CORAL

Coral (heb. râ’mâh y penînâh). Esqueleto calcáreo de ciertos organismos marinos inferiores. Los corales del Mar Mediterráneo y los del Mar Rojo eran rojos, y los antiguos los usaban para fabricar joyas y adornos, pero no es seguro si éstos eran los que se mencionan en la Biblia (Lam 4:7). Los râ’môth de Job 28:18 y de Eze 27:16, que aparecen en la lista de los artí­culos valiosos que traí­an los mercaderes sirios o edomitas de los mercados de Tiro, son de significado incierto. Penînîm, traducido como “piedras preciosas”, podrí­a ser el coral, el rubí­* o alguna otra piedra usada en joyerí­a (Pro 8:11; 20:15; 31:10).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

griego korallion. Celentéreo antozoo, especie de zoófito, de los gorgonarios, que vive en colonias arborescentes, unidas entre sí­ por un soporte calizo, blanco, rosado o encarnado, que se emplea para hacer joyas. La ciudad de Tiro importaba c. de Edom, Ez 27, 16. El término se emplea en comparaciones, Lm 4, 7; Jb 28, 18.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

ver ANIMALES; ver MINERALES

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Material calcáreo producido por la petrificación de microorganismos en el mar. Puede ser blanco, negro o rojo. Era muy apreciado para la fabricación de adornos, por lo cual se dice que la sabidurí­a es más valiosa que el c. (Job 28:18). En Eze 27:16 se describe a †¢Edom como que negociaba con †¢Tiro, entre otras cosas con c., probablemente del mar Rojo. †¢Animales de la Biblia.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, COSM TIPO

vet, heb.: “Ra’moth”. Esta sustancia era clasificada entre las más preciosas (Jb. 28:18). Los mercaderes arameos llevaban el coral a los mercados de Tiro (Ez. 27:16). Se extraí­a del Mediterráneo y del mar Rojo, y con él se fabricaban collares y amuletos. El coral es el esqueleto calcáreo de cienos pólipos. Se trata de zoófitos provistos de una boca con tentáculos. El pólipo fijado a la roca se multiplica y forma polí­meras, análogas a pequeños árboles hechos de zoófitos medio separados y medio adheridos. El carbonato de calcio que constituye el esqueleto del coral proviene del agua. Con frecuencia, el coral adopta el aspecto de un hermoso árbol ramificado, o de un arbusto, de donde viene su nombre de zoófito (animal con el aspecto de una planta). Algunas especies llegan a formar grandes arrecifes. El heb. “peninim” parece más incierto. En Lm. 4:7 la versión Reina- Valera traduce “coral”, junto con la mayor parte de las otras versiones. Algunos, sin embargo, traducen “rubí­es”; la misma Reina-Valera traduce este término por “piedras preciosas” en Pr. 3:15. Véase PIEDRAS PRECIOSAS.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Depósitos de piedra caliza de ciertos organismos marinos llamados pólipos. Estos pequeños organismos, que viven en colonias en las aguas cálidas, obtienen del mar las sales de calcio con las que construyen hermosas estructuras arborescentes tan duras como la piedra. Con el tiempo las formaciones de ciertos tipos de coral pueden convertirse en grandes arrecifes o en islas de coral. Se pueden encontrar corales de varios colores, que, a su vez, presentan distintas variedades de blanco, negro y rojo. (Compárese con Lam 4:7.) Las variedades rojas eran las más buscadas y cotizadas en la antigüedad. En un tiempo Tiro fue famosa por su comercio de coral, que los tirios extraí­an del mar Mediterráneo, el mar Rojo y el océano índico. (Eze 27:16.) Con el coral en bruto los artesanos moldeaban de forma artí­stica diversos adornos muy apreciados.
Debido a su valor, la Biblia usa el coral en varias comparaciones notables. Por ejemplo, el conocimiento y la sabidurí­a ciertamente sobrepasan el valor del coral. (Job 28:18; Pr 3:15; 8:11; 20:15.) Lo mismo ocurre con una esposa capaz: †œSu valor es mucho más que el de los corales†. (Pr 31:10.)

Fuente: Diccionario de la Biblia