CLAUDIO LISIAS

Claudio Lisias (gr. Kláudios Lusí­as). Tribuno militar a cargo de la guarnición romana en Jerusalén en el tiempo de la visita de Pablo a la ciudad, al fin del 3er viaje misionero. Su nombre griego, Lisias,* parece indicar que era griego de raza. Afirmó que habí­a comprado su ciudadaní­a romana por una gran suma (Act 22:28). Probablemente en relación con este acontecimiento adoptó el nombre del emperador Claudio, cuya esposa y otros cortesanos hací­an un gran negocio con la venta de la ciudadaní­a romana. Lucas lo llama un jilí­arjos, literalmente, «comandante de 1.000 hombres» o «tribuno» (Act 24:7). Ocupaba con sus soldados la fortaleza Antonia, que dominaba el área del templo desde el norte, y estaba conectado con él mediante una escalera, lo que permití­a un rápido acceso al atrio en caso de emergencia. Así­, cuando la multitud judí­a atacó a Pablo, Claudio con sus soldados estuvieron a mano para rescatarlo. Primero ordenó interrogar a Pablo con torturas, pero cuando se le informó que era ciudadano romano, lo desató. Cuando más tarde tuvo informes de un complot judí­o para matar a Pablo, envió al apóstol ante el procurador Félix en Cesarea (Act 21:30-23:30).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Un capitán principal que rescató a Pablo de los judí­os fanáticos amotinados en Jerusalén (Act 21:31; Act 24:22). Era griego, como lo muestra su se gundo nombre. Era un tribuno (gr., quiliarca, dirigente de 1.000 hombres), a cargo de la guarnición romana en Jerusalén, estacionada en el castillo de Antonia, contiguo al templo. Cuando Pablo le informó que era un ciudadano romano y por lo tanto no podí­a legalmente ser azotado, Claudio le dijo a Pablo que él habí­a comprado su ciudadaní­a romana con un gran precio (Act 22:28). Para proteger a Pablo, él lo envió inmediatamente después a Cesarea a ver a Félix, el gobernador romano.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Tribuno (militar) romano que rescató a Pablo de una multitud enfurecida en Jerusalén. †œOrdenó que fuese examinado con azotes†, pero al enterarse de que Pablo era romano desistió de someterlo al tormento (Hch 21:31; Hch 22:24-29). Recibió la información de que se intentaba asesinar a Pablo y ordenó que le trasladaran de noche a Cesarea a †¢†œFélix el gobernador†, y le escribió una carta que es un buen modelo de correspondencia militar romana. El tribuno comandaba una cohorte, unidad castrense que podí­a tener de seiscientos a mil hombres.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG HOMB HONT FUNC EJER

vet, El oficial romano en Jerusalén que, cuando Pablo fue arrestado, le protegió y actuó con presteza en apartarle de los que le rodeaban con intención de matarle (Hch. 23:26; 24:7, 22).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Comandante militar (quiliarca) de la guarnición romana que estaba en Jerusalén cuando el apóstol Pablo visitó esa ciudad por última vez alrededor del año 56 E.C., y a cuyo mando habí­a 1.000 hombres. Como Lisias era un nombre griego, se deduce que Claudio era griego de nacimiento. Adquirió la ciudadaní­a romana por una gran suma de dinero durante el reinado de Claudio, y, como era costumbre entre los que obtení­an dicha ciudadaní­a, adoptó el nombre del emperador que gobernaba entonces. (Hch 22:28; 23:26.) Según el historiador griego Dión Casio, a principios de la gobernación del emperador Claudio se acostumbraba a vender la ciudadaní­a romana por grandes sumas. (Historia romana, LX, 17, 5, 6.)
Claudio Lisias aparece en el registro de Hechos con relación a un incidente en el que se vio implicado el apóstol Pablo. Tomó soldados y oficiales del ejército y rescató a Pablo de la muerte a manos de una chusma. Asió a Pablo y mandó que lo atasen, pero como el tumulto no le permití­a averiguar quién era y qué habí­a hecho, mandó que lo llevasen al cuartel de los soldados, situado en la Fortaleza Antonia. (Hch 21:30-34.)
Claudio Lisias concluyó erróneamente que Pablo era el egipcio que tiempo atrás habí­a promovido una sedición y habí­a conducido al desierto a los 4.000 †œvarones de puñal†, pero cuando se enteró de que no era así­, le concedió la solicitud de dirigirse a la multitud desde las escaleras (probablemente las de la fortaleza). Tan pronto como Pablo mencionó su comisión de ir a las naciones, empezó de nuevo la violencia, por lo que Claudio Lisias ordenó que lo llevasen dentro del cuartel de los soldados y †œlo interrogaran sometiéndolo a azotes†. (Hch 21:35-40; 22:21-24.)
Antes de que se cumpliera la orden, se le informó a Claudio Lisias que Pablo era ciudadano romano, y cuando averiguó personalmente que era cierto, le dio miedo de haberle atado y por tanto haber violado sus derechos de romano. (Hch 22:25-29.) Se entiende que este oficial aceptara la palabra de Pablo, pues la alegación falsa de tener derechos de ciudadano romano se castigaba con la pena capital. El historiador Suetonio, en Los doce Césares (traducción de Jaime Arnal, Orbis, Barcelona, 1985, †œTiberio Claudio Druso†, XXV), explica que el emperador †œprohibió a los extranjeros que tomasen nombres de familias romanas, e hizo ejecutar con hacha en el campo Esquilino a los que habí­an usurpado el tí­tulo de ciudadano romano†.
Debido a que querí­a saber exactamente de qué acusaban a Pablo, Claudio Lisias mandó que se reuniese el Sanedrí­n. Cuando Pablo introdujo el tema de la resurrección, se produjo tal disensión entre los miembros del Sanedrí­n que a Claudio Lisias le dio miedo de que despedazasen al apóstol y mandó que el cuerpo de soldados †œlo arrebatara de en medio de ellos†. (Hch 22:30; 23:6-10.)
Más tarde, cuando el sobrino de Pablo le contó que habí­a un complot judí­o para matar al apóstol, Claudio Lisias mandó llamar a dos de los oficiales de su ejército y les ordenó que preparasen 200 soldados, 70 jinetes y 200 lanceros para salir hacia Cesarea alrededor de las nueve de la noche con el fin de llevar a Pablo ante el gobernador Félix. (Hch 23:16-24.) En conformidad con la ley romana, también le envió al gobernador un informe del caso, si bien en él no se apegaba por completo a los hechos. Aunque reconocí­a la inocencia de Pablo, dio a entender que lo habí­a rescatado porque se habí­a enterado de que era romano, mientras que en realidad habí­a violado sus derechos como ciudadano mandando que lo atasen y ordenando que lo examinaran sometiéndolo a azotes. (Hch 23:25-30.)
El discí­pulo Lucas conocí­a el contenido de esta carta tal vez porque se leyó cuando se vio el caso de Pablo, e incluso puede ser que el apóstol recibiera una copia de ella después de apelar a César.

Fuente: Diccionario de la Biblia

En Hch. 21.31ss el tribuno militar (gr. jiliarjos, ‘capitán de mil’; °vrv2, “tribuno de la compañía”; °vha, “tribuno de la cohorte”; °vp, “comandante del batallón”) al mando de la guarnición romana de la fortaleza Antonia en Jerusalén, que puso a Pablo bajo su custodia. Había adquirido la ciudadanía romana con dinero (Hch. 22.28); su nomen Claudio hace suponer que lo había comprado en el principado de Claudio, cuando la ciudadanía romana se hizo crecientemente accesible a cambio de pago al contado. Su cognomento Lisias indica que era griego de nacimiento. Su carta a Félix relacionada con Pablo (Hch. 23.26–30) acomoda sutilmente los hechos a fin de hacer aparecer más favorablemente su propia actuación en el caso en cuestión.

F.F.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico