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Templo principal de una localidad o Diócesis en donde tiene su sede o cátedra el Obispo. El término históricamente es sinónimo de autoridad. Y debido a la abundancia de rentas y a la significación del templo, siempre fue objeto de edificaciones, de servicios ministeriales, de expresión y acumulación de artes escultóricas y pictóricas y, sobre todo, de objetos de cultos de ricos materiales y hechuras.
El paso de los siglos se encargó de convertir todo ello en archivos de incalculable valor y de sugerir la duda sobre su compatibilidad con la pobreza evangélica y la dimensión pastoral que la catedral, parroquia de parroquias, debería todavía poseer.
Con todo, más allá de los aspectos externos, hay que saber situar catequísticamente la catedral en el lugar en que la corresponde estar en el aprecio de los fieles y desde la óptica cristiana que siempre tuvo.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
Signo de unidad en la Iglesia particular
La iglesia “catedral” es aquella en la que tiene la “cátedra” del obispo, como sucesor de los Apóstoles y cabeza de la Iglesia particular. Es la iglesia o templo “madre” de todas las demás iglesias de la diócesis. El aniversario de su consagración se conmemora en todas las otras iglesias.
La principalidad de la iglesia catedral radica, pues, en la realidad de ser la expresión de la unidad Iglesia particular presidida por el pastor diocesano, que es “el gran sacerdote de su grey, de quien deriva y depende, en cierto modo, la vida en Cristo de sus fieles. Por eso, conviene que todos tengan en gran aprecio la vida litúrgica de la diócesis en torno al Obispo, sobre todo en la Iglesia catedral; persuadidos de que la principal manifestación de la Iglesia se realiza en la participación plena y activa de todo el pueblo santo de Dios en las mismas celebraciones litúrgicas, particularmente en la misma Eucaristía, en una misma oración, junto al único altar donde preside el Obispo, rodeado de su presbiterio y ministros” (SC 41).
Culto solemne y otros servicios eclesiales
Las manifestaciones de culto, suponen el servicio profético de la palabra, la celebración de los sacramentos (especialmente la Eucaristía), el itinerario de todo el año litúrgico (principalmente en torno a la Navidad y a la Pascua). De ahí la importancia de conservar “el tesoro de la música sacra” (SC 114) y las expresiones artísticas y culturales. La buena organización de todos estos elementos lleva frecuentemente a la concretización de servicios litúrgicos, de piedad popular, de catequesis, de apostolado y de caridad, también por parte de cofradías, asociaciones y demás instituciones que prefieren radicar en la catedral o celebrar en ella sus encuentros en señal de comunión eclesial.
Cabildo y canónigos como signo de la familia sacerdotal
El cabildo catedralicio es un colegio de sacerdotes que, además de otros oficios encomendados por el obispo, tienen el encargo de organizar con solemnidad el culto en la catedral. Su oración es en nombre de toda la Iglesia, para sostenerla en su caminar. Además de las normas del derecho, tienen sus propios estatutos. Se da importancia especial al servicio del “penitenciario” (can. 508).
El nombre de “canónigos” derivó del hecho histórico de querer ser fieles a los “cánones” de la Iglesia que pedían a los sacerdotes vivir según la “vida apostólica” en fraternidad, seguimiento apostólico y disponibilidad misionera. Así vivían en las catedrales y colegiatas. Los privilegios no tienen razón de ser. La recuperación de esta realidad eclesial haría que los cabildos fueran una expresión de la familia sacerdotal de todo el Presbiterio, y, al mismo tiempo, un servicio y punto de referencia para todas las parroquias y comunidades de la Iglesia particular.
Referencias Curia diocesana, Iglesia particular, obispos, liturgia, pastoral de conjunto, vida apostólica.
Lectura de documentos SC 41, 95; ChD 27; CIC 503-510.
Bibliografía J. LLOPIS, Catedral, en Diccionario abreviado de Pastoral (Madrid, Estella, Verbo Divino, 1992) 69-70. Ver referencias.
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización