H779
Diccionario Strong
אָרַר
arar
raíz primaria; abominar: maldecir severamente, maldición, maldito.
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Diccionario Chávez
ארר QAL:
Maldecir (Gén 3:14). — Perf.suf. אָרוֹתִיהָ; Vep. וְאָרוֹתִי; Impf. תָּאוֹר; Impv. אָרָה־, אֹרוּ, אוֹרוּ; Inf. אָרוׄר; Part.suf. אֹרְרֶיךָ; Pas. אָרוּר.
NIFAL:
Ser maldito, ser maldecido (Mal 3:9). — Part. נֵאָרִים.
PIEL:
Maldecir, acarrear maldición (Gén 5:29; Núm 5:18). — Perf.suf. אֵרְרָהּ; Part. מְאָֽרֲרִים.
HOFAL:
Ser maldito (Núm 22:6). — Impf. יוּאָר. (Algunos consideran esta forma como Pas. de Qal).
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Diccionario Vine AT
arar (אָרַר, H779), «maldecir». Esta raíz se encuentra en sudarábigo, etiópico y acádico. El vocablo aparece 60 veces en el Antiguo Testamento.
Se encuentra por primera vez en Gén 3:14 y 17 (RVA): «Serás maldita entre todos los animales domésticos … Sea maldita la tierra por tu causa». Más de la mitad de todos los casos se encuentran en esta modalidad. Es una declaración de juicio sobre los que quebrantan el pacto, como por ejemplo en Deu 27:15-26, donde se repite doce veces: «Maldito el hombre».
«Maldecir» a menudo aparece en paralelo con «bendecir». Las dos «maldiciones» en Génesis 3 están en marcado contraste con las dos bendiciones en Génesis 1 («Y Dios los bendijo»). El pacto abrahámico incluye: «Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré [son dos raíces diferentes]» (Gén 12:3 RVA). Comparar en Jeremías 17 : «Maldito el varón que confía en el hombre» (v. 5) con «Bendito el varón que confía en Jehová» (v. 7).
Los paganos se valían del poder de la «maldición» para deshacerse de sus enemigos, como cuando Balac procuró a Balaam: «Ven y maldíceme a este pueblo» (Núm 22:6 RVA). Israel usaba en sus ceremoniales «el agua amarga que acarrea maldición» (Núm 5:18 ss RVA).
Solo Dios puede efectivamente «maldecir». Es una revelación de su justicia en apoyo a su derecho a la obediencia absoluta. Los seres humanos pueden hacer suyas las «maldiciones» de Dios encomendándoles sus agravios y confiando en sus juicios justos (cf. Sal 109:26-31).
La Septuaginta traduce ‘arar con epikatarasthai, sus compuestos y derivados; por esta vía llega al Nuevo Testamento. «Maldición» en el Antiguo Testamento se resume en la siguiente declaración: «Maldito el varón que no obedeciere las palabras de este pacto» (Jer 11:3). El Nuevo Testamento responde: «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)» (Gál 3:13).
Fuente: Varios Autores