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Movimiento de autoproclamada renovación social, que parte del rechazo a la cultura actual de Occidente: propiedad, trabajo, vida social, medios de comunicación, leyes, usos y tradiciones.
Los promotores de esta reacción oscilan entre la anarquía y la violencia, ente el vacío ético y la marginación social. Desde la negación de los valores humanos, incluso los naturales, se aspira a la utopía de creer que el no tener ni buscar más que el momento presente es valor digno de alabanza. Las formas externas, los ornamentos y atuendos, son sólo signo de inconformidad.
Por eso los promotores de estos estilos vitales se mueven en las fronteras de la protesta permanente, de las toxicomanías, del parasitismo social, del materialismo más burdo y hedonista.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa