BULA

[072]

Documento pontificio usual desde la Edad Media. Al igual que hací­an reyes y nobles, el Papa emití­a documentos que eran marcados con el sello (o anillo) del Pontí­fice, en la “bola” de plomo que acompañaba el documento.

Todaví­a hoy se conserva el rito de romper el anillo pontificio como acto inmediato al fallecimiento de un Pontí­fice, indicando que no podrá haber documentos oficiales hasta la elección de su sucesor.

Posteriormente este tipo de documentos quedó para actos jurí­dicos, nombramientos, concesiones o normas. Y se remplazó la Bula por Encí­clicas, Exhortaciones o Constituciones, cuando se trataba de exposiciones doctrinales o morales del Magisterio.
Una Bula, la Cum olim, de Gregorio IX, del 8 de Diciembre de 1228

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

En un primer momento indicaba el sello de plomo que garantizaba la autenticidad del documento al que se aplicaba: luego, y por extensión, el documento mismo. Su uso es muy antiguo: los papas lo adoptaron al menos desde el s. VI y siguen usándolo todaví­a, Las dos partes del sello de plomo eran grabadas en relieve. El uso del material (plomo, oro, plata dorada), el tipo de incisión, con cuerda o con seda, las inscripciones, etc., han cambiado mucho a lo largo del tiempo. Nos interesa ante todo saber que se indicaban también con este nombre ciertos documentos pontificios de diverso alcance por su contenido y también por el material en que se escribí­an o con el que se sellaban. Hoy, en vez de plomo, se suele poner en el documento un sello de color rojo en la parte inferior izquierda del documento.

La historia de los acontecimientos principales de la Iglesia, y a veces la puntualización de su credo, estaban marcadas por importantes “bulas”, por ejemplo la “Bulla in coena Domini”, documento en el que se enumeraba una serie de excomuniones generales que en otros tiempos se lanzaban todos los años en el aniversario de la cena del Señor -el Jueves Santo-, desde lo alto de la logia de San Pedro.Hoy se pueden indicar con este nombre los diversos documentos emitidos por el santo Padre: Litterae apostolicae sub p1umbo (cartas apostólicas con sello de plomo), con los que se asigna un tí­tulo cardenalicio o se nombra a un obispo para una sede: Litterae decretales (cartas decretales) para las canonizaciones: Constitutiones apostolicae (constituciones apostólicas) con que se erigen nuevas diócesis: Bullae apostolicae (bulas apostólicas), que pueden ser: Litterae Decretales o Constitutiones o Litterae apostolicae (cartas decretales, o constituciones o cartas apostólicas), donde se tratan las cosas de mayor importancia de la forma más solemne.

Se llama ((Bula de la cruzada” un documento pontificio de 1500 con el que se concedí­a una serie de privilegios a los españoles – entre otros, la dispensa del ayuno los viernes – en recuerdo de los servicios prestados por sus antepasados ala Iglesia, en tiempos de las cruzadas.Los autores recientes las clasifican también en ” bulas mayores ” y ” bulas menores”. ((Bulla aurea” es el nombre que se reserva a ciertos documentos de importancia excepcional que son sellados con una bula de oro. Se llaman “Bularios” las colecciones de bulas pontificias, y “bulatorios” los empleados pontificios que aplicaban el plomo.El uso de las bulas no estaba reservado a los romanos pontí­fices: también las usaban los reyes y los prí­ncipes de Europa en sus intervenciones gubernamentales. Gf. Coffele Bibl.: P Palazzini, Actos pontificios, en DTM, 35~38; stickler, Bulle. en LTK, III.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico