Biblia

EVANGELIUM VITAE

EVANGELIUM VITAE

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Encí­clica de Juan Pablo II del 25 de Mayo de 1995 sobre la santidad y la inviolabilidad de la vida humana.

1. Actuales amenazas a la vida.

2. Mensaje cristiano sobre la vida.

3. La ley santa de Dios.

4. Por nueva cultura de la vida.

Presenta una reflexión sobre diversas amenazas a la vida del hombre, antes de nacer o después de nacido. Se insiste en que sólo el Señor Dios es dueño de la vida humana. Es radicalmente malo todo lo que lleve el dominio de la vida a las manos del hombres y lo saque de Dios.

Plantea la postura de la Iglesia ante los atentados a la vida: aborto, eutanasia, violencia, manipulaciones, etc.

Buen texto para una catequesis ordenada y clarividente sobre aspectos relacionados con la vida.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

«El Evangelio de la Vida», se refiere a una Encí­clica del Papa Juan Pablo II publicada el 25 de marzo de 1995 sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana.

Consta de cuatro grandes capí­tulos. En el primero, que hace referencia al pasaje del Génesis («La sangre de tu hermano clama a mí­ desde el suelo» (Gn 4) refiere las actuales amenazas a la vida humana: todas las formas que van contra la vida, desde el inicio hasta su fin, y que favorecen la cultura de la muerte.

En segundo capí­tulo («He venido para que tengan vida») subraya el mensaje cristiano sobre la vida y, en este sentido, se vuelve la mirada hacia Jesucristo. Estamos llamados a reproducir la imagen del Hijo porque todo el que cree en El no morirá jamás (Jn 11,26). En este sentido la vida humana se alarga hasta la vida eterna. El hombre es responsable ante el Dios de la vida con lo que h ace con este don de Dios.

El capí­tulo tercero nos recuerda la ley de Dios: «No matarás». La vida humana es sagrada e inviolable. Se hace una condena expresa, por eso, del aborto y de la eutanasia. Y se nos invita a no confundir la ley civil (positiva) con la ley moral. En cualquier caso debemos promover la cultura de la vida.

Finalmente, el cuarto capí­tulo, anima precisamente a promover una defensa activa de la vida. Los cristianos, la Iglesia, podemos llamarnos «el pueblo de la vida y para la vida». Debemos ser servidores del Evangelio de la Vida y realizar un cambio de mentalidad y corazones («porque somos hijos de la luz»), personal y comunitario: No se puede decir que se tiene fe si no va acompañada esta profesión de buenas obras (St 2,14).

BIBL. – JUAN PABLO II, Encí­clicas, Edibesa, Madrid 1995, 1171-1364.

Raúl Berzosa Martí­nez

Vicente Mª Pedrosa – Jesús Sastre – Raúl Berzosa (Directores), Diccionario de Pastoral y Evangelización, Diccionarios «MC», Editorial Monte Carmelo, Burgos, 2001

Fuente: Diccionario de Pastoral y Evangelización