AKKO

importante ciudad costera fundada ca. 1500 a. C., puerto del Mediterráneo, cerca de la bahí­a de Haifa, considerada la puerta de Tierra Santa, en el norte de Palestina. Ciudad que tocó en suerte a la tribu de Aser Jos 19, 24-31, pero que no pudo conquistar Jc 1, 31. Conquistada varias veces, por los faraones Tutmosis III, Ramsés II, como también por Alejandro Magno. En la época helénica, bajo el reinado de Tolomeo II Filadelfo, fue Estado semindependiente con el nombre de Tolemaida, en honor del faraón, 261 a. C., nombre que conservó hasta la Edad Media.

Esta ciudad tuvo su protagonismo en tiempo de las luchas de los Macabeos 1 M 5, 15; en Tolemaida muere Jonatán 1 M 12, 45-48. San Pablo visitó Tolemaida en el tercer viaje apostólico Hch 21, 7. En la tercera Cruzada, A. fue conquistada por los cruzados, quienes le dieron el nombre de San Juan de Acre. En 1948, Acre fue tomada por el ejército de Israel en la guerra contra los árabes, y desde 1949 forma parte del Estado judí­o.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Ciudad portuaria situada en el extremo N. de la ancha bahí­a de Akkó (o Acre). Esta bahí­a, que tiene forma de luna creciente, está formada por el promontorio del monte Carmelo, que a unos 13 Km. al S. se adentra en el mar Mediterráneo.
Durante el tiempo de los jueces, la ciudad cananea se hallaba sobre un montí­culo que se ha identificado con Tell-el-Fujjar (Tel `Akko), situado a más o menos un kilómetro de la bahí­a y a casi dos de las antiguas murallas, que se encuentran dentro del término de la moderna `Akko. Posteriormente, durante la dominación persa, a partir del siglo VI a. E.C., la ciudad se extendió hacia el sector occidental del territorio, acercándose así­ a la pení­nsula que configura el extremo N. de la bahí­a, y es también en esa época cuando se creó un puerto en este lugar. Para el comienzo de la era cristiana la localidad de Akkó también comprendí­a la pení­nsula, y así­ ha permanecido hasta hoy en la ciudad moderna.
Akkó estaba a unos 39 Km. al S. de Tiro, y fue el puerto marí­timo más importante de la costa de Palestina, que contaba con pocos puertos, hasta que Herodes el Grande construyó diques desde la orilla para formar un puerto artificial en Cesarea. Aunque Akkó no reuní­a tantas ventajas como los puertos fenicios que habí­a al N. y no proporcionaba mucho abrigo de los vientos marí­timos, estaba situada estratégicamente cerca del acceso a la rica llanura de Jezreel (Esdrelón), y habí­a varias rutas comerciales que conectaban este puerto con Galilea, el valle del Jordán y otros puntos del E. Por el puerto de Akkó se exportaba madera, así­ como artí­culos artí­sticos y grano.
Akkó pertenecí­a a la división territorial asignada a Aser en la Tierra Prometida, pero esta tribu no expulsó a los cananeos que entonces la ocupaban. (Jue 1:31, 32.) Aunque solo se la menciona una vez en las Escrituras Hebreas, en los registros extrabí­blicos se la nombra con más frecuencia. Su nombre aparece varias veces en las tablillas de el-Amarna. Otros registros muestran que la subyugaron los reyes asirios Senaquerib y Asurbanipal. En los libros apócrifos se habla de esta ciudad como un centro de resistencia durante la gobernación de los macabeos. (1 Macabeos 5:15, 22, 55; 12:45-48; 13:12.) Para entonces su nombre habí­a sido cambiado a Tolemaida, un nombre al que dio origen Tolomeo II Filadelfo de Egipto.
Bajo el emperador Claudio, la ciudad de Tolemaida (Akkó) llegó a ser una colonia romana, y en los tiempos apostólicos hubo en ella un grupo de cristianos. Al regreso de su tercera gira misional, Pablo hizo escala en Akkó (ya conocida como Tolemaida) y pasó el dí­a visitando a los hermanos antes de continuar su viaje hacia Cesarea y Jerusalén. (Hch 21:7.)
La moderna ciudad de Haifa, situada justo en el extremo opuesto de la bahí­a, ha eclipsado la importancia de la actual `Akko.

[Fotografí­a en la página 80]
Akkó (más tarde conocida como Tolemaida). El apóstol Pablo se detuvo en esta ciudad portuaria en su último viaje a Jerusalén

Fuente: Diccionario de la Biblia