UNION APOSTOLICA
La «Vida Apostólica», llamada también «Apostolica vivendi forma», es el modo evangélico de vivir por parte de los Apóstoles. Incluye el seguimiento de Cristo, la vida fraterna y la disponibilidad misionera. Se ha llamado «Unión Apostólica» a la fraternidad o asociación que busca vivir la «Vida Apostólica» en el Presbiterio de la Iglesia particular.
Como realidad sacerdotal, ha existido siempre, con diversas modalidades y tonos. Como organización o «servicio» asociativo, tiene su origen en el siglo XIX (con el canónigo Lebeurier, en Francia) o, según otros, en el siglo XVII (con Bartolomé Holzhauser, en Alemania), con la aprobación y alabanza de los Obispos y Sumos Pontífices. En los diversos países e Iglesias particulares, se ha aplicado según estatutos y normas que han ido evolucionando por el hecho de resaltar la espiritualidad específica del sacerdote diocesano en el Presbiterio, puesta en práctica según diversos medios y compromisos de vida personal y grupal, que también pueden inspirarse en alguna figura sacerdotal de la historia.
La «Unión Apostólica» sería, pues, una forma de vivir la «Vida Apostólica» en el Presbiterio, dejando a cada grupo su propia iniciativa, pero siempre A) A partir del sacramento del Orden y en dependencia espiritual y pastoral del carisma del propio Obispo PO 7; ChD 15-16, 28; PDV 74. B) Como miembro permanente del Presbiterio, que es «fraternidad sacramental» (PO 8; cfr. LG 28); «realidad sobrenatural» y «familia sacerdotal» (PDV 74); «lugar privilegiado» de vida sacerdotal (Directorio 27). C) Perteneciendo esponsalmente, como incardinado, a la Iglesia particular, como custodio de una herencia apostólica e historia de gracia, asumiendo su responsabilidad misionera local y universal LG 28; ChD 11; PO 10; PDV 16-17, 31-32, 74. D) Como servidor y constructor de la comunión en la variedad de vocaciones, estados de vida y carismas PO 6, 9; PDV 68, 74.
El espacio operativo de la Unión Apostólica respeta y privilegia todo cuanto se organice en el Presbiterio, pero, para conseguir este mismo objetivo, también propone posibilidades de vida fraterna, con un proyecto de vida personal y de grupo, que básicamente tiene estos campos de aplicación Dedicar diariamente un tiempo determinado a la meditación de la Palabra; reservar diariamente un momento de visita eucarística; tener periódicamente un encuentro fraterno con otros sacerdotes para ayudarse mutuamente (reunirse para orar, compartir, ayudarse, preparar la homilía, etc.); poner en práctica y animar las orientaciones del Obispo respecto al Presbiterio (proyecto de vida o directorio, formación permanente, pastoral sacerdotal…); recitar diariamente una oración mariana para la fidelidad a estos compromisos.
Referencias Asociaciones, espiritualidad sacerdotal, Presbiterio, sacerdote diocesano, sociedades de vida apostólica, vida apostólica.
Bibliografía J. ESQUERDA BIFET, El servicio de la «Unión Apostólica», en Teología de la espiritualidad sacerdotal ( BAC, Madrid, 1991) 291-293; L. PIOVESANA, L’Unione Apostolica del clero dopo il Concilio (Roma, Unione Apostolica, 1967); L’Unione Apostolica del Clero nei Documenti Pontifici (Roma, Unione Apostolica, 1973). Ver nuevos Estatutos del año 1995.
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización