BETZATA

Nombre de un estanque donde Jesús curó a un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. (Jn 5:1-9.) En Juan 5:2 algunos manuscritos y traducciones (Mod, Val) leen †œBetesda†. Se dice que el estanque tení­a cinco columnatas, en las que se congregaban muchos enfermos, ciegos y cojos, que creí­an que estas aguas tení­an poderes curativos, en especial inmediatamente después de ser agitadas. Las seis últimas palabras del versí­culo 3 y todo el versí­culo 4 de este capí­tulo tal como aparecen en varias traducciones (Val, NC y otras), donde se atribuye el movimiento de las aguas a un ángel, no se hallan en algunos de los manuscritos griegos más antiguos y se cree que son una interpolación. Por lo tanto, la Biblia no da ninguna explicación a por qué se agitaban las aguas, sino tan solo muestra la creencia del pueblo en los poderes curativos de las mismas.
La ubicación del estanque se determina por la clara referencia a la †œPuerta de las Ovejas† (aunque en el griego original la palabra †œpuerta† tiene que añadirse). Por lo general se ha ubicado esta puerta en la parte septentrional de Jerusalén. Nehemí­as 3:1 muestra que fueron los sacerdotes quienes construyeron dicha puerta, de lo que se deduce que era una entrada cercana al recinto del templo. Además, el nombre Betzata está relacionado con la sección de la antigua Jerusalén llamada Bezeta, situada en la parte septentrional del recinto del templo. En el tiempo de Jesús este sector quedaba fuera de los muros de la ciudad, pero durante la gobernación de Claudio (41-54 E.C.), Herodes Agripa I (que murió en 44 E.C.) añadió un tercer muro septentrional a Jerusalén, lo que hizo que Bezeta quedase dentro de los muros de la ciudad. En consecuencia, Juan podí­a decir con toda propiedad que el estanque estaba †œen Jerusalén†, ya que así­ habí­a conocido la ciudad antes de su destrucción en 70 E.C.
En el año 1888 las excavaciones hechas al N. del templo sacaron a la luz un estanque doble, dividido por un tabique de roca y de una superficie total de aproximadamente 46 por 92 m. Estas excavaciones han confirmado la existencia de columnatas y un fresco descolorido, en el que se ilustraba a un ángel moviendo las aguas, aunque es posible que esta pintura se añadiera más tarde. Al parecer, esta ubicación encaja bien con la descripción bí­blica.

Fuente: Diccionario de la Biblia