DAN

hijo de Jacob. Nace, Gen 30:6; bendecido por Jacob, Gen 49:16-18.


Dan (heb. Dân, “juez”, “juicio” o [Dios] “juzga”). 1. Hijo de Jacob con Bilha (la criada de Raquel; Gen 30:5, 6); tuvo un hijo, Husim (46:23). Nada más se registra de su vida. 2. Tribu, los descendientes de Dan 1. A esta tribu se le asignó una pequeña región al norte de la Sefela, a la que pertenecí­an las ciudades de Zora, Ajalón, Ecrón y Elteque (Jos 19:40-46; 21:5, 23, 24). Sin embargo, los danitas* no ocuparon todo su territorio (Jdg 1:34, 35), sino que enviaron espí­as que encontraron lugares apropiados al norte de Palestina, a los que emigraron. Expulsaron a los habitantes de Lesem o Lais, ocuparon su territorio y llamaron Dan a la ciudad (Jos 19:47; Jdg_18). Aholiab, uno de los artí­fices del tabernáculo y de sus muebles (Exo 31:6). y el juez Sansón (Jdg 13:2, 24) eran danitas. La profecí­a de Jacob con respecto a los descendientes de Dan 296 se encuentra en Gen 49:16, 17. A Dan se lo menciona entre las 12 tribus en Eze 48:1, 2, pero no en Rev 7:4-8 Mapa VI, D/E-2/3. 3. Pueblo en un fértil valle al pie del monte Hermón, cerca de las fuentes del Ledán, uno de los arroyos que forman el rí­o Jordán (Jue 18:28, 29). Era la ciudad más septentrional ocupada por los israelitas. La expresión “desde Dan hasta Beer-seba” o “desde Beer-seba hasta Dan” se usaba para describir toda la extensión de la tierra de Israel desde el lí­mite norte hasta la frontera sur (Jdg 20:1; 1Ch 21:2; etc.). El pueblo parece haber pertenecido a Sidón antes que Dan lo conquistara (Jdg 18:7, 27-29). Su nombre original era Lesem,* o Lais, nombre por el cual se menciona en los textos de execración* egipcios, y en los textos cuneiformes de Mari* del s XVIII a.C. Tutmosis III la incluye entre las ciudades que conquistó. Cuando los danitas la tomaron y la convirtieron en ciudad israelita, le cambiaron el nombre por el de Dan (Jos 19:47; Jdg 18:7, 29). El uso de este nombre para la ciudad en tiempos anteriores (Gen 14:14; Dt 34:1) es sin duda la obra de un copista posterior que reemplazó el nombre obsoleto por el corriente en su época. La ciudad de Dan fue un centro de idolatrí­a desde el principio de su historia israelita. Sus fundadores danitas llevaron consigo una imagen esculpida que habí­an robado en su camino hacia el norte (Jdg 18:18-20, 30, 31). Más tarde, Jeroboam I de Israel construyó en Dan uno de sus 2 templos para adoración del becerro (1Ki 12:28-30; 2Ki 10:29; Amo 8:14). Dan, junto con varias importantes ciudades vecinas, fue sometida por Ben-adad I de Damasco (1Ki 15:20; 2Ch 16:4). Toda la región fue conquistada otra vez por Tiglat-pileser III de Asiria en tiempos del rey Peka de Israel (2Ki 15:29) e incorporada a una provincia asiria. El sitio ha sido identificado con Tell el-Qâ8§ que es el equivalente del nombre antiguo, puesto que el árabe qâ8§ significa “juez”. Los israelí­es actuales le han cambiado el nombre otra vez y se la conoce ahora como Tell Dan. Es un montí­culo relativamente grande de unas 20 ha de superficie, y se encuentra en un valle rico y fértil. Mapa X, B-4. Las excavaciones del sitio se iniciaron en 1966 bajo la dirección de A. Biran y el patrocinio del Departamento de Antigüedades de Israel. Continuaron cada año, por lo menos hasta 1978. Han mostrado que en el lugar existí­a una ciudad grande, sin fortificaciones (3er, milenio a.C.). En el s XVIII a.C. la ciudad fue sólidamente fortificada mediante macizos terraplenes de tierra y prosperó por muchos siglos. A mediados del s XII a.C. fue conquistada por los danitas israelitas, quienes siguieron confiando en los viejos terraplenes hasta que el rey Jeroboam I de Israel construyó una sólida muralla de unos 3,6 m de espesor con una puerta, 2 torres y 4 salas de guardia. En el punto más alto del montí­culo se descubrió una plataforma casi cuadrada (18,3 x 18,9 m) a la que se accedí­a mediante una escalera de 8 m de ancho desde el sur. Esta plataforma pudo haber servido como un santuario al aire libre, un lugar alto para la adoración del becerro de oro de Jeroboam I. Fue construido en su tiempo y ensanchado durante los reinos de Acab y de Jeroboam II. Durante la temporada de 1976 se encontró una estela votiva que tiene una inscripción bilingüe de 4 lí­neas en griego y en arameo, del perí­odo helení­stico, que dice: “Esta es una promesa de Zilas al dios de Dan”. Bib.: A. Biran, EAEHL I:313-321; IEJ 26 (1976):202-206; FJ-AJ v.3.1; viii.8.4. 4. Campamento (heb. majanêh-Dân; Jdg 13:25; 18:12, BJ) ubicado entre Zora y Estaol; un lugar no identificado al oeste de Quiriat-jearim. Mapa VI, B-4. Véase Lais 1.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

juez. Quinto hijo de Jacob con Bilhá, esclava ésta de Raquel, Gn 30, 1-6; 35, 25; 46, 23. Este fundó la pequeña tribu israelita que lleva su nombre, Nm 26, 42. Cuando Jacob bendice a sus hijos, dice que D. juzgará a su pueblo y lo elogia por su agresividad, Gn 49, 16-17; un †œcachorro de león†, se le llama en Dt 33, 22. A la tribu de D. le correspondieron en suerte las ciudades al oeste de la tierra de Benjamí­n, entre los territorios de las tribus de Efraí­m y Judá, Jos 19, 40-48. Sin embargo, los danitas no pudieron posesionarse de esta tierra, y salieron de ella por presión del pueblo amorreo, Jc 1, 34-35, y, posteriormente, por los filisteos, Jc 13, 16. Por esta razón, la tribu de D. emigró hacia el norte, donde tomaron la ciudad de Lais, a la cual le cambiaron el nombre por el de D., en honor del fundador de la tribu, Js 18. Cuando el cisma religioso y la división del reino, Jeroboam, rey de Israel, hizo fundir dos becerros de oro y los instaló, para su culto, uno en D. y otro en Betel, y el pueblo cayó en la idolatrí­a, 1 R 12, 26-33. Sansón pertenecí­a a la tribu de D., Jc 13, 2-25. D. era el lí­mite norte de Israel, razón por la cual en las Escrituras es frecuente encontrar la expresión, †œdesde D. hasta Berseba†, para indicar todo el territorio del paí­s, 1 S 3, 20; 2 S 3, 10; 17, 11; 24, 2; 1 R 5, 5; 2 Cro 30, 5.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

1La tribu originada por Dan, el quinto hijo de Jacob, y el territorio que se le adjudicó en Canaán. La tribu sirvió de retaguardia durante el éxodo (Num 10:25). Se le dio una zona fértil ubicada entre Judá y el mar Mediterráneo, ocupada por los filisteos (Jos 13:3). Su fracaso en conquistarla hizo que los danitas se trasladaran al norte, donde conquistaron a Lesem (Lais en Jdg 18:29) por estrategia y le dieron el nuevo nombre de Dan (Jos 19:47; Jdg 18:1-29).

La heredad de Dan, aunque pequeña, era productiva y, con la adquisición de tierras adicionales, dio lugar al crecimiento. Oholiab y Sansón fueron danitas (Exo 31:6; Jdg 13:2, Jdg 13:24). Jeroboam puso un becerro de oro en Dan y puso lugares altos a lo largo de Israel (1Ki 12:25-33). Menajem detuvo a Pul (Tiglat-pileser) por medio del soborno (2Ki 15:14-20), pero finalmente Pul volvió, invadió a Israel y llevó a muchos danitas al cautiverio (1Ch 5:26).

2 La ciudad más norteña de Palestina (p. ej., Jdg 20:1; 1Sa 3:20). Originalmente Lesem (Jos 19:47) o Lais (Jdg 18:29). Capturada por los danitas y su nombre cambiado por Dan (Jueces 18).

En una época fue un centro comercial (Eze 27:19). Jeroboam I puso allí­ el becerro de oro (1 Reyes 12).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

La tribu de Dan conquistó la ciudad sidonia de Laí­s sobre la fuente central del Jordán. En su correrí­a de conquista contra Laí­s los danitas robaron una estatua divina de Miká, que era un hombre de la montaña de Efraí­m, pegaron fuego a la ciudad, la reconstruyeron después y la llamaron †œDan,† erigiendo en la nueva ciudad la estatua divina de Miká (Jue 17 y 18). El recinto sagrado de Dan fue el santuario del norte: un santuario con estatuas, del que sólo con muchas reservas cabrí­a afirmar que era un santuario de Yahveh.
Cuando Yeroboam I forjó los becerros de oro, eligió para su emplazamiento a Bet-El en el sur y a Dan en el norte; tal elección certifica bien a las claras la popularidad del santuario de Dan. †œDe Beer-Seba a Dan,† o †œDe Dan a Beer-Seba,† era un dicho popular que significaba †œde frontera a frontera.† Dan era la ciudad fronteriza del norte.

Fuente: Diccionario de Geografía de la Biblia

(Dios juzga).

Quinto hijo de Jacob, Gen 30:6, Gen 46:23.

– Ciudad al norte de Palestina, Jos.19.

– Tribu de Dan, Jos. 19. Sansón era danita: (Jue 13:2).

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

http://biblia.com/diccionario/

Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano

(Derivado de una palabra hebrea = vindicar, juzgar). Nombre de una persona, una tribu y un lugar del AT.

1. Hijo de Jacob con †¢Bilha, sierva de †¢Raquel. Cuando nació, esta última dijo: †œMe juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre D.† (Gen 30:6).

. Tribu que desciende del hijo de Jacob con Bilha. Gente agresiva, en la bendición de Jacob se profetizó que serí­a †œserpiente junto al camino, ví­bora junto a la senda, que muerde los talones del caballo y hace caer hacia atrás al jinete† (Gen 49:17). En la bendición de Moisés se dice que †œD. es cachorro de león que salta desde Basán† (Deu 33:22). Se ordenó que al acampar en el desierto †œla bandera del campamento de D. estará al N† del †¢tabernáculo (Num 2:25). En la marcha D. iba en la retaguardia (Num 10:25). En la batalla contra las tropas de †¢Sí­sara esta tribu no estuvo presente, por lo cual Débora dijo: †œY D., ¿por qué se estuvo junto a las naves?† (Jue 5:17). Sansón era de la tribu de D. (Jue 13:2, Jue 13:24-25). Originalmente el territorio que correspondió a D. estaba en la región de †¢Jope, en la costa, cerca de los filisteos (Jos 19:40-48), pero †œles faltó territorio† y emigraron hacia el N. Esta tribu fue la última en asentarse definitivamente en Canaán (Jue 18:1). La forma en que buscaron su heredad es un ejemplo tí­pico de cómo actuaban las tribus de Israel en sus migraciones. Primero †œenviaron de su tribu cinco hombres de entre ellos, hombres valientes … para que reconociesen y explorasen bien la tierra…. aquellos cinco hombres vinieron a Lais; y vieron que el pueblo que habitaba en ella estaba seguro, ocioso y confiado† (Jue 18:2, Jue 18:7). Tras verificar que no tení­an alianza con otros pueblos, les atacaron, quemaron la ciudad, luego la reedificaron †œy llamaron el nombre de aquella ciudad D.† (Jue 18:29). Más tarde, la región habitada por D. se distinguirí­a por su idolatrí­a. El profeta †¢Ezequiel hablando del repartimiento futuro de Canaán †œsegún las tribus de Israel†, menciona a D. (Eze 47:21; Eze 48:1), pero es curioso que no aparezca en la lista de las tribus que hace Juan en Apocalipsis (Apo 7:4-8). Algunos opinan que su omisión se debe a que el nombre de D. vino a estar muy relacionado con la idolatrí­a.

. Ciudad de Israel, antes llamada Lais, conquistada por la tribu de D., que le cambió el nombre. Quedaba al N del territorio de Israel, mientras que Beerseba muy al S. De ahí­ surgió la expresión †œdesde D. hasta Beerseba†, que indica toda la extensión territorial israelita (1Sa 3:20; 2Sa 3:10; 2Cr 30:5). Por su ubicación al N, cuando se dividió el reino, Jeroboam I hizo †œdos becerros de oro…. y puso uno en Bet-el y el otro en D. Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar…† (1Re 12:28-30). Su propósito fue evitar que el pueblo fuera a Jerusalén para que no tuviera contacto con el rey de Judá.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD BIOG REGI HOMB HOAT

sit, a1, 508, 105

vet, (a) Quinto hijo de Jacob, padre de la tribu del mismo nombre. (b) Ciudad antes llamada Lesem, conquistada por la tribu de Dan y llamada por ellos así­ (Jue. 1:34, 35; Jos. 19:47). Situada en un fértil valle cerca del Lí­bano, en el extremo norte (Jue. 20:1; 1 Cr. 21:2). Ahí­ puso Jeroboam uno de sus becerros de oro (1 R. 12:29).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Dan era una ciudad conocida porque marcaba el lí­mite norte de la tierra de Israel, como Beerseba marcaba el extremo sur, Jueces 20:1; 1 Samuel 3:20; 2
Samuel 3:10. Estaba situada en una altiplanicie oblonga o valle de la fuente del Jordán, cerca del monte Lí­bano, y estaba como a la jornada de un dí­a de Sidón, y a cuatro millas romanas de Paneas (Cesarea de Filipo) en el camino a Tiro. Su nombre antiguo era Lais, aparentemente una colonia exterior de Tiro a Sidón, cuya gente era pací­fica y próspera, pero no podí­a defenderse de los danitas (Jueces 18:7, 21, 28; léase toda la historia en la Biblia).
Se identifica con Tell-el-kadi a la fuente del Jordán donde hay un montí­culo de 12 a
24 metros de altura, cuyo nombre árabe es Kady, que equivale al nombre hebreo de Daniel Al lado oeste brota el más grande de los manantiales que son las fuentes del rí­o Jordán. Aquí­ los danitas establecieron un santuario y un rito que duró tanto tiempo como duró la casa de Dios en Silo, y el sacerdote de este altar idólatra continuó en la familia de Jonatán hasta la conquista de Tiglath-Pileser.
Aquí­ Abraham rescató a Lot de Quedorlaomer, Génesis 14:13-16. Conquistada por Tiglath-Pileser, Jueces 18:30; 1 Reyes 15:29. Jeroboam estableció un becerro de oro allí­, 1 Reyes 12:28 en adelante.
Fue conquistada por Ben-adad, rey de Siria, 1 Reyes 15:20; 2 Crónicas 16:4.
Fue recobrada por Jeroboam, 2 Reyes 14:25.

Fuente: Diccionario Geográfico de la Biblia

(Juez).

1. El quinto de los doce hijos de Jacob; nació en Padán-aram. (Gé 35:25, 26.) Dan fue el primogénito de Bilhá, la sierva de Raquel. Debido a que Raquel era estéril, le entregó su sierva a Jacob como esposa secundaria. Esta fue la razón por la que Raquel adoptó en seguida al niño y le llamó Dan, diciendo: †œDios ha obrado como juez mí­o […] de modo que me dio un hijo†. (Gé 30:6.) El nombre del hermano carnal de Dan era Neftalí­. Para cuando Jacob bajó a Egipto con toda su casa, Dan tení­a un hijo: Husim, llamado Suham en Números 26:42. (Gé 46:7, 23, 26.) Diecisiete años después, cuando Jacob, ya moribundo, llamó a sus hijos a la cabecera de su lecho, Dan gozaba de pleno reconocimiento, al igual que sus once hermanos, como cabeza de familia de una de las doce tribus de Israel. Al bendecirle, Jacob dijo: †œDan juzgará a su pueblo como una de las tribus de Israel. Resulte ser Dan serpiente a la orilla del camino, culebra cornuda a la orilla del sendero, que muerde los talones del caballo de modo que su jinete cae hacia atrás. Verdaderamente esperaré salvación de parte tuya, oh Jehovᆝ. (Gé 49:16-18.)

2. Tribu de Israel que recibió su nombre del quinto hijo de Jacob. A Husim, el hijo de Dan, también se le llamaba Suham, y los suhamitas fueron la única familia inscrita por la tribu de Dan. (Nú 26:42.) Cuando entraron en Egipto, Dan tan solo tení­a este hijo; sin embargo, unos dos siglos más tarde, después de salir de la esclavitud, la tribu contaba con 62.700 hombres mayores de veinte años. (Gé 46:23; Nú 1:1, 38, 39.) Era la segunda tribu en número de hombres con edad para guerrear. La tribu de Dan, con Ahiézer como principal, tení­a la asignación de acampar al N. del tabernáculo en el desierto, al lado de las tribus de Aser y Neftalí­. Cuando el campamento se poní­a en marcha, la tribu ocupaba una posición muy importante en la retaguardia, un tributo a su valor, lealtad y confiabilidad. (Nú 2:25-31; 10:25.)
Cuando se repartió la Tierra Prometida, la tribu de Dan, representada por el principal Buquí­, hijo de Joglí­, recibió uno de los territorios más pequeños, a pesar de que seguí­a siendo la segunda tribu en población. Sin embargo, su suerte, la séptima, cayó en muy buen terreno. Su territorio limitaba con las tribus de Judá, Efraí­n y Benjamí­n, y se extendí­a desde los fértiles valles de la Sefelá hasta las llanuras costeras del Mediterráneo. Ahora bien, como no expulsó a las naciones paganas que viví­an en aquel territorio, tal como Jehová le habí­a mandado, la tribu de Dan sufrió severas consecuencias. (Nú 26:43; 34:22; Jos 19:40-46; Jue 1:34.) Por esta razón, parte de los danitas se trasladaron al extremo septentrional de Palestina, tomaron la ciudad de Lésem (Lais) y la llamaron †œDan†. (Jos 19:47, 48; Jue 18:11-31.) En el transcurso de este acontecimiento le robaron una imagen tallada a un hombre llamado Miqueas y la adoptaron como su dios. Todo esto a pesar de que años antes los danitas habí­an estado de pie en el monte Ebal para oí­r las invocaciones de mal, una de las cuales era: †œMaldito es el hombre que hace una imagen tallada o una estatua fundida, cosa detestable a Jehovᆝ. (Dt 27:13-15.) Dan se inhibió totalmente de dar apoyo al juez Barac contra las fuerzas de Sí­sara. (Jue 5:17.)
En el registro bí­blico se menciona por nombre a algunos miembros de la tribu de Dan que alcanzaron cierta distinción. Está el caso del hijo de Ahisamac, Oholiab, quien recibió de Dios espí­ritu de sabidurí­a para que ayudase a Bezalel; fue un artesano muy habilidoso en trabajos bordados y tejidos realizados con materiales costosos para el embellecimiento del tabernáculo. (Ex 31:1-6; 35:34, 35; 38:22, 23.) También se habla de Sansón, fiel siervo de Jehová en el ejercicio de la judicatura de Israel durante veinte años y en quien se cumplieron tanto la profecí­a de Jacob pronunciada en su lecho de muerte (†œDan juzgará a su pueblo†), como la de Moisés (†œDan es un cachorro de león†). (Gé 49:16; Dt 33:22; Jue 13:2, 24, 25; 15:20.) Además, cuando David llegó a ser rey, tuvo entre sus tropas leales a unos 28.600 danitas. Posteriormente se hace mención de Azarel, el hijo de Jeroham, como cabeza de los prí­ncipes de la tribu de Dan. (1Cr 12:35; 27:22.) Por último, también era danita la madre del †œhombre hábil† que el rey de Tiro envió para prestar ayuda a Salomón en la construcción del templo. (2Cr 2:13, 14.)

3. Ciudad situada en el extremo septentrional de Palestina. Antes de que la tomara la tribu de Dan, sus habitantes paganos la llamaban Lésem o Lais. (Jos 19:47; Jue 18:7, 27.) Posteriormente, los danitas reconstruyeron la ciudad que habí­an destruido y la llamaron †œDan, según el nombre de su padre, Dan†. (Jue 18:28, 29.) Sin embargo, unos cuatro siglos antes, ya se llama a la ciudad por este nombre, cuando se dice que Abrahán persiguió a Kedorlaomer y sus aliados †œhasta Dan†. (Gé 14:14.) No se puede argüir nada en contra de la existencia del nombre de Dan aplicado a aquella ciudad en el tiempo de Abrahán. El hecho de que esta antigua ciudad tuviese el mismo nombre que el antepasado de la tribu de Dan puede haber sido una simple coincidencia o tal vez dirección divina.
El nombre Dan aparece de nuevo en el Pentateuco en Deuteronomio 34:1, donde se le menciona entre los lí­mites del territorio que vio Moisés cuando tuvo una vista de la Tierra Prometida desde el monte Nebo. Como Dan estaba al pie de las montañas del Antilí­bano (y no lejos del monte Hermón), esto puede significar que la vista de Moisés llegó justo hasta aquella cordillera. El uso del nombre Dan en este caso puede ser equivalente al del pasaje ya mencionado de Abrahán o deberse a que Josué registró la última parte del libro, en la que se habla de acontecimientos posteriores a la muerte de Moisés.
Dan estaba situada en la †œllanura baja que pertenecí­a a Bet-rehob†, y esta zona, al N. de las aguas de Merom y debajo mismo del Lí­bano, era una región fértil, bien regada y muy deseable. (Jue 18:28.) El emplazamiento de Dan ha sido identificado con Tell el-Qadi (Tel Dan), nombre que en árabe significa †œMontí­culo del Juez† y que conserva por lo tanto el significado de la palabra hebrea †œDan†. En este lugar se juntan dos manantiales para formar el Nahr el-Leddan, que es la corriente con mayor caudal de agua de aquellas que se juntan unos cuantos kilómetros más al S. para formar el rí­o Jordán. La ciudad estaba sobre un montí­culo alto, cerca de la vertiente meridional del monte Hermón, y dominaba la gran cuenca del Huleh. Su posición también era estratégica, ya que estaba situada en la importante ruta comercial entre Tiro y Damasco.
Dan llegó a ser sinónimo del extremo N. de Israel, como se muestra por la frecuente expresión †œdesde Dan hasta Beer-seba†. (Jue 20:1; 1Sa 3:20; 2Sa 3:10; 1Re 4:25; 2Cr 30:5.) En realidad, habí­a otras ciudades más al N. de Dan, al igual que habí­a varias ciudades más al S. de Beer-seba, pero Dan era una ciudad de gran importancia en el N., como Beer-seba lo era en el S. Debido a su ubicación, era una de las primeras ciudades que sufrí­an las consecuencias de un ataque desde el N., como en el caso de la invasión siria de Ben-hadad. (1Re 15:20; 2Cr 16:4.) Esto es lo que se refleja en las expresiones proféticas de Jeremí­as 4:15 y 8:16. Después de la división del reino, Jeroboán erigió becerros de oro en Dan y en Betel, empeñado en apartar a sus súbditos del templo de Jerusalén. (1Re 12:28-30; 2Re 10:29.)

[Fotografí­a en la página 625]
Ruinas de la ciudad de Dan, cerca de la cabecera del Jordán. Jeroboán erigió en este lugar septentrional un segundo centro de adoración al becerro después de la división del reino

Fuente: Diccionario de la Biblia

(heb. dān, tratado generalmente como participio activo de dı̂n, ‘juzgar’). 1. Uno de los doce hijos de Jacob, el mayor de los dos hijos que le nacieron de Bilha, sierva de Raquel (Gn. 30.1–6), antepasado epónimo de la tribu de Dan.

2. Una de las doce tribus de Israel. Su primer asentamiento se encontraba entre los territorios de Efraín, Benjamín, y Judá (Jos. 19.40ss). Al ser empujados hacia la zona montañosa por los amorreos, quienes a su vez estaban siendo empujados desde el O por los filisteos y otros pueblos marinos que habían ocupado la costa mediterránea, la mayoría de los danitas emigraron hacia el N en busca de nuevas tierras cerca de las fuentes del Jordán (Jos. 19.47; Jue. 1.34; 18.1ss). Algunos miembros de la tribu, sin embargo, permanecieron en el emplazamiento anterior, con los filisteos como vecinos occidentales; es en esta región donde tuvieron lugar los relatos de Sansón, héroe de la tribu de Dan (Jue. 13.1ss). Posiblemente sea el remanente de la tribu que se quedó en el primer asentamiento el que se describe en el canto de Débora (Jue. 5.17) como el que se quedó “junto a las naves”, cualquiera sea la forma en que haya que entender lo de “las naves” (se han sugendo diversas enmiendas dudosas). M. Noth, por otra parte, cree que Dan tuvo que “comprar su emplazamiento” en el N “aceptando cierta medida de trabajo compulsivo en puertos marítimos del S de Fenicia” (The History of Israel, pp. 80; hay trad. al cast., véase inf.). El remanente del S parece haber sido absorbido finalmente por Judá; los danitas del N fueron deportados por Tiglat-pileser III en 732 a.C. (2 R. 15.29). Las cualidades agresivas de los danitas se celebran en las bendiciones que se pronuncian en Gn. 49.16s y Dt. 33.22.

Dan falta en la lista de tribus en Ap. 7.5–8, ya sea intencionalmente o a causa de una alteración temprana. Ireneo (Adv. Haer. 5. 30. 2) explica la omisión diciendo que el anticristo tiene que surgir de la tribu de Dan, creencia que basa en Jer. 8.16, LXX (“Desde Dan oiremos el ruido de sus veloces caballos”).

3. Ciudad en el territorio danita septentrional, la mod. Tell el-Qadi o Tell Dan, cerca de una de las fuentes del Jordán. Su nombre anterior era Lais (Jue. 18.29; llamada Lesem en Jos. 19.47), que aparece como Lus(i) en textos egipcios de ca. 1850–1825 a.C. Era la ciudad israelita más septentrional; de allí la frase “desde Dan hasta Beerseba” (p. ej. Jue. 20.1). El santuario que se estableció allí bajo el sacerdocio de Jonatán, nieto de Moisés, y sus descendientes (Jue. 18.30) fue elevado (juntamente con Bet-el) al nivel de santuario nacional por Jeroboam I (1 R. 12.29s), y así permaneció hasta “la cautividad de la tierra” bajo Tiglat-pileser III.

Bibliografía. °M. Noth, Historia de Israel, 1966; J. Bright, Historia de Israel, 1966, pp. 235–292; W. F, Albright, Arqueología de Palestina, 1962, pp. 131–143; id., De la edad de piedra al cristianismo, 1962, pp. 182–191.

H. H. Rowley, “The Danite Migration to Laish”, Exp T 51, 1939–40, pp. 466–471; M. Noth, The History of Israel, 1960, pp. 67ss et pass.; J. Gray, Joshua, Judges and Ruth, NCB, 1967, pp. 287s.

F.F.B.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

(Hebreo dn, Set. Dán)

(1) Quinto hijo de Jacob, el mayor de los dos hijos que tuvo con Bilhá, la esclava de Raquel, y antepasado epónimo de la tribu que lleva su mismo nombre. Etimológicamente, la palabra se refiere a la raíz hebrea dyn, que significa “gobernar” o “juez”, y en el pasaje, Gén. 49,17, se interpreta como “juez”, pero en Gén. 30,6, la interpretación del nombre se basa más bien en el sentido pasivo de la palabra—el niño Dan siendo representado como resultado del juicio de Dios a favor de Raquel. De acuerdo con el significado que se expresa en este último pasaje, Josefo (Ant. I, XIX, 7) da como equivalente del nombre Dan el griego Theókritos. Una forma femenina afín, también en la forma pasiva, se reconoce en Dina (dynh), nombre de la hija de Jacob y Lía, sin duda en relación con el juicio o la reivindicación que ella recibió de parte de sus dos hermanos Simeón y Leví (Gén. 34). Aparte del relato conectado a su nacimiento en Gén. 30, la Biblia brinda muy poca información relativa a Dan, el hijo de Jacob. En Gén. 35,25, su nombre se menciona junto con el de los otros hijos de Israel, y en Gén. 46, que contiene una lista genealógica de sus descendientes inmediatos, leemos (v. 23): “Los hijos de Dan: Jusim”. Este último, una forma plural hebrea, se refiere más probablemente no a un individuo, sino a un clan o tribu. En Números, 26,42, encontramos “Sujam” en vez de “Jusim”. En la bendición de Jacob (Gén. 49), así como en Deuteronomio 33,22, y en otros varios pasajes, el nombre Dan se refiere no al hijo del patriarca, sino a la tribu de la cual era el padre reconocido.

(2) Una de las doce tribus de Israel. De acuerdo con el censo descrito en el primer capítulo de Números (una sección que se adjudica al escritor sacerdotal), en el segundo año después del Éxodo, se contaban entre los “hijos de Dan” a 62,700 hombres “dotados para la guerra”, siendo éste el número más alto dado para cualquiera de las tribus exceptuando la de Judá. Limitándonos a los datos bíblicos, y prescindiendo de toda crítica sobre las fuentes, parecería por estas cifras que la tribu debió haber sufrido una considerable merma antes de su establecimiento en Canaán, donde, según varios indicios, aparece como una de las más pequeñas de las doce. El territorio ocupado por la tribu se sitúa al sudoeste de Efraín; colindaba por el sur con Judá y por el oeste con el Sefelá. No se sabe si la tribu de Dan ocupaba también este último territorio o si estaba confinada al distrito montañoso interior. Un pasaje del cántico de Débora (Jueces 5,17) parecería indicar que el territorio se extendía hasta el mar, y además, entre las ciudades enumeradas en Josué 19,40-48 (P) se mencionan a Ecrón y a Joppe. Sea como sea, es dudoso, debido a sus estrechos límites territoriales, que luego los danitas emprendieran una expedición hacia el norte y crearan un nuevo asentamiento en Lais. Pues, A pesar de que el relato en Josué 19:40-48 indica en detalle el distrito y las ciudades asignadas a Dan en la distribución después de la conquista, encontramos posteriormente en el Libro de los Jueces (18,1) que “la tribu de Dan buscaba un territorio donde habitar, pues hasta aquel día no le había tocado heredad entre las tribus de Israel.” Quizás ésta es otra manera de transmitir la idea ya anotada en el primer capítulo, que “los amorreos arrinconaron a los hijos de Dan contra la montaña, y no les daban lugar para extenderse hacia la planicie”. Al estar tan restringidos y acorralados en su propio territorio, resolvieron buscar hogar en otro lugar. La interesante historia de esta expedición, con muchos pormenores característicos de ese período de la civilización hebrea, aparece en el capítulo 18 del Libro de los Jueces. Después de enviar espías para reconocer el terreno, mandan un destacamento de seiscientos hombres que saquearon y quemaron la ciudad de Lais, y masacraron a sus habitantes, después de lo cual “reconstruyeron la ciudad y vivieron allí”. Al menos un resto de la tribu debió haber permanecido en el sur, como lo evidencia la historia de Sansón, que era un danita. En los Libros de las Crónicas se encuentran diversas referencias a las actividades de la tribu de Dan en el período inicial de la monarquía. Por ejemplo, se dice que 28.600 hombres armados de la tribu participaron en la elección de David en Hebrón (1 Crón. 12,35), y entre los artífices que Juram de Tiro envió a Salomón estaba el metalista Juram Abí, cuya madre pertenecía a la tribu de Dan (2 Crón. 2,13 ss.).

(3) Ciudad de Palestina, cuyo nombre original era Lais, o Lesem, llamada Dan luego de ser destruida y reconstruida por los seiscientos emisarios de la tribu de ese nombre (Jc. 18). Su ubicación fue el límite norte de Palestina, como Berseba marcaba el extremo sur, de donde surgió la expresión popular “desde Dan hasta Berseba”, que se usa para designar la extensión total del país. Aunque no queda nada de la ciudad de Dan, su ubicación en los confines de Neftalí se ha determinado con bastante exactitud a través de diversas indicaciones antiguas en las Escrituras y otras. En Jc. 18,7.28 se hace claro que Lais era un asentamiento sidonio a cierta distancia de la ciudad matriz, y en el capítulo (v. 9.12) se afirma la gran fertilidad del lugar. Josefo, que llama al poblado Dána, y en otros lugares Dánon, lo ubica “en las cercanías del Monte Líbano, cerca de las fuentes del Jordán Inferior, en la gran planicie de Sidón, a un día de viaje de la ciudad” (Antiq., V, III, 1). De acuerdo con Eusebio y San Jerónimo, la aldea de Dan estaba situada a cuatro millas de Paneas (Banias, o Cesarea de Filipo), en el camino a Tiro, en la crecida del Jordán. Su proximidad a Paneas llevó a la confusión de los dos pueblos en algunas obras antiguas, como, por ejemplo, en el Talmud de Babilonia; y unos cuantos estudiosos modernos, entre ellos G. A. Smith, aún identifican a Dan con Banias, aunque la opinión generalmente aceptada lo sitúa en Tell el-Qadi, y esta identificación tiene a su favor, entre otras razones, el nombre, prácticamente idéntico, como “Tell el-Qadi” significa “la colina del Juez”. Este montículo cuadrangular está situado cerca de una milla y media al sudoeste del Monte Hermón, y al oeste de Banias. El lugar y sus alrededores son notablemente pintorescos, y cerca del montículo hacia el oeste hay un manantial de agua clara y fresca en abundancia, que forma un nahr, o torrente, que los árabes llaman Nahr Leddân—probablemente una deformación de ed-Dân. Este torrente es la fuente principal del río Jordán, y es indudablemente el “Jordán Menor” que menciona Josefo.

Dan se menciona en el capítulo 14 del Génesis en relación con la expedición de Abraham contra Kedorlaomer, pero es dudoso si el lugar al que allí se refiere es el mismo de la antigua Lais. Aunque Eusebio y Jerónimo afirman que es un mismo lugar, muchos académicos modernos ubican a la Dan de Gén. 14 en la vecindad de Galaad, y la identifican con la Dan-Yuan, mencionada en 2 Sam. 24,6. La conquista de Lais por los danitas, a la que nos referimos en (2), aparece en Jueces 18. La parte de la tribu que vivió allí fue adicta a ciertas formas de idolatría desde el comienzo (cf. Jc. 18,30.31), y fue en esta población fronteriza donde Jeroboam instaló uno de los becerros de oro destinados a desviar a los israelitas del Reino del Norte del Templo de Jerusalén (1 Reyes 12,29-30; 2 Ry. 10,29)

Bibliografía: Para el (1) VIGOROUX, para el (2) y (3) LEGENDRE, ambos en Dict. de la Bible, s.v.; también para (1) y (2) PEAKE, para (3) MACKIE, ambos en HASTINGS, Dict. of the Bible, s.v.

Fuente: Driscoll, James F. “Dan.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 4. New York: Robert Appleton Company, 1908.
http://www.newadvent.org/cathen/04615c.htm

Traducido por Amparo Cabal. L H M.

Fuente: Enciclopedia Católica