Biblia

EXEQUIAS CRISTIANAS

EXEQUIAS CRISTIANAS

Como todos los momentos de la vida humana, también el dolor de la muerte y separación de lo seres queridos, se santifica con la celebración comunitaria del misterio pascual. Esta celebración funeral del paso hacia el más allá, por medio de oraciones y de vivencia de la caridad, culmina en la Eucaristí­a, que es la presencialización del sacrificio redentor de Cristo y el inicio de las bodas eternas o encuentro definitivo con él en el cielo y en la resurrección final.

Se llaman «exequias» el conjunto de ritos y oraciones, a modo de honras fúnebres («funerales»), que la comunidad eclesial celebra con ocasión de la muerte de un creyente cristiano. Así­ se cumplen o «solventan» los propios deberes («exequias») para con los difuntos. Por esto «la Iglesia ofrece sufragios en su favor» (CEC 1032). Tiene sentido de despedida momentánea de parte de quienes viven de la misma esperanza de ver a Dios y de resucitar en Cristo. Por esto el momento principal de la celebración es la Eucaristí­a. El tono de esperanza resalta por medio del canto de los salmos y de la vigilia de oración en la serenidad de la espera.

En las exequias resalta la expresión de la fe y de la esperanza en la resurrección, por medio de los signos celebrativos de la comunidad que se siente unida al creyente que ya pasó al más allá. La celebración tiene lugar principalmente en casa del difunto y en el templo donde él con su familia celebraban los misterios de Cristo. La Iglesia confí­a el creyente difunto entregándolo «en las manos del Padre», como ofrenda unida a la Eucaristí­a. El «a Dios» al difunto se convierte en recomendación a Dios y en esperanza de encontrarse de nuevo y de modo definitivo.

Esta celebración es vivencia, testimonio y anuncio de la muerte y resurrección de Cristo, que da sentido a la vida y a la muerte. Es un momento privilegiado por el que la comunidad cristiana se hace misionera en la comunión de los santos, dando testimonio de que la muerte ha sido vencida por Cristo resucitado «Espero en la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro» (Credo). Estos signos forman un «sacramental», en el que se expresa la fe en el misterio pascual, insertándola en las diversas culturas y situaciones humanas.

Referencias Comunión de los santos, esperanza, indulgencias, muerte, purgatorio, resurrección de los muertos.

Lectura de documentos SC 81-82; CEC 958, 1680-1690, 2299-2301; CIC 1176-1185.

Bibliografí­a F. BROVELLI, Exequias, en Nuevo Diccionario de Liturgia (Madrid, Paulinas, 1987) 777-793; J. LLOPIS, El entierro cristiano (Madrid, PPC, 1972); P.M. GY, La muerte del cristiano, en La Iglesia en oración (Barcelona, Herder, 1967) 677-690; A. PARDO, Liturgia de los nuevos rituales y del Oficio Divino (Madrid, Paulinas, 1975) 263-270; J.L. DE LA PEí‘A, El hombre y su muerte (Burgos, Aldecoa, 1971); L. SANCHEZ, Liturgia de los difuntos hoy (Madrid, Marova, 1967); (Secretariado Nacional de Liturgia), Celebración cristiana de la muerte (Madrid, EDICE, 1973).

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización