IGLESIA ESPOSA
Sentido esponsal de la Alianza
Los contenidos bíblicos sobre el Pueblo de Dios (Israel, Iglesia) tienen sentido «esponsal». Efectivamente se trata de la comunidad que es propiedad esponsal de Dios, con base en un pacto de amor o «Alianza» «Yo os haré mi pueblo y seré vuestro Dios» (Ex 6,7; Jer 31,33).
Jesucristo ha querido usar esta terminología al calificarse de «Esposo» (Mc 2,19; cfr. Mt 22,1-14; 25, 1-13) y al instituir la Eucaristía como Nueva Alianza sellada con su «sangre», es decir, su vida donada por amor (cfr. Lc 22,20). Jesús es «el Mediador de la Nueva Alianza» (Heb 9,5). El significado es no solamente el de una donación total para la redención, sino que también asume la historia humana como «consorte», unido en cierto modo a todo ser humano (cfr. GS 22).
Iglesia, esposa de Cristo
La Iglesia es la «desposada» con Cristo (Ef 5,25-27), su «cuerpo» o expresión (1Cor 6,15-32). Esta realidad y amor de Cristo es «esponsal», como de quien «amó a su Iglesia hasta entregarse en sacrificio por ella a fin de santificarla… y hacerla santa» (Ef 5,25-27). La Iglesia es la esposa del «Cordero», que ha blanqueado su túnica en «su sangre» (Apoc 7,14). Es la esposa «adquirida con la sangre» del Hijo de Dios (Hech 20,28).
Esta terminología bíblica se ha aplicado a la Iglesia esposa y a María Tipo o figura de la Iglesia, como puede constatarse en la doctrina patrística, los textos litúrgicos y la doctrina de los santos y autores espirituales sobre el camino de perfección y de contemplación. La Iglesia esposa tiene como modelo («Tipo») a María (LG 63-64), «la mujer vestida de sol», transparencia de Cristo (Apoc 12,1). Esta realidad esponsal de la Iglesia corresponde a todo bautizado, como «consorte» y amigo íntimo de Cristo, para «adherirse a la persona misma de Jesús y compartir su vida y destino» (VS 19). El «desposorio» con Cristo indica una amistad profunda con él, expresada en relación y seguimiento, con el compromiso de amarle y de hacerle amar.
La vida consagrada (por la profesión de los consejos evangélicos) «está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión, ya que «indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana» y la aspiración de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con Cristo Esposo» (VC 3). El sacerdote ministro es el signo personal y sacramental de Cristo Buen Pastor y Esposo ante la Iglesia esposa. Por esto «está llamado a ser imagen viva de Jesucristo Esposo de la Iglesia… el sacerdote está no sólo en la Iglesia, sino también al frente de la Iglesia. Por tanto, está llamado a revivir en su vida espiritual el amor de Cristo Esposo con la Iglesia esposa» (PDV 22).
Responsabilidad misionera de la Iglesia esposa
Toda la Iglesia «es la Esposa ante el Esposo, partícipe de su misterio y envuelta por su luz» (VC 15). «La Iglesia es también la Esposa que nace, como nueva Eva, del costado abierto del Redentor en la cruz; por esto Cristo va delante de la Iglesia, «la alimenta y la cuida» (Ef 5,29) mediante la entrega de su vida por ella» (PDV 2). Esta Iglesia no puede llegar a las bodas definitivas, como «esposa preparada para su esposo», si no colabora a que toda la humanidad y toda la creación lleguen a ser «un nuevo cielo y una nueva tierra» (Apoc 21,1-2).
La Iglesia, por ser esposa de Cristo, consorte y «complemento» suyo (cfr. Ef 1,23), comparte su misma misión. El celo apostólico, como el de Pablo, se basa en esta realidad esponsal hacer que la comunidad sea fiel «desposada» con Cristo Esposo (2Cor 11,1-2). La comunidad humana, redimida por Cristo, le pertenece a él como esposa (Rom 2,4; 1Cor 6,19). Por la redención de Cristo, todos los hombres están llamados a ser «consortes de la naturaleza divina» (2Pe 1,4).
Referencias Alianza, Apocalipsis, Cuerpo Místico, Iglesia, Pueblo de Dios, redención, Tipo de la Iglesia (María), vida consagrada.
Lectura de documentos CEC 757, 772-773, 796, 1089, 1616.
Bibliografía L. BOUYER, L’Eglise de Dieu (Paris, Cerf, 1970) cap. XI; K. DELAHAYE, Ecclesia Mater chez les Pères des trois premiers siècles (Paris, Cerf, 1964); J. ESQUERDA BIFET, Compartir la vida con Cristo (Barcelona, Balmes, 1988); CH. JOURNET, L’Eglise du Verb Incarné (Paris, Desclée, 1969); R. LAVATORI, G. CAMPANILE, Voi sarete il mio popolo, la Chiesa alla luce del Vaticano II (Bologna, EDB, 1990); A. ROMANI, L’immagine della Chiesa «Sposa del Verbo» nelle opere di Hans Urs von Balthasar (Roma, Pont. Univ. Lateranense, 1979); J. VERMEYLEN, El Dios de la promesa y el Dios de la Alianza (Santander, Sal Terrae, 1990). Ver bibliografía en Iglesia, Pueblo de Dios.
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización