ALGUNOS EMPLEOS PAULINOS DE LAS PREPOSICIONES
La expresión del misterio de la salvación supone la utilización de metáforas diversas, de las que no se puede prescindir, pero que corren siempre el peligro de quedarse fijas en unas representaciones imaginarias. Por eso Pablo hace un uso sumamente fecundo de un instrumental gramatical más fluido desde el punto de vista semántico, relacional por naturaleza: las preposiciones, que en él se convierten en un medio de expresión teológica privilegiada.
No olvidemos sin embargo que toda preposición tiene de antemano en la lengua un valor usual, con frecuencia diversificado, y que Pablo utiliza también constantemente las preposiciones de una forma totalmente banal. Por consiguiente, no atenderemos más que a algunos empleos que tienen un sello particular.
EN
La preposición griega en, la más corriente, es también la más difícil de precisar; significa habitualmente «en», pero pudo tomar desde la traducción de los Setenta el sentido de una preposición instrumental («con, por medio de»), ya que traduce constantemente el be del hebreo, que tiene estos dos sentidos. Así, cuando Pablo se dirige a la Iglesia de los Tesalonicenses que está en Dios Padre (1 Tes 1,1), se puede dudar del valor de este «en». Es verdad que el amor de Dios abre un ámbito donde vivir: la comunidad vive en él; pero es posible que con una reactivación del sentido de ekklesia («iglesia») como «convocación», se trata de la convocación de los tesalonicenses que son llamados por Dios Padre.
Una expresión con un sentido muy particular es en Christó, «en Cristo»: remitimos para su estudio a Cuadernos bíblicos n° 33, recuadro p. 17. Indiquemos solamente que en una mentalidad en la que el hombre vive siempre bajo el dominio o dependencia de una potencia sobrenatural (las potencias y dominaciones celestiales o demoníacas, la muerte…), en Christó significa muy bien la pertenencia a Cristo, el hecho de vivir bajo su dependencia, bajo su imperio, o, para mantener el sentido local de la preposición en el mundo nuevo inaugurado por Cristo (2 Cor 5,17: si uno está en Cristo, es ya creación nueva). De esta manera, Pablo establecerá una oposición entre el mundo abocado a la muerte en Adán y los que reciben la vida en Cristo (1 Cor 15,23).
Igualmente, en 1 Cor 1,21, los hombres, sumergidos en el ámbito divino, en la sabiduría de Dios, en cuanto que ésta despliega y manifiesta en este mundo el proyecto divino de salvación, no supieron reconocer a Dios.
SYN
Hay que distinguir entre en Christó y syn Christó («con Cristo»). Pablo suele mutiplicar los compuestos en syn- (Rom 6,4-8; Flp 2,2; 4,3; etc.). El apóstol y la comunidad tras él se sienten invitados a obrar con Cristo, o sea, a entrar en el movimiento de humillación y de anonadamiento que conduce a la cruz, con la esperanza de resucitar con él. Como indica la comunión de cada uno con los sufrimientos de Cristo, el syn puede señalar también el vínculo que une entre sí a los miembros de la comunidad.
EIS
Con la preposición de dirección eis («hacia, adentro, a»), Pablo introduce una tensión en el tiempo de la historia y en el reinado mismo de Cristo: es el tiempo cristiano, arbotante de la salvación dada ya en Jesucristo («hundidos en la muerte de Cristo»: Rom 6,3), pero tenso hacia el porvenir y abierto sin cesar por la esperanza en la espera de su venida, «hacia el día de Cristo» (Flp 1,10). Es el tiempo del combate contra las fuerzas del mal y de la destrucción, hasta que la creación entera llegue «a la, libertad de la gloria de los hijos de Dios» (Rom 8,21). De este modo, la participación en los sufrimientos y la conformación con la muerte de Cristo sostienen la carrera del apóstol para que por fin pueda llegar «a la resurrección de entre los muertos» (Flp 3,11).
EX, APO, DíA, PARA
Hay varias preposiciones de origen, con un sentido muy próximo, que se diferencian por el contexto: ex, apo, dia, para.
– De manera menos espacial que ex (su Hijo que viene de los cielos: 1 Tes 1,10), apo dice el origen (gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre) y se emplea concretamente en las fórmulas de saludo.
– Por otra parte, ex se usa a menudo en un sentido más abstracto par introducir la causa: «por, por el hecho de». Así, en la expresión corriente de la justificación: hemos sido justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la ley (Gal 2,16; etc.), ex introduce una causalidad cuya naturaleza es difícil y discutida.
– Dia, «por, a través de», seguida de genitivo, indica la causa instrumental inmanente, la que acompaña en el devenir. Así por un solo hombre entró el pecado en el mundo, pero todos reinarán por uno solo, Jesucristo (Rom 5,11.17). Y Pablo, enviado no de parte de un hombre ni por su hombre, sino por Jesucristo, anuncia el evangelio que ha recibido no a través de un hombre, sino por la revelación de Jesucristo (Gal 1,1.12). Es como si el dia Iésou Christou describiera la forma inmanente del Señorío expresada por el en Christó.
– Para, «pasando por», se reserva más bien para la transmisión de hombre a hombre: es la preposición -y el prefijo verbal (paradidómi, «transmitir»; paralambanó, «recibir»)- de la tradición (Gal 1,12; 1 Cor 11,23; 1 Cor 15,3); transmisión del kerigma de la fe, transmisión ya litúrgica del relato de la cena.
HYPO, HYPER
Si la preposición hypo, «bajo» (con acusativo) resulta significativa sobre todo en los compuestos de la familia hypakoé, «obediencia» (Rom 6,16; 2 Cor 10,5-6; Flp 2,8.12), la preposición hyper, «por, en favor de», forma parte de las fórmula kerigmáticas heredadas: Cristo murió por nuestros pecados (1 Cor 15,3); se entregó por nosotros (Rom 8,32; Gal 1,4; 2,20; cf. 1 Cor 11,24; 1 Cor 1,13). Pero Pablo no duda en invertir con atrevimiento esta expresión; afirma a los filipenses (1,29) que se les ha dado sufrir por Cristo, asociándolos así plenamente a la obra de la salvación. La Carta a los Colosenses recogerá esta idea en una perspectiva deliberadamente eclesiológi-ca: Así voy completando en mi existencia mortal, por el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, lo que falta al total de las tribulaciones de Cristo (Col 1,24).
R. D.
AA. VV., Vocabulario de las epístolas paulinas, Verbo Divino, Navarra, 1996
Fuente: Vocabulario de las Epístolas Paulinas