JUAN DE LA CRUZ. SAN

[955](1542-1591)

Carmelita promotor de la reforma de la Orden junto con Sta. Teresa de la Cruz. Fue poeta mí­stico y cumbre de la lí­rica religiosa castellana.

Nació en Fontiveros (ívila) el 24 de Junio de 1542 siendo sus padres Gonzalo de Yepes y Catalina Alvarez. Fue de niño a vivir a Arévalo y luego a Medina del Campo. Allí­ cursó humanidades con los jesuitas.

Ingresó en la Orden carmelitana en 1563, recibiendo el nombre de Fray Juan de San Matí­as. Estudió entre 1564 y 1568 en la Universidad de Salamanca. Ordenado sacerdote en 1567, se dedicó a la predicación y al estudio.

Fue Teresa de Jesús de Jesús quien le ganó para la Reforma carmelitana en Septiembre de 1567. Entregado a la causa, se dedicó a la obra en cuerpo y alma cautivado por los ideales de reforma y de vida espiritual. En 1568, Juan de la Cruz fundó el primer convento de Descalzos en Duruelo de la Sierra el 28 de Noviembre, junto al Padre Antonio de Jesús Heredia. Ejerció como maestro de Novicios en Duruelo, en Mancera y en Pastrana. En Abril de 1571 fue nombrado Rector del Colegio de Alcalá y en 1572 fue designado como confesor y vicario del Convento de la Encarnación, de Avila
Su espí­ritu chocó frontalmente con sus correligionarios, que le encarcelaron en Toledo en la noche del 3 al 4 de Diciembre. Preso permaneció hasta el 15 de Agosto de 1578, tiempo en que, según la tradición, compuso el Cántico espiritual y otros poemas.

Huyó de la cárcel y se refugió en un monasterio. Continuó la Reforma carmelitana y fundandó otros conventos. En Octubre de 1578 fue Prior del Calvano (Jaén) y en 1581 fue designado Rector del Colegio de Baeza. En Marzo de 1581, en el Capí­tulo de Alcalá, fue nombrado tercer Definidor Provincial y Prior de Granada, cargo que le fue renovado en 1583.

En 1585, en Mayo, en Lisboa fue elegido segundo Definidor y en octubre le nombraron Vicario Provincial de Andalucí­a. En 1586, en Mayo, fue elegido en Lisboa, como segundo Definidor y en octubre le nombraron Vicario Provincial de Andalucí­a.

En 1584 habí­a terminado ya en Granada el «Cántico espiritual» y redactó «Subida del Monte Carmelo», «Noche oscura del alma» y «Llama de amor viva».

En sus poemas brillaban las más sublimes figuras hechas vida, ritmo y sutileza mí­stica. Consiguió efectos verbales casi mágicos y una sonoridad y belleza tal que ninguno otro en toda la historia de la literatura castellana ha logrado efectos semejantes. A veces explicó sus versos sutiles y sublimes con algunos comentarios en prosa que le convierten en un insuperable maestro del espí­ritu y también del misticismo religioso.

En Junio de 1591 asistió al Capí­tulo General en Madrid y cesó en todos sus cargos. Murió en Úbeda a la doce de la noche el 14 de Diciembre en 1591. Tení­a 49 años. Fue beatificado por Clemente X el 25 de enero de 1675, canonizado el 27 de diciembre de 1726 por Benedicto XIII y declarado Doctor de la Iglesia el 24 d Agosto de 1926 por Pí­o XI. El 21 de Marzo de 1952 Pí­o XII le proclamó Patrono de todos los poetas españoles.

Aunque parece que no se conserva ningún retrato fidedigno de su figura fí­sica, el espí­ritu y el talante de este genial educador de almas nobles lo dejó el P. Eliseo de los Mártires. que vivió con él en el Colegio de Baeza.:»Fue hombre de mediano cuerpo, de rostro grave y venerable, algo moreno y de buena fisonomí­a; su trato y conversación, apacible, muy espiritual y provechoso para los que le oí­an y comunicaban. Y en esto fue tan singular y admirable, que los que le trataban, hombres y mujeres, salí­an espiritualizados, devotos y aficionados a la virtud. Supo y sintió altamente de la oración y trató con Dios, y a todas las dudas que le proponí­an acerca de estos puntos, respondí­a con alteza de sabidurí­a, dejando a los que le consultaban muy satisfechos y aprovechados. Fue amigo de recogimiento y de hablar poco, su risa, poca y muy compuesta. Cuando reprendí­a como superior, que lo fue muchas veces, era con dulce severidad, exhortando con amor paternal, y todo con admirable serenidad y gravedad».

Y Santa Teresa escribió de él. «El Padre Fray Juan de la Cruz es una de las almas más puras que Dios tiene en su Iglesia. Le ha infundido nuestro Señor grandes riquezas de sabidurí­a del cielo. Aunque es chico, entiendo es grande en los ojos de Dios. No hay fraile que no diga bien de él, porque ha sido su vida de gran penitencia. Mucho me ha animado el espí­ritu que el Señor le ha dado y la virtud. Tiene harta oración y buen entendimiento…Los huesos de aquel cuerpecito han de hacer milagros».

De sus obras se puede decir:

1. La «Subida al Monte Carmelo» es su obra fundamental. Forma como una sola obra con la Noche oscura. Empezada en el Calvario (Jaén), en 1578, y continuada después en Baeza y Granada.

2. La «Noche oscura del alma» tiene dos partes: el libro primero, «Noche pasiva del sentido», que consta de 14 capí­tulos; y el libro segundo, «Noche pasiva del espí­ritu», que consta de 25 capí­tulos.

3. El «Cántico espiritual» es la obra más bella del Santo. Son 30 estrofas que escribió en la cárcel. Trata de la unión con Dios. Y luego completó a 40 estrofas. Se divide en tres partes.

4. La «Llama de amor viva» fue escrita en Granada del 1585 al 1587 en quince dí­as. Es el libro más ardiente de todos. Consta de cuatro canciones con seis versos cada una.

5. Las otras obras son: «Avisos» o Consejos que daba a las monjas de Beas siendo su Confesor. Las «Cautelas» que escribió para las mismas monjas. Los «Cuatro avisos a un religioso» que es un comentario ascético. Las «Cartas» , de las que se conservan 32, pues, a causa del proceso que intentaron contra él, se destruyeron muchas. Las «Poesí­as» que fueron saliendo espontáneas en diversas circunstancias y sirvieron para sus tratados: Noche oscura, Cántico espiritual y Llama de amor
Gráfico sobre la subida al Monte Carmelo

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa