Biblia

H1293

H1293

Diccionario Strong

בְּרָכָה

beraká

de H1288; bendición; por implicación prosperidad: bendecir, bendición, don, estanque, generoso, presente.

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Diccionario Chávez

בְּרָכָה

1) Bendición (Gén 27:12).

2) Presente u obsequio acompañado de una bendición (Gén 33:11).

3) Paz hecha mediante capitulación y acompañada de alguna fórmula de bendición asú ití berajáh = haced conmigo la paz (2Re 18:31).

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Diccionario Vine AT

berakah (בְּרָכָה, H1293), «bendición». La forma del radical de esta palabra se encuentra en las lenguas semíticas del noroeste y del sur de la región semítica. Se usa conjuntamente con el verbo barak («bendecir») 71 veces en el Antiguo Testamento. El término aparece con mayor frecuencia en Génesis y en Deuteronomio . La primera vez es el caso de la bendición de Dios sobre Abram: «Y haré de ti una nación grande y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición [berakah]» (Gén 12:2).

Cuando la expresa el hombre, «bendición» es un deseo o una súplica en pro de bendición futura: «Y [Dios] te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham» (Gén 28:4). Esto se refiere a la «bendición» que los patriarcas antes de morir solían pronunciar sobre los hijos de Israel. La «bendición» de Jacob a las tribus (Génesis 49) y la «bendición» de Moisés (Deu 33:1 ss) son otros ejemplos bien conocidos de este hecho.

Bendición era lo contrario a maldición (qelalah): «Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición» (Gén 27:12). Una forma concreta de presentar una bendición era mediante un regalo. Por ejemplo: «Acepta, te ruego, el regalo que te he traído, pues Dios me ha favorecido y todo lo que hay aquí es mío. E insistió hasta que Esaú lo tomó» (Gén 33:11 RV-95). La «bendición» dirigida a Dios es una expresión de alabanza y gratitud, como en el caso siguiente: «Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bendígase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza» (Neh 9:5).

La bendición del Señor descansa sobre quienes le son fieles: «La bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy» (Deu 11:27). Su bendición trae justicia (Sal 24:5), vida (Sal 133:3), prosperidad (2Sa 7:29) y salvación (Sal 3:8). La «bendición» es como lluvia o rocío: «Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán» (Eze 34:26; cf. Sal 84:6). El Señor envía su «bendición» en la comunión de los santos: «Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna» (Sal 133:3).

En contados casos se dice que el Señor hizo que personas fuesen de «bendición» a otros. Abraham es bendición a las naciones (Gén 12:2). Se espera que sus descendientes sean de bendición a las naciones (Isa 19:24; Zac 8:13).

La Septuaginta traduce berakah como eulogia («alabanza; bendición»). Varias versiones modernas lo traducen como «bendición o regalo».

Fuente: Varios Autores