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COMMUNIO ET PROGRESSIO

COMMUNIO ET PROGRESSIO

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Instrucción Pastoral de Pablo VI del 23 de Mayo de 1971 sobre la importancia de los medios de comunicación social. En ella se resalta el valor que hoy tienen los recursos modernos y el interés de la Iglesia para que los laicos se sientan desafiados por su poder de influencia y los pongan al servicio del Evangelio.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

Uno de los temas importantes en los documentos del Concilio Vaticano II ha sido el respeto de la Iglesia a las culturas de los pueblos, y la inculturación crí­tica del Evangelio con todo lo que ello supone en la formación de los evangelizadores. El 23-5- 1971 el Papa Pablo VI publica esta Instrucción Pastoral sobre los Medios de Comunicación Social. Este documento se hace por decisión del concilio y trata de los medios que difunden la cultura.

Partes de la instrucción C.P. Este documento es el que aborda de forma más completa la fundamentación teológico-moral de los medios de comunicación social, así­ como la convergencia de fines entre los medios de comunicación social y la Iglesia.

Contenidos de la instrucción C.P.

– El texto no se detiene en la cultura, sino en los medios de comunicación social que vehiculan la llamada «cultura de masas». Usamos esta expresión para referirnos a los conceptos, sensibilidades y valores que expanden los medios de comunicación social; en este sentido, los medios de comunicación condicionan grandemente no sólo lo cuantitativo sino también lo cualitativo de la difusión cultural.

– Las preocupaciones de la Iglesia por los medios de comunicación social son: el que la cultura llegue a los que no tienen otras posibilidades de acceso, la interculturalidad, y el que la conexión de culturas contribuya a potenciar la unidad de la familia humana. Estas afirmaciones tienen que ver con la pretensión de Jesús y la misión de la Iglesia.

– Los riesgos de los medios de comunicación social que señala C.P. son el sensacionalismo y la parcialidad. Ambos riesgos responden al interés de las personas y de los grupos que controlan estos medios. El consumo de uno u otro medio de comunicación depende de la acogida (audiencia) que tenga; el aspecto de rentabilidad económica puede llevar a distorsionar la cultura por el influjo de las modas o corrientes de opinión (sondeos). Los medios no son sólo mediaciones que difunden la cultura; son también cultura, y deben estar sujetos a la ética profesional y al servicio a la verdad que construye lo humano sin intereses partidistas. En este panorama los cristianos tienen muchas posibilidades y responsabilidades, pues los medios de comunicación social pueden facilitar un mayor alcance y penetración de los valores proclamados por Jesús de Nazaret en el Evangelio.

– La fundamentación teológica de los medios de comunicación social es cuádruple: la Trinidad como misterio de comunión y misión, Jesucristo que anuncia el Reino y se da a sí­ mismo, el plan salvador de Dios que quiere que todos los pueblos formemos una familia de hermanos, y la vocación de todo hombre de «dominar la tierra».

– La fundamentación de los medios de comunicación social es la propia de los actos humanos por lo que tienen de elección y por las consecuencias humanas que se desprenden de las decisiones tomadas. Los medios de comunicación influyen decisivamente en los valores, los criterios y las sensibilidades morales, así­ como en una mejor o peor consecución del bien común.

– Los cometidos propios de los medios de comunicación social son:

* En la búsqueda de la noticia y en su transmisión deben velar por la veracidad de lo que se comunica. Para ello hay que evitar lo trivial, lo sensacionalista y la parcialidad interesada.

* Valorar lo antiguo y lo actual, valorar las diferentes culturas aunque algunas sean minoritarias, y unir lo ético y lo estético.

* En el difí­cil campo de la publicidad salvaguardar la independencia de los poderes económicos, la libre elección de la personas y evitar un tipo de propaganda que fomente las pasiones.

* Los profesionales de la información necesitan un código ético para que sirvan a las personas y no a los medios ni a los intereses que están detrás de los mismos.

* El cultivo de lo popular es importante en los medios de comunicación; un peligro que acompaña a los profesionales es el caer en el populismo y el protagonismo personal.

* Los medios de comunicación están al servicio de las relaciones interpersonales y de la realización personal. Los usuarios deben participar conscientemente valorando los medios, así­ como los contenidos que transmiten; las asociaciones de usuarios son el mejor cauce para asegurar esta participación.

– La influencia social de los medios de comunicación está pidiendo a la Iglesia una mayor presencia y compromiso en este campo. El documento da las siguientes orientaciones:

– El uso de estos medios ayuda a la Iglesia en un doble cometido: puede conocer mejor la sociedad actual, y ella misma puede presentarse mejor ante el mundo.

– Estos medios bien utilizados dan al mensaje de fe y a la reflexión teológica una presentación más comunicativa, pues se dirigen al conjunto de la persona al utilizar la palabra, la imagen, la sensibilidad; las ideas, etc.

– Los medios de comunicación social permiten y facilitan un diálogo más frecuente y fluido entre todos sus miembros. Así­ mismo estos medios facilitan la libertad de expresión siempre que distingan y delimiten lo propio de la investigación teológica y del ministerio del magisterio.

– Todos los agentes de pastoral deben formarse en estos medios; además, la Iglesia debe tener profesionales para que estén presentes en los medios de comunicación social y para que ayuden a aplicar las nuevas tecnologí­as a los proyectos de pastoral.

– Estos medios recuerdan a la Iglesia que su misión consiste en que el Evangelio sea anunciado a todas las gentes, en todos los lugares, y hasta el final de los tiempos.

Principales aportaciones de C.P. Esta instrucción ayuda a tomar conciencia del gran problema de la inculturación del Evangelio; esto supone un mejor conocimiento de los hombres y mujeres de nuestro tiempo y una presentación del mensaje cristiano que toque sus centros de interés. Así­ mismo, la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación social puede ayudar a descubrir el potencial humanizador que éstos tienen cuando son utilizados para la formación integral de la persona y para una mayor comunicación entre los pueblos. Es necesario asegurar el acceso de los diferentes grupos sociales a los medios de comunicación; el monopolio de los mismos, su privatización y la falta de controles públicos son incompatibles con la propia naturaleza de los medios.

Jesús Sastre

Vicente Mª Pedrosa – Jesús Sastre – Raúl Berzosa (Directores), Diccionario de Pastoral y Evangelización, Diccionarios «MC», Editorial Monte Carmelo, Burgos, 2001

Fuente: Diccionario de Pastoral y Evangelización