ALCAPARRA

Alcaparra (heb. ‘abiyyônâh). Arbusto de las caparí­deas (Ecc 12:5, BJ, DHH, NBE, LPD). Antiguamente, los brotes de sus flores y frutos tiernos se usaban como afrodisí­aco. Actualmente, los brotes de las flores se conservan en vinagre para emplearlos como condimento. Crece en todas partes de Palestina, Siria y Lí­bano. Aldea. Traducción de los términos: 1. Heb. jâtsêr, “lugar enclaustrado”, “aldea [caserí­o, pueblo]” (Gen 15:16; Isa 42:11); también se denominaba así­ al asentamiento temporario de un pueblo nómada. 2. Heb. kâfâr, “aldea”, como lo indica también la palabra kafr, del árabe moderno (1Ch 27:25; Neh 6:2). 3. Heb. bânôth (plural de bath, “hija”, con el significado de “dependencia” de otra ciudad;* Num 21:25, 32; 32:42; 2Ch 28:18). 4. Gr. kom’ (Mat 9:35; 14:15; etc.). A diferencia de las ciudades, generalmente las aldeas eran asentamientos que carecí­an de protección (sin embargo, jâtsêr indicarí­a que la población disponí­a de algún muro o vallado protector). En algunos casos “aldea” se puede referir a un mero asentamiento y no a una propiamente dicha. En otros, a un tipo de poblado en el que las casas estaban unidas por sus paredes laterales y rodeaban una plaza rectangular central. Aldeas de esa clase todaví­a se encuentran en el Cercano Oriente: las casas dan hacia esa plaza central, y todo el conjunto tiene una sola entrada -que es una abertura entre 2 casas- que se puede cerrar de manera segura. Los habitantes de las aldeas abiertas siempre acudí­an a una ciudad vecina por refugio en casos de necesidad, razón por la que se consideraban “dependencias” de las ciudades amuralladas y nunca figuran por nombre en el AT (además, sólo se las menciona en plural). El NT no establece una marcada diferencia entre ciudades y aldeas, y descubrimos que las 2 palabras se aplican a Belén (Luk 2:4; Joh 7:42) y a Betsaida (Luk 9:10; Mar 8:22, 23). Para las autoridades romanas, una ciudad era más importante que una aldea, porque aquélla poseí­a ciertos derechos que ésta no gozaba.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico