Su origen y evolución histórica
El cristianismo de Inglaterra había tenido, a partir de San Agustín de Canterbury (enviado por san Gregorio Magno en 596), una rica herencia espiritual y litúrgica. Desde el principio del segundo milenio, hubo ciertas tensiones entre los reyes y Roma, como en el caso del santo mártir Tomás Becket (1170). Pero la ruptura «anglicana» tuvo lugar en tiempo del rey Enrique VIII, con ocasión de que Roma no accediera a su divorcio. El rey se declaró «jefe supremo» de la Iglesia en Inglaterra (1529).
Aunque al principio de la ruptura se continuó con la fe cristiana común, posteriormente (con Eduardo VI, 1547-1553) la doctrina y el culto se fueron reformando, también con influencia protestante. En los siglos posteriores, con ciertos altibajos, se recuperó una «vía media», eliminando muchos elementos anticatólicos. La cabeza eclesiástica (fe y sacramentos) es el arzobispo de Canterbury, con dependencia del Rey en cuanto a muchos asuntos eclesiásticos. Gran parte de las Iglesias fundadas fuera de Inglaterra son independientes de ambas autoridades, pero existe la «comunión anglicana» desde la primera conferencia de Lambeth (en 1867), con amplia tolerancia respecto a doctrina y organización. Se llaman «episcopalianas» a las Iglesias que se independizaron de la corona inglesa en 1776; posteriormente también se unieron a la «comunión anglicana».
Diversas de tradiciones según cada Iglesia local
Se acentúa la importancia de la Biblia y de algunos sacramentos (bautismo, eucaristía), así como la profesión de fe según las fórmulas de los «credos» antiguos, pero con diversidad de tradiciones en cada una de las Iglesias. Ordinariamente se sigue el «Prayer Book» («libro de la oración común») en su cuarta edición de 1562, pero revisado y aceptada por los obispos en 1929. Existe una gran capacidad de adaptación y variedad de tendencias. La «alta Iglesia» es más cercana al catolicismo. Los obispos y presbíteros son aprobados y sostenidos por la corona, la cual tiene dar su consentimiento también en los cambios que se refieren a la liturgia y a la vida de la Iglesia en general.
Relación actual con el catolicismo
La relación con el catolicismo se ha intensificado desde principio del siglo XX, especialmente desde las «conversaciones de Malinas» (1921-1925). Ha habido visitas al Papa de Roma, por parte del arzobispo de Canterbury (en 1966 el arzobispo Ramsey vistió a Pablo VI), dando lugar a la creación de una comisión mixta para estudiar las posibilidades de unión. Dicha comisión ya ha emanado algunos documentos importantes, pero quedan cuestiones doctrinales de importancia por precisar mejor sobre la eucaristía (sentido del sacrificio y presencia real), la sacramentalidad de la ordenación (sólo de varones), el primado del Papa y su infalibilidad, el valor doctrinal de los concilios, etc.
Referencias Catolicidad de la Iglesia, ecumenismo, metodistas, protestantes, unidad de Iglesia.
Lectura de documentos LG 15; UR 19-24.
Bibliografía M. CARREZ, Anglicanismo, en Diccionario de religiones (Barcelona, Herder, 1987) 70-72; Y. CONGAR, Les courants de pensée dans l’anglicanisme (Paris 1964); (H. JEDIN edit.) Manual de historia de la Iglesia (Barcelona, Herder, 1972) V, 460-475; M. SIMON, Anglicanisme (París, 1982).
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización