Estudio Bíblico de Salmos 118:1-4 | Comentario Ilustrado de la Biblia

Sal 118:1-4

Oh, dad gracias al Señor; porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia.

La perpetuidad de la misericordia divina

Esta es un tema para–

I. Gratitud gozosa. “¡Oh, dad gracias!” etc. ¿Por qué la perpetuidad de la misericordia divina debe inspirar una gratitud tan ferviente?

1. Porque todos los hombres que ahora viven demandan misericordia. Todos los hombres son tan culpables y depravados como para hacerlos más o menos infelices aquí y miserables en el más allá. La misericordia crea de nuevo a los hombres en Cristo Jesús en buenas obras.

2. Porque todos los hombres que han de vivir en lo sucesivo necesitan misericordia. Gracias a Dios, entonces, que la misericordia es correr hacia el estruendo de la perdición.

II. La celebración de todos los hombres. La perpetuidad de la misericordia es un tema en el que los hombres de todos los caracteres, de todas las tierras, de todos los tiempos pueden regocijarse triunfalmente. Aquí podemos encontrarnos todos, tanto los ricos como los pobres. (Homilía.)

Misericordia sin límites

¡Oh esta misericordia de Dios! Me han dicho que es un océano. Entonces coloco en él cuatro veloces barcos de vela, con brújula, cartas de navegación, aparejos escogidos y hábiles navegantes, y les digo que se lancen y descubran por mí la extensión de este océano. Esa embarcación parte en una dirección y navega hacia el norte; este al sur; este al este; esto al oeste. Se amontonan en todas sus lonas, y navegan diez mil años, y un día llegan al puerto del cielo; y les grito desde la playa: ¿Habéis encontrado la orilla? y ellos responden: “No hay orilla a la misericordia de Dios”. Ángeles veloces, enviados desde el trono, intentan atravesarlo. Durante un millón de años vuelan y vuelan; pero luego regresan y doblan sus alas al pie del trono, y gritan: “No hay orilla; ¡No hay orilla a la misericordia de Dios!” (T.De Witt Talmage.)