BAAL-PEOR

Num 25:3 así acudió el pueblo a B; y el furor de
Deu 4:3 lo que hizo Jehová con motivo de B; que
Psa 106:28 se unieron asimismo a B, y comieron
Hos 9:10 ellos acudieron a B, se apartaron para


Baal-peor (heb. Ba’al Pe’or, “Baal [señor] de Peor [abertura, brecha]”). Dios moabita, adorado en el monte Peor mediante un culto obsceno y licencioso. Los israelitas, durante su estada en Sitim y seducidos por mujeres moabitas, adoraron a este dios. Como resultado, se desató una plaga entre el pueblo de Israel, durante la cual murieron muchos (Num 25:1-9; Psa 106:28; Hos 9:10). Parece que en Num 25:18 y 31:16 se designa a este dios simplemente Peor,* o puede ser que se refiera al monte de ese nombre, Generalmente se identifica a esta divinidad con Quemos,* pero no se lo puede demostrar.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

(Señor de Peor). Deidad moabita, probablemente identificada también como †¢Quemos. Al no poder maldecir a Israel, †¢Balaam, comprado por el dinero de †¢Balac, le sugirió poner una trampa al pueblo de Dios por medio de las mujeres moabitas, las cuales invitaron a los israelitas a las fiestas de sus dioses, donde hicieron uso de comida sacrificada a éstos y participaron en las orgí­as sexuales que eran comunes a ese tipo de culto (Apo 2:14). En el libro apócrifo †œAntigüedades Bí­blicas† o †œPseudoFilón†, se conserva la tradición judí­a sobre el particular con las siguientes palabras: †œEntonces le propuso Balaam: Ven, veamos qué puedes hacerles. Elige unas cuantas mujeres hermosas entre las que están entre vosotros y en Madián y ponlas ante ellos desnudas y adornadas de oro y piedras preciosas. Cuando las vean y se acuesten con ellas, pecarán contra su Señor y caerán en vuestras manos. De otro modo no te será posible vencerlos†. Así­ se hizo y como consecuencia †œel furor de Jehová se encendió contra Israel†. Se ordenó colgar a los que se habí­an juntado con este dios. Un simeonita llamado †¢Zimri, trajo a †¢Cozbi, una madianita, para fornicar con ella en su tienda y †¢Finees los alanceó a ambos. Vino una mortandad al pueblo por la cual murieron unas veinticuatro mil personas (Num 25:1-15). Esta experiencia impactó al pueblo, que la recuerda a menudo en su devenir histórico.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano