DIA DE REPOSO (SABADO)

El nombre para el día de descanso y adoración judío. El hebreo šabbaṯ; griego, sabbaton. No se usa en el griego profano, y quizá fue tomado del arameo šabbaṯāʾ. Sabbata es el plural griego en su forma griega, y desarrolló un singular sabbaton, pero el aparente plural sabbata también se usa para referirse a un sólo día de reposo (W.E. Vine, Expository Dictionary of the New Testament, Oliphants, London, 1940). La palabra tiene afinidades con otras en árabe y acadio. Por tanto, la raíz parece ser de antigüedad semítica, y significa «detenerse, descansar, interrumpir».

El día de reposo fue instituido en la creación (Gn. 2:2–3), y después se le menciona en la entrega del maná (Ex. 16:23–30), después en el Sinaí (Ex. 20:8–11; Dt. 5:12–15). Su violación era una ofensa capital (Ex. 31:14). Levítico y Números entregan un número de regulaciones para el día de reposo. El individuo debía descansar. Ofrendas extraordinarias se prescribían para el tabernáculo. Otros días festivos también se llamaron días de reposo (Lv. 16:31, etc.). El séptimo año era un año sabático, así que los hebreos contaban los años más por sietes que por décadas.

El día de reposo se menciona en Reyes, Crónicas, Salmos 92:1 (título), Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, y Amós. El día se observará en la edad mesiánica.

Estudiosos críticos han investigado mucho en cuanto a sus orígenes. J.R. Sampey (ISBE) observa: «lo valioso de lo aprendido y la ingenuidad gastada en la búsqueda del origen del día de reposo ha producido muy poco fruto». Un esfuerzo más reciente es el de S. Langdon (Babilonian Menologies and Semitic Calendars, London, 1935). Él encuentra ciertos días desafortunados, especialmente en ciertos meses, que se mencionan en la Asiria del siglo décimo: días 1, 7, 9, 14, 19, 21, 28, 29, 30. Estos fueron días de mala suerte para muchos en el trabajo. Assurbanipal en el siglo séptimo redujo los días a 7, 14, 19, 21 y 28, de los cuales el 19 era especialmente desafortunado. Langdon argumenta que las semanas de siete días empezaron aquí, basándose en las fases de la luna. Pero el mes lunar es de 29 días y 1/2, no 28, las fases lunares no son de exactamente siete días. Además el desafortunado día 19 rompe la secuencia. Más importante, el día de reposo hebreo era claramente más antiguo que esto.

La obligación de guardar el día de reposo cristiano se ha discutido mucho. El punto de vista sabatario (véase) se discute con gran habilidad en Charles Hodge, Systematic Theology, Scribners, 1873, Vol. III, pp. 321–348. El punto de vista adventista sobre que el guardar el séptimo día es una obligación moral esencial se resume en ISBE. El punto de vista sobre que el día de reposo ya no es obligatorio lo defiende Walter R. Martin en Eternity Magazine, mayo de 1958, pp. 20–23. Un punto de vista alternativo es que el día de reposo era esencialmente ceremonial, y como tal fue abolido por Cristo. Pero las leyes ceremoniales implicaban principios básicos y eternos, y tienen analogías en la verdad y práctica del NT. La analogía del día de reposo es el Día del Señor, el primer día de la semana, el que se celebraba por los apóstoles y la iglesia primitiva.

BIBLIOGRAFÍA

Arndt; D. Macmillan, ed., Sunday the World’s Rest Day; L.S. Chafer, Systematic Theology, IV, pp. 102–122; V, pp. 253–260; J.R. Sampey y W.W. Prescott en ISBE.

  1. Laird Harris

ISBE International Standard Bible Encyclopaedia

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (165). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología