Biblia

CIRO EL GRANDE

CIRO EL GRANDE

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Fundador del imperio persa. Es figura interesante asociada a la liberación del Pueblo de Dios de la cautividad de Babilonia. Era prí­ncipe de Assán, en Irán, y dominó entre el 553 y el 550 al rey de los medos Astiages.

Venció al rey lidio Creso. Después destruyó al rey de Babilonia Nabonides el 539 y ocupó la ciudad y el imperio babilónino y asirio.

Con su polí­tica de tolerancia y permitiendo a los reinos destruidos por Ní­nive y Babilonia reconstruirse como vasallos, se ganó la aceptación de los súbditos de un vasto imperio al que gobernó con eficacia y con habilidad polí­tica. Es tan importante que, en el libro de Isaí­as (del II), contemporáneo (o tal vez posterior) a la Cautividad, se le llega a denominar como «Pastor de Yaweh, consagrado de Dios» y «elegido para la liberación del pueblo elegido.» (Is. 44.28 y Is. 45. 1-4)

El 539 autorizó a los judí­os desterrados a regresar a Jerusalén y reconstruir la ciudad y el templo (2 Cro. 36. 22-23 y Esdr. 1. 1-4). Es el eje del relato de los libros de Nehemí­as y Esdras y lo que se alude en otros fragmentos. Pero la mayor parte de los desterrados prefirieron quedarse en Oriente, originando una diáspora muy próspera e incluso influyente (libro de Tobí­as) que con el tiempo darí­a el «otro pueblo», el extendido desde Asia hasta el Finisterre, decisivo como cuna del cristianismo.

Existe también otro Ciro, «llamado el joven» por los historiadores, hijo de Darí­o II, que vivió entre el 424 y el 401, personaje extrabí­blico que no debe ser confundido con Ciro el Grande.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa