(-> espíritu, guerra). Acompañado por Josafat, rey de Judá, Ajab, rey de Israel, prepara la guerra contra Siria. Llaman a los profetas para que anuncien la palabra de Dios; vienen en gran número, y responden de manera halagadora: Dios mismo está al lado del rey en la batalla (1 Re 22,1-6). Pero son profetas falsos, hombres que han vendido la palabra a los deseos de su rey y han desertado por tanto de su Dios. Josafat, rey de Judá, quiere escuchar la voz de un profeta que se mantenga fiel al yahvismo y sólo encuentran a Miqueas ben Yimlá. Lc llaman y acude ante la corte del rey donde se despliegan las representaciones de la victoria anunciada. (1) Los cuatrocientos profetas oficiales cantan a coro y dicen al rey: «Ataca a Ramot Galaad y triunfarás: Dios entregará la ciudad en tus manos». Para resaltar esa certeza, uno de los profetas se pone ostentosamente grandes cuernos como signo de victoria. (2) Miqueas ben Yimlá proclama una palabra diferente: «Estoy viendo a Israel desparramado por los montes como ovejas sin pastor. Y el Señor dice: no tie ne amo; que cada uno vuelva a su casa y en paz» (1 Re 22,17). No tienen pastor porque el rey les lleva por caminos injustos. En esas condiciones no se puede buscar la protección de Yahvé para el combate. Pues bien, desde esa base, con un valor y una ironía desconcertantes, el profeta continúa invitando el rey para que entable el combate, porque «Dios le espera allí para matarle» (1 Re 22,1923). Lógicamente, un profeta que habla así y se atreve a contradecir a su rey y acusarle abiertamente, deberá ser perseguido. Han pasado los tiempos en que los profetas eran inviolables, como muestran las historias de Samuel, Natán y Ajías de Silo (cf. 1 Sm 15,1-35; 2 Sm 12,1; 1 Re 14,lss). Pero este rey decreta el castigo de Miqueas: «meted a ese hombre en la cárcel y tasadle la ración de pan y agua hasta que yo vuelva victorioso» (1 Re 22,27).
PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007
Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra