DIACONISA

Diaconisa (gr. diákonos, literalmente “sierva [ayudanta]”). El término aparece sólo una vez en el NT (Re. 16:1). Se menciona a Febe como diákonos de la iglesia de Cencrea. La palabra y su uso en este texto sugieren que el cargo de diaconisa se habrí­a establecido en la iglesia cuando Pablo escribió Romanos.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

griego diakonos, latí­n diaconissa, servidora. En la Iglesia primitiva existí­an mujeres que ejercí­an el diaconado, como se puede deducir del texto de San Pablo, cuando habla de las cualidades que debe tener quienes se dedican al diaconado, y dice que †œLas mujeres igualmente deben ser dignas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo†, 1 Tm 3, 11. En la Iglesia primitiva sólo se conoce una d. con nombre propio, Febe, de la Iglesia de Cencreas, a quien recomienda el apóstol Pablo a los fieles romanos, por ser protectora de muchos hermanos, incluso del Apóstol, Rm 16, 1.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

*Febe era diakonos de la iglesia en Cencrea (Ro. 16.1): título que algunas vss. trad. “sierva” (°vm mg “sirvienta”), pero °vrv2, con mayor probabilidad, “diaconisa”.

Los Padres griegos regularmente leían en 1 Ti. 3.11 “de la misma manera las mujeres sean honestas”, etc. (así °vrv2 y vss. cast. en general) lo que daba a entender que se trataba de las cualidades de las mujeres con funciones diaconales, más bien que de las esposas de los diáconos. Esto ofrece una mejor secuencia que av (que tiene “sus esposas”, cf. °ba, °nc, °bc, notas marginales respectivas), y quizás sea más apropiado; Teodoro de Mopsuestia interpreta expresivamente “no chismosas” como “que no hagan públicas las confidencias recibidas en su ministerio eds. Swete, 2, pp. 128).

Alrededor de 111 d.C. Plinio, gobernador de Bitinia, informa que ha interrogado bajo tortura a dos sirvientes a quienes llamaban diaconisas (ministrae) sobre los ritos cristianos (Epistolue 10. 96). “Sirvienta” puede denotar aquí su posición secular, o su función en la comunidad cristiana; sin duda Plinio buscaba indicios de canibalismo.

Posteriormente no hay, al parecer, referencias literarias claras sobre las diaconisas antes de la Didascalia del ss. III. En consecuencia, algunos han dudado de la existencia de tal oficio en la época neotestamentaria. Pero dado que los cristianos primitivos observaban meticulosamente todo lo que se les había enseñado, muchas de las funciones asignadas a las diaconisas en la literatura posterior (p. ej. la visita a las mujeres en los hogares paganos) también corresponderían a los tiempos apostólicos. A priori, en consecuencia, el nombramiento de diaconisas es probable. Además Lc. 8.2s puede ser profundamente significativo. Sus deberes serían precisamente análogos a los de los diáconos; eran, como lo sugieren nuestros dos pasajes neotestamentarios, simplemente “diáconos de sexo femenino”. (El termino especial posterior diakonissa surgió seguramente cuando se fueron volviendo litúrgicas las funciones distintivas de los diáconos).

Bibliografía. K. H. Schelkle, Teología del Nuevo Testamento, 1978, t(t). IV, pp. 316–325.

Ensayos de C. H. Turner y W. Collins en The Ministry of Women, 1919; J. G. Davies, JEH 14, 1962, pp. 1ss.

A.F.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico