BULGAKOV, SERGII

(1871-1944)
DicEc
 
Tras haber estado comprometido con el marxismo, Bulgakov se convirtió a la ortodoxia en ví­speras de la revolución rusa. Exiliado en 1922, se marchó a Parí­s, donde se convirtió en decano del nuevo seminario ortodoxo ruso de San Sergio. Allí­ desarrolló las enseñanzas de Soloviev sobre >sofiologí­a y volvió al importante tema de la >sobornost’. Asoció la «sofí­a» con la sustancia de Dios, y trató de evitar todo residuo de panteí­smo usando (y quizá acuñando) la palabra «panenteí­smo», con que se expresa la idea de que el mundo está en Dios, evitando al mismo tiempo la identificación del mundo y de Dios. «La sofí­a en el sistema de Bulgakov aparece simultáneamente como intermediaria entre Dios y las criaturas y como idéntica a Dios y a las criaturas. Posee una «doble faz»: una vuelta hacia Dios, como imagen de Dios, y la otra vuelta hacia el mundo y, en consecuencia, como fundamento eterno del mundo»1. Asentado sobre bases profundamente personales, Bulgakov fue denunciado como hereje por jerarcas ortodoxos en las décadas de 1920 y de 1930, pero él siempre profesó la fe ortodoxa. La oscuridad de sus escritos dio lugar a diversas malinterpretaciones de su pensamiento.

Aunque insistió siempre en que el fundamento de la eclesiologí­a es la encarnación2, Bulgakov se muestra aquí­, como en toda su teologí­a, desconfiado frente a un cristocentrismo3 que descuidarí­a el Espí­ritu Santo: «La Iglesia, en su calidad de cuerpo de Cristo, que vive con la vida de Cristo, es por eso mismo el ámbito en el que el Espí­ritu Santo vive y opera. Más aún, la Iglesia es vida en el Espí­ritu porque es el cuerpo de Cristo. Esta es la razón de que la Iglesia pueda ser considerada como vida bienaventurada en el Espí­ritu Santo, o como vida del Espí­ritu Santo en la humanidad»4. Y también: «Podemos decir que en la edad presente la Iglesia es el cuerpo de Cristo precisamente porque es el cuerpo eucarí­stico, en el cual son otorgados los dones eucarí­sticos del Espí­ritu Santo, dador de vida en Cristo»5. La > tradición también depende del Espí­ritu Santo: «Desde un punto de vista externo, la tradición se expresa por medio de todo lo que está impregnado del Espí­ritu de la Iglesia, y en este sentido es inagotable. (…) En la vida interior de la Iglesia, la tradición asume muchas formas: literatura, liturgia, documentos canónicos, monumentos (…). La tradición no es un libro que recoge un determinado momento en el desarrollo de la Iglesia y luego se para, sino un libro que está escribiendo continuamente la vida de la Iglesia»6. Aunque acepta el ministerio jerárquico, es reacio a considerarlo por encima del pueblo7. Siguiendo a >Khomiakov, insiste en la sobornost’, que «se opone tanto al autoritarismo como al individualismo; es más bien unanimidad, participación armoniosa en la autoridad. Es la libertad del amor la que une a los creyentes»8. Su visión se extiende al omniabarcante ámbito de la sofí­a o sabidurí­a, revelada en la encarnación y en el poder de pentecostés. Al contemplar el catolicismo institucional, el protestantismo moderno, el evangelio social y la secularización, Bulgakov afirma: «El futuro del cristianismo vivo está en las interpretaciones sóficas del mundo y su destino. Todos los problemas dogmáticos y prácticos de la teologí­a cristiana moderna parecen formar un nudo, para desatar el cual será necesaria inevitablemente la sofiologí­a»9. La obra de Bulgakov constituye un rico filón, que la eclesiologí­a no puede permitirse ignorar.

NOTAS:
-1 E. VILANOVA, Sergio Bulgakov, en Historia de la teologí­a cristiana III, Herder, Barcelona 1992, 805-806; F. HEER, Bulgakov, en H. J. SCHULTZ (dir.), Tendencias de la teologí­a en el siglo XX. Un historia en semblanzas, Studium, Madrid 1970, 133-140; E CODA, Una introduzione .storica e teologica alla cristologia di S. Bulgakov, Lateranum 55 (1989) 435-469; L. ZANDER, Dios y el mundo, la concepción del mundo del padre S. Bulgakov, 2 vols., Parí­s 1948; G. A. MALONEY, A History of Orthodox Theology Since 1453, Belmont 1976, 64-65; R. WILLIAMS, Eastern Orthodox Theology, en D. F. FORD (ed.), The Modern Theologians II, Nueva York 1989, 156-159; H. J. RUPPERT, Sergej N. Bulgakov, en H. FRIES-G. KRETSCHMAR (eds.), Klassiker der Theologie II, Munich 1983, 262-276. –
-2 Die Lehre von der Kirche in orthodoxer Sicht, IKiZ 47 (1957) 168-200.
–3 S. SWIERKOSZ, L’Eglise visible selon Sergej Bulgakov: Structure hiérarchique et sacramentelle, Roma 1980.
-4 The Orthodox Church, Londres 1935-Nueva York 1988, 2.
–5 The Wisdom of God: A Brief Summary of Sophiology, Nueva York-Londres 1937, 206.
–6 The Orthodox Church, o.c., 26-27.
–7 Ib, 60; M. SEMERARO, Sacerdozio di Cristo e sacerdozio dei fedeli nel pensiero di Sergej Bulgakov, Lateranum 47 (1981) 212-221.
–8 J. PAIN-N. ZERNOV (eds.), A Bulgakov Anthology, Londres 1976, 127.
–9 Ib, 145-156, texto procedente de The Wisdom of God, Londres 1937; cf A. WALKER, Sophiology, Diak (USA) 16 (1981) 40-54; L. ZANDER, Die Weisheit Gottes im russischen Glauben und Denken, KerDo 2 (1956) 29-53.

Christopher O´Donell – Salvador Pié-Ninot, Diccionario de Eclesiologí­a, San Pablo, Madrid 1987

Fuente: Diccionario de Eclesiología