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Demarcación administrativa, puesta de nuevo en vigor en tiempos recientes en muchas zonas eclesiásticas de occidente. Consiste en la unión prevista y planificada de parroquias cercanas geográficamente, con el fin de ayudarse y complementarse en los ministerios pastorales y en las atenciones sacramentales.
Resulta especialmente importante en las tareas catequísticas, sobre todo en zonas en que se carece de suficientes vocaciones al sacerdocio y son los laicos quienes se sienten responsables de los ministerios de la Palabra.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
Sentido pastoral del sector geográfico
Dentro de la Iglesia particular, el arciprestazgo es un conjunto de parroquias vecinas, ubicadas en una misma demarcación geográfica, que coordinan su acción pastoral y se organizan para potenciar la labor de los responsables y ministros. Recibe diversos nombres arciprestazgo, decanato, vicaría foránea… Puede equivaler a la zona pastoral. El ministro responsable recibe el nombre de arcipreste, decano, vicario…
Si en épocas pasadas se acentuaba la vigilancia en vistas al cumplimiento de los deberes pastorales de los clérigos, en la actualidad se presta más atención a la coordinación y eficacia de la acción evangelizadora por parte de todos los agentes de pastoral (cfr. ChD 30), así como a la formación permanente y potenciación de los sacerdotes en todos los aspectos de su vida pastoral, espiritual, intelectual, humana.
Pieza clave de la pastoral de conjunto
Se tiende a construir una verdadera «célula del Presbiterio diocesano» (Directorio Pastoral de los Obispos, n.185), que es también una pieza clave en la pastoral comunitaria de la diócesis. Por esto, los arciprestes deben ejercer su representación en los Consejos Presbiteral y Pastoral. Aunque originariamente el arcipreste representa al Obispo en las funciones que se le han señalado, hoy estas funciones de representatividad suelen reservarse, en todo o en parte, a los vicarios episcopales según los diversos sectores pastorales.
En la Iglesia misterio, comunión y misión
A partir de la Iglesia misterio y comunión, se tiende a la acción pastoral conjunta, en una determinada situación sociológica y cultural. Aunque hay que tener en cuenta los elementos sociológicos, históricos y culturales comunes de la zona arciprestal, esta realidad no es la unidad básica de la Iglesia particular, sino que esa unidad sigue siendo la parroquia, a cuyo servicio y potenciación se organizan los arciprestazgos.
La «jurisdicción» del arcipreste (decano o vicario) es sólo en vistas a la potenciación pastoral y a la supervisión de algunos puntos concretos señalados por los cánones (toma de posesión, supervisión, representatividad…). No obstante, la acción del arcipreste va más allá de una jurisdicción estricta, puesto que tiene que fomentar y coordinar la acción pastoral, fomentar la vida espiritual, intelectual y material de los ministros (y de otros agentes de pastoral), mirar por el decoro del culto y por la conservación de los bienes eclesiásticos y la presentación de las cuentas anuales, etc. (can. 555).
Hacia la vitalidad misionera de los Presbiterios
Además de la programación, realización, coordinación y evaluación de la acción pastoral, en el arciprestazgo se organiza la vida comunitaria y la formación permanente de los sacerdotes y demás agentes de pastoral (según la propia vocación y carisma). Todo apunta a que «la cura pastoral de las almas no carezca de unidad en la diócesis y se torne más eficaz» (ChD 30). De la buena marcha de los arciprestazgos dependerá, en gran parte, la vitalidad de los Presbiterios; en ellos se puede observar el rostro misionero de una Iglesia diocesana.
Referencias Formación permanente, Iglesia particular, parroquia, Presbiterio.
Lectura de documentos ChD 30; CIC 374; 553-555.
Bibliografía J. DELICADO, Pastoral diocesana al día. El arciprestazgo en la pastoral de conjunto (Estella, Verbo Divino, 1966); A. VIANA, Organización del gobierno de la iglesia (Navarra, EUNSA, 1995); A. VIGANO, La zona vicariale o decanato, un servizio pastorale nuovo (Torino, LDC, 1984).
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización