o naciones paganas. Su imperio se extenderá de mar a mar (del mar Muerto al Mediterráneo) y desde el río (Eufrates) hasta los confines de la tierra, o lejano occidente 6.
El fragmento es claramente mesiánico, y en él se nos presenta al Rey-Mesías de un modo insólito en el A.T., ya que, en lugar de manifestarse arrogante y dominador como un conquistador oriental, entra en su ciudad con el continente manso y modesto. Sólo en los vaticinios sobre el Siervo de Yahvé encontramos algo semejante. Es un nuevo rasgo profético que concreta mejor el carácter del Mesías. Las revelaciones mesiánicas del A.T. se van completando y aun corrigiendo sucesivamente, conforme al mayor o menor grado de luz profética recibida.
La tradición judía estaba desconcertada ante este vaticinio de Zac 9:9-10, pues los judíos, en su mentalidad materialista, no podían comprender a un Mesías venciendo y triunfando pacíficamente con su modestia y humildad; por eso, al entrar Jesús en Jerusalén en un asno, no supieron relacionar su misterioso acto con dicha profecía.
Los evangelistas son unánimes en ver en el acto de Jesús el cumplimiento literal del vaticinio de Zacarías7. La tradición cristiana es unánime en el mismo sentido 8. Por otra parte, el universalismo del reino inaugurado por el Rey pacífico está en consonancia con las mejores profecías mesiánicas del A.T. Sólo en Jesucristo se cumplió esta profecía literalmente, pues con su humildad, modestia y mansedumbre puso los fundamentos de un reino basado en la paz y el amor. La Iglesia es la continuación de su obra, y su poder se extiende hasta los confines de la tierra.

La victoria total de Judá (11-17).
11 Υ en cuanto a ti, por la sangre de tu alianza, yo solté a tus cautivos de la fosa sin agua. 12 Volved, cautivos, a la fortaleza, llenos de esperanza, y yo te restituiré la gloria al duplo.13 Porque he tensado para mí a Judá, y he puesto en el arco a Efraím; y blandiré tus hijos, ¡oh Sión! contra tus hijos, ¡oh Ya van! y te convertiré en espada de héroe. 14 Y aparecerá sobre ellos Yahvé y lanzará sus dardos corno rayos, y el Señor, Yahvé, hará sonar la trompeta, y marchará entre los torbellinos del austro. 15 Yahvé de los ejércitos los protegerá, y las piedras de la honda devorarán la carne 9, y beberán la sangre como se bebe el vino; quedarán llenas como vaso de libación y como los cuernos del altar. 16 Y los salvará Yahvé aquel día como a rebaño de su pueblo, como piedras de diadema brillantes sobre su país 10. 17 ¡Qué ricos son! ¡Qué hermosos son el trigo que nutre a los mancebos, y el vino que nutre a las doncellas!11

En el fragmento anterior se proclamaba la paz universal inaugurada por el Rey pacífico. Aquí la atención se centra en torno al triunfo sobre los enemigos de Judá que ha de preceder a la inauguración mesiánica. Yahvé se presenta como libertador de los cautivos (v.11) e invita a los liberados a tomar posición en la. fortaleza, Sión, desde la que se dirigirá la batalla contra los enemigos de Judá. Yahvé ha salvado a su pueblo porque se sentía obligado por la sangre de la alianza del Sinaí12. Allí se habían ratificado las promesas hechas a Abraham, que habrían de tener su pleno cumplimiento en los tiempos mesiánicos.
Después de esta afirmación de principio, el profeta describe el combate de Yahvé y los suyos contra los enemigos de Sión: He tensado para mí a Judá (como un arco para el ataque) y he puesto en el arco a Efraím (como una flecha que va a ser lanzada al enemigo). Yahvé va a poner en tensión a Judá y Efraím, utilizando a todos sus habitantes como soldados de su ejército: y blandiré tus hijos, ¡oh Sión! y te convertiré en espada de héroe (v.13b). Los habitantes de Sión y Efraím son comparados a una espada de héroe invencible, que se revuelve y blande contra los enemigos sin descanso. La frase contra tus hijos, ¡oh Yavan! es considerada como glosa de un redactor posterior, que ha querido actualizar la antigua profecía aplicándola a los griegos. De hecho recarga el ritmo en el contexto.
La profecía está concebida en términos genéricos apocalípticos, sin concretar el enemigo. Yahvé sale valedor de los intereses de su pueblo, haciendo fulminar sus dardos como rayos y dirigiendo la batalla contra los enemigos de Judá en general. Es el juicio punitivo sobre las naciones que ha de preceder a la manifestación mesiánica. Yahvé, como un guerrero, lanzará las piedras de la honda, que harán mella en la carne del enemigo y se empaparán de sangre, como queda impregnado el vaso de libación y los cuernos del altar (v.15) ungidos con la sangre de la víctima 13. La batalla se termina con la victoria total sobre los enemigos; Judá quedará bajo el patronato inmediato de Yahvé, que lo guardará como a un rebaño y lo conservará como a piedras de diadema brillantes, objeto de suma predilección.
De este modo surgirá una nueva generación llena de juventud y vigor: Qué hermoso el trigo que nutre a los mancebos, y el vino que nutre a las doncellas! (v.17). Con la bendición divina, los campos redoblarán su fertilidad, y entonces la tierra sustentará a una nueva juventud, esperanza de la nación. El profeta desborda su optimismo al contemplar en espíritu a las nuevas generaciones, que crecen sin temor y en la abundancia bajo la protección de Yahvé.

1 El TM dice lit. “los ojos del hombre,” que no hace sentido. Un ligero cambio nos da ciudades de Aram, que encaja perfectamente en el contexto. – 2 Jadrac suele identificarse con el Hatarika de las inscripciones cuneiformes (así Schra-der: ΚΑΤ 453) o Hazrak de las inscripciones arameas (cf. RB 1907 p.556); Jamat es la actual Hamat, en la Alta Siria. – 3 Cf. 2 Sam s,6s; 1Re 9:205. – 4 La palabra hebrea mamzer, que, siguiendo a Hoonacker, traducimos por espúreo o advenedizo, puede ser nombre etnográfico desconocido. Peiser ha creído ver en la palabra hebrea una analogía con otra asiría, equivalente a “bestia salvaje.” Entonces el sentido sería: “haré habitar en Asdod a las fieras.” – 5 El asno, como cabalgadura, es un signo de modestia, pues aunque en el A.T. aparece el asno como cabalgadura de los hijos de Gedeón (Jue 5:10; Jue 10:4) y del mismo Salomón en el día de su coronación (1Re 1:33.38), sin embargo, en la época de Zacarías, el caballo brioso era la cabalgadura propia de los reyes. En nuestro texto, la frase poZh’no hijo de asna es redundancia literaria. San Mateo, citando libremente a los LXX, los pone por separado (Mat 21:5)” como dos animales distintos. – 6 Cf. Sal 2:8; Sal 72:8; Miq 5:4- – 7 Cf. Mat 21:2-7; Mar 11:2-7; Luc 10:30-35; Jua 12:14-15, Ln Mateo y Juan se dice la fórmula consagrada de citación “para que se cumpliera lo dicho por el profeta.” – 8 Cf. Justino, Apol. 1:35: PG 6:383; Dial, con Trif. 53: PG 6:591; San Cipriano, Testim. 2:29: PL 4:749; Eusebio, Demomtr. Christ. 9:17: PG 22:707; San Crisóstomo, Adv. lud. et Gentes 4: PG 48:818; fiomií. 66(67) inMatth. 20,29.30: PG 58,627; San Jerónimo, Comm. tn Matth. 3:21: PL 26:152. – 9 Así según la reconstrucción de Hoonacker. e verso es oscuro. Bib. de Jér.: “echarán a sus pies las piedras de la honda, beberán la sangre como vino y serán saciados como los cuernos del altar.” – 10 Así siguiendo a la Bible de Jérusalem. – 11 Bib. de Jér.: “¡Qué dicha, qué belleza! El trigo hará crecer a los jóvenes, y el vino dulce a las doncellas.” – 12 Cf. Ex sang; V-.I. HX 24:5S. – 13 Los que no admiten esta reconstrucción de Hoonacker interpretan el “beberán la gre como se bebe el vino.” aplicándola a los judíos, que se saciarán de sangre en el día de la venganza. La imagen es fuerte y salvaje, pero en consonancia con la mentalidad nacionalista del pueblo israelita del A.T.

Fuente: Biblia Comentada

profecía. El oráculo de Dios era como una carga para el profeta porque en parte era la predicción de acontecimientos amenazadores, en este caso el juicio de las naciones. Hadrac. La ubicación es incierta, pero podría tratarse de Hatarika, una ciudad de la antigüedad mencionada en los anales de los reyes asirios, en las inmediaciones de Hamat. En la tradición judía antigua se empleaba este nombre compuesto por Had que significaba «punzante» y rach cuyo significado es «blando». La descripción del carácter doble de la tierra como punzante y blando puede ser una referencia al reino unificado de los medos y los persas. Se creía que Media era el lado punzante a causa de sus conquistadores poderosos como Ciro, y Persia era el lado blando en vista de su laxitud moral y desenfreno. Las ciudades en los vv. Zac 9:1-2 eran ciudades principales bajo el poder de los medos y los persas. Damasco. Esta ciudad quedaría en la mira del juicio que Dios traería por medio de Alejandro Magno y su interés en la capital de Siria, uno de los peores enemigos de Israel entre ca. 900722 a.C. a Jehová deben mirar los ojos de los hombres. El juicio de Dios a través de Alejandro Magno será visible a toda la humanidad, en especial para Israel.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este oráculo presenta una serie de juicios anunciados en contra de las naciones que rodean a Israel (vv. Zac 9:1-7), así como la liberación prometida a Israel (v. Zac 9:8). La mayoría de los intérpretes concuerdan en que se trata de una profecía sobre las victorias del famoso conquistador griego Alejandro Magno, dada unos doscientos años antes de que él marchara por Palestina. Sus acciones proveen una analogía del regreso de Cristo para juzgar a las naciones y salvar a Israel al final de la gran tribulación (cp. Mat 24:21).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

— Jadrac: Ciudad ubicada en el norte de Siria.

— las ciudades de Siria: Traducción conjetural de un texto hebreo dudoso que, tal como ha llegado a nosotros, habría que traducir por: el ojo del hombre. Algunos sugieren modificar levemente la expresión hebrea y leen: la joya de Aram, o bien: la capital de Siria; otros, en fin, traducen: la superficie de la tierra.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El Señor actúa

Hay muchas palabras y frases de significado obscuro en esta sección, al igual que en los caps. 9-14 como un todo, y es necesario examinar el sentido total viendo todo el contexto. Aun cuando no es posible obtener precisión, el significado central es claro.

Profecía proviene de la raíz “levantar” y puede traducirse “carga”, a saber, algo que se le carga a otra persona obligadamente. (Nótese el juego de palabras en Jer. 23:33.) Esta es una forma altamente apropiada para describir un mensaje profético (Jer. 20:9). Es una de dos cosas: el encabezado refiriéndose a los caps. 9-11, o forma parte de la primera frase de esta sección, según algunas versiones inglesas: “Carga de la palabra de Jehovah … ”

La tónica de casi todos los vv. 1-8 es juicio. Sólo en el v. 7 encontramos una promesa para Ecrón, una de las ciudades filisteas. Sería incorporada en el pueblo de Judá, como lo fueron los jebuseos, habitantes de Jerusalén antes de que fuera tomada por David (2 Sam. 5:6-10). Esto sigue después del juicio y la purificación (7). Cuatro de las cinco ciudades filisteas principales se mencionan (5, 6; Gat puede omitirse porque para ese tiempo ya había sido destruida). Los filisteos, por naturaleza, eran los enemigos tradicionales de Israel, como una espina en el costado de Israel desde los días de los jueces (p. ej. Jue. 13-16; 1 Sam. 13; 14; 31). En sí mismos no eran de mucha importancia después del exilio, y la aparición aquí de “Filistea” no es solamente como una nación en concreto, sino como un símbolo de los enemigos de Dios y de su pueblo (cf. el uso de “Edom” en Isa. 11 y 34).

El tono de los vv. 1-8 indica que los vv. 1-3 son también un mensaje de juicio en contra de Hadrac (un lugar no definido en el extremo norteño de Palestina), Damasco (capital de Siria o Aram), Hamat (a 200 kms. más al norte) y los puertos fenicios de Tiro y Sidón. Tiro era muy rica por su comercio, y especialmente difícil para conquistar dado que para llegar a ella había que cruzar un terraplén. Pero aun Tiro sería destruida; su orgullo, su riqueza y poderío se verían como algo hueco.

El v. 8 también es difícil de traducir, pero la RVA da el significado correcto. El Señor no permitirá que su casa (a saber, ni el templo, ni la tierra de Judá) sea destruida nuevamente, como lo permitió cuando el pueblo fue llevado a Babilonia.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

9.5-7 Zacarías menciona cuatro ciudades clave en Filistea: destruirían a Ascalón, Gaza y Ecrón y a Asdod la tomarían extranjeros. Esto se debía a su gran maldad e idolatría. Pero los que permanecieran en la tierra, Israel los adoptaría, como sucedió a los jebuseos. (Cuando David conquistó a Jerusalén, no destruyó a los jebuseos, sino que los absorbió dentro de Judá.)9.8 Algunos siglos después de los días de Zacarías, Antíoco IV Epífanes invadiría Israel; y en 70 d.C., Tito, un general romano, destruiría por completo el templo. Esta promesa, por lo tanto, pudo haber sido condicional de acuerdo con la obediencia del pueblo. Sin embargo, vendría un día cuando el pueblo de Dios nunca más tendría que preocuparse por enemigos invasores (Joe 3:17).9.9 La entrada triunfal de Jesús cabalgando en Jerusalén (Mat 21:1-11) se predice aquí, quinientos años antes de que ocurriera. Así como se cumplió esta profecía cuando Jesús vino a la tierra, sin duda se cumplirán las profecías de su Segunda Venida. Tenemos que estar preparados para su regreso porque El viene.9.10 Efraín es otro nombre del reino del norte o Israel. Cuando vemos dos montañas distantes, parecen estar muy cerca, quizás hasta parezcan tocarse entre sí. Pero a medida que nos acercamos, vemos que en realidad están muy lejos, incluso hasta separadas por un gran valle. Esta es la situación de muchas de las profecías del Antiguo Testamento. El versículo 9 se cumple claramente en la primera venida de Cristo, pero el versículo 10 ahora puede verse que hace referencia a su Segunda Venida. En ese tiempo todas las naciones se sujetarán a Cristo. Su reino abarcará toda la tierra. En Phi 2:9-10 se nos dice que toda rodilla se doblará ante Cristo y toda lengua confesará que El es el Señor.9.11 Los pactos en los tiempos del Antiguo Testamento se sellaban o confirmaban con sangre, de la misma forma que firmaríamos un contrato. El antiguo pacto se sellaba con la sangre de los sacrificios, señalando al futuro cuando la sangre de Cristo se derramaría en el Calvario como «su firma» para confirmar el nuevo pacto de Dios con su pueblo. Porque El estableció este pacto con ellos, los liberó de la «cisterna en que no hay agua»: el cautiverio.9.14-17 Después del reinado de Salomón, el reino se dividió en el reino del norte (llamado Israel o Efraín) y el reino del sur (llamado Judá). Esta profecía dice que todo Israel, norte y sur, algún día se reunirá. La primera parte de este capítulo nos dice cómo Dios ayudará a su pueblo a evitar la guerra; ahora Dios explica que ayudará a su pueblo cuando la guerra sea inevitable. Los versículos 14 al 17 explican cómo los judíos vencerían a los griegos. Sin embargo, también es una figura que ilustra la futura victoria final sobre el mal del pueblo de Dios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Véase Ap. 1C, sec. 4.

(2) Véase Ap. 1C, sec. 4.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 259 Isa 13:1

b 260 Jer 49:27; Amó 1:3

c 261 2Cr 16:9; Heb 4:13; 1Pe 3:12

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Profecía de la palabra del S eñor . Los componentes de esta singular fórmula profética, sólo se encuentran en 9:1; 12:1 y Mal 1:1.

Hadrac. País vecino hacia el nordeste de Israel; conocido también con el nombre de Aram (Siria) y cuya capital era Damasco.

hacia el S eñor…los ojos. La atención de todos se enfoca en Dios para su salvación, especialmente la de los que fueron llevados cautivos a Asiria en 722 a.C.

Fuente: La Biblia de las Américas

A la luz de las diferencias de estilo y contenido entre esta profecía y los primeros ocho capítulos, algunos eruditos bíblicos piensan que Zacarías escribió esta porción del libro años después que la primera parte. La sección de 9:1– 10:12 es una profecía que fue escrita contra las naciones de Siria (Aram), Líbano (Fenicia), Filistea, Asiria y Egipto. En ella se describe el período de la historia en que Dios juzgará a los enemigos de Israel por medio de Alejandro Magno (333– 323 a.C.), fundador del imperio griego.

Fuente: La Biblia de las Américas

Algunos sostienen que los caps. Zac 9:1-17; Zac 10:1-12; Zac 11:1-17; Zac 12:1-14; Zac 13:1-9; Zac 14:1-21 no deben atribuirse a Zacarías. Sin embargo, existe mucha semejanza entre los caps. Zac 1:1-21; Zac 2:1-13; Zac 3:1-10; Zac 4:1-14; Zac 5:1-11; Zac 6:1-15; Zac 7:1-14; Zac 8:1-23 y Zac 9:1-17; Zac 10:1-12; Zac 11:1-17; Zac 12:1-14; Zac 13:1-9; Zac 14:1-21; las diferencias de estilo nunca constituye un argumento decisivo par demostrar una paternidad literaria diferente. Las referencias a Grecia como un poderío futuro (Zac 9:13) no constituyen un problema si se acepta la validez de la profecía predictiva.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

la tierra de Hadrac. Hatarica, cerca de Hamat.

sobre Damasco. A la que concierne esta profecía. Esta sección resume la marcha de Alejandro el Magno a través de Siria (vv. Zac 9:1-2 a), luego a Fenicia (vv. Zac 9:2 b – Zac 9:4) y por último a Filistia El (vv. Zac 9:5-8). Pero Jerusalén seria librada (acamparé alrededor de mi casa, v. Zac 9:8)

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

La carga… Esto es, profecía conminatoria; Aram… Otra traducción posible: A YHVH deben mirar los ojos del hombre.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

O, Carga

Fuente: La Biblia de las Américas

Esto es, profecía conminatoria.

9.1 N a YHVH deben mirar los ojos del hombre.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[2] Ez 28, 3-17.[6] De Alejandro. En hebreo del bastardo.[ 9] El profeta ve que se acerca el tiempo de la gran promesa hecha a Jerusalén y convida a sus hermanos a que se alegren con la esperanza del Mesías. Is 62, 11; Mat 21, 5.[10] Miq 5, 10.[11] Del foso, donde se hallaban detenidas las almas de los patriarcas y demás justos, al que se le añade sin agua.[15] Lev 4, 25.[17] La victoria y la salvación se presentan en toda su majestad y la tierra produce con abundancia sus frutos, como resultado de la presencia poderosa de Dios.

Fuente: Notas Torres Amat