Estudio Bíblico de Job 37:19-24 | Comentario Ilustrado de la Biblia

Job 37,19-24

Enséñanos qué le hemos de decir.

Hombre y Dios

I. Sugerencias relativas al hombre.

1. El acto más sublime, hablar con Dios. “Enséñanos lo que le hemos de decir; porque no podemos ordenar nuestro discurso a causa de la oscuridad. ¿Se le dirá que yo hablo? Si un hombre habla, ciertamente será tragado”. Hablar con Dios es un acto que implica una creencia en la personalidad, presencia y susceptibilidad de Dios. Con respecto a este acto, Eliú aquí insinúa tres cosas:

(1) Una incapacidad consciente para ello.

(2) Una necesidad consciente de ello. ¿Ha vivido alguna vez un hombre que no haya sentido a veces la necesidad de comulgar con Dios?

(3) La solemnidad consciente del acto. “Si un hombre habla, ciertamente será tragado”, o destruido. ¿Hay algún acto más sublimemente terrible que el acto de hablar con Dios?

2. Una triste tendencia. Esto se sugiere en las palabras: «Los hombres no ven la luz brillante que hay en las nubes». Aunque la referencia aquí es, por supuesto, al hecho físico, ciertamente sugiere la tendencia mental, que es muy fuerte en algunos, a mirar el lado oscuro de las cosas. Ves esta tendencia–

(1) En el escéptico, en relación con las cosas oscuras de la revelación.

(2) En el refinador, en relación con la providencia de Dios.

(3) En el misántropo, en relación con el carácter de sus semejantes.

(4) En el cristiano abatido, en relación con su propia experiencia.

II. Declaraciones acerca de Dios. Hay cuatro hechos concernientes a Dios aquí declarados; y como ya se han notado más de una vez, bastará con mencionarlas.

1. Se hace referencia a su grandeza. “Con Dios es terrible majestad.”

2. Se hace referencia a su inescrutabilidad. “No podemos encontrarlo.”

3. Su justicia. “Él es excelente en poder y en juicio, y en abundancia de justicia.”

4. Su independencia. “Él no respeta a ninguno que sea sabio de corazón.” (Homilía.)