Biblia

INDIFERENCIA

INDIFERENCIA

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Actitud de desinterés y despreocupación por lo que se refiere a un asunto. La indiferencia religiosa es uno de los rasgos de la cultura actual en los paí­ses occidentales (laicismo, secularismo, marginación y atoní­a espiritual), sobre todo en las generaciones jóvenes, más influenciadas por los medios modernos de comunicación, superficiales, inmediatos, amortiguadores de reacciones crí­ticas y de juicios de valor

La catequesis y la formación de la fe deben enfrentarse con frecuencia con ambientes neutros y átonos en lo espiritual. Es fenómeno que va acompañado de un vací­o ético grande, de enorme desinterés por los compromisos estables y por su cumplimiento y de tremendo desconcierto en lo que a principios y criterios dogmáticos se refiere.

Con todo, el catequista y el educador no deben olvidar que el comienzo del siglo XXI es uno los tiempos más desafiantes que se pueden presentar. Es preciso aportar soluciones, y no lamentos, ante los problemas que se presentan. Y se debe conseguir luz, mediante cierta confianza realista en el provenir, por medio del cultivo de minorí­as selectas capaces de liderar a las masas y con adaptación inteligente a los valores enormes que hay en la vida moderna.

Algunos valores sociales, como el incremento de la solidaridad, el crecimiento de la cultura popular, el deseo frecuente en los ámbitos juveniles de realizar servicios sociales voluntarios (incremento de ONGs y organismos, grupos o movimientos informales) son hechos y rasgos que deben despertar la confianza en el porvenir y la certeza de que la comunidad cristiana, que nunca puede ser indiferente, cuenta con vigor para dar respuesta eficaz a los interrogantes del futuro inmediato.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

El concepto de i. designa una dimensión de la actitud cristiana frente al -> mundo.

1. En la Escritura no hay un término que resuma el contenido de la i. Esta tiene su fundamento en el hecho de que en Cristo los hombres han sido liberados de los poderes de este mundo y así­ han recibido la esperanza del «dí­a del Señor» (p. ej., Rom 8, 18-39.14, 8-12; 1 Cor 4, 9-13; 7, 29-39; 2 Cor 4, 16-5, 10; Tit 2, 12s; Heb 10, 32-39). A la esperanza del suceso escatológico corresponde aquella libertad que permite tanto la distancia debida frente a las cosas del mundo como una adecuada intervención en la historia (cf. especialmente la fórmula os mé en 1 Cor 7, 29-32).

2. En la espiritualidad patrí­stica retrocedió el horizonte escatológico de la Biblia. Bajo el influjo de algunas filosofí­as coetáneas (p. ej., la doctrina estoica de la apatheia y la ataraxia) se acentuó más el aspecto de la lucha contra las pasiones. De esa lucha resulta aquella quietud del alma, libre de pasiones, que tiende a conferir la libertad plena de las cosas creadas en la contemplación de Dios.

3. La palabra «Gelass» (serenidad, abandono) en los mí­sticos alemanes resume el contenido de la i., pero implica también el peligro de interpretar este concepto como un escepticismo estoico, como una distancia frí­a frente a todo lo que no es Dios.

4. La i. recibe un sentido pregnante en la espiritualidad ignaciana. Esta exige la i. como condición indispensable para el momento clave de los -> ejercicios, que es la elección (Ejercicios, n.° 179; cf. también n.° 166). La fundamentación teológica está insinuada en el «Principio y fundamento». Del fin del hombre y de todas las cosas creadas se sigue necesariamente que «es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrí­o, y no le está prohibido» (n.° 23), Si nos fijamos en los ejemplos que Ignacio aduce para la actitud de la i. (instinto vital, afán de riquezas y de honor, deseo de larga vida, cf. Ejer., n.0 23, 166), veremos que allí­ el fundamento unificante es la autoafirmación del hombre cerrado en lo terreno, la cual ha de romperse para que éste se someta a la voluntad de Dios y llegue al acto de la elección. Pero la i. no es la última palabra sobre la relación del cristiano con el mundo. El lugar y la función de la i. están delimitados por la segunda consecuencia que se sigue del «Principio y fundamento» («elegir lo que más nos conduce para el fin que somos criados», Ejer., n° 23) y por la unión de la i. con la elección. Si interpretamos las afirmaciones de los Ejercicios cristológicamente, es decir, desde la base fundamental de la espiritualidad ignaciana, se pondrá de manifiesto la visión escatológica de la dinámica de la historia, con la que la Escritura determina el comportamiento de los cristianos frente a las cosas creadas. I. es por tanto el componente negativo de la intervención confiada y valiente en la historia, de la toma de posición clara en la dimensión de lo visible, en la Iglesia y el mundo; toma de posición para la que el hombre ha de decidirse en la elección. La vuelta hacia fuera, en la que el hombre ha de ejercitarse, ordena la i. en el todo de la espiritualidad ignaciana. I. no es por tanto una neutralismo que alejara de la historia, sino el esfuerzo diariamente renovado por superar las murallas que coartan toda decisión de la libertad humana, en orden a conseguir una comprensión cada vez mayor de la orientación de todas las cosas creadas a su fin. I. es la apertura radical a las exigencias de la voluntad de Dios, la cual se muestra al hombre desde la historia que va caminando hacia su fin escatológico. En medio de la correspondencia interna entre i. y elección, entre un estar liberado y la intervención activa en la historia, entre oí­r y responder con amor esta ecuanimidad es lo contrario de un escepticismo, de un fatigado mantenerse a la expectativa, es el contrapunto de todo -> indiferentismo.

BIBLIOGRAFíA: J. Calveras, Indiferencia: Manresa 6 (Ma 1930) 195-201 303-316; idem, Indiferencia: Manresa 12 (1936) 36-44; E. Przywara, Deus Semper Maior I (Fr 1938) 126-138; L Iparraguirre, Práctica de los Ejercicios de San Ignacio de Loyola en vida de su autor (R 1956) 194-207; Th. Rüther, Die sittliche Forderung der Apatheia (Fr 1949); R. Cantin, Indifferenz: Sciences Ecclésiastiques 3 (Montréal 1950) 114-145; J. Stierli, Das Ignatianische Gebet «Gott suchen in allen Dingen»: Ignatius von Lo-yola. Seine geistliche Gestalt und sein Vermdchtnis, bajo la dir. de F. Wulf (Wii 1956) 151-182; K. Rahner, Die ignatianische Logik der existentiellen Erkenntnis: ibid. 343-405; H. Vorgrimler, Gelassenheit: LThK2 IV 631-633; K. Rahner, Meditaciones sobre los ejercicios de san Ignacio (Herder Ba 1971) 25-29; Rahner VII 36-58 (La apertura hacia el Dios cada vez mayor); W. Heinen, Liebe als sittliche Grundkraft und ihre Fehiformen (Fr 31968).

Ernst Niermann

K. Rahner (ed.), Sacramentum Mundi. Enciclopedia Teolσgica, Herder, Barcelona 1972

Fuente: Sacramentum Mundi Enciclopedia Teológica