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IGLESIA ORTODOXA

IGLESIA ORTODOXA

Véase ORTODOXA, IGLESIA.

Fuente: Diccionario de Religiones Denominaciones y Sectas

DicEc
 
La Iglesia ortodoxa es la más importante y la que cuenta con más miembros de todas las >Iglesias orientales. El término «ortodoxo» significaba originariamente rectitud en la cristologí­a (orthos/recto, doxa/doctrina, opinión), basada en los siete primeros concilios ecuménicos. La Iglesia ortodoxa tiene una historia compleja condicionada por el encuentro con el Imperio bizantino, el islam y los regí­menes marxistas, así­ como por su distanciamiento de Roma; cuestión esta última relativa no sólo a la doctrina, sino también a la espiritualidad, la polí­tica y la cultura, y a la existencia de eclesiologí­as fundamentalmente diferentes. A partir del 1054 el nombre del papa dejó de mencionarse en la liturgia, como signo evidente de la ruptura de la comunión, ruptura debida en gran medida a la falta de sensibilidad del cardenal Humberto, legado del papa. Aunque generalmente suele considerarse el siglo XI como el comienzo del cisma, los malentendidos, la desconfianza, la rivalidad y las diferencias se habí­an hecho ya muy acusados en los siglos anteriores. A pesar de los intentos de unión llevados a cabo en el concilio de >Lyon II (1274) y en el concilio de >Florencia (1439), a mediados del siglo XV el cisma era total. Esta ruptura suponí­a un vivo contraste con la situación del primer milenio, descrita así­ por el Vaticano II: «Las Iglesias de Oriente y de Occidente, durante muchos siglos, siguieron su propio camino, unidas, sin embargo, por la comunión fraterna de la fe y de la vida sacramental, siendo la Sede romana, por común consentimiento, la que resolví­a cuando entre las Iglesias surgí­an discrepancias en materia de fe o de disciplina» (UR 14).

Las diferencias teológicas entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica giran principalmente en torno al >Filioque, el añadido romano al credo de Nicea, y el papel del primado y la infalibilidad del papa. Pero hay que subrayar que sigue habiendo serios bloqueos psicológicos, sociales e históricos incluso después de que Pablo VI y el patriarca Atenágoras levantaran en 1965 las excomuniones que se habí­an lanzado mutuamente ambas Iglesias en 1054. No obstante, los contactos ecuménicos están poniendo de manifiesto lentamente las áreas de coincidencia, al tiempo que se hacen patentes también las divergencias (>Ecumenismo, Iglesias ortodoxas y otras Iglesias orientales). La existencia de las >Iglesias uniatas sigue siendo motivo constante de irritación para los ortodoxos.

Los cristianos ortodoxos se consideran a sí­ mismos como pertenecientes a la única Iglesia en virtud de la unidad de fe y del rito bizantino, que recoge tradiciones litúrgicas, canónicas y espirituales comunes. La estructura de la Iglesia ortodoxa es compleja. Hay cuatro patriarcados antiguos: Constantinopla, Alejandrí­a, Antioquí­a y Jerusalén; el quinto patriarcado, el de Roma, se considera en situación de cisma o herejí­a. Hay once Iglesias autocéfalas (autos/propio, kephalé/cabeza), que llevan una vida eclesial independiente: cuatro de ellas tienen al frente a un mismo patriarca —Rusia, Rumania, Serbia y Bulgaria—, las otras tienen arzobispos o metropolitanos, salvo en el caso del patriarca-católico de Georgia, en lo que antes era la Unión Soviética. Hay tres Iglesias muy independientes, aunque no absolutamente, y que se conocen como «autónomas» —Finlandia, Japón y China—. Las Iglesias del resto de los paí­ses dependen de alguna de estas dieciocho Iglesias, a excepción de la discutida Iglesia ortodoxa autocéfala de América.

Como todas las teologí­as del Oriente cristiano, la del cristianismo ortodoxo está muy centrada en la liturgia y tiene un fino sentido de la unidad de la Iglesia local con las otras Iglesias de la tierra y con la Iglesia del cielo, dentro de una tradición viva que vincula a los padres de la Iglesia con la Iglesia actual, que vive su vida en obediencia a las Escrituras. La eclesiologí­a ortodoxa es predominantemente una eclesiologí­a de comunión: toma su aliento de la liturgia, pero hay en ella ciertas tensiones, señaladas especialmente por sus teólogos laicos, en el terreno de las relaciones entre la jerarquí­a/autoridad y los laicos. Pero el rasgo caracterí­stico más constante de la teologí­a ortodoxa es su riqueza trinitaria, con una pneumatologí­a particularmente desarrollada. Las raí­ces de la espiritualidad ortodoxa se remontan a Ireneo (+ ca. 200) y, por tanto, a la Iglesia indivisa; esta se ha mantenido y desarrollado después del cisma y constituye una de las glorias de Oriente. Tanto la Iglesia católica como las Iglesias protestantes reconocen en la actualidad el hondo valor de esta espiritualidad. La Iglesia ortodoxa rusa, en particular a través de sus teólogos emigrados en Parí­s (San Sergio) y en Estados Unidos, ha estado en la vanguardia de la teologí­a y la espiritualidad ortodoxas durante los siglos XIX y XX. En los últimos años se está reconociendo en Occidente la importancia del teólogo rumano D. >Staniloae.

En el pasado la Iglesia ortodoxa ha sido criticada por estar demasiado centrada en sí­ misma. La opresión del comunismo y la hostilidad del islam eran ciertamente factores que contribuí­an a ello, pero no conviene exagerar esta deficiencia: la Iglesia ortodoxa ha tenido un sentido de la misión y de la responsabilidad social que con demasiada frecuencia suele pasarse por alto. La Iglesia ortodoxa en el presente siglo se ha implicado profundamente en el ecumenismo (>Ecumenismo, Iglesias ortodoxas y otras Iglesias orientales), tanto en el Consejo Mundial de las Iglesias como en otros foros.

Christopher O´Donell – Salvador Pié-Ninot, Diccionario de Eclesiologí­a, San Pablo, Madrid 1987

Fuente: Diccionario de Eclesiología

Benedicto XVI y Bartolomé IEl nombre técnico para el cuerpo de cristianos que utilizan el rito bizantino en varios idiomas y están en unión con el patriarca de Constantinopla pero en cisma con el Papa de Roma. El epíteto ortodoxo (orthodoxos), que significa “creyente correcto”, es, naturalmente, reclamado por la gente de cada religión. Es casi exactamente una forma griega del titulo oficial de los principales enemigos de los griegos, es decir los musulmanes (mu’min, fidelis). Los monofisitas armenios se llamaron ellos mismos ughapar, significando exactamente lo mismo.
Benedicto XVI y el Patriarca Ordoxo de ChipreEs difícil decir cómo “Ortodoxa” se convirtió en el nombre propio de la Iglesia Oriental. Fue usado al principio, mucho antes del cisma de Focio, especialmente en Oriente, sin ninguna idea de oposición a Occidente, sino más bien como la antítesis de la herejía oriental—nestorianos y monofisitas. Gradualmente, aunque por supuesto, Oriente y Occidente demandaron siempre ambos nombres, “Católica” se convirtió en el nombre mas común para la Iglesia original de Occidente y “Ortodoxa” para la de Oriente.
Su Beatitud Teodoro II, Papa y Patriarca de Alejandría y Toda ÁfricaSería muy difícil encontrar el nombre correcto para esta Iglesia. “Oriental” es muy ambiguo, los nestorianos y monofisitas son Iglesias Orientales; “Cismática” tiene la misma desventaja. “Griega” es verdaderamente la menos expresiva de todas. La Iglesia Griega es sólo una, y bien pequeña, una de las dieciséis Iglesias que integran esta vasta comunión. Los millones de rusos, búlgaros, rumanos, árabes y demás que pertenecen a ella no son griegos en ningún sentido. De acuerdo con su costumbre común uno puede agregar la palabra “oriental” al titulo y hablar de la Iglesia Ortodoxa Oriental (he orthodoxos anatolike ekklesia).

Los ortodoxos son, entonces, los cristianos en el este de Europa, en Egipto y Asia, que aceptaron los concilios de Éfeso y Calcedonia (que no son ni nestorianos ni monofisitas), pero que, como resultado de los cismas de Focio (siglo IX) y Cerulario (siglo XI), no están en comunión con la Iglesia Católica. No hay una autoridad común obedecida por todos, o más bien es sólo la autoridad de “Cristo y los siete sínodos ecuménicos” (desde Nicea I en 325 hasta Nicea II en 787).

Estas dieciséis Iglesias son: (1) los cuatro patriarcados orientales—Constantinopla, Alejandría, Antioquía, Jerusalén—y la Iglesia de Chipre, independiente desde el Concilio de Éfeso. (2) Desde el gran cisma once nuevas Iglesias se han agregado, todas, excepto una, formadas a costa del vasto patriarcado de Constantinopla. Ellas son las seis Iglesias nacionales de Rusia, Grecia, Servia, Montenegro, Rumania y Bulgaria, cuatro Iglesias independientes en la monarquía austro-húngara, a saber Carlovitz, Hermannstadt, Czernovitz, Bosnia-Herzegovina, y finalmente la Iglesia del Monte Sinaí, consistente de un monasterio separado de Jerusalén. Una de estas Iglesias, la de Bulgaria está en cisma con Constantinopla desde el 1872. Para el año 2005 el número total de cristianos ortodoxos en el mundo se estimaba en 240 millones de personas. (Vea Iglesias Orientales, Iglesia Griega, Constantinopla, herejía, cisma, Rusia)

Fuente: Fortescue, Adrian. «Orthodox Church.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911.
http://www.newadvent.org/cathen/11329a.htm

Transcrito por Geoffrey K. Mondello, Ph.D. Traducido por Gonzalo Valderrama. Rev y Corr L H M.

Fuente: Enciclopedia Católica