CERROJO

Deu 33:25 hierro y bronce serán sus c, y como tus
Jdg 16:3 las puertas con sus dos pilares y su c


Cerrojo (heb. berîaj, “cerradura [cerrojo]”). El verbo traducido “cerrar” -en pasajes como 2Sa 13:17,18; Jdg 3:23,24 y Son 4:12-, viene de nâal, literalmente “atar (con tiras)”. Las puertas se aseguraban por medio de pasadores o pestillos de madera con tiras de cuero o sogas. La entrada a las casas de la antigüedad no siempre estaban cerradas por una puerta, ni todas las puertas tení­an cerraduras o cerrojos. El sustantivo “cerradura” (heb. manûl) realmente significa “pasador”, “pestillo” (Neh 3:3,6,13-15; Son 5:5). Las puertas dotadas de pasadores se podí­an abrir desde afuera mediante una llave (heb. maftêaj; Jdg 3:25; 1Ch 9:27). La cerradura consistí­a en una barra de madera que se poní­a al través de la puerta y se insertaba en un agujero de la jamba de la puerta. Una o más clavijas o cuñas caí­an en los lugares preparados para ello en las barras, con lo que no era posible moverla a menos que aquéllas fueran levantadas. La llave también era de madera y tení­a clavijas que se correspondí­an con las de la cerradura. Cuando se la insertaba en el agujero o ranura, levantaba las clavijas de modo que se podí­a mover la barra y la puerta se abrí­a. No giraban en el agujero, sino actuaba como palanca para levantar las clavijas. La 1ª mención de una llave en la Biblia data del perí­odo de los jueces (Jdg 3:25). Aparentemente algunas antiguas eran grandes que se tení­an que llevar sobre el hombro (Isa 22:22). Figuradamente, las llaves eran sí­mbolos de autoridad (Mat 16:19; Rev 1:18; 3:7; 9:1; 20:1; gr. kléis). Cervatillo. véase Gacela.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Un aparato mecánico para cerrar una puerta o portón de una ciudad. Los cerrojos (o cerraduras) primitivos usados para cerrar las puertas de una ciudad consistí­an simplemente de vigas de madera pesadas el extremo de las cuales se calzaban en una ranura cortada en la columna o poste del portón (Neh 3:3-15; comparar Deu 3:5; 1Sa 23:7).

Usado figuradamente, el reforzar el cerrojo se referí­a a la protección divina (Psa 147:13); el quemarlos, a la invasión de una nación (Jer 51:30; Nah 3:13). Para reforzarlos, se usaban barras de hierro (1Ki 4:13; Isa 45:2). Cuando eran utilizados para cerrar las puertas de las casas (Jdg 3:23-24) eran más pequeños y los pernos eran chatos.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano