VIDA APOSTOLICA
El estilo de vida evangélica de los Apóstoles
La «vida apostólica» o «apostolica vivendi forma», se ha llamado así porque indica una forma de vida al estilo de los Apóstoles. Incluye las exigencias del «seguimiento evangélico», especialmente la práctica permanente de los llamados «consejos evangélicos», con o sin votos. Es imitación de la misma vida de Cristo, para participar en su camino de misterio pascual.
Los textos evangélicos sobre la «vida apostólica» ponen en relación el envío (la misión) y las exigencias del seguimiento evangélico (Mt 9,35-10,42; Mc 6,7-13.30-31; Lc 9, 1-10 y 10, 1-21). A través de la historia, se han ido profundizando las características de esa vida, comentado los textos que indican encuentro con Cristo, seguimiento, comunión y misión (Mt 4,18ss; 19,21ss; Mc 3,13; 10, 17ss; Lc 6,12ss; Jn 10; 17; 21; Hech 20,17ss; 1Pe 5,1ss; textos paulinos, etc.). La aparente «separación» de Jesús y de sus apóstoles respecto a los demás, indica una mayor cercanía e inserción ser libres para el anuncio y el testimonio del evangelio (las bienaventuranzas y el mandato del amor).
Esta «vida apostólica», desde los tiempos evangélicos, la asumen también otras personas invitadas por Jesús. No sólo encontramos el grupo de los setenta y dos (Lc 10,1), sino también el grupo que, después de Caná, «con su Madre y con sus parientes», ha creído en él y le acompaña en su «descenso a Cafarnaún» (Jn 2,11-12). Había también «muchas mujeres» que repartieron sus bienes para seguirle en su predicación «por las ciudades y aldeas» (Lc 8,1-3). El seguimiento evangélico o seguimiento radical de Cristo, como «vida apostólica», no se ciñe, pues, al grupo de los doce, sino que se amplía a otros que quieren compartir la misma vida de Cristo.
En toda forma o modalidad de «vida apostólica» se ha hecho referencia a la comunidad eclesial primitiva, en torno a los Apóstoles, cuando «todo lo tenían en común» (Hech 2,44) y, por tanto, eran «un solo corazón y una sola alma» (Hech 4,32). Por esto, «daban testimonio con gran energía de la resurrección de Jesús» (Hech 4,33).
Seguimiento radical, fraternidad, misión
Además de la práctica de la pobreza, obediencia y castidad (por la práctica de los llamados «consejos evangélicos»), la «vida apostólica» incluye, con diversos matices, una cierta vida comunitaria (de encontrarse, para compartir y ayudarse), así como la disponibilidad misionera incondicional. El seguimiento radical, la comunión fraterna y la disponibilidad para la misión universal son elementos esenciales de la «vida apostólica», a la que están llamados los sucesores de los Apóstoles (obispos y presbíteros), así como otras personas según diversas modalidades personales o comunitarias (personas de «vida consagrada», etc.).
Sacerdotes ministros y vida consagrada
La «vida apostólica» de los Doce tiene que ser una realidad en quienes son «sucesores» de los Apóstoles los Obispos con sus presbíteros. «El ministerio ordenado surge con la Iglesia y tiene en los Obispos, y en relación y comunión con ellos también en los presbíteros, una referencia particular al ministerio originario de los apóstoles, al cual «sucede» realmente, aunque respecto el mismo tenga unas modalidades diversas» (PDV 16).
Esta realidad de «sucesión apostólica», que debe ser auténticamente evangélica, está al servicio de cualquier modalidad de «vida apostólica», que, por ello mismo, necesita encontrar en el Presbiterio de la Iglesia particular (en el Obispo y sus presbíteros), las notas características de la «vida apostólica» de los Doce.
La «vida consagrada» se ha presentado siempre como una imitación y prolongación de la «vida apostólica» o vida evangélica de los doce Apóstoles (cfr. San Atanasio, Vita Antonii). «Los que actualmente siguen a Jesús abandonándolo todo por El, imitan a los Apóstoles que, respondiendo a su invitación, renunciaron a todo lo demás. Por esta razón tradicionalmente se suele hablar de la vida religiosa como apostolica vivendi forma» (VC 93).
Referencias Consejos evangélicos, espiritualidad sacerdotal, misión, modelos apostólicos, seguimiento evangélico, sociedades de vida apostólica, Unión Apostólica, vida consagrada, vida comunitaria.
Consulta PDV 4-5, 15-17, 22, 24, 42, 46; VC 1, 14, 22, 31, 34, 45, 93-94.
Bibliografía CL. BOFF, La vita della comunione dei beni, la regola di S. Agostino (Assisi, Cittadella Ed., 1991); J. BOFILS, Les sociétés de vie apostolique identité et législation (Paris, Cerf, 1990); S.M. GONZALEZ SILVA, La Vida Religiosa Apostólica (Madrid, Pub. Claretianas, 1985); I.E. LOZANO, Vida Apostólica, en Diccionario Teológico de la Vida Consagrada (Madrid, Pub. Claretianas, 1989) 1793-1083.
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización