Biblia

H4325

H4325

Diccionario Strong

מַיִם

máim

dual de un sustantivo prim. (pero usado en sentido sing.); agua; fig. jugo; por eufem. orina, semen: agua, bañar, corriente, manantial, mar, orina, regar, río, vado.

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Diccionario Chávez

מַיִם Agua:

a) máyim jayím = aguas vivas, es decir, aguas de manatial (Gén 26:19; Ver nota RVA). b) mei rosh = aguas envenenadas (Jer 8:14). c) meiméi ragláyim = aguas de las piernas (según el Qere en 2Re 18:27; el Ketiv tiene שֵׁינֵיהֶם, «su orina» — Ver bajo שַׁיִן). — Paus. מָֽיִם; Const. מֵי, מֵימֵי; Suf. מֵימָיו; Loc. הַמַּיְתָה.

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Diccionario Vine AT

mayim (מַיִם, H4325), «agua; torrente». El término tiene cognados en ugarítico y en sudarábigo. Aparece unas 580 veces y durante todos los períodos del hebreo bíblico.

Primero, «agua» es una de las sustancias básicas originales. Este es su significado cuando aparece por vez primera, en Gén 1:2 : «Y el Espíritu de Dios se movía sobra la faz de las aguas». En Gén 1:7 Dios separó las «aguas» de encima de las «aguas» debajo (cf. Éxo 20:4) de la bóveda celeste (LVP). Segundo, el vocablo representa aquello que está dentro de un pozo, por ejemplo, «agua» para beber (Gén 21:19). Las «aguas vivas» son las que fluyen: «Cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle … hallaron un pozo de aguas vivas» (Gén 26:19). Al agua que se bebe en la prisión se le denomina «agua de aflicción»: «Echad a este en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz» (1Re 22:27). Job 9:30 habla de agua de nieve: «Aunque me lave con aguas de nieve, y limpie mis manos con la limpieza misma».

Tercero, mayim puede representar figuradamente cualquier líquido: «Dios nos ha destinado a perecer, y nos ha dado a beber aguas de hiel, porque hemos pecado contra Jehová» (Jer 8:14). La frase, en 2Re 18:27, mereglayim («agua de los pies») significa orina: «¿Me ha enviado mi señor para decir estas palabras a ti y a tu señor, y no a los hombres que están sobre el muro, expuestos a comer su propio estiércol y beber su propia orina con vosotros?» (cf. Isa 25:10).

Cuarto, en el culto de Israel el «agua» se vertía o rociaba (no se sumergía a nadie) simbolizando la purificación. Es así como Aarón y sus hijos debían lavarse ritualmente con «agua» como parte del rito de consagración al sacerdocio: «Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua» (Éxo 29:4). Ciertas partes del animal sacrificado debían lavarse con «agua» durante el culto: «Y lavará con agua los intestinos y las piernas» (Lev 1:9). Los ritos israelitas a veces incluían «agua santificada»: «Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo y lo echará en el agua» (Núm 5:17). En el ritual de Israel también se usaban «aguas amargas»: «Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición» (Núm 5:18). Esta era «agua» que causaba maldición y amargura a quien la bebía (Núm 5:24).

Quinto, en nombres propios el vocablo se usa en relación con fuentes, arroyos o mares, y las regiones que están en el vecindario inmediato de estas aguas: «Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre» (Éxo 7:19).

Sexto, el término se usa en sentido figurado de muchas maneras. Mayim alude al peligro o aflicción: «Envió de lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas» (2Sa 22:17). En 2Sa 5:20 Mayim representa una fuerza que irrumpe: «Quebrantó Jehová a mis enemigos delante de mí, como corriente impetuosa». Las «muchas aguas» pueden referirse a la insurgencia de las naciones impías en contra de Dios: «Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas» (Isa 17:13). El vocablo, por tanto, describe un ímpetu violento y sobrecogedor: «Se apoderarán de él terrores como de aguas; torbellino lo arrebatará de noche» (Job 27:20). En otros pasajes «agua» se usa para representar la timidez: «Por lo que el corazón de ellos desfalleció y vino a ser como agua» (Jos 7:5). Relacionado un poco con este sentido está la connotación de «transitorio»: «Y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ella como de aguas que pasaron» (Job 11:16). En Isa 32:2 «agua» representa refrigerio: «Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de agua en tierras de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa». Los remansos apacibles o las aguas quietas simbolizan el descanso y la paz: «Junto a aguas de reposo me pastoreará» (Sal 23:2). Se usan términos semejantes para describir los encantos de la esposa como «aguas de vida» o «aguas vivificantes»: «Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo» (Pro 5:15). El «agua» derramada representa derramamiento de sangre (Deu 12:16), ira (Ose 5:10), justicia y juicio (Amó 5:24) y sentimientos de dolor (Job 3:24).

Fuente: Varios Autores