PASTOR DE HERMAS
Escrito clasificado entre los denominados Padres Apostólicos, otros autores prefieren considerarlo un apocalipsis apócrifo (Quasten), lo que no deja de ser discutible. El autor era posiblemente judío convertido al cristianismo y de vida familiar desdichada. La obra narra diversas visiones experimentadas por Hermas en Roma, posiblemente en la época de Clemente pero cuya redacción final tuvo lugar en el pontificado de Pío I. Ireneo, Tertuliano — en su período montanista — y Orígenes consideraron la obra inspirada y formando parte de la Sagrada Escritura. En Occidente, no obstante, no fue muy conocida. El Fragmento Muratoriano habla de que sólo podía leerse en privado, pero Orígenes nos ha dejado noticia de que también se leía en público en algunas iglesias.
Teología: Sacramentalmente, el Pastor de Hermas conoce una penitencia o perdón de los pecados aparte de la dispensada en el bautismo, pero da la impresión de que ésta se prodiga una sola vez en la vida, lo que ha provocado fuertes controversias. Asimismo considera que el bautismo es indispensable para la salvación, hasta el punto de afirmar que los apóstoles y maestros experimentaron un descenso †œad inferos† con la finalidad de bautizar a los justos fallecidos antes de Cristo. Cristológicamente, el Pastor identifica al Espíritu Santo con el Hijo de Dios, si bien cree en la Trinidad que, para él, estaría compuesta por el Padre, el Espíritu Santo o Hijo de Dios y el Salvador. Eclesiológicamente, Hermas considera a la Iglesia como la primera de las criaturas ya que por ella fue creado el mundo. Moralmente, permite las segundas nupcias pero rechaza la posibilidad de divorcio, aunque admite la separación de la adúltera.
VIDAL MANZANARES, César, Diccionario de Patrística, Verbo Divino, Madrid, 1992
Fuente: Diccionario de Patrística