CONCELEBRACION

(v. Eucaristí­a, Presbiterio)

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización

La concelebración es la celebración de la misa en la que intervienen varios sacerdotes realizando el acto esencial del rito.

En realidad, en su sentido más elemental y primario, concelebración es la celebración comunitaria de la liturgia por parte de todo el pueblo de Dios reunido en asamblea, Concelebrar es asociarse a la acción litúrgica del celebrante principal (presidente).

Pero el sentido más común de concelebración (eucarí­stica) es, como decí­amos al principio, el de una forma de celebración de la misa en la que varios presbí­teros y/u obispos, en virtud del mismo sacerdocio y en la persona de Cristo Sumo Sacerdote, actúan juntos con una sola voluntad y una sola voz, y con un único acto sacramental realizan y ofrecen juntos el único memorial del sacrificio de Cristo, participando juntos en él. Las formas de la concelebración (y el sentido del término) han variado a lo largo de los siglos, pero no es fácil determinar la extensión de este uso.

En los tres primeros siglos, los documentos hablan repetidas veces de la única eucaristí­a presidida por el obispo, rodeado de su presbyterium y de toda la comunidad de los fieles. Pero a continuación, en la Iglesia romana, esta forma de celebración fue desapareciendo progresivamente (perduró sólo en el rito de la consagración del obispo y en la ordenación del presbí­tero). El Concilio Vaticano II restableció la praxis de la concelebración, que ahora se considera como cosa normal, no sólo permitida, sino incluso aplaudida y recomendada, Manifiesta muy bien la unidad del sacerdocio, del sacrificio y del pueblo de Dios. La naturaleza cOmunitaria de la misa, como acción de una comunidad jerárquicamente estructurada, se manifiesta con mayor fuerza en la concelebración, especialmente cuando la preside el obispo, rodeado de los presbí­teros concelebrantes, servidos por los diáconos y demás ministros, participando activamente toda la asamblea de los fieles.

R. Gerardi

Bibl.: M. Augé, Concelebración eucarí­stica, en NDL, 410-422; C, Vagaggini – F dell’Oro, La misa concelebrada, Teologia, historia, pastoral, studium, Madrid 1966; A. Bugnini A. Franquesa, La concelebración, en AA, VV . Comentarios a la Constitución sobre la sagrada liturgia, BAC, Madrid 1965.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico

Concelebración es el rito por el cual varios sacerdotes dicen Misa juntos, y todos consagran el pan y vino, el cual fue común una vez tanto en Oriente como en Occidente. Tan tarde como el siglo IX los sacerdotes se paraban alrededor de su obispo y “consentían a su sacrificio” (Corp. Jur. Can., Decr. Grat., Pars III, dist. I, cap. 59). El rito de concelebración fue modificado en Roma (quizás en tiempos del Papa San Ceferino, 202-218) de modo que cada sacerdote pudiera consagrar una hostia separada (los diáconos sostenían éstas en patenas o corporales); pero todos consagraban el mismo cáliz («Ordo Rom. I», 48; vea también Duchesne, «Liber Pont.», I, 139 y 246). En el siglo VI el rito se observaba en todos los días de estación; para el siglo VIII permaneció sólo para las grandes fiestas, Pascua, Navidad, domingo de Pentecostés, y San Pedro («Ordo Rom. I», 48; Duchesne, «Origines», 167). En otros días los sacerdotes ayudaban pero no concelebraban. El Papa Inocencio III (1198-1216) dice que en su tiempo los cardenales concelebraban con el Papa en ciertos días de fiesta (De Saer. Altar. Myst. en Migne, P.L., CCXVII, IV, 25). Durando, quien negó la posibilidad de tal rito (Rationale Div. Off., IV, d. XIII, q. 3) es refutado por el Cardenal Bona (Rer. Liturg., I, XVIII, 9). Santo Tomás de Aquino defiende su exactitud teológica (Summa Theol., III:82:2). La concelebración es todavía común en todas las Iglesias Orientales tanto católicas como cismáticas. En éstas, en cualquier gran día de fiesta, el obispo recita la sagrada liturgia rodeado por sus sacerdotes, quienes consagran con él y reciben de él la Sagrada Comunión, por supuesto bajo ambas especies. Así también, en cualquier tiempo, si varios sacerdotes desean celebrar el mismo día, lo pueden hacer juntos.

En la Iglesia Latina el rito sobrevive sólo en la ordenación de sacerdotes y obispos. (Nota: La concelebración fue totalmente reinstalada en la Iglesia Latina después del Concilio Vaticano II). Los sacerdotes recién ordenados dicen las oraciones del ofertorio y el Canon completo, incluyendo las palabras de consagración, en voz alta con el obispo, y se arrodillan alrededor de él. Las palabras de consagración especialmente deben decirse “lentamente y bastante alto” y “al mismo tiempo que el pontífice” (Pont. Rom., do Ord. Presb., rúbricas). Deben decir las palabras “significativas”, esto es, con la intención de consagrar (Papa Benedicto XIV, de SS. Missæ Sacr., III, XVI, 6), y deben cuidar de no decirlas antes, sino exactamente, junto con el obispo (op. cit., loc. cit., 7). Reciben la Sagrada Comunión bajo una sola especie. El mismo rito se usa en la consagración de un obispo, excepto que en este caso el nuevo obispo comulgue con el consagrador bajo ambas especies (Pont. Rom., de Cons. Electi in Episc., rúbrica en el texto).

Fuente: Fortescue, Adrian. «Concelebration.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 4. New York: Robert Appleton Company, 1908.

http://www.newadvent.org/cathen/04190a.htm

Traducido por L H M.

Fuente: Enciclopedia Católica