MUERTO, MAR
La Biblia lo llama por lo general †œmar de la Sal† (y también mar Oriental, en oposición al Occidental, que es el Mediterráneo; o mar del desierto); para los romanos fue el (lacus) Asphaltites (lago de Asfalto). Desde el siglo II cristiano se impuso la designación de †œmar Muerto.†
Su superficie está a 392 m bajo el nivel del Mediterráneo, siendo el lugar más hondo de la superficie terrestre.
La cuenca septentrional alcanza una profundidad de hasta 401 m, mientras que al sur de la †œLengua† (o península de Lisán) la profundidad es escasa, de sólo unos metros. Esa cuenca meridional es probablemente el lugar de las ciudades sumergidas por un terremoto, y especialmente de la ciudad de Sodoma.
El mar Muerto es un mar interior, sin conexión alguna con el océano. Sin la evaporación habría inundado hace mucho tiempo su entorno; pero la evaporación es tan fuerte en la cuenca marítima, que las masas de agua que aportan el Jordán, el Arnón y los numerosos wadis de la ribera oriental se evaporan en el mismo día. Como todos los caudales aportan sal, el mar Muerto es cada vez más salado; en él no pueden vivir los peces. El contenido de sal alcanza alrededor del 25 por ciento (la media del océano es del 4 % aproximadamente).
También en la época bíblica se utilizaba el †œmar de la Sal† como salinera. Además, y sobre todo en la parte meridional, el suelo expulsa diversos derivados del petróleo, que se endurecen en la superficie y se depositan en la orilla; ese asfalto (betún) se emplea sobre todo en la construcción de barcos, y también de casas, cuando se quieren calafateos sin fugas.
Algunos datos: longitud, 85 km; anchura máxima 15,7 km; profundidad máxima, 401 m; superficie, 945 km2.
Fuente: Diccionario de Geografía de la Biblia