Diccionario Strong
אֱלָהּ
eláj
(caldeo); correspondiente a H433; Dios: Dios, dios.
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Diccionario Chávez
(AR) אֱלָהּ
1) Dios:
Eláh shemáya = Dios de los cielos (Dan 2:18).
2) bar elahín = hijo de los dioses = ser divino o ángel (Dan 3:25). — Det. אֱלָהָא; Suf. אֱלָהִי, אֱלָהָךְ, אֱלָהֵהּ, אֱלָהָנָא, אֱלָהֲכוֹן/אֱלָהֲכֹם, אֱלָהֲהוֹן/אֱלָהֲהֹם; Pref. לֶאֱלָהּ, וֵאלָהָא, לֵאלָהָא; Pl. אֱלָהִין; Det. אֱלָהַיָּא; Const. אֶלָהֵי, לֵאלָהֵי; Suf. לֵאלָהַי, לֵאלָהָיךְ.
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Diccionario Vine AT
elah (אֱלָהּ, H426), «dios». Este vocablo arameo equivale al término hebreo ‘elôah. Es una expresión general para «Dios» en los pasajes arameos del Antiguo Testamento y también una forma cognada del vocablo , que los árabes usan para hablar de Dios. El término se emplea ampliamente en Esdras: aparece no menos de 43 veces entre Esd 4:24 y Esd 7:26. En cada caso, se refiere al «Dios» del pueblo judío, fuese o no un judío el que lo usara. Este es el caso cuando el gobernador de la provincia de «Más Allá del Río» (es decir, al oeste del río éufrates) le habló a Darío el rey acerca de «la casa del gran Dios» (Esd 5:8). Asimismo, Ciro instruyó a Sesbasar, gobernador, «que la casa de Dios sea reedificada» (Esd 5:15) en Jerusalén.
Aunque los persas sin duda no adoraban al «Dios» de Israel, le otorgaban la dignidad que correspondía al «Dios de los cielos» (Esd 6:10). Lo hacían en parte por superstición; aunque la naturaleza pluralista del recién conquistado Imperio Persa exigía que honrasen a los dioses de los pueblos conquistados, en aras de la paz y de la armonía social. Cuando Esdras usa el término , a menudo especifica el Dios de los judíos. Habla, por ejemplo, del «Dios de Israel» (Esd 5:1; Esd 6:14), el «Dios del cielo» (Esd 5:12; Esd 6:9) y el «Dios de Jerusalén» (Esd 7:19). Asocia además a «Dios» con su casa en Jerusalén (Esd 5:17; Esd 6:3). En el decreto de Artajerjes se habla del «sacerdote Esdras , escriba de la ley del Dios de los cielos» (Esd 7:12, Esd 7:21). Esta designación parecería extraña viniendo de un rey persa pagano, si no fuese por la política de tolerancia religiosa que practicó la dinastía Aqueménide. En otras partes de Esdras , se asocia con el templo, tanto en su construcción (Esd 5:2, Esd 5:13) como un edificio concluido y consagrado para el culto divino (Esd 6:16).
En el único versículo de Jeremías escrito en arameo (Esd 10:11), el vocablo se encuentra en su forma plural para describir a los «dioses» que nada tuvieron que ver con la creación del universo. Aunque estos «dioses» falsos los adoraban naciones paganas (y hasta reverenciados por algunos hebreos en el cautiverio babilónico), esas deidades acabarían pereciendo porque no eran eternas.
El libro de Daniel se vale de para hablar tanto de los «dioses» paganos, como del único «Dios» verdadero. Los sacerdotes caldeos dijeron a Nabucodonosor: «Además, el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay delante del rey quien lo pueda declarar, salvo los dioses, cuya morada no está con los mortales» (Dan 2:11 RVA). Los caldeos se refirieron a esos «dioses» cuando informaron que Sadrac, Mesac y Abed-nego rehusaban participar en idolatría en la llanura de Dura (Dan 3:12). Daniel enumera estos «dioses» cuando condenó el abandono de Nabucodonosor por el culto al único y verdadero «Dios» de Israel (Dan 5:23). En Dan 3:25, el término se refiere a un ser o mensajero divino enviado a proteger a los tres jóvenes hebreos (Dan 3:28). En Dan 4:8-9, Dan 4:18; y Dan 5:11, aparece la frase «espíritu de los dioses santos» (RV, RVA, RV-95, LBA, BLA; «Dios Santo» NRV). Las menciones restantes de se refieren al «Dios» viviente a quien Daniel adora».
Fuente: Varios Autores