ALEJANDRO DE ALEJANDRIA
Vida: Obispo de Alejandría desde el 312, bajo cuyo gobierno se produjo la controversia arriana. Inicialmente intentó captarse la voluntad de Arrio mediante la persuasión, pero ante la postura firme de éste, casi un centenar de obispos se reunieron en torno a Alejandro en un sínodo (318) donde se excomulgó a Arrio y a sus seguidores. Aquella medida prácticamente no tuvo resultados palpables, lo que llevó a la convocatoria del concilio de Nicea (325) donde Melecio y Arrio fueron condenados de manera definitiva. En el 328 falleció.
Obras: De las setenta cartas de las que nos informa Epifanio sólo nos han llegado dos encíclicas relativas al problema arriano. Asimismo se ha conservado sólo uno de sus sermones Acerca del alma y del cuerpo, en relación con la pasión del Señor, en una traducción siria y en otra copta.
Teología: La descripción del origen del arrianismo — desde Pablo de Samosata y Luciano de Antioquía — que nos ha dejado Alejandro parece corresponderse con la realidad histórica. Señala que el Hijo no fue creado sino engendrado por el Padre, y que igual que Este es inmutable e invariable sin faltarle nada. Es Hijo de Dios no por adopción sino por naturaleza. Esta es la razón de que denomine a María †œMadre de Dios† (Zeotokos). Ver Arrio.
VIDAL MANZANARES, César, Diccionario de Patrística, Verbo Divino, Madrid, 1992
Fuente: Diccionario de Patrística