Biblia

PENTECOSTES, FIESTA DE

PENTECOSTES, FIESTA DE

En Lv. 23.16 la LXX lee pentēkonta hēmeras para el heb. amiššı̂m yôm, ‘cincuenta días’, con referencia al número de días desde la ofrenda de la gavilla de cebada al comienzo de la pascua. En el quincuagésimo día se celebraba la fiesta de Pentecostés. Como el tiempo que pasaba era de siete semanas, se la llamaba ḥaḡ šāḇu˓ôṯ, ‘fiesta de las semanas’ (Ex. 34.22; Dt. 16.10). Señala la culminación de la cosecha de la cebada, que comenzaba cuando se aplicaba la hoz al cereal por primera vez (Dt. 16.9), y cuando la gavilla era mecida “el día siguiente del día de reposo” (Lv. 23.11). También se la llama ḥaḡ haqqāṣı̂r, ‘fiesta de la siega’, y yôm habbikkûrı̂m, ‘día de las primicias’ (Ex. 23.16; Nm. 28.26). La fiesta no está limitada a la época del Pentateuco, sino que su cumplimiento se menciona en los días de Salomón (2 Cr. 8.13), como la segunda de las tres fiestas anuales (cf. Dt. 16.16).

La fiesta se proclamaba como una “santa convocación”, día en que no había de cumplirse ningún trabajo servil, y en que todo varón de los israelitas debía presentarse en el santuario (Lv. 23.21). De las casas se llevaban dos panes cocidos, de harina fina y nueva, con levadura, que eran mecidos por el sacerdote ante el Señor, juntamente con los sacrificios de animales como ofrenda de expiación y de paz (Lv. 23.17–20). Como día de gozo (Dt. 16.16) resulta evidente que en él el israelita devoto expresaba gratitud por las bendiciones de la cosecha de granos, y experimentaba en su corazón el temor del Señor (Jer. 5.24). Pero se trataba de las acciones de gracias y el temor de un pueblo redimido, porque al servicio no le faltaban las ofrendas por el pecado y por la paz, y constituía, más aun, recordación de la liberación de Egipto (Dt. 16.12) como pueblo del pacto (Lv. 23.22). La base de aceptación de la ofrenda presupone la remoción del pecado y la reconciliación con Dios.

En el período intertestamentario y después, Pentecostés se consideraba como aniversario de la entrega de la ley en el Sinaí (Jubileos 1.1 con 6.17; TB, Pesaḥim 68b; Midrás, Tanḥuma 26c). Los saduceos lo celebraban en el quincuagésimo día (cálculo inclusivo) a partir del primer domingo después de pascua (considerando que el “día de reposo” de Lv. 23.15 era el día de reposo semanal); este modo de calcular sirvió para determinar el cumplimiento público mientras hubo templo, y se justifica, por lo tanto, que la iglesia conmemore el primer Pentecostés cristiano en día domingo (domingo de Pentecostés). Los fariseos, empero, interpretaban el “día de reposo” de Lv. 23.15 como la fiesta de los panes sin levadura (cf. Lv. 23.7), y su modo de calcular se hizo normativo en el judaísmo después del 70 d.C., de manera que en los calendarios judíos Pentecostés cae ahora en diversos días de la semana.

En el NT hay tres referencias a Pentecostés: (1) Hch. 2.1 (gr. tēn hēmeran tēs pentēkostēs). En dicho día, después de la resurrección y ascensión de Cristo (ca. 30. d.C.), los discípulos estaban reunidos en una casa en Jerusalén y recibieron señales del cielo. El Espíritu Santo descendió sobre ellos, y una nueva vida, de poder y bendición, comenzó a evidenciarse, lo que Pedro explicó como cumplimiento de la profecía de Joel. (2) Hch. 20.16. Pablo estaba decidido a no dedicar tiempo al Asia, y se apresuró a fin de estar en Jerusalén para el día de Pentecostés (57 d.C.). (3) 1 Co. 16.8. Pablo se propuso permanecer en Éfeso hasta Pentecostés (54 o 55 d.C.), porque se le había abierto puerta fructífera para su ministerio.

Bibliografía. J. Jeremias, Jerusalén en tiempos de Jesús, 1977; R. de Vaux, Instituciones del Antiguo Testamento, 1985; M. de Tuya, J. Salguero, Introducción a la Biblia, 1967, t(t). II, pp. 523ss; F. Fernández, “Pentecostés”, °EBDM, t.V, cols. 1009–1014.

Misná, Menaḥoṯ 10.3; Tosefta, Menaḥoṯ 10. 23, 528; TB, Menaḥoṯ 65a; L. Finkelstein, The Pharisees, 1946, pp. 115ss.

D.F.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico